viernes, 1 de junio de 2012

30 cosas que debes saber sobre el sexo

1 Dile cómo darte placer. “Los hombres no son psíquicos”, nos recuerda la experta sexual Lora Somoza. Incluso el hombre más experimentado necesita direcciones, pues les cuesta descifrar lo que tú quieres únicamente por los ruidos que haces. ¡Usa palabras! Si quieres que él haga tal cosa, deje de hacer otra o que vaya más a la derecha o a la izquierda... Debes guiarlo.

Además, no hay nada más sexy que mostrarle a tu pareja lo que te gusta y quieres. Eso significa que: (a) eres una participante entusiasta, (b) conoces tu propio cuerpo; y (c) quieres ayudarlo a que te conozca mejor. Un hombre que vale la pena lo encontrará más que sexy. Pero antes, debes saber qué quieres y cómo lo quieres y la clave para lograr este autoconocimiento es a través del autoplacer… nadie lo hace mejor que tú y es una práctica educacional.

2. Conoce tu posición. Claro que debes tratar todo lo que quieras y experimentar con las posiciones es clave. Pero toda mujer tiene una posición que le asegura el orgasmo y debes conocer la tuya. “Quizá antes te entusiasmaba todo lo que involucraba acrobacias, pero ahora te importa más una mayor conexión con tu pareja. Lo que quieres física y emocionalmente cambia con el tiempo”, dice Mary Jane Minkin, profesora de obstétrica y ginecología en la Universidad de Yale.

3. Sexo en un lugar tabú. “Ya sea en tu dormitorio de adolescente en la casa de tus papás o en la oficina de tu pareja tarde por la noche, escoge un lugar que te haga sentir traviesa solo por el hecho de hacerlo ahí”, aconseja Samoza.

4. Aprende a darte un orgasmo. Mientras más fácil sea llevarte a ti misma al clímax, más éxito tendrás con tu pareja. Recuerda que la clave para garantizar un orgasmo es experimentando. Hay una razón (científicamente probada) por la que la mujer necesita de diez a 20 minutos para llegar al orgasmo (si es que llega) a través del sexo (penetración) y que solo requiere cuatro minutos para llegar al gran “O” a través de la masturbación. Por eso, cuando la satisfacción o el clímax es tu meta sexual, querrás usar otras técnicas o darte una mano. Hacerlo para apresurar tu “final feliz” no sólo está permitido, pero es un acto apreciado por él.

5. Role-Play. Quizá suena algo extraño, pero jugar a que son dos desconocidos o que eres una enfermera (o lo que se te venga a la mente) es una de las cosas más sexys y excitantes que puedes hacer con tu pareja. Ideas nunca faltarán… solo deja volar tu imaginación y ponle “chispa” a tu relación.

6. Ver filmes. Tenemos que decirlo. Y es que así lo comprobaron varios estudios: a muchas mujeres les gusta (y excita) ver películas triple X. Yendo más lejos, un estudio reveló que cuando las mujeres ven pornografía no tardan más que ellos en excitarse. Investigadores de la Universdad McGill en Montreal encontraron que viendo pornografía los hombres se excitan completamente en 11 minutos. ¿Las mujeres? En 12. Así que a ver una peli con tu pareja… Será una experiencia diferente y reveladora.

7. Bondage. ¿Qué le podría hacer unos juegos traviesos a tu vida sexual? ¡Mucho! El Bondage es todo un arte, y no nos referimos a latigazos, púas, cadenas, etc., sino a atarse las manos (con esposas o un pañuelo de seda… eso ya depende de ti).

“Dejar que tu pareja disfrute tu cuerpo mientras tú estás echada de espaldas y disfrutando el momento puede ser una experiencia increíble”, dice Samoza. ¿Otro beneficio del Bondage? Dejar que alguien tome el control absoluto de tu cuerpo construye confianza en la pareja, lo que puede beneficiar a tu relación.

8. Cambia de edad. “¿No te gustaría saber cómo se siente estar con un hombre, digamos, diez años mayor que tú?”, pregunta Samoza. Conocer diferentes perspectivas, puntos de vista, experiencias… te hace crecer como persona y ver qué buscas en una pareja estable.

9. Mándale una foto sexy. Tranquila. No se trata de fotos desnudas. Nos referimos a algo sensual, una foto en la que muestres un poco de piel (piensa en las famosas fotos de Marilyn Monroe con sábanas blancas). Te puedes parar frente al espejo y sacártela tú misma. Hazlo como regalo de aniversario, cumpleaños o sorpréndelo cualquier día.

10. Toma la iniciativa. ¿Quién dice que los hombres son los que siempre tienen que iniciar el sexo? Si quieres estar con tu pareja, ya sea tu esposo de años o ese chico que te gusta hace meses, toma la iniciativa y comienza la acción tú misma, escuchando tu sabio instinto femenino. A muchas les produce pudor pensar en ello, pero debes animarte! Recuerda que una sonrisa pícara y contacto visual sugerente es suficiente para dar el mansaje.

11. Camping. Tener relaciones sexuales en el campo, en el jardín o cuando vayan de “camping” es una experiencia inolvidable.

“Estas en el medio del bosque, desierto o donde sea. Y te viene una adrenalina increíble porque son solo ustedes dos y la madre naturaleza”, expresa la experta sexual Tracey Cox.

12. Ten sexo con alguien que contemple tu cuerpo. “Tenía un chico que me decía lo mucho que le gustaba mi cuerpo y que no podía quitarme las manos de encima. Al principio pensé que estaba un poco loco, pues siempre tuve complejos sobre mi cuerpo, pero me sentía increíble cada vez que estaba con él”, cuenta Carolina de 30 años. ¡Y estamos de acuerdo! Toda mujer debería sentirse de esa manera.

13. Al sur. No importa cuán buena seas en la cama, el sexo oral es parte del repertorio sexual, ya sea dar o recibir. Y dar un buen “BJ” es un acto que te hará sentir increíble y te convertirá en una leyenda. Lo bueno es que no necesitas una “técnica” especial.

“Hay muchos caminos al orgasmo masculino”, dice el experto sexual y terapeuta Ian Kerner, Ph.D., autor de She Comes First.Kerner. Siempre y cuando prestes atención a sus reacciones. Y es que para muchas hombres el hecho de hacer algo ahí abajo (que no involucre tus dientes) ya es suficiente, siempre y cuando le demuestres que lo disfrutas y te dejes llevar.

La pregunta es: ¿Qué hacer para que sea más placentero para ti? Lávate tus dientes. Todo sabrá más fresco y además él disfrutará una sensación cosquillosa gracias a la menta.

14. Con un juguetito. “Muchas mujeres no llegan al clímax a través de la penetración por si sola”, nos recuerda Samoza. Así que no temas traer un juguetito sexual a la cama la próxima vez que estés con tu pareja. Un orgasmo es un orgasmo, sin importar cómo llegas allí. Y verás que la experiencia de involucrar un juguetito en la cama, hablando antes de ello con tu pareja, puede hacer las cosas más intensas e interesantes para ambos.

15. Los clichés sexuales son clichés por una razón: funcionan! Una noche en un hotel. Champagne. Un “date night” con vino y velas. Una tina con burbujas (y vino nuevamente). No pienses que estos escenarios son cursilerías… son clichés sexuales porque funcionan y llevan al sexo. Así que a comprar velas se dijo!

16. Lencería… nada más. Usa tu lencería más sexy (tu garter belt, tacones, medias “thigh highs”) debajo de un trench coat y sorpréndelo… ya sea en su oficina, en una cena (y que no sepas que tienes debajo de tu saco), esperándolo en casa o aparece así en la de él.

17. Palabras sexys. Si te sientes totalmente cómoda con tu pareja y estás en el mejor momento durante tu sesión sexual, ¿qué te gustaría decirle? Si no te animas a “hablar sucio” durante el sexo, suéltate, tomate un vinito y fuérzate a decir esa palabra (o frase) sexy que tanto quieres decirle.

El “dirty talk” no significa gritar obscenidades. Simplemente narra lo que estás haciendo, lo que quieres hacer o pregúntale lo que él quisiera hacer… ¡Listo! Es lo más sexy y más sencillo de lo que crees. Pruébalo, no habrá quien te pare.

18. Haz el amor. Ten una sesión sexual locamente romántica (suave, apasionada, con mucho contacto visual y caricias suaves, música lenta…) con alguien que amas locamente y que te ama con locura.

19. Pisa realidad. En las etapas más tempranas de tu relación, nada que es articulado y dicho durante el sexo cuenta.

Especialmente si involucra matrimonio, bebés o pasajes en primera clase a Paris. Así que no te ilusiones si te promete un viaje romántico a la capital argentina… es el sexo.

20. Aprende a decir “si” y “no”. Está bien decir “si” a algo que nunca antes pensaste acceder. Tus “turn-ons” y “turn-offs” pueden cambiar con el paso de los años… y mucho. Si antes jugar con esposas te parecía una idea escalofriante, no quiere decir que no te intrigue ahora. Por otro lado, también tienes que aprender a decir no; ya sea porque no tienes ganas, no te guste hacer eso que te piden, o simplemente “no te da la gana”… tu cuerpo, tu prerrogativa.

21. Ayuda. El lubricante puede salvar la noche. Si el espíritu está dispuesto pero el cuerpo no recibió el mensaje aun, usa un poco de ayuda, y con ayuda nos referimos a un lubricante.

22. Recurso sexy. Siempre ten “una cajita de sorpresas” con esas cosas que te excitan… además de él. Ya sea una fantasía sexy, un libro erótico, una imagen, un actor… Este es el ejercicio perfecto para mantener tu libido en buena forma.

23. Protégete. La protección es algo que te debes a ti misma. Pedirle que use protección no matará el romance ni su libido.

Previenes ETS y el embarazo. Punto.

24. Inevitable sequía. En cada vida sexual, un “periodo de sequía” llegará, inevitablemente. Eso no significa que tu relación haya terminado. Los apetitos sexuales suben y bajan, son cíclicos como todo en la naturaleza. Así que si estás pasando por una sequía sexual, recuerda que siempre viene una tormenta luego de las sequías.

25. Sexo en la ducha. Sobreva-lorado. Totalmente. Ya es difícil mantener tu balance cuando tienen sexo parados, y ahora quieres hacerlo en un espacio mínimo que está mojado, sin mencionar que está súper resbaloso (y están descalzos)? Cuando pienses en pasar un buen rato con él en la ducha, piensa que es un espacio perfecto para el juego previo, no para el evento principal.

26. Las fantasías son mejores que la realidad. Si crees que hacer realidad tu fantasía de hacer el amor en la playa o en el mini baño del avión será mejor que la fantasía per se, estas equivocada y deberías saberlo. Es hora de afrontar la realidad. Muchas veces el sexo que tienes en tu cabeza (ese sexo que desafía el sentido común y las leyes de la gravedad) es mejor mantenerlo ahí… en tu cabeza.

27. Cualquier cuerpo es un “lindo cuerpo” en la cama. ¿Pancita? ¿Pechos caídos? ¡A quien le importa! Si insistes en hacer el amor sin una gota de luz, o en hacer sólo esa precisa posición que oculta tu celulitis… nunca podrás relajarte ni pasarla bien.

“Durante la excitación sexual, el hombre está experimentando tal explosión neuroquímica, que está atrapado en una intoxicación”, explica el experto sexual Ian Kerner. En otras palabras, esta tan abrumado de felicidad que ni notará tus supuestas “fallas”. Deja tus complejos corporales a un lado y disfrutarás mucho más.

28. Así demuestra su amor. Nosotras chicas nos tenemos que sentir queridas, amadas, acurrucadas… para tener sexo; ellos tienen que tener sexo para acceder a esos sentimientos de amor y cariño. “Muchos hombres no saben cómo expresarse, y para ellos el sexo es una forma poderosa de expresión emocional”, dice Kerner. Recuerda la próxima vez que él quiera “make up sex” antes de siquiera reconciliarse, que para él el sexo es una ofrenda de paz y una forma de demostrar su amor… todo en uno.

29. Nadie tiene más (o mejor) sexo que tú. No hay una cantidad “normal” de sexo que deberías estar teniendo (y aspirando) por mes o un número mágico de veces por semana que te dará el premio a la “mejor relación”. ¡Deja de compararte! Solo hay una pregunta que debes responder: ¿Estás feliz con tus relaciones sexuales? Es algo personal… y está es la pregunta que te debe importar.

30. Si crees que el sexo a los 30 es bueno... En tus “teens” y veintes experimentaste y sufriste bochornos y metidas de pata.

Eso esperamos, pues para eso están allí; para tener mal sexo con un buen chico o sexo increíble con un chico malo. Pero en tus treintas, cuando ya sabes qué quieres (y cómo) tu confianza sexual crece exponencialmente. Estarás pasándola bien en la cama (y disfrutando todas sus recompensas) por mucho tiempo más, pues el sexo sólo mejora, ya sea con el tiempo, la práctica o el tiempo con tu pareja (o todas las mencionadas). /

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