martes, 24 de enero de 2012

¡Embarazadas pero con garbo!

La asesora de imagen personal, Ana Torres, brinda algunos consejos para que las mujeres en etapa de gestación impongan un estilo propio

¿Te preguntás cómo te verás con tu pancita? ¿Tratás de adivinar cómo será tu nueva imagen? La asesora de imagen Ana Torres te invita a encontrar los secretos para descubrirte y sentirte bella como siempre... o ¡como nunca!

¡Ni se te ocurra ponerte!
• Prendas grandes, porque aportarán mayor volumen a tu figura.
• Ropa de aspecto aniñado con frunces, volados y volúmenes (que ya no se usan) porque multiplican tu tamaño.
• La camisa de él. Te hará parecer más grande, además cuando los hombros son más anchos, no quedan en su lugar y te darán un porte desaliñado.
• Faldas largas. Si tenés los tobillos anchos o se te hinchan con mucha facilidad, usá pantalones, te sentirás mejor!
• Tonos pasteles, los estampados muy grandes y las rayas horizontales.

Cuando llegue el momento
El bolso del bebé, sin duda estará pronto con todo el ajuar para recibirlo con todo tu amor, pero… ¡el tuyo también debe estar listo!
• Incluye lindos camisones para recibir las visitas que llegarán a saludarte, (más de uno, previendo que se pueden manchar).
• Los corpiños deben ser los adecuados para la lactancia. Mejor sencillos, lisos y de buena calidad, para evitar irritaciones o alergias por las texturas de las telas.
• Los zapatos que sean cómodos.
• Sentirte bien con tu cabello, más aun si es largo, prevé tiaras, broches o coleros.
• En cuanto a la ropa con la que saldrás de la clínica, elegí un vestuario que te agrade, te haga sentir bien, pero cómodo, hay que tomar en cuenta que aún tendrás algunos kilitos de más.

Cómo cuidar de la piel

Consejos. El cuidado de la piel de todo el cuerpo es fundamental, para evitar, en lo posible, las estrías.
Cremas. Durante el embarazo la piel del abdomen llega a estirarse hasta diez veces, por lo que se recomienda generar la rutina diaria de aplicación de cremas hidratantes específicas tanto para vientre y busto.
Dieta. Además, se debe cumplir con planes de alimentación balanceada, ricos en vitaminas y nutrientes, y la ingesta de agua.
Protección. Usa pantalla solar en toda la piel, para evitar la fijación de las manchas que pueden surgir por los cambios hormonales.

Las prendas
• Faldas. Con cintura ajustable, del largo que más te agrade y pueden marcar curvas para explotar la parte inferior del cuerpo (luce elegante el largo a la rodilla, ni más ni menos).
• Pantalones. ‘Flojos’, pueden ser de lino o jeans de cintura regulable, los hay específicos para embarazadas, que se adaptan elásticamente a tu tamaño.
• Textura adecuada. Dependiendo de la ocasión, hay que elegir:
a. Para estar en casa, ropa de algodón.
b. Para salir a la noche podés elegir prendas en shantung
de seda.
• Vestidos y blusas. El corte princesa es el ideal, pues te servirá a lo largo de todo el embarazo, dado que los pliegues delanteros se irán adaptando a medida que el vientre va creciendo.
• Ropa interior. Debe acompañar el constante crecimiento, tanto de las caderas como del busto. No se debe usar nada que presione y dificulte la circulación.
• Medias. Deben ser las diseñadas especialmente para embarazadas, ayudan a sostener el vientre que irá pesando cada vez más.

El cabello
Recomendaciones. Mantener un corte moderno y práctico, para verte siempre arreglada.
El color. Debe resaltar y darle mayor luz al rostro y debe ser este adecuado a la tez.
Sobre el color
• Si el tono de tu piel tiende a ser amarillo/dorado (pieles blancas y latinas), elegí tonos y reflejos castaños, algunas bases rojizas o rubios con base dorada.
• Si tu piel es blanca y tiene tonos subcutáneos rosa o azulado (pieles muy blancas): optá por tintes negros o rubios cenizas.
• Si tu piel es olivácea o negra (pieles oscuras con base marrón/azul), tu color es el negro o tonos castaños oscuros.
• Consultar con un buen estilista y colorista, será de gran ayuda.

Cómoda en el trabajo
• Tomá descansos donde tu columna vertebral tenga respaldo.
• Es de mucha utilidad, estando de pie, apoyar un pie sobre un escalón, esto relajará la parte baja de tu espalda.
• Si estás muchas horas sentada, buscá una silla u otro soporte donde podás elevar los pies.



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