martes, 20 de septiembre de 2011

Chicos compradores

Quiere ropa que sea de marca, está empeñado en que le compre el último celular o el zapato más caro, no para de pedir. Estos son síntomas claros de un problema de consumismo que es muy frecuente en la mayoría de los adolescentes, aunque el mismo se puede equilibrar con ciertas pautas preventivas que los padres pueden aplicar inclusive desde la niñez.

Para los adolescentes poseer ciertos objetos puede implicar sentirse integrados en un grupo. Aquellos que no acceden a comprar ropa de marca o aparatos electrónicos, pueden sentirse en desventaja respecto de sus pares, explica la psicóloga Eva Oberlander. "Esto lleva a que pidan y a veces exijan a sus padres que les compren ciertas cosas", añade.

SER EQUILIBRADOS. Según la experta, será tarea de los padres enseñar a los adolescentes el esfuerzo que implica conseguir dinero y el valor del trabajo. "El acceder a comprarles algo que desean tendrá que compensarse con otras restricciones. De esta forma, se les muestra que no podrán tener todo lo que quieren y que a veces deberán esperar a juntar dinero para obtenerlo", recalca.


También alerta que los chicos absorben constantemente el ejemplo brindado por los padres a través de sus actitudes y comportamientos, por lo cual uno como papá y mamá debe analizarse cómo está actuando frente a los hijos.

UN ALTO A LOS PEDIDOS. "Los chicos necesitan tener frustraciones, porque las pequeñas frustraciones de la niñez son las que ayudan a fortalecer la personalidad y aprender a superar las frustraciones que se presentarán en la vida adulta, que siempre ocurrirán", destaca Oberlander, quien además sustenta que: "Por más que queramos proteger a nuestros hijos, siempre se van a encontrar con la pérdida de un familiar, una oportunidad laboral que no se concretó, un negocio fracasado, etc. Un chico que no aprende a superar las frustraciones, será un adolescente que intentará escapar a estas mediante drogas, alcohol o cualquier otro tipo de adicción".

NO TODO ES MALO. Tampoco se trata de pensar que siempre es malo comprarle cosas. Además de las fechas evidentes de regalos como la Navidad o su cumpleaños, siempre es bueno en ciertas ocasiones regalonearlo. "Lo importante es no convertirlo en una rutina, pero un gesto de cariño con un regalo inesperado, será una experiencia casi inolvidable para el adolescente va quedando grabada en su memoria, y le da un ambiente de calidez a la casa", concluye la experta.


Por otra parte, se puede aplicar el sistema de mesada o semana que los obliga a administrar y refuerza su autoestima cuando logran comprarse algo con el fruto de su esfuerzo.

EN NINGÚN CASO

Se debe dar a los hijos más dinero del acordado entre usted y ellos.

1 comentario:

  1. Yo por eso no quiero hijos no me interesa... ni yo me compro cosas de marca, por que la verdad la mayoria son malas... y muy caras, en fin me gusta mas gastar en mi que gastar en mas gente.

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