jueves, 5 de mayo de 2011

MÉTODO UMKA La comprensión está por encima de la memoria

El UMKA es un programa ruso para desarrollar el intelecto de los niños de forma consciente. Se trata de una metodología práctica y liviana basada en operaciones mentales que logra que los chicos analicen, razonen, planifiquen y combinen sus pensamientos antes de actuar o responder.

El programa de “Formación de la base de desarrollo intelectual” permite formar a niños con capacidades mayores a los que reciben una educación tradicional en muchas escuelas donde todo lo que aprenden es de ‘memoria’, explica Yelena Lekontseva, profesora del Centro Holístico Humanista Kapitoshka. “El niño empieza a desarrollar su proceso intelectual y de análisis cuando, por ejemplo, rompe juguetes y lo hace porque tiene curiosidad y quiere llegar más allá”, señala la especialista. Sin embargo, lo que normalmente hacen los adultos es decir “cuidado con romperlo, cuida tus juguetes que son costosos” o frases como ésas, que impiden al menor seguir adelante en su investigación.

“El no comprender a los niños es una crisis. El adulto cuida, el niño quiere investigar. Como resultado, el adulto lo frena. Y esto sucede con todo: cuando quiere subir una grada, bajar de una silla o de la cama, etc.”, describe la educadora.

LA MEMORIA CONTRA LA COMPRENSIÓN
Esta actitud hacia el pequeño suele ser constante. Cuando los niños empiezan a crecer y se lo sobreprotege. Y después, el sistema educativo continúa frenando el proceso consciente. “El adulto dice: ‘yo te muestro y te enseño. Tú (niño), te limitas a repetir hasta memorizar. Yo soy adulto, tú eres solamente un niño, así que tu obligación es obedecer’. Y entonces surge la enseñanza del 2 más 2 es igual a 4 y, si se repite 30 veces, nunca más se borra de la mente”, comenta Lekontseva. Por eso es que no se llega a comprender bien el porqué 2 más 2 es 4. Una cosa es la memoria y otra muy distinta la capacidad mental para entender y analizar las cosas.

El método UMKA se llama así por un programa de dibujos animados ruso donde el personaje principal, un osito, lleva ese nombre. Es muy inteligente y curioso, así como los niños, describe Lekontseva. “Los pequeños buscan sin saberlo su desarrollo y nosotros tratamos de abrirles ese camino”. La técnica es aplicable desde los tres hasta los nueve años.

El UMKA trabaja con el análisis, el razonamiento y la planificación para un buen resultado. Las materias son: desarrollo intelectual, matemáticas y estructura consciente. “Cuando hablamos de desarrollo intelectual, nos referimos a dejar que el niño desarrolle su intelecto sin ponerle trabas, solo e independientemente”. Lamentablemente, las estrategias educativas actuales no mejoran la calidad de estudio y la mantienen baja si comparan con lo que saben los niños y lo que pueden saber si los dejamos actuar.

¿Cómo se logra esto? Por ejemplo, se presenta visualmente al niño un problema que debe resolver con puras figuras y hacer que analice y piense antes de dar el primer paso. Al principio son ejercicios muy simples que se complican a medida que el niño los resuelve.

Las figuras son el cuadrado, el círculo y el triángulo. En algunos casos se deben poner puntos, en otros, rayas o encerrar con círculos más grandes. Esto depende de lo que el maestro pida que haga: buscar similitudes entre las figuras, espacios iguales, saltos espaciosos o cortos, todo de acuerdo a la edad del niño.

EL JUEGO, LA CLAVE DEL APRENDIZAJE
Los niños irán asimilando los conocimientos que van adquiriendo a manera de juego porque una de las claves para el éxito de la metodología es que la clase sea divertida y siempre con ejemplos nuevos y situaciones distintas, nunca repetitivas, para evitar que el niño aprenda de memoria o se aburra. Esto hará que el pequeño tenga siempre algo que investigar y evitará, por tanto, que sea un aprendizaje mecánico, como a veces sucede.

Los niños más chiquitos (tres o cuatro años) empiezan por reconocer imágenes y compararlas, luego pasan a buscar similitudes cada vez más complicadas (cinco a seis) y llegan a resolver ejercicios complicados (siete a nueve) gracias a su capacidad de análisis, imaginación y creatividad. “Cada grado lleva un cuaderno de ejercicios distinto al otro. Han habido casos en que los niños han intentado resolver casi todo el libro en muy corto tiempo porque ellos lo piden. Esto significa que nunca se aburren de aprender de esta forma”, explica la profesora rusa.

Algo que Yelena Lekontseva aplaude, es cuando el profesor se equivoca y el niño tiene la seguridad para hacerlo notar. “Eso es algo muy lindo, porque demuestra que el niño razona y piensa correctamente y que además se da cuenta de que el adulto puede equivocarse y que, por lo tanto, no siempre tiene la última palabra. Por esto es que los maestros debemos ser un apoyo y una guía y no hacer nunca el papel de dictadores”, sostiene.

ALGUNOS APUNTES

Escritura. No se debe aprender a escribir de memoria porque se cometen muchos errores ortográficos. Con este método, los niños aprenden a escribir, pero también a leer a conciencia. Esto permite una escritura sin errores en un 90 por ciento. Se estudia seis meses de análisis fonético, un mes de vocales y otro de consonantes. Luego de esto, el niño de cuatro estará leyendo y tendrá el mismo nivel de otro de seis que hizo el primer año de forma tradicional.

Lectura. El mecanismo de lectura que se enseña es diferente al tradicional en el que se aprende a pronunciar sílabas (pa-pá). El método UMKA enseña a pronunciar primero la vocal ‘a’ —que es la que permite abrir la boca— y luego la consonante ‘p’. Se respeta la pronunciación de la lectura de acuerdo al orden. Además, se trabaja con el análisis fonético. Lo importante es aprender qué consonante es la que va por delante de cada vocal.

Método. Este método de análisis, razonamiento y planificación es conocido por algunas universidades, colegios y centros de educación inicial (kínder y prekínder) que muestran su interés por aplicarlo con sus alumnos. Por ello se dictan talleres los martes y jueves durante una hora y media en el Centro Kapitoshka. Las clases están dirigidas a los profesores para que ellos puedan entregarse más a sus alumnos y obtener resultados positivos.

El aprendizaje
• Nacimiento. Al nacer, el niño cuenta con sentidos y reflejos que hace uso de manera automática, no voluntaria, y éstos son los principales elementos que utilizará para adaptarse a su ambiente. Posteriormente, gracias a ellos, será capaz de atender a un objeto y sus acciones pasarán de ser simples reflejos a acciones voluntarias.

• Nacimiento. Al nacer, el niño cuenta con sentidos y reflejos que hace uso de manera automática, no voluntaria, y éstos son los principales elementos que utilizará para adaptarse a su ambiente. Posteriormente, gracias a ellos, será capaz de atender a un objeto y sus acciones pasarán de ser simples reflejos a acciones voluntarias.

• Dos años. Desde los dos años se dará un salto de lo sensorio-motor a lo representativo gracias al desarrollo de la función simbólica, la capacidad de representar la realidad. Ahora, el niño no sólo manipulará los objetos materialmente, sino también mentalmente. Así será capaz de representar la realidad a través del juego, la imitación, el dibujo, las imágenes mentales y las palabras.

• Inteligencia. El pensamiento simbólico es la clave para la inteligencia verdadera. Permite que los niños formen sus propias ideas y usen su imaginación. Antes necesitaban tener un objeto concreto, como una pelota frente a ellos, para demostrar que querían jugar. Ahora pueden imaginarla y usar un símbolo, como la palabra “pelota”, para describir lo que quieren hacer.

• De tres a seis. A esa edad, su pensamiento estará cada vez más desarrollado, en relación a su lenguaje. Se encontrará atravesando el periodo preoperatorio y podrá asociar imágenes, objetos, acciones y palabras. Comenzará a seriar y clasificar objetos, según su forma o color; establecerá categorías y sentará las bases para un aprendizaje de conceptos matemáticos.

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