jueves, 14 de junio de 2012

Difícil de alcanzar ¿un juego que te conviene?

Pregúntale a la mujer promedio si le gusta que un hombre la busque y corteje. La respuesta es un gran ¡sí! ¿A qué mujer no le gusta que le manden mensajes, sus flores favoritas y la inviten a una cena romántica con pasta y vino? La mayor parte del tiempo es fácil para las mujeres asumir el rol de “cazada” porque asumimos que los hombres disfrutan cazar. Pero, ¿lo disfrutan?, ¿les atraen mujeres que se hacen a las difíciles? Les preguntamos a ellos.

Para Andrés, los hombres que buscan un reto (y cumplirlo) se sienten atraídos por mujeres que son difíciles de “alcanzar”. Pero éste es solo un punto de vista. Francisco, por su parte, no piensa que una mujer deba asumir un rol completamente pasivo cuando está haciéndose a la difícil. “Si una mujer ignora mi mensaje de texto por un día entero, sí, admito que me vuelve loco y me obsesionó con ella. Pero me gusta un poco de “tire y afloje”. Me gusta cuando me manda mensajes sutiles que demuestran que sí está interesada en mí. También me gusta sentir que ella tiene el control, y que me quiere a mí pero yo soy el que la busca a ella”, dijo.

También hay opiniones totalmente opuestas, como la de Samuel.

“A los veintes, está bien hacerse a la difícil. Pero ahora, a los 30s me parece una estupidez. Ya no estoy para juegos, prefiero ir directo al grano, saber qué quiere y que ella sepa qué quiero. Me gusta tener retos de vez en cuando, pero me gustan las mujeres que saben lo que quieren y son directas. No quiero perder mi tiempo, y ella tampoco el suyo”, afirmó Samuel.

Otro de los chicos del grupo sostuvo que no le interesa más una mujer que se hace a la difícil que una que no. “De hecho, si parece que sus reacciones son muy pensadas y planeadas, pierdo interés. Me gusta la espontaneidad. Creo que después de la primera cita, la chica debe tomar cualquier iniciativa que ella quiera tomar. Mientras seamos sinceros, nos gustemos y la pasemos bien… no creo que importe”, afirmó Raúl.

Por otro lado, Javier admite que algunas veces su interés aumenta si una mujer es difícil de “alcanzar” — pero solo si él está muy interesado. “Además me molesta cuando la mujer siempre espera que sea él quien llama, el que sugiere qué hacer, él que lleve las cosas más allá...”, admite. “No me importa buscarla e invitarla a las primeras citas, pero luego de eso, quiero una mujer con personalidad, que demuestre qué quiere, cómo lo quiere y que sea espontanea. No me interesa salir con una mujer que parece estar enfocada en sus tácticas del juego. De que hacerse a la buena funciona, sí, pero para algunos hombres. Pero creo que un hombre quiere estar con una mujer que es independiente y decidida, al menos ese soy yo”, asegura Javier.

Javier y Samuel, que no son “aficionados” a los juegos mentales, creen que lo más probable es que confundan si una mujer está haciéndose a la difícil o si “no está interesada”. Sin embargo, ambos admiten que tampoco les atrae una mujer que “esté ansiosa”, o como llaman ellos, “desesperada”.



La emoción de la caza

Ellos son cazadores por naturaleza, y cuando finalmente “cazan” a esa mujer que por un tiempo estuvieron “persiguiendo”, sienten que fueron protagonistas de una gran proeza.

“Quizá soy anticuado, pero creo que los hombres deben iniciar todo, al menos durante la fase de cortejo”, dice Andrés. Sergio está de acuerdo y dice que le gusta un buen reto.

“Los hombres somos competitivos por naturaleza, incluso si estamos compitiendo contra nosotros mismos. Es divertido tratar de impresionar a una chica, cuestionarte si le gustas o no y asombrarla. Pero, el juego no es para siempre, solo para un rato. Ella debe demostrar algo también, me refiero al típico tire y afloje”, dice.

La famosa antropóloga Helen Fisher, PhD., autora de Why We Love: The Nature and Chemistry of Romantic Love, explica que algunos hombres aman la caza, pero no todos. “Depende totalmente de la personalidad del hombre y cuánto tiempo más dure la caza. Pero en términos generales, disfrutar del misterio y alcanzar algo difícil te sube el ego, es parte de la naturaleza humana”, explica. Pero, ¿por qué es tan intoxicante para algunos hombres?

El famoso experto en relaciones Ian Kerner, autor de DSI: Date Scene Investigation, explica que desde una perspectiva evolutiva, la caza del sexo estimula el centro de recompensa en el cerebro.

“Perseguir a una mujer, comprarle cosas y cortejarla, incrementa los niveles de dopamina, un químico cerebral que nos hace sentir bien y que segregamos cuando hacemos algo placentero, como comer o tener sexo. A muchos hombres les encanta este sentimiento, por eso lo hacen a menudo”, explica el experto.

Por otro lado, hay hombres como Miguel que aunque les parece ridículo “estar en juegos”, admiten que “perseguir a una chica puede demostrar de lo que eres capaz.

“Si te gusta una mujer y haces todo lo que puedes para estar con ella, y al final lo logras, te sientes bien y tu ego se infla”, indica.

Para otros hombres, buscar a una mujer le da un sentido de poder, porque, según explica Andrés, “uno está en control de su destino, de hacer que las cosas sucedan. Los hombres somos así, ¿por qué ir contra nuestros instintos naturales?”

La pregunta que viene, y nos preocupa es: si nuestra pareja es un “cazador empedernido”, ¿será que puede dejar de ser amante de la “caza” y conformarse con una mujer?

Fisher explica que los hombres que han nacido con una personalidad arriesgadora se sienten muy atraídos a la caza.

“La incertidumbre que les da la caza, alimenta su naturaleza espontánea, esa que busca emoción constante… Y esto no disminuye con la edad. Un cazador a los 21 será un cazador a los 51”, dice Fisher. Por su parte, Kerner explica que ser un cazador no está vinculado a la edad, pero al tipo de persona que es el hombre. “Algunas personas viven de cita en cita, ya que esas primeras salidas les dan esa emoción de una nueva relación. El momento que esa emoción disminuye, saltan a la siguiente persona. Pero hay hombres que cazan hasta que encuentran la mujer que los hace querer establecerse”, explica el experto en relaciones.

Entonces, ¿es posible establecer una relación seria con un cazador, o deberíamos buscar otro tipo de hombre si queremos una relación seria?

“Busca a un cazador si realmente te gusta. Si se enamora, puedes engancharlo, pero debes estar consciente que él siempre necesitará misterio para sentirse estimulado, y será tu responsabilidad darle ese estimulo. Ya sea con detalles cotidianos, retándolo con tu intelecto o haciendo que él se pregunte en qué andas... mantenlo interesado evitando que las cosas sean predecibles. Sin embargo, si estás con un cazador, es importante que conozcas tus límites. Dale tres chances, no cinco, por ejemplo”, advierte Fisher.

Probando la hipótesis

La ciencia puede alumbrarnos un poco en responder a nuestra pregunta: ¿hacernos a la difícil puede en realidad beneficiarnos, o todo lo contrario?

Durante décadas, científicos sociales han examinado si las mujeres que se hacen a las difíciles enganchan más a los hombres que las que no. En 1973, Elaine Hatfield diseño seis experimentos diseñados para probar la hipótesis que los hombres desean mujeres difíciles de conseguir, más que las fáciles. Hatfield se dio cuenta que hay dos maneras distintas en la que un hombre percibe una mujer como “difícil”: (1) cuando es difícil para él, (2) cuando es difícil para los demás. Y, a través de sus estudios, descubrió una verdad: Los hombres están más atraídos a mujeres que son difíciles de alcanzar para otros hombres, no para ellos.

Un estudio reciente publicado en la revista Psychological Science, reveló que las mujeres se sienten más atraídas a un hombre cuando no están seguras si él está interesado en ella, que cuando están seguras que él si está interesado.

Parece que plantearles la duda es la solución. Y es que, según explican los psicólogos: dudar si le gustamos o no a esa persona, nos mantiene pensando más en ella, más que si sabemos que le gustamos mucho. A partir de esto, interpretamos esos pensamientos frecuentes que tenemos hacia la otra persona, como una indicación que nos gusta… y harto.

Conclusión: Cuando estés empezando una relación, o estés en esa hermosa fase del cortejo, no demuestres todo lo que sientes, crea un poco de incertidumbre (el famoso “tire y afloje”). De esta manera, él pensara más en ti, lo que incrementará aún más su interés hacia ti.

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