miércoles, 1 de febrero de 2012

5 condiciones frecuentes Mujeres modernas

La vida moderna trajo muchos cambios en nuestro estilo de vida. Un horario sin descanso, no comer bien, postergar citas ginecológicas… éstos y otros hábitos son una amenaza para nuestra salud y cuerpo. Conócelos y cuídate!

Como grupo, las mujeres jóvenes somos saludables, lo que es una buena noticia. Pero también está el otro lado de la moneda.

Al considerarse sanas, las 20 y 30 añeras sienten un falso sentido de seguridad y tranquilidad que puede en realidad ser un problema serio. De acuerdo a expertos médicos, las mujeres jóvenes hoy en día son negligentes respeto a su salud y toman riesgos potencialmente peligrosos en su estilo de vida. Entre ellos están los malos hábitos alimenticios, tener sexo sin protección y sobrecargarse con extenuantes horas de trabajo y responsabilidades sociales. Esta forma de vida lleva al desarrollo de serias condiciones de salud.

Muchas mujeres jóvenes viven en un estado de negación, pues piensan que no serán víctimas de enfermedades de transmisión sexual ni consideran la mínima posibilidad de que podrían quedar embarazadas. Por otro lado, tampoco se dan cuenta que el estrés, la mala alimentación o el sedentarismo puede traer repercusiones nefastas. Muchas pensamos, “mañana me encargaré de ese tema”... pero no es suficiente y no es la actitud correcta. Expertos de salud son testigos de todo tipo de escenarios en los que las mujeres somos víctimas de estas condiciones. Lo más inteligente que puedes hacer es realizar tus chequeos médicos (de manera sagrada) y cuidar tu salud e incorporar hábitos saludables desde hoy!


CRISIS DE SALUD

1. Estrés
Las mujeres jóvenes hoy viven al límite; tienen carreras súper ocupadas, una vida social activa, una ola imparable de correos, llamadas y mensajes instantáneos, además de muchas diligencias que cumplir. El problema es que no nos damos cuenta que no es normal vivir en este frenético caos! No es por nada que los números de mujeres jóvenes que sufren de estrés suben de manera alarmante! La extrema ansiedad, la fatiga severa o el insomnio son comunes debido a los niveles elevados de adrenalina y porque no somos capaces de apagar nuestros pensamientos por la noche.

Además, nosotras somos más susceptibles al estrés que ellos. “Las mujeres se preocupan más que los hombres, ya sea por cómo se ven, si encontrarán pareja, si harán suficiente dinero para vivir tranquilas…”, explica Gail Erlick Robinson, profesora de Psiquiatría en la Universidad de Toronto.

Cómo mantenerte saludable. Organiza bien tu tiempo y ponte como objetivo encontrar un momento para ti cada día, para relajarte o meditar… te ayudará a cargar tus baterías y bajará los niveles de ansiedad.

Asimismo, deberías desconectarte de todos los “gadgets” que tienes una o dos horas al día. Es posible. Incluso la persona más ocupada del planeta puede vivir sin acceso móvil. Cuando tus gadgets no están prendidos tú tampoco estarás constantemente en “on” y bajará tu nivel de estrés.

2. Pésimos hábitos alimenticios

Al menos un cuatro por ciento de las mujeres sufren de un desorden alimenticio clínico, como anorexia o bulimia. Sin embargo, millones de mujeres alrededor del mundo tienen problemas de la alimentación, aunque sean trastornos no diagnosticados.

Estos malos hábitos alimenticios pueden llevar a deficiencias de vitaminas y a una baja inmunidad, lo que puede convertirse en un problema de salud serio. Algunas mujeres con desórdenes alimenticios eliminan grupos enteros de comida (como lácteos o carbohidratos) de su alimentación, mientras que otras cuentan cada caloría que ingieren y ponen un límite diario que ni se acerca a lo mínimamente necesario para sustentar las funciones vitales del cuerpo.

“Muchas mujeres jóvenes, que las llamo comedoras crónicamente restringidas, están determinadas a mantener su consumo de calorías menor a 1,000, lo que cae en un cuadro similar a la anorexia. Luego de unas semanas, comen todo lo encuentran y al día siguiente vuelven a restringir”, explica Pamela Peeke, profesora de medicina en la Universidad de Maryland y autora de Body for Life for Women. Este comportamiento es más común de lo que crees.

¿Qué nos lleva a este tipo de comportamiento obsesivo-compulsivo con la alimentación? No sólo es una manera de tratar de mantenernos delgadas, pero hay un componente más profundo que está arraigado al deseo de control en una cultura que vive bajo demasiada presión.

“Muchas chicas piensan que si mantienen sus hábitos de alimentación regulados, el resto estará bien; si ellas entran en sus “skinny jeans”, ellas alcanzaron un poco de orden y perfección en sus vidas”, explica Cynthia Bulik, especialista en desordenes de la alimentación y autora de Runaway Eating.

Cómo mantenerte saludable. Lo primero que debes hacer es determinar si tus loquísimos hábitos alimenticios son un desorden serio; si la comida controla tus pensamientos y acciones, si has desarrollado ansiedad respeto a la comida y si éstas interfieren con tus relaciones personales y tu vida social, es probable que tengas un desorden alimenticio. Si es así, trátalo lo antes posible, pues sólo puede empeorar y hacerte infeliz. Pregúntate: ¿Qué está detrás de tu comportamiento? ¿El tema gira alrededor de las calorías que consumiste, o la inseguridad que sientes en tu trabajo o vida amorosa? Si sucede algo emocional, un psicólogo te ayudará a manejar el problema emocional y afectivo. Mientras tanto toma pequeños pasos para eliminar tus “reglas alimenticias” y ve a un nutricionista.

3. Cuida tu fertilidad

Un estudio en 2008 encontró que la mitad de las mujeres sexualmente activas entre los 18 y 44 años no usan un método anticonceptivo de manera regular y que el 27 por ciento de esas mujeres que usan un método de anticoncepción, lo hacen de la manera incorrecta. ¿El resultado? Embarazos no deseados, de los cuales el 42 por ciento termina en aborto.

La pregunta es, con tanta información disponible, ¿por qué las mujeres usan la anticoncepción de manera incorrecta o no son consistentes?

“Muchas mujeres no tienen sexo con frecuencia, por lo que asumen que no hay una razón válida para usar protección si sus chances de embarazo son mínimos”, explica Jennifer Frost, investigadora y autora del estudio.

Asimismo, muchas expertas dicen que sus pacientes asumen que el embarazo es algo que no les pasará a ellas, especialmente si no tienen relaciones sexuales alrededor de la ovulación. Pero no existe un buen momento para tener sexo no protegido.

El 40 por ciento de las mujeres dice que no está contenta con su método anticonceptivo, y hay mujeres que dejan la pastilla anticonceptiva porque creen que aumentarán kilos o porque les saldrá manchas en el rostro, etc…

Cómo mantenerte saludable. Usar un método anticonceptivo de la manera correcta y ser consistente… así de simple. Si no estás contenta con tu método anticonceptivo, habla con tu ginecólogo sobre otras opciones que pueden ser mejores para ti y tu estilo de vida. Si nunca te acuerdas de tomar tu pastilla cada día, pregunta a tu medico sobre el parche; si estás con una pareja seria y no quieres hijos por un par de años más, considera el dispositivo intrauterino o DIU.

4. Tasas altas de ETS

Las infecciones de transmisión sexual afectan de forma desproporcionada a mujeres y adolescentes. Cada año, una de cada 20 chicas adolescentes contrae una infección bacteriana por contacto sexual, y se observan infecciones a edades cada vez más tempranas, según la Organización Mundial de la Salud. Por otro lado, las mujeres menores de 24 años tienen más posibilidades de contraer clamidia, una tasa tres veces mayor que los hombres de la misma edad. Estas son noticias temerosas ya que la mayoría de las mujeres no presentan síntomas hasta que se desarrolla una enfermedad pélvica inflamatoria, lo que puede llevar a la infertilidad.

No olvidemos que las infecciones de transmisión sexual llevan a lesiones en las trompas de Falopio y son causa de infertilidad en la mujer. Entre un 10 y 40 por ciento de las mujeres con clamidiasis no tratada desarrollan una enfermedad inflamatoria pélvica sintomática, y de un 30 a 40 por ciento de los casos de infertilidad femenina obedecen a una lesión de las trompas de Falopio posterior a una infección, según la OMS.

Lo que es peor, los diagnósticos de los herpes genitales están incrementando. En general un estimado 20 por ciento de las mujeres han sido diagnosticadas con herpes genital. Asimismo, el virus de papiloma humana (VPH) está en propagación.

Incluso hay quienes lo llaman el “resfrío común de la vagina”, ya que 80 por ciento de las mujeres puede esperar tenerla en algún punto de su vida. Los diferentes tipos de VPH forman dos grupos principales; el de “bajo riesgo” que puede causar verrugas genitales, y el de alto riesgo, vinculado al cáncer cervical. Casi todos los casos de cáncer cervicouterino están asociados a infección genital por este virus. El cáncer del cuello del útero es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres.

Cómo mantenerte saludable. Dile a tu pareja que use condón antes de cualquier contacto sexual. Es fundamental realizarte tus chequeos ginecológicos de manera sagrada, incluyendo el Papanicolaou o IVAA, una inspección visual con ácido acético.

Ahora en el país podemos encontrar la nueva vacuna que protege contra esta infección.

Las mujeres que tienen relaciones pueden vacunarse contra el VPH, pero el resultado es más efectivo en mujeres o niñas que aún no iniciaron su vida sexual.

5. Depresión

La depresión es un mal moderno, pero la naturaleza femenina es más susceptible que a ella. La pregunta es, ¿por qué hay tantas mujeres deprimidas hoy en día? 20 por ciento de las mujeres pueden esperar enfrentarse a este desorden del estado de ánimo en algún momento de su vida. En la actualidad existe tanta incertitud, —el trabajo, la vida amorosa, las finanzas, los hijos—, que es muy fácil llegar a sentirte desesperanzada o pesimista sobre el futuro. La biología también puede ser la culpable: el estrógeno fluctúa tanto durante el ciclo de la mujer que causa drásticos cambios de humor.

Diversos estudios, concentrados en encontrar las causas y factores relacionados al estilo de vida, encontraron varias causas posibles.

Por un lado, la obesidad, los malos hábitos alimenticios, la falta de sueño y ejercicio, son algunos de los factores que pueden incrementar el riesgo a sufrir depresión. El consumo de alcohol o de medicamentos sin prescripción son otros causantes, y se encontró que la falta de un buen soporte social, porque trabajamos mucho y socializamos poco, puede ser un detonante.

Por último, la actitud que asumimos hacia la vida, es otro factor esencial. Hay mujeres que, en el peor momento, siguen adelante con una actitud positiva, y hay otras que se sumergen en la más profunda tristeza.

Cómo mantenerte sana. Conoce las señales. Si reconoces cualquiera de estos síntomas, busca ayuda de un consejero o especialista. Mientras tanto, mantente conectada con tus amigos y familiares y trata de deshacerte de esos pensamientos pesimistas! Fuérzate a mirar el lado bello y positivo de la vida, se convertirá en un hábito.

Si te encuentras triste, recuerda que la vida mejorará en un momento. Así que controla como reacciones a los golpes de la vida, pues éstos son, en realidad, un momento para aprender y crecer. Concéntrate en las bendiciones y ayuda a las personas que atraviesan circunstancias peores. Te ayudará a darte cuenta cuan bendecida eres.

No olvides tener un psicólogo de confianza con quién hablar y llevar un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio físico, mental y una buena vida social.

Reconoce los síntomas. Entre ellos: sentirte tan mal que no puedes seguir con tu dia a dia; no querer ir a trabajar ni ver a los amigos o ir a un compromiso social que te hubiese emocionado; sentir como si estarías en un hueco del que no puedes salir; notar cambios en tus hábitos de sueño y alimentación y darte cuenta que tu libido sexual está en el piso. /

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