Los padres que reconocen la importancia de la lectura, suelen sentirse impacientes para conocer el momento en el que podrán leer sus primeras palabras. Algunos niños pueden desarrollar el hábito desde los tres años, para otros se debe esperar un poquito más, pero sin apresurarlos. Requiere de todo un proceso.
ANTES ERA A LOS SEIS AÑOS. Cada vez más, en las guarderías y escuelas infantiles, los niños aprenden a leer antes de los seis años, y en muchos hogares se ofrece al niño lenguaje escrito desde que es muy pequeñito. Hasta hace un tiempo, el aprendizaje de la lectura estaba reservada al primer curso de primaria, y siempre se enseñaba en el colegio; sin embargo, las cosas han ido cambiando.
El hecho de esperar hasta los 6 años explicaba por qué hasta esa edad el niño no había alcanzado un grado de madurez de cómo asimilar esos conocimientos; sin embargo, con el aporte de los niditos y los prekinder y kinder se ha logrado la estimulación temprana del aprendizaje.
Esto ha permitido dar la vuelta a la tortilla, la lectura no espera que el niño haya madurado, sino que ofrece la lectura para ayudarle a madurar, logrando interesantes resultados.
ÁVIDO DE CONOCIMIENTOS. Los bebés aprenden a hablar, a andar, a correr, a relacionarse con el mundo a lo largo de los tres o cuatro primeros años de vida. Sus capacidades psicofísicas se lo permiten y porque su cerebro está ávido de recibir información que le permita conocer el entorno que le rodea y relacionarse con las personas que tiene cerca. De la misma manera que aprenden todo eso, los niños pueden aprender a leer, ya que a partir de los dos años el desarrollo cerebral del niño permite incorporar la información lectora.
Lo que varía entre el aprendizaje de la lectura a los 6 años o a los 2 es la técnica que se emplea.
A los 6 años se empieza a enseñar las letras, luego las palabras y después las frases. En la enseñanza de la lectura a los 2 años, lo último que se enseñan son las letras, porque el cerebro del niño está preparado para ir del conocimiento grande y general a lo pequeño y preciso.
¿CUÁNDO INICIARLOS? Partiendo de la base de que no todos los niños progresan a igual ritmo ni tienen la misma madurez mental y de que la enseñanza, debe ser individualizada, los especialistas consideran que un niño estará preparado para leer y, sobre todo, para escribir cuando esté capacitado para relacionar símbolos, hable de forma fluida, tenga una buena coordinación entre mano y ojo.
Es importante también que tenga una apropiada estimulación y esté motivado.
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