jueves, 12 de abril de 2012

Entre normas y pasiones amores en el trabajo, para unos es bendición y para otros fatal

Es importante saber diferenciar la vida personal con el trabajo, no mezclarla con romances solo por pura aventura

Pasás con tus compañeros de trabajo entre 8 y 12 horas al día, comen juntos, se ríen juntos, trabajan juntos y, de pronto, salen juntos a tomarse un vino luego de la jornada laboral.
Esta realidad la están viviendo miles de personas que tienen un romance en sus empresas, lo dicen algunos estudios y lo confirma la realidad en el diario transcurrir.

Por la convivencia
Ya se sabe que ‘el roce hace el cariño’, dice la sicóloga y sexóloga Liliana Rossy Zabala.
“Eso viene de la convivencia, en las jornadas laborales compartidas codo a codo con los compañeros y compañeras. Influyen las comidas de empresas que nos acercan más a los gustos del otro, viajes de negocio que derivan en contactos personales, atracción, deseo, formación de parejas con futuro, o también infidelidad, hasta ruptura de relaciones matrimoniales. Incluso despidos laborales. ¿Merece la pena? Hay que pensarlo al menos dos veces antes de hacerlo”, agrega.

Espacio para la infidelidad
Las personas con las que uno comparte en el trabajo se convierten en la ‘otra familia’, porque pasamos más horas con ellas que en el hogar, y es muy facil pasar de la amistad a un gran amor, señala la comunicadora social Rosario Justiniano.
“Lo ideal es que sea entre dos personas libres, ya que sobre destrucción no se puede construir algo sólido”, añade.
El ambiente laboral se convierte en el espacio para la infidelidad por encima de cualquier otro. Esto no solo se debe a la cantidad de horas que uno pasa en el trabajo. Allí, pueden jugar más ciertos aspectos de la erótica que no se pueden desarrollar en privado, como la seducción, los juegos de cortejo, el doble sentido, las complicidades y el diálogo sobre ciertas zonas de la intimidad que se comparten en los almuerzos y que algunos jamás compartirían con sus esposos o esposas, indica Liliana.
Uno de los problemas más graves es que muchas de las personas involucradas están casadas o tienen algún tipo de relación estable.
El siquiatra Nils Noya señala que en este orden las mujeres son más propensas a tener aventuras, ya que generalmente, para mantener una relación se deben tener gustos y aspiraciones en común.
La mayor parte del tiempo, los compañeros de trabajo cumplen a la perfección este requisito. A los hombres por su parte, los motiva o impulsa más la excitación que produce lo prohibido (más aún si alguno de los dos tiene pareja).

Clásicas excusas
Cuando esto ocurre no se hacen esperar las excusas de “hay una reunión”, “tengo un viaje de negocios”, “tuve un atraso y se me descargó el celular, por eso no te llamé”, entre muchas otras.

Aventura
Según la opinión de muchos jefes, las relaciones íntimas de compañeros de trabajo afectan directamente a la empresa.
A tanta gente le resulta excitante tener relaciones dentro de la empresa, arriesgándose a que los descubran. Utilizan el e-mail del trabajo para enviarse notas sensuales.
El teléfono interno de la empresa no se salva de ser utilizado para tener una plática no muy profesional.
Los enredos amorosos reducen la productividad y la concentración de los empleados, ya que llevan los conflictos personales al trabajo. Peor aún cuando se da una ruptura. Sin duda ninguno de los dos querrá ni verse.
A pesar de que en algunas empresas está castigada una relación con el despido, los comentarios sobran de personas que aseguran haber tenido o tener un romance con un compañero.

Mujer perjudicada
Como vivimos en una sociedad sumamente machista, es la mujer la que resulta perjudicada cuando una relación de este tipo se hace pública.
El hombre queda como el supervarón y lo más que recibe es una llamada de atención.
La mujer tiene que soportar regaños más duros, si no es despedida (aunque parezca mentira, en muchos caso se despide solo a la mujer), sin destacar su valor profesional dentro de la empresa.

Problemas de pareja
Para muchas personas, incluso sicólogos, el trabajo es una forma de desahogo. Es muy difícil dejar los problemas personales de lado, y cuando se tienen problemas de pareja y se recibe el apoyo o cariño de un compañero (o de una compañera, en el caso del hombre) se tiende a malinterpretar, destaca Liliana Zabala.
El crearse una ilusión del hombre inteligente, sofisticado y bueno de la oficina, es un error que cometen muchas mujeres, que creen que encontraron el varon perfecto.
Antes de arriesgarse y tener una aventura, aconseja Nils Noya, se debe tener muy claro que la imagen de bondad y cariño proyectan ese hombre o esa mujer, es la forma como debe ser en el trabajo, pero que ya en ‘el exterior’, las cosas cambian.
Por eso es bueno reflexionar y pensar si vale la pena jugarse el todo por el todo.

Entre otros aspectos

Cuando un hombre decide mantener una aventura con alguien de su trabajo, suele hacerlo simplemente por la parte física, por morbo, como forma de reafirmar su propia masculinidad. Los hombres lo suelen hacer por sexo. Tal cual: sexo. sexo y más sexo. Los móviles de la mujer varían. Desde un acto esporádico por simple curiosidad, hasta deseo de experimentar cosas nuevas, como si fuese una válvula de escape, ya sea por venganza o por amor. En términos prácticos son mucho más románticas que los varones. Eso le da otro tinte a las relaciones, donde todo depende de la mujer. No porque el varón proponga, en el trabajo, se tienen que dar las intimidades. Los hombres pueden mantener una relación de infidelidad duradera con una persona con la que no tengan nada en común. La mujer infiel suele buscar a alguien compatible con ella, con gustos e inquietudes similares, con la que se pueda compartir algo más que sexo.

Opinión

En el trabajo muchas parejas se han conocido y se han casado, dada la cercanía, el continuo verse, pero sobre todo la predisposición para una relación. Al hablar de predisposición hago referencia a un estado de alerta donde hay todo un funcionamiento sensitivo y una conducta activa que atrae a otra persona en iguales condiciones. En caso contrario surge la atracción por estar distraídos en la vida… y la atracción del otro te atrapa.
Los enredos amorosos ocurren por estar distraídos en nuestra realidad presente, donde confiadamente creemos que el amor de pareja puede mantenerse solo sin que eso implique estar constantemente agregando algún condimento a la relación. En conclusión, el engaño puede deberse a la falta de fortalecimiento diario en la relación de pareja.
Por otro lado, la predisposición que pueda surgir en una persona con una relación de por medio, tiene que ver con la dificultad en establecer límites afectivos en su vida y, por supuesto, la creencia que tenga respecto a la fidelidad de pareja.
Tanto el entorno (cultura, sociedad, creencias sociales), como las características personales
(Educación, autocontrol, vivencias personales y carencia afectiva) tienen que ver en todos estos aspectos.
Ingrid Saavedra / Sicoterapeuta

Historias

“Conocí a mi esposo en el trabajo. Empezamos siendo muy buenos amigos y con el tiempo nos dimos cuenta de que compartíamos los mismos principios e ideales. Su característico sentido del humor fue lo primero que me conquistó, y que siempre me hace sentir como si siguiéramos de novios, lo que fortalece nuestra relación. El hecho de que ambos seamos periodistas es una ventaja en el matrimonio, porque conoce de cerca mi trabajo, el horario, los viajes, los turnos de fin de semana y los imprevistos. Por eso considero que nos complementamos muy bien”.
Carla Paz y José Antonio Camacho 

***
“Nos conocimos en la empresa Terbol. Él era ejecutivo de ventas y yo secretaria. El encuentro fue en una salida que planificamos para ir a almorzar como amigos. En esa cita hubo el flechazo y empezamos a frecuentarnos como pareja. Tuvimos un año y un mes de cortejo. En septiembre de este año cumplimos siete años de casados. Considero que la pareja se consigue en el lugar menos esperado. En esta oportunidad, por circunstancia de la vida, me correspondió el destino en y la fuente común de trabajo. Ahora somos felices, Tenemos una hija de seis años”.
Denisse Camacho y Richard Luis Saja

***

“Trabajábamos en el proyecto Bolfort. Yo era contadora y él ingeniero forestal. Estuvimos ocho meses de cortejos y luego nos casamos. Yo era callada. Él era charlatán. Creo que por eso congeniamos bien. Empezamos a conversar sobre las cosas de la vida y a salir para que yo conozca más. Así fue como surgió el amor. Tenemos tres hijos. Este año cumplimos tres lustros de matrimonio.
Emma Núñez y Orlando Melgarejo

“Creí estar enamorado. Estaba convencido de que era así. Todos los días la veía en la oficina que compartiamos. Le propuse matrimonio y nos casamos. Soy 26 años mayor que ella. No me siento feliz, pero soy respetuoso del destino con sentido cristiano, y continúo con la relacion, aunque con dificultades. La razón es que a mi edad ya no quiero estar más solo. Como testimonio puedo decirle a la gente que hay muchos matrimonios aparentes, como el mío, que fue producto de una relación de trabajo. Y no es que le eche la culpa al ambiente laboral, uno debería tener un horizonte más amplio, no acostumbrarse al compañerismo, aunque eso también tiene ventajas, porque uno se puede conocer mejor. Sin embargo, eso igualmente es relativo, toda vez que en la oficina se mantiene una conducta de apariencia formal, por respeto al trabajo”.
Pepe

“Al principio pensaba que establecer una relación amorosa con un compañero de trabajo que no esté comprometido, podría ser problema. Me animé y no me arrepiento. Mi esposo ya falleció pero vivimos felices. Aprendimos a combinar amor y trabajo en el rendimiento laboral. Eso les cuento”. María.

Observaciones

Asuntita Paz
Ingeniera medioambiental
Para mucha gente el coquetear al amigo o a la amiga en la fuente laboral, es algo que resulta divertido, y si se lo hace con sentido sano y expresión de respeto, hasta los ayuda a escapar de los problemas. Pero lo que posiblemente esas personas no hacen, es medir las consecuencias que pueda traer un romance con un compañero de trabajo.

Katia Viruez Algarañaz
Docente universitaria
Creo en las relaciones verdaderas hasta terminar en el matrimonio dentro del trabajo. La cuestión de la infidelidad se ve frecuentemente y creo que se da por falta de principios y confianza mutua. Se puede evitar no llevando las relaciones laborales a personales. Es decir a las frecuentes salidas (a cenar, almorzar, al cine y juntes entre otros motivos) después del trabajo.

Fabiola Fernández F.
Relacionista pública
Estas situaciones pueden darse ya que las personas pasan más tiempo en la fuente laboral que en la casa. Muchas veces la gente está atravesando conflictos o crisis en su relación matrimonial, entonces está vulnerable a una relación en la oficina. Creo que esto puede evitarse, ya que Dios nos hizo personas con capacidad de tomar decisiones.

Roxana Menacho
AstRÓLOGA Y QUIROMANTE
Cuando la pareja está pasando una crisis, él o la persona en cuestion se refugia en el compañero de trabajo. Esto porque se siente en el abandono, carente de atención en la casa o el noviazgo. Esta situacion genera atraccion con el compañero(a) laboral. El amante se convierte en el confidente y amigo que ayuda a superar todos los problemas. Eso se cree.

Víctor Hugo Áñez y María Cristina
Fundación Universidad de la Familia
Cuando vivimos una vida de dar amor, el riesgo de infidelidad por el compañerismo laboral y el tiempo que se pasa en el trabajo se disminuye a cero. Porque las necesidades emocionales de la pareja son suplidas. El gran riesgo de adulterio en el trabajo se da porque los requerimientos emocionales de las personas no son atendidas dentro del matrimonio.


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