jueves, 17 de mayo de 2012

Sexo durante el embarazo

¿Sexo y embarazo? A pesar de que éste ha sido un “tándem tabú” y que tememos “lastimar al bebé” durante las relaciones sexuales, hoy los médicos afirman que el embarazo es la mejor ocasión para descubrir una nueva sexualidad. Y es que tener una vida sexual normal mientras se espera la llegada del bebé no tiene ninguna contraindicación. Incluso los médicos lo recomiendan si es que el embarazo no presenta ningún problema y no existe ningún tipo de contraindicación médica.

La cuestión es: ¿dónde está el deseo? ¿Y el del futuro papá? ¿En qué casos hacer el amor puede ser peligroso?

La libido

El deseo sexual de la pareja puede variar con el embarazo: puede aumentar, disminuir y, a veces, permanecer igual. La futura mamá puede reaccionar de dos maneras debido a la influencia hormonal, la fatiga, las náuseas… puede cambiar tu deseo sexual: hay embarazadas que se sienten más femeninas y viven el embarazo desde la sensualidad y también hay quienes sienten todo lo contrario. Y es que el cansancio, el sobrepeso, la angustia y las hormonas provocan en ellas una disminución del deseo sexual.

Durante el segundo trimestre, el incremento en el flujo sanguino a tus órganos sexuales y los pechos pueden devolverte tu deseo sexual. Pero en el tercer trimestre, la ganancia de peso, los dolores de espalda y otros síntomas pueden quitarte ese deseo. Si no quieres tener sexo, está bien. Hay más en una relación sexual que la penetración. Comparte tus necesidades y preocupaciones con tu pareja de una manera abierta y afectiva, pues la comprensión es esencial. Si el sexo es difícil para ti, es incómodo o simplemente no quieres ni pensar en él, prueba otras maneras de ser afectiva y sexual con tu pareja; desde caricias pasando por masajes y terminando en juegos sensuales.

¿Miedo a herir al bebé?

Muy aparte de la libido, hay muchos miedos infundados acerca de las relaciones sexuales como el miedo a herir al bebé o de hacerlo testigo de las relaciones sexuales (70 por ciento de los hombres que se abstienen de hacer el amor lo hacen por esta razón).

Asimismo, hay muchas parejas que se preocupan que el sexo durante el embarazo pueda causar un aborto, especialmente en el primer trimestre. Sin embargo, los abortos tempranos están relacionados a anormalidades cromosómicas y otros problemas que no tienen que ver con el sexo.

Por otro lado, hay que saber que el feto, en realidad, está mucho más protegido de lo que pensamos gracias al líquido amniótico que lo rodea y lo separa totalmente del mundo exterior.

Las posturas más recomendadas

Mientras tu embarazo progrese, experimenta y descubre qué posición funciona mejor para ti. En vez tu echarte de espalda, querrás acostarte de lado con tu pareja, estar arriba de él o quizá en frente. Lo importante es el placer mutuo y sentirte cómoda en la posición que decidas estar.

Pueden variar tanto como quieran. No obstante, hay dos factores para tener en cuenta: la redondez del vientre y la voluptuosidad de los senos, que puede hacerlos muy sensibles y dolorosos. Dicho esto, la posición del misionero puede ser la más desagradable.

La mujer arriba. Ésta es una posición muy placentera ya que libera toda la presión de tu abdomen y te permitirá mantener el control de la profundidad y la fuerza de la penetración.

Rodillas elevadas. Esta posición se asemeja a la del misionero, con la diferencia de que la mujer eleva sus rodillas hasta su pecho. El hombre, de rodillas, no ejercerá presión sobre el abdomen de la mujer, que también puede apoyar sus pies sobre el pecho de su pareja para sentirse más cómoda. Esta posición deja de ser cómoda después del cuarto mes, ya que no es bueno que la mamá esté mucho tiempo recostada sobre su espalda.

Posición lateral. En esta posición, el hombre y la mujer se recuestan de lado, mirándose frente a frente. De esta forma se evita cualquier peso adicional o presión sobre el abdomen. Es una posición muy íntima, ya que los dos pueden mirarse y besarse mientras hacen el amor.

Cucharita. Es una de las mejores posturas para experimentar durante las últimas etapas del embarazo. Tanto la mujer como el hombre están acostados, mirando en la misma dirección. El útero, mucho más pesado debido al bebé, no descansa sobre el estómago. Es muy cómoda para las mujeres embarazadas ya que libera a su vientre de cualquier presión o peso y le permite disfrutar de una penetración poco profunda. Y es que una penetración muy profunda podría llegar a ser dolorosa e incómoda cuando la mujer esté atravesando las últimas etapas del embarazo.

Perrito. Esta es una de las favoritas de las mujeres embarazadas, porque puede tener una penetración más profunda, mientras su vientre y su pecho están apoyados. La idea es que la mujer se ponga “en cuatro patas”, usando un almohadón para apoyarse.

Como explicamos, en esta posición la penetración es más profunda, por la que el hombre debe asegurarse de que su pareja s sienta a gusto y definir cuál es el grado de profundidad que le resulta cómodo a la mujer.

Casos especiales



Evítalo. Casi todas las mujeres pueden tener sexo durante el embarazo, pero hay veces que es mejor ser cautelosa. En algunos casos, el médico te aconsejará que disminuyas o incluso pares del todo tus relaciones sexuales, como en el caso de que exista un riesgo de parto prematuro debido a los antecedentes familiares o si el cuello del útero es delicado. En estos casos, la prostaglandina contenida en el esperma podrá acelerar la dilatación y maduración del cuello del útero. De ahí que muchas parejas hagan el amor en la última fase del embarazo para acelerar el momento del parto.

Otra razón para no hacer el amor durante la dulce espera es si ya has tenido un aborto. En estos casos deberías evitar la penetración durante los dos primeros meses del embarazo.

En el caso de placenta previa, es decir, si la placenta está situada por encima del cuello del útero, o de hipertensión o sangrado durante el comienzo del embarazo, deberás dejar de tener relaciones sexuales.

Es normal que haya pequeños sangrados al principio del embarazo, ya que el útero se vuelve más frágil. Sin embargo, si estos sangrados persisten de forma abundante tendrás que ir al médico. Podría ser un síntoma de placenta previa. Y evidentemente... cuando se rompe aguas, el riesgo de infección es elevadísimo para el niño.

Él y su deseo. Inevitablemente, el deseo y la mirada de tu pareja cambiarán, por lo que puede pasar dos cosas: o el deseo permanece vivo y la mujer encinta le parece aún más sensual que antes, o él se bloquea ante la idea de acercarse al cuerpo de la futura mamá y toma distancia.

Ten en mente que la imagen de “madre” está muy presente en este momento y por ello su libido puede verse afectada.

La perspectiva de la responsabilidad paternal también puede influir. Y si alguno de los dos no se siente invadido por la libido, es mejor dar entrada a las caricias y los masajes que también son muy sensuales.

Lo que sí: evita poner en tela de juicio su papel como padre y da por hecho que lo hará bien. Házselo sentir para reforzar su confianza y despejar sus dudas. Intenta hablar con él y pregúntale qué le pasa... Así se sentirá menos excluido. /



Tu sexualidad por trimestre

Primer trimestre. Durante este período la libido de la mujer pasa a un segundo plano gracias al cansancio, las náuseas y el sueño. Además, los senos crecen, lo que normalmente le gustará a tu pareja. Lo malo es que... ¡duelen! Así que esas caricias podrían volverse un poco desagradables...

Además, estarás poco dispuesta a nivel físico, ya que el cuerpo sufre transformaciones bajo la influencia de las hormonas. Si las relaciones sexuales son menos frecuentes en este estado se debe en el 80 por ciento de los casos a una disminución del deseo femenino. Y cuando haya relaciones sexuales, el flujo sanguíneo provocado por la excitación congestiona aún más los tejidos corporales, por lo que las sensaciones normalmente placenteras pueden volverse desagradables. Asimismo, la penetración puede ser dolorosa ya que las paredes vaginales se transforman.

Lo que sí, es esencial que no interrumpas del todo tus relaciones sexuales. Comparte tus dudas y temores con tu pareja para que sigan teniendo una relación harmoniosa. Y es que el papá atraviesa un período de dudas en cuanto a la disminución del deseo sexual de la mamá. Puede sentirse rechazado o tener dificultades a la hora de evaluar el lugar que el bebé ocupará en su vida.

Segundo trimestre. El periodo de adaptación ha pasado…y ¡el deseo ha vuelto! Esta segunda fase es la más relajada del embarazo; las molestias, náuseas y otros problemas han desaparecido para dar paso a una libido y un placer que parecen alcanzar el cielo. Y es que, por lo general, las mujeres recuperan la libido y el deseo. En cuanto a las relaciones, las sensaciones son más voluptuosas. Los hombres, por su lado, se sienten seducidos por la transformación del cuerpo femenino.

Desde el cuarto mes, los tejidos de la vagina y del aparato genital están más relajados y descongestionados. La vagina está más húmeda, como si hubiera una excitación sexual permanente.

Te damos un sorprendente datito: se alcanza el orgasmo más fácilmente y con mayor intensidad, ya que la zona genital está bien irrigada y oxigenada. Algunas mujeres tienen orgasmos como nunca los tuvieron en este periodo...

Tercer trimestre. Las relaciones sexuales siguen siendo posibles, pero son mucho menos frecuentes, pues en esta etapa pueden ser menos cómodas debido al volumen del abdomen.

La futura mamá está muy centrada en la presencia del bebé, que ya se mueve mucho, y también está mucho más cansada. En la mayoría de los casos, el equilibrio afectivo y sexual se retoma después del nacimiento del bebé, aunque a veces conlleve un poco de tiempo. Esta recuperación del cariño será mucho más fácil si la sexualidad durante el embarazo ha sido saludable y si no se ha producido una ruptura en el ámbito sexual.

Además, las piernas pesan y se cansa pronto. Y por si fuera poco, la futura mamá se puede sentir gorda, fea, menos atractiva y poco deseable… aunque para su pareja no es así.


NUMEROS

50% de las parejas dejan progresivamente sus relaciones sexuales durante el transcurso del embarazo.

10% mantiene una sexualidad normal desde el principio hasta el final del embarazo



QUICKIE

El sexo produce la liberación de oxitocina, serotonina y endorfina, que nos dan la sensación de bienestar y felicidad. Durante el embarazo, éstas pasan a través de la placenta, y le dan al bebé estas sensaciones de placer y bienestar.

Durante el embarazo se incrementa la lubricación vaginal y se engrosa la zona de los genitales; por lo cual durante esta etapa, muchas mujeres se vuelven orgásmicas o multiorgásmicas por primera vez en sus vidas.

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