miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Hasta dónde dar libertad al adolescente?

Mi mamá no comprende muchas cosas que me pasan", cuenta Gildo Narvaez Balderrama. El adolescente manifiesta que las cosas ahora son distintas. "Creo que los padres tienen que darnos más libertad, ahora nosotros necesitamos independencia", asegura cuando se le pregunta respecto a la independencia y confianza que le dan en su casa. La confianza es el fundamento de toda relación humana, más cuando se trata de la relación padre-hijo y aún más cuando este se encuentra en la etapa de la adolescencia. La falta de estos factores puede desembocar en conflictos intensos entre los jóvenes y sus progenitores.

"Has defraudado mi confianza", es una frase que a menudo escuchamos cuando alguien comete un error. La confianza es hablar de transparencia. Para confiar en otra persona hace falta primero tener un conocimiento. Cuanto más se conoce, más confianza hay en una relación.

Normas que cumplir. De acuerdo al psicólogo Raschid Guardia, tanto la confianza como la independencia van de la mano con el respeto. Añade que para que haya el valor del respeto en el adolescente es necesario haber inculcado al joven desde niño. "Para ello los padres han tenido que imponer reglas que el niño haya cumplido. De esta manera, tendremos la certeza de que nuestro hijo es una persona que respeta normas", agrega el especialista.

Señales. Según indica Guardia, el valor del respeto es la primera señal que puede haber en un adolescente para confiar en él. "Un muchacho que se respeta a sí mismo y respeta a los demás, goza de la confianza para poder hacer lo que desee. Es así que confiaremos plenamente en que nuestro hijo no va a consumir drogas y va a saber elegir sus amistades", indica. Si desde niños les damos gusto en todo, solo por el hecho de que así lo quieran, el adolescente pensará que todos tienen la responsabilidad y el deber de darle todo lo que pida. "Si acostumbra al niño así, surgirá un adolescente que no sabe respetar a sus padres ni a sus amigos", subraya Guardia.

Son los pilotos de su vida. El psicólogo indica que si los adolescentes saben respetar no les será difícil manejar su vida y sus amistades. "El valor de la confianza es un respeto mutuo, si respeto a mis padres, a mi medio y a las personas, confío en que no voy a hacer daño a nadie. Si existe respeto, hay confianza", enfatiza el especialista.

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