miércoles, 6 de abril de 2011

El rechazo de los padres y de la pareja pesan en la decisión

Las razones para decidir hacerse un aborto son distintas cuando el embarazo no deseado se presenta en adolescentes y jóvenes.

La falta de apoyo y el rechazo de parte de los padres y de la pareja son las principales causas. El deseo de la joven de culminar sus estudios y conseguir un trabajo para luego recién pensar en una familia también influyen en las mujeres que se embarazan sin haberlo planificado.

La psicóloga del Maternológico Germán Urquidi, Zulma Cuchari, indica que la presión de las amigas y del entorno social en el que vive la joven embarazada también tienen peso en la decisión que toma la mujer.

“Las amigas le dicen a la joven que tendrá que trabajar, dejar sus estudios, que ya no podrá salir a bailar y tener las actividades normales y eso influye a la embarazada. En ese momento se siente mal consigo misma por no haberse cuidado en las relaciones sexuales”, explica.

No existe un patrón general en las jóvenes para tomar la decisión, sino que más bien hay un conjunto de situaciones sentimentales, sociales y económicas que la llevan a realizarse el aborto.

¿PAREJA ESTABLE? Otra de las causas para tomar la decisión es la falta de una pareja estable. Cuchari asegura que vivimos en una época en la que las relaciones sexuales se dan entre amigos o entre personas que no se conocen.

“Como la joven no sabe nada del hombre con el que tuvo relaciones, prefiere abortar porque sabe que su familia no aceptará su embarazo con alguien que ni siquiera conoce ”, recalca.



LA DECISIÓN Luego de enterarse del embarazo, la mujer espera unos días a tomar la decisión, incluso algunas acuden a los centros médicos a averiguar si tienen algún tipo de apoyo.

De acuerdo a Cuchari, ésta es la etapa más difícil para la joven, porque además de su estado de gestación que, en algunas mujeres, se presenta con síntomas en las primeras semanas, las mujeres se sienten perturbadas con la noticia a la cual consideran como un problema en su vida y tienden a deprimirse.

El sentimiento de culpa las persigue mientras buscan el método y el dinero para realizar el aborto. Cuando el procedimiento para extraer al bebé de su cuerpo termina, se sienten aliviadas por haberse librado del “problema”, pero al mismo tiempo también sienten culpa porque saben que mataron la vida de su propio hijo.

LA PAREJA Cuchari dice que en los casos en los que la pareja no les da el apoyo y desaparece al enterarse del embarazo, el sentimiento de culpa de las mujeres es aún peor, porque sienten que también perdió el cariño de la persona en la que confiaron sus sentimientos y su cuerpo.

“Muchas mujeres no pueden olvidar lo que hicieron y viven perturbadas hasta que se vuelven a embarazar y son madres. Otras que no logran embarazarse, se deprimen constantemente”.

Cuando las mujeres toman la decisión, algunas le temen al procedimiento por miedo a que les pase algo, pues al realizarse un aborto también ponen en riesgo sus vidas.

Otras no se dan cuenta de la decisión que tomaron, hasta que llegan al hospital con alguna complicación o sangrado por el aborto.

Cuando están internadas y la psicóloga les trata de prestar apoyo, la mayoría de las jóvenes niega lo que hizo, no lo acepta, pero se pone a llorar desconsoladamente. Algunas cuentan su historia para tratar de recibir una orientación psicológica y tratar de superar la depresión que tienen.

En lo que menos piensan las adolescentes es en la parte legal, algunas no saben que pueden ser procesadas por esto. “El delito es en lo que menos piensan”, según la psicóloga.

LA FAMILIA Cuando se produce un aborto, la reacción de la familia también puede darse de dos formas e influir en la situación emocional de la adolescente.

Cuchari explica que hay padres que se arrepienten de haber sido estrictos y no tener comunicación con sus hijas, porque esta situación las llevó a tomar la decisión de abortar. Este tipo de padres trata de cuidar a sus hijas y apoyarlas para que superen el mal momento por el que pasan las jóvenes.

Por otro lado, también existen padres radicales que no aceptan la decisión de su hija de haber abortado y le niegan el apoyo. Incluso algunos hasta terminan echándolas de su casa. La depresión de la adolescente aumenta aún más.

AYUDA GRATUITA Las jóvenes embarazadas cuentan en los centros de salud públicos con atención psicólogica gratuita.

Antes de tomar una decisión acerca de su embarazo las mujeres pueden recibir orientación para tratar de asumir la responsabilidad de ser madres.

Cuando el aborto ya fue producido, deben acudir a un psicólogo particular para recibir ayuda.

ANTICONCEPTIVOS Para evitar un embarazo no deseado la psicóloga recomienda que las adolescentes y jóvenes en riesgo de embarazarse acudan a los centros médicos públicos para acceder gratuitamente y optar por un método anticonceptivo.

“Con la ayuda de un médico las jóvenes pueden escoger el método más adecuado; T de Cobre, la píldora, inyecciones, el condón femenino u otros. Sólo depende de ellas el no quedar embarazadas”, dijo.

Los métodos más conocidos son:

- Preservativo masculino o condón: Funda generalmente de látex, muy fina y resistente que se coloca desenrollándolo en el pene en erección, impidiendo así que el semen de la eyaculación se aloje en la vagina.

- Dispositivo intrauterino (D.I.U.): Es un pequeño aparato de plástico y metal (cobre o plata y cobre) muy flexible, que se introduce en el interior del útero. Ante su presencia, se segrega mayor cantidad de flujo dificultando el ascenso de los espermatozoides a través de él. Altera el movimiento de las trompas de Falopio dificultando la fecundación.

- Píldora anticonceptiva: Es un compuesto de hormonas sintéticas similares a las naturales de la mujer (estrógenos y progesterona). Al tomarlas la hipófisis deja de mandar órdenes al ovario para que éste produzca estas hormonas, por lo que el ovario queda en reposo y no hay ovulación, por tanto, tampoco fecundación.

- Inyección hormonal: Se trata de administrar a la mujer en forma de inyección la cantidad de hormonas de un envase o más de píldoras anticonceptivas. Las inyecciones puede ser cada cuatro, ocho o doce semanas.

Apoyo.

De la pareja

Es determinante para que la mujer evite practicarse un aborto. Muchas jóvenes toman esta decisión porque la persona con la que concibieron el hijo las abandona al enterarse del embarazo. Algunas parejas también influyen para que la mujer desista de tener al bebé sin necesidad de romper la relación.



De la familia

El apoyo de los padres es el más importante cuando una mujer asume un embarazo. Según la psicóloga, muchas jóvenes abortan por miedo a la reacción que puedan tener sus padres.

Existen casos en que los propios padres de familia obligan a sus hijas a realizarse abortos.

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