sábado, 2 de julio de 2011

El adolescente no conoce de plazos y muchas veces quiere las cosas ya

N o puedo esperar más!". Esa es la actitud que muchos adolescentes reflejan a través de la impaciencia queriendo alcanzar el futuro sin esperar, pero esta característica propia de la edad ¿qué tan favorable o negativa es para ellos?
Por lo general, la impaciencia se relaciona principalmente con los estilos de crianza, ya que viene desde la niñez, explica Yhonny Ledezma, psicólogo del Centro Psicológico. "Cuando vemos que estos pequeños comienzan a patalear y quieren lograr todo a su alcance con esta actitud, es ahí que la familia debe adoctrinarlo para manejar esa impaciencia haciéndole ver que debe tener la tolerancia adecuada", dijo.

PUNTO A SU FAVOR Y EN CONTRA. Esta actitud primero que nada es cuestión hormonal que se da desde los 12 a 18 años. De alguna forma tiene ventajas que se deben saber aprovechar dice el experto. "La impaciencia es una necesidad por manifestar la energía propia de la edad, ante ello se debe saber explotar esta agilidad con las habilidades del cuerpo, por ejemplo se puede incluir a los jóvenes en algún curso de natación o gimnasia, entre otros, que mantengan sus espacios ocupados, porque ellos demuestran impaciencia cuando no tienen nada que hacer", precisó.
Por otro lado, aclara Ledezma, cuando esta agilidad corporal no es explotada adecuadamente se manifiesta en violencia o agresiones con el entorno del adolescente. También será desfavorable para su futuro, ya que a causa de la impaciencia puede llegar a perder muchas oportunidades y tiende a convertirse en un problema para su entorno, ya que siendo intolerantes hay pocas cosas que se pueden llegar a conseguir.

LA AYUDA. "Los padres deben mantener a sus hijos ocupados con actividades que exploten su energía, no se trata de darles trabajo, sino que también sea una diversión para los jóvenes al momento de explotar esa energía", dice el psicólogo.
Por otro lado, los jóvenes para controlar la impaciencia deben mejorar su propio conocimiento sobre ellos; es decir, analizar cuándo y por qué pierden los nervios. "Respira profundo y expulsa el aire lentamente (haz 10 respiraciones, despacio). Esta es una técnica que se debe hacer cuando notes que la situación te supera y vas a perder los nervios", concluyó.

ANTE EL EXCESO

De la impaciencia se debe saber contener o en todo caso buscar ayuda profesional.

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