viernes, 6 de mayo de 2011

Casados y apasionados

David y Victoria Beckham, Angelina Jolie y Brad Pitt, Sofía Loren y Carlo Ponti, Charlton Heston y Lydia Clarke, Antonio Banderas y Melanie Griffith, Sean Connery y Micheline Roquebrune, Kirk Douglas y Anne Buydens….

Todos estos matrimonios de personajes populares tienen algo en común: son uniones estables y felices. Y en algunos casos, como el de aquellas parejas en que uno de sus miembros ha fallecido, han hecho realidad con felicidad y armonía, aquello de “juntos hasta que la muerte nos separe”.

¿Puede existir el amor eterno entre dos personas? ¿Tiene sentido hablar del hombre o la mujer de nuestra vida, de la anhelada ‘alma gemela’? ¿Hay casos de matrimonios que duren para siempre y sean realmente felices al cabo de mucho tiempo?

De acuerdo a una reciente investigación de la Universidad de Stony Brook en Nueva York (EE.UU.), fundamentada en escáneres de la actividad cerebral de una serie de parejas casadas, el amor no sólo puede perdurar a lo largo de muchos años, sino que además puede conservar toda la fuerza de los primeros tiempos de enamoramiento.

Los investigadores estadounidenses descubrieron que, al observar una fotografía de su ser amado, los cerebros de las parejas casadas que se consideran a sí mismas “intensamente” enamoradas de sus cónyuges, o que llevan diez o más años juntas, se activan igual que los de las parejas de recién enamorados.

Para llegar a esta conclusión los expertos analizaron una serie de imágenes obtenidas mediante IRMf (resonancia magnética funcional), una técnica de diagnóstico, que permite medir el flujo sanguíneo del cerebro y ofrecer una síntesis de imágenes similar a la secuencia de una película, permitiendo localizar las regiones cerebrales que están activas en un momento determinado.

Los participantes en la investigación, publicada en la revista ‘Social Cognitive and Affective Neuroscience’ habían respondido a un anuncio que preguntaba “¿Sigue usted locamente enamorado de su pareja después de mucho tiempo?” y fueron evaluados mediante cuestionarios que indagaban sobre la frecuencia sexual, sobre si su cónyuge era la persona más importante de sus vidas y cómo respondía su cuerpo cuando estaban cerca de su ser amado.

Se seleccionó a 17 participantes (diez mujeres y siete varones): un grupo de personas con una conexión muy intensa, grandes cantidades de vivacidad y pasión físicas, quienes manifestaban estar felizmente casados y mantener siempre en contacto físico, y no podían dejar de tocarse pese a llevar en promedio más de 21 años casados, según ha explicado el doctor Arthur Aron, coautor del estudio y profesor de Psicología en Stony Brook.

Los participantes fueron sometidos a una IRMf mientras miraban una serie de fotografías, entre las que figuraba el objeto de su amor, un amigo cercano al que conocían desde hacía mucho, un conocido reciente y un conocido de mucho tiempo.

Los escáneres cerebrales mostraron que cuando observaban la fotografía de su cónyuge, se activaban el área ventral tegmental y el estriado dorsal, dos regiones del cerebro, que se asocian con la recompensa y la motivación, y también se ven activadas en las parejas cuando se enamoran por primera vez.

Cuando la pasión perdura

Según Aron, “estas personas no se están engañando a sí mismas y realmente parecen tener la misma experiencia que las personas recién enamoradas. Es el tipo de cosa que la gente piensa es imposible, una locura pero nuestros datos sugieren que es real”.

¿Cuales son los ingredientes para que una relación de pareja funcione y se mantenga, más allá del enamoramiento inicial y de la pasión hormonal de los primeros tiempos?

“La comunicación, el respeto, la tolerancia, la independencia y la flexibilidad son algunos requisitos clave para construir un amor verdadero y duradero, incluso para toda la vida”, según la terapeuta de pareja, Viviana G. Segura.

Según la especialista en ‘educación de las relaciones’, afincada en Uruguay, “para que una pareja funcione bien, resuelva los problemas que surgen y que sus integrantes se sientan a gusto con la relación, deben comunicarse entre ellos y expresarse el uno al otro sus sentimientos, inquietudes y proyectos”.

“Antes de juzgar una situación o una actitud, hay que intentar ponerse en el lugar del otro, intentar conocer qué siente, cómo piensa, porque ha obrado de ese modo: en una palabra, intentar comprenderle”, aconseja Segura.

Según la terapeuta, “cuando no se está de acuerdo o se discute, hay que evitar los insultos o levantar el tono de voz. Es preferible posponer conversación hasta que la hostilidad haya bajado de intensidad, para poder hablar con serenidad”

Por otra parte, “lo más beneficioso para una relación es apoyar a la pareja de forma constructiva en su desarrollo individual, entendiendo que cada uno sigue siendo una persona independiente, con una personalidad y una vida propias”.

La ciencia del AMOR

Acércate a él. Según un estudio de la Universidad de Virginia, la felicidad de las mujeres en su vida matrimonial depende del grado de participación emocional de sus maridos. Cuando comparten momentos agradables, ambos son felices.


Pero, si la mujer se siente “desconectada”, tanto la relación de pareja como la vida sexual comienzan a deteriorarse. Y es que la mujer necesita sentirse “cerca” de su pareja para estar inspirada a tener sexo, y el hombre, por su lado, necesita sexo para acercarse a su pareja. Para solucionar esto, toma la iniciativa. Haz algo simple como agradecerle por algo que realizó. Esas pequeñas cosas significan mucho para él y, entonces, él comenzará a actuar de la misma manera contigo y, probablemente, eso sea lo que necesitan para aumentar el deseo sexual.


Actividades audaces. Después de varios años juntos, la pareja tiende a ser un poquito “perezosa” en la cama. Pero esto se puede mejorar.

Investigaciones demuestran que las actividades nuevas y audaces estimulan al cerebro a que produzca dopamina, una sustancia que juega un papel crucial en el deseo sexual. Cuando uno hace algo que requiere audacia, los niveles de dopamina incrementan, lo que aumenta el deseo sexual.

QUICKIE

Conecta con tu pareja: miradas cómplices, conversaciones atentas, regalos bien elegidos, acercan intensamente a quienes se aman y preparan el terreno para hacer de los encuentros íntimos experiencias inolvidables.

Existen parejas casadas con una conexión muy intensa, mucha vivacidad, pasión física... ¿cómo lo hacen? Mantienen contacto físico y no dejan de tocarse pese a llevar muchos años de matrimonio.

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