lunes, 9 de enero de 2012

Niño limpio, niño sano

Además de evitar el contagio de enfermedades, la adquisición de buenos hábitos higiénicos ayuda a los niños en su proceso de inserción social entre sus pares y les brinda una sensación de seguridad e independencia. De pequeños, ellos creen que las normas de higiene son un capricho de los padres, pero con el tiempo, las aprecian. Según la psicóloga clínica educativa, Martha Heredia Asebey, entre el año y año y medio los niños imitan y comprenden el significado de dichas imitaciones como enviar un beso, aplaudir o despedirse. "Entonces es el tiempo en el que los padres deben empezar a darles órdenes sencillas y cortas para crearles hábitos de higiene como 'trae tus zapatos', 'bota a la basura', 'no agarres del suelo'", indicó Heredia.

Antes de los 5 años. En este rango de edad es importante darles pocas órdenes y en forma clara y sencilla. "El error más frecuente que cometemos los padres está en repetir a los niños pequeños una serie de indicaciones y recomendaciones que al final no logran recordar, por lo que no tendrán posibilidad de cumplir, causando una molesta o enojo en los padres, repercutiendo automáticamente en el niño quien comienza desde temprana edad a desarrollar miedo e inseguridad", manifestó la psicóloga. Hay hábitos de higiene que los padres deben aplicar a sus hijos "sí o sí", estos son el baño diario y el lavado de dientes, acotó. El baño diario lo aplicará la madre, para mantener la higiene de la piel y el cabello, además del lavado de dientes (3 veces al día). Esto el niño aprende por imitación y ya sea el papá o la mamá deben controlar en forma diaria.

La ropa. El cuanto al aspecto de la ropa, el niño necesita correr, conocer, probar, jugar en el piso, por lo que es conveniente que tenga ropa lavable y cómoda. Los niños que viven pendientes del cuidado de su ropa no disfrutan una primera infancia saludable y para lograr el mayor desarrollo cognoscitivo el niño tiene que jugar. Sin embargo, al igual que el cuerpo, y por estar en contacto con él, la ropa y el calzado deben ser objeto de especial atención. Es indispensable cambiarse de ropa después de la ducha o baño. La ropa interior se deberá cambiar diariamente. Los niños deberán llevar ropa cómoda, de fácil lavado y adecuada a cada momento y situación del día. Para dormir tendrán que utilizar ropa amplia y diferente a la usada durante el día.

Algunos trucos. El mejor truco para enseñar a los niños es el juego. Este aprende que es agradable bañarse, para lo cual se puede poner a la bañera algunos juguetes. Hacerles notar que el baño es un placer y no amenazarlos con "a bañarse o sino...". "Si el niño es muy difícil, se puede trabajar con pequeños premios por el logro, felicitaciones o un aplauso, que son motivadores de gran valor, añadió Heredia.

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