Aveces no es una competencia declarada, pero no por ser parejas suele estar ausente, y es que si bien esta situación puede resultar desde estimulante hasta totalmente destructiva, hay que tener mucho cuidado y saber como lidiar con ella para que no afecte negativamente la relación.
En muchas ocasiones la competencia es muy fuerte. Y no importa que él o ella no trabaje ya que puede darse incluso en el ámbito de los afectos y hasta lo sexual.
Ya veremos quién es el mejor. El trabajo, quién gana más plata, el amor de los hijos, los amigos, la capacidad para la toma de decisiones, el control remoto del televisor o la forma de hablar todo puede ser motivo de competencia en algunas parejas.
Sin embargo, según enfatiza Olvier Silva, psicólogo del Centro Médico Siraní, el problema de esa competencia "Es que se deja de ser un complemento de la pareja y lo único que se va a lograr es más bien distanciarse".
En otros casos no se compite porque se tiene a un contrincante a quien se quiere ganar " A veces es porque dentro de uno mismo existe cierto tipo de complejo" manifiesta el experto.
La competencia más peligrosa. Para Silva uno de los lugares donde hay más rivalidad es en el ambito laboral, "La pareja empieza a ver cuál de los dos gana más, o a quién ascienden primero, o quién tiene más prestigio. Pero esa no es la actitud, porque hay que darse cuenta que cada uno tiene un lugar importante en la sociedad, en la familia y en la pareja".
Hombres vs mujeres. En estas situación de competitividad es el hombre quien se siente más amenazado, "La historia en la que han sido criados tiene que ver mucho, porque desde niño se les enseño a que tienen que ganar. Aquí la mujer lleva la competencia a lo más subjetivo y el hombre a lo más objetivo", agrega el psicólogo.
Cada uno es importante. Competir en la pareja, podría ser desde alguna perspectiva beneficiosa, " Si se la usa para que ambos logren sus objetivos y se sientan fuertes y apoyados", recalca Silva. ¿Existe una clave?,Sí, lo ideal es saber reconocer que cada uno es importante en la casa y que los roles que cada uno tiene se complementan ya que nadie es más que el otro.
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