jueves, 5 de enero de 2012

Cómo hablar de sexo

La televisión está prendida y la familia entera atenta al aparato, de pronto sale una escena en la que dos personas se empiezan a besar. Rápidamente se cambia de canal. Es una situación usual cuando tenemos niños en la casa. Ante ello el sicólogo, Marcelo Martínez, recomienda a los padres, explicar al hijo que las dos personas que se estaban besando, buscan tener relaciones sexuales, porque seguramente quieren tener un bebé. Agrega que la educación sexual es un proceso gradual que se debe enseñar a los hijos desde que empiezan a reconocer las partes de su cuerpo y enfocar la explicación en las funciones básicas de los genitales, una de ellas, la producción.

Diferenciar sus partes genitales. Desde pequeños se debe enseñar a los niños las partes de su cuerpo hasta las partes de los genitales, "siempre mencionando el nombre tal cual es" subraya el especialista. El niño tiene que diferenciar las partes entre un hombre y una mujer. Ello, despertará la temática de la conciencia de qué es sexualidad, aspecto físico e higiene personal.

Lenguaje directo y sencillo. Para hablar de ello el lenguaje tiene que ser claro, directo y explicar al niño que tiene que reconocer las funciones que cumplen los genitales tanto en el varón, como en la mujer. Sobre ello se considera las temáticas de la prevención del abuso sexual, los autocuidado del cuerpo y se profundiza el tema del primer enamoramiento y los amigos. Porque si el niño empieza a preguntar quiere decir que tiene una curiosidad. Eso es una alerta para que el padre se preocupe de ver de dónde sacó la información, si se lo dijo alguien, cómo se lo dijo, si lo vio en la televisión o en una revista, por eso debe haber un diálogo abierto, porque si no la información puede ser distorsionada por el niño. Martínez señala que no hablar de este tema pueden traer como consecuencias la confusión entre sexualidad y pornografía. "Los niños pueden pensar que los genitales solo están para el placer y no para la reproducción", explica.

No prohibir el tema. El padre de familia tiene que hablar con un lenguaje claro en lo que es un hombre y una mujer, tomando de ejemplos el papá y la mamá como una cuestión natural. La idea es brindar una información sencilla y abierta, sin restricción y prohibición. Los padres no tienen que prohibir el tema, más al contrario explicar de la forma más detallada posible la información que ayudará al niño a valorar sus genitales, concluye el especialista.

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