jueves, 11 de agosto de 2011

Cómo zafarte de una película romántica

Antes de nada, aclarar que ni tú eres un bruto que sólo quiere ver sangre y explosiones ni ella es una hueca que sólo quiere ver películas que acaban en besitos. Hombres y mujeres preferimos diferentes tipos de películas, dependiendo de nuestros conocimientos sobre cine y de los gustos personales.

Sin embargo, cuando tienes ganas de colgar el cerebro o ver algo que te relaje y te haga escapar de la vida diaria, sueles toparte con que ella quiere ver Jamás besada y tú prefieres Duro de matar. ¿Por qué? “A mí me encantan las películas románticas, sobre todo los finales”, aclara Marisela. “Me ayudan cuando estoy sin pareja o con el corazón roto. Estas películas hacen que crea en que me puede pasar a mí... Y bueno, también me gustan porque, en general, los chicos son guapos”.

Estas cintas alimentan la fantasía romántica. “Esas historias maravillosas me pueden suceder, es más, ya me sucedieron”, agrega Ariana. “Quizá no tuvieron el final feliz que la mayoría de ellas tiene, pero es como ver mi historia reflejada, tanto lo que fue como lo que no, así puedo ver qué aprendo para no cometer los mismos errores en una nueva relación y, de esta forma, lograr ese final de película”.

“A veces, nos sentimos identificadas con la historia. Además, de vez en cuando es lindo relajarse y ver algo light. Las mujeres no vemos sólo zonceras”, aclara Lila.

Sólo dile que no

“A veces, un hombre se empecina en ver algo para complacerte, pero luego termina haciendo comentarios desagradables, lo que sí amerita una pelea”, sentencia Mikaela. “No me molesta que no le gusten mis películas, aunque quisiera compartir esta emoción con él. Pero si él no quiere, pues vemos algo que compartimos los dos”.

Conscientes de eso, otras chicas optan por ver estos filmes entre ellas. “Cuando vamos entre chicas podemos comentar sobre los abdominales o las nalgas de un actor, algo que con los novios jamás haríamos”, ríe Esther.
“Para zafarse de esas pelis, lo que tiene que hacer es hacerme una mejor propuesta, tiene que ser algo que me guste”, agrega Lila.

Pero quizá el mejor consejo lo tiene Isabel. “Con mi novio solemos tomarnos a broma las pelis. Por eso, una vez vemos una de terror, que me espantan, y otra, algo romántico. Da igual: durante la película nos ponemos cariñosos y, al final, la peli es lo de menos”.

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