domingo, 18 de marzo de 2012

¡Amigos no... padres sí!

José Heresi Soto, teólogo y terapeuta, trabaja con jóvenes y adolescentes desde hace más de 25 años. Este profesional cuya base de formación es la teológica le permite hacer un seguimiento complementario de espiritualidad y comunidad con Dios; y su rol como padre, le permite clarificar el tipo de comunicación que se debe crear con los hijos. Su experiencia se inició con la Pastoral Juvenil del Arzobispado, donde estuvo hasta el 2000. Es precisamente ese conocimiento previo lo que le permite hablar sobre la nueva condición que los padres deben asumir para relacionarse con sus hijos.

“Vivimos en una etapa de mucho cambio y los papás tenemos que ampliar los modelos o paradigmas con los que nos criaron”, asegura Heresi.

Tomando en cuenta su

experiencia, José Heresi sostiene que la juventud actual ha cambiado. “Hoy el joven está muy movido por el SPA (Síndrome de Pensamiento Acelerado) y esto le hace vivir en un ritmo vertiginoso y no se da cuenta de las cosas que hace”.

Por eso es importante que los padres hablen más con sus hijos antes que sancionarlos, empezar por entender las acciones que el joven realiza y para ello hay que emplear la pregunta mágica, que es ¿por qué has hecho esto?, según el entendido esta cuestionante ayuda al joven o adolescente a darse cuenta de sus actos.

Otro de los factores importantes es que los padres deben aprender a corregir conductas y no maltratar a la persona, dejar de lado todo aquello que es punitivo.

“Los padres sí deben demostrar su indignación ante los errores de sus hijos; pero, deben aprender a controlar el desencadenamiento de las emociones que golpean y lastiman.

“Si se aprende a corregir este tipo de conducta y a no maltratar a la persona, esto permitirá un acercamiento hacia los hijos”, aseveró el teo-terapeuta.

Heresi explica que es necesario acentuar las cualidades de los hijos; es decir, reafirmar lo positivo.

“La falla en el rol paterno puede llevar a desencadenar en el hijo conductas rebeldes o que busque refugio en el consumo de alcohol, drogas o relaciones sexuales tempranas, debido a la necesidad de cubrir el dolor o la frustración”, recalca José Heresi.

De igual manera, enfatizó el hecho de que los padres no pueden convertirse en “amigos” de sus hijos; ya que esto es muy peligroso. “Un padre sí debe tener las características del amigo, como ser: cercanía, ternura, confidencialidad, el afecto... pero debe existir más de respeto; puesto que el amigo no marca los límites y le permite hacer cualquier cosa”.

Los padres deben poner límites a sus hijos. A veces es bueno que vivan algunas situaciones frustrantes, para que aprendan a soportar las grandes frustraciones que se presentan en la vida; de esta manera irán adquiriendo capacidades para manejar este tipo de situaciones inevitables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario