lunes, 11 de junio de 2012

Embarazo adolescente

El embarazo adolescente se define como la gestación que ocurre en los primeros años ginecológicos de una mujer joven, además de mantener una total dependencia social y económica de la familia.

Otros la llaman como "el síndrome del fracaso" o "la puerta de entrada al ciclo de la pobreza". El impacto del embarazo en la adolescencia se traduce a un abandono al proyecto de vida, aumento de hijos, desempleo, fracaso en la relación con la pareja, bajo autoestima, malestar en la relación de padres tanto del hombre como de la mujer. Todo ello se convierte en una crisis de la adolescencia.

Los cambios de actitudes de la adolescente frente al embarazo son notorios, porque cambia su vida y sus necesidades a medida que evoluciona la etapa de gestación. La adolescente comienza a tomar conciencia de todo cuanto le va ocurriendo, la transformación de su cuerpo por el embarazo y sus relaciones tanto de familia, como amigas.

Los aspectos psicológicos demandan los primeros meses un inmenso lazo afectivo materno infantil que la madre no está preparada para dar o mantener, por lo que abandona emocionalmente esta relación afectiva, que es la base general para el desarrollo del bebé, que puede nacer en buenas condiciones de peso y desarrollo.

Al contrario si la estimulación no es positiva no permitirá progresar y su desarrollo no será el mismo en peso y autoestima.

En algunas oportunidades hemos mencionado que la reproductividad en la adolescencia obedece a varios factores, entre ellos, la información, la educación y la comunicación respecto a la sexualidad, que implica un crecimiento físico y una responsabilidad social, que ayudará en la prevención de un embarazo.

Sería bueno hacerse algunas preguntas antes de iniciar la relación sexual o concebir un bebé, pensar cómo será alimentado, atendido, comprar su vestimenta o cubrir todas sus necesidades, salud principalmente.

La conciencia de la sexualidad aumenta durante la adolescencia debido a cambios hormonales internos. El impulso sexual puede ser más poderoso, pero sus consecuencias pueden terminar en el embarazo no deseado, sin embargo, es necesario pensar inteligentemente para tener una relación sexual con responsabilidad, utilizar un preservativo, planificación familiar que ayude a prevenir el embarazo.

Caso contrario evitar tener la relación sexual, para cuidar el cuerpo y prevenir las complicaciones a futuro, como el fracaso al proyecto de vida que se tiene trazado.

Será inteligente cuidar el cuerpo, buscar el momento adecuado para tener una familia feliz y con las condiciones económicas, afectivas y sociales para tener un bebé.

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