jueves, 26 de enero de 2012

Pro y contra del apego a la familia

Nuestra sociedad está compuesta por familias denominadas "extensas", integradas por el padre, la madre, los hijos, abuelos, tíos primos, etc. En los cuales existe un alto sentido de apego que en muchas ocasiones es positivo y en otras puede ser perjudicial, en especial cuando esa cercanía es “insegura o ambivalente”, manifestó Martha Heredia Asebey, psicóloga clínica educativa. "Este apego limita a la persona a desenvolverse dentro de sus propios criterios y convicciones", acotó.

El lado positivo. Un apego sano es aquel en el que la persona en especial el adolescente o niño, puede tener la confianza de acercarse a sus padres y saber que será escuchado, aconsejado, reflexionado, sin recibir burlas, criticas, opiniones hirientes o sarcasmo, ante cualquier criterio o charla que tuvieran, indicó Heredia. También "es aquel en el que la persona sabe que puede contar con un familiar determinado ante una circunstancia difícil", acotó.

Cuándo puede ser dañino. Cuando dos personas hacen pareja y consolidan su relación, comienzan a formar la denominada familia nuclear compuesta solo por la pareja y sus hijos. Según la especialista, es importante que se logren acuerdos previos entre la pareja de la forma de relacionarse con los padres de ambos, dando prioridad a su relación. "Hay varones que muestran un apego excesivo a la madre, quien descalifica permanentemente a la esposa, por miedo a perder a su hijo, ese tipo de apego posesivo es sumamente dañino para la pareja, y puede terminar en separación o divorcio, por eso lo ideal es que desde el principio de la unión, los esposos vivan aparte, sin influencia directa de ninguno de los padres", aconsejó. Los casos de discusión más frecuentes se dan en la temporada navideña cuando cada cónyuge quiere pasar con su familia, especificó.

Apego sano a la familia. El apego sano y positivo, es incorporar a la nueva pareja como un miembro más de la familia, hacerle participe de los eventos significativos e importantes de la misma. Compartir momentos con los miembros, evitando la rutina y esa obligatoriedad que genera en ocasiones rechazo y conflictos de pareja, indicó Heredia.

El desapego no es ser indiferente. Debe considerarse como una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son independencia, no posesividad. Por otra parte, explicó la psicóloga, la indiferencia sería olvidarse de los padres, no llamarlos ni visitarlos, hacer un corte total con la familia cuando la persona contrae el nuevo vínculo. El termino desapego a veces se toma como independencia de la persona, para resolver sus asuntos y llevar su vida a su manera.

1 comentario:

  1. CALI, VALLE - DICIEMBRE 30 DE 2013 10:56 AM

    SOY HOMBRE DE 49 AÑOS, ME DESPRENDI DE LA CASA DESDE LOS 16 AÑO, QUISE HACERLO Y HE OBTENIDO: DOS TITULOS PROFESIONALES, DOS HERMOSAS HIJAS, DOS DIPLOMADOS, VARIOS SEMINARIOS. DEMOSTRE A MUCHA GENTE QUE PODIA HACER SOLO MUCHAS COSAS EN LA VIDA SIN DEBERLE NADA NI A MIS PADRES (QUE DECIAN QUE SOLO LOS RICOS PODIAN IR A LA U). ACTUALMENTE VIVO SOLO, NO SOPORTO CONVIVIR CON NADIE, ME CASE Y ME SEPARE A LOS 5 AÑOS, NO SOPORTABA LA CANTALETA...QUE PARA DONDE VA,...QUE PORQUE LLEGA TARDE...NADA DE ESO. SI NECESITO SEXO BUSCO MUJERES PREPAGO, ME PROTEJO Y NO MAS. YO SOY DE LAS PERSONAS QUE CONSIDERO QUE UNO NO DEBE CONVIVR CON NADIE NI LIMITARSE O CORTARSE LAS ALAS EN RELACIONES DEPENDIENTES. MUCHAS GRACIAS.

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