lunes, 16 de abril de 2012

¿Por qué se comporta así mi hijo?

Con un año los niños empiezan a actuar por sí mismos. El problema es que hacen y dicen cosas desconcertantes, o por lo menos eso nos parece a nosotros, los adultos que velamos por su seguridad y felicidad.

Porque, a ver, ¿qué encanto encuentra en tirar la cuchara al suelo 30 veces en dos minutos? ¿Por qué le da por desnudarse en los momentos más inoportunos? Puede que parezcan misterios sin resolver, pero todo tiene un porqué y conocerlo nos ayudará a saber cómo actuar.

El tiempo de mis papás es mío

En casa de Andrés es frecuente oír sus pataletas. Cada vez que mamá está leyendo o haciendo algo que requiere concentración y que papá sale al jardín a podar los setos o cualquier otra actividad que necesite hacer solo, él empieza a llamar la atención. ¿Quiere el 100% de su tiempo?

¿Por qué lo hace?

No hay nada anormal en que los niños quieran ser el centro de atención. Lo malo es que lo consigan a través del chantaje. Según los psicólogos, esto suele ocurrir más a menudo cuando la rabieta les ha resultado rentable: la repetirán hasta que consigan su objetivo.

¿Cómo actuar?

Ceder al chantaje, aunque resulte tentador en ocasiones, no hace más que reforzarle la idea de que, cuando quiera algo, no tendrá más que chillar y llorar si escucha un no por respuesta. Hay que demostrarle con hechos que, para conseguir lo que quiere, no hace falta llorar y que son papá y mamá los que deciden si se lo conceden y cuándo.



¡Ropa fuera!

Raquel, de 20 meses, parece encantada con su vestido nuevo. Pero en cuanto sus padres se dan la vuelta, le falta tiempo para levantárselo e intentar quitárselo. Da igual que esté en el parque, en la guardería o en casa. Parece que le gusta el exhibicionismo, público y privado.

¿Por qué lo hace?

Probablemente no haya una razón oculta para este comportamiento, actúa así porque se encuentra más cómoda desnuda, la ropa le estorba.

¿Cómo actuar?

Comprueba si el vestido le queda estrecho o los zapatos le rozan. Descartado este punto, explícale en qué consiste el pudor, aunque no con esa palabra. Aún no lo entenderá, pero poco a poco hay que hacerle ver que los demás niños no van desnudos por sus casas ni por la calle, igual que papá y mamá siempre llevan ropa.



¿Me montas en el carrito? Me las arreglo para bajarme

María tiene 20 meses y una habilidad especial para quitarse el cinturón de seguridad del carrito y deslizarse hasta bajarse sola. Una vez en tierra, se lanza a la carretera. ¿Qué pretende?

¿Por qué lo hace?

Le gusta más andar que ir sentada y todavía no tiene conciencia del peligro. No es que intente sacar a mamá o a papá de sus casillas lanzándose a la calle, es que no entiende por qué no debe hacerlo.

¿Cómo actuar?

Lo mejor es tardar un poco más en llegar a los sitios, pero hacerlo caminando. No está de más llevar también el carrito porque llegará un momento en el que se cansará. En cuanto al peligro de cruzar por donde quiera y cuando quiera, no queda otra opción que la vigilancia. Además, hay que decirle que hay unas normas que, de no cumplirse, pueden provocarle muchos problemas.



¿Y si hago una escapadita yo solito a la calle?

Mario tiene 23 meses. Ayer sus padres lo encontraron a las siete de la mañana intentando abrir la puerta de casa para salir a la calle. No era la primera vez. Hace una semana un vecino lo encontró en el ascensor. Fue cuando empezaron a cerrar con llave. ¿Es que quiere escaparse de casa?

¿Por qué lo hace?

Tiene muchas ganas de salir al exterior para ir al parque a jugar. Y, por supuesto, quiere hacerlo en ese momento, sea la hora que sea y tenga o no a su lado un acompañante adulto.

¿Cómo actuar?

Además de la medida lógica, la de cerrar la puerta con llave, explícale que hay cosas que no puede hacer solo, por el peligro que conllevan. Igual que todavía no puede conducir el coche de papá, cosa que hará cuando sea mayor, aún no es posible que salga a la calle sin sus padres. Puede perderse y que papá y mamá no lo encuentren, caerse y hacerse daño.



El juego de tirar la cuchara

Rubén tiene 16 meses. A la hora de comer, mamá lo sienta a la mesa y él coge la cuchara y la tira al suelo. Mamá la recoge, la pone en su sitio y... vuelta a empezar. ¿Duración del nuevo entretenimiento? Lo que mamá tarde en cansarse y quitarla de la mesa definitivamente.

¿Por qué lo hace?

Para ir aprendiendo las distancias, para ubicarse en el espacio y porque está ensayando sus capacidades. Si se trata de un bebé algo mayor, de más de 18 meses, la razón podría ser otra: medir al adulto y comprobar qué control tiene sobre él. ¿Cuánto aguantará?

¿Cómo actuar?

Según los psicólogos, la opción de los padres será explicarle que la cuchara es para comer y no se usa como objeto arrojadizo. Además, tendrán que intentar distraer su atención con otra cosa. En caso de que esté midiendo al adulto, una posibilidad es decirle que, si la tira, mamá o papá no van a recogerla. Además, las cosas del suelo no se utilizan para comer, así que si la vuelve a arrojar, ¿cómo comerá su plato preferido?



¿Por qué comerme el sándwich a mordiscos si me cabe entero en la boca?

A sus 22 meses, Alejandro ha decidido innovar a la hora de merendar: ahora se mete el sándwich entero en la boca en lugar de comérselo a mordiscos. Le cabe... así que, ¿por qué no?

¿Por qué lo hace?

Aunque podamos creer que lo que le pasa es que está hambriento, posiblemente le ocurra lo contrario: no le interesa comer en ese momento y quiere acabar cuanto antes para seguir con lo que estaba haciendo. O, simplemente, está explorando las posibilidades de su boca... y las del sándwich.

¿Cómo actuar?

Una opción es explicarle que así no puede comer porque es posible que le siente mal y entonces no podrá seguir jugando. Pero, además, habrá que enseñarle las normas a la hora de comer, con mucha paciencia y dando ejemplo.

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