jueves, 7 de junio de 2012

“Tropecé de nuevo con el mismo amor”

Hay muchos casos de divorcios y de volver a casarse con la misma persona, buscando nueva oportunidad

Como para escribir una novela: casado dos veces y con la misma persona. Hay muchos casos en el mundo que en general terminan en ruptura definitiva.
-Yo lo viví, y puedo afirmar que nunca más se vuelve a vivir lo mismo que en el primer matrimonio, indicó Isabelita (identidad en reserva), en conversación con PARA ELLAS, y atribuye esa situación, en su caso, a la falta de orientación.
-Es que me casé muy joven, a los 15 años, cuenta. Soporté tantas cosas porque mi madre me aconsejaba, cuando yo le decía que ya no lo aguantaba a mi marido por cholero, que no haga tal cosa, porque la mujer separada es mal vista.

Dependencia
La sicóloga y terapeuta familiar, Ingrid Saavedra, afirma que uno de los motivos frecuentes para una reconciliación matrimonial tiene que ver con la dependencia.
"Es cuando un integrante cree que no puede vivir sin el otro, no es capaz de estar solo ni de establecer otra relación", explica.
Estos retornos se caracterizan por tomar menos tiempo y su éxito es relativo, porque nada garantiza que los problemas que originaron el quiebre se hayan resuelto.

El caso Isabelita
Cuando cumplió 15 años se enamoró de Pedro (nombre verdadero en reserva). Ambos estaban en el colegio. Sus padres le dijeron que se iban a vivir a Puerto Suárez. En el caso de su cortejo, sus papás se estaban yendo a Estados Unidos. No pensaron en casarse, sino en no separarse, por eso se escaparon, o como se decía antes, “se huyeron”.
Fue un escándalo familiar. Sucedió en Santa Cruz en la década del 70. Volvieron a casa, se casaron y vivieron al comienzo de la asistencia de sus padres.
-Mi mamá se fue a Colombia, por trabajo. Ya con una hija, mi matrimonio se tornó insoportable. Una amiga me consiguió un pasaje y me fui a donde estaba mi madre. Desde allá le pedí a mi padre que tramite el divorcio. Pedro se fue a Estados Unidos y yo volví a Santa Cruz. Él se casó allá, un día retornó, comenzamos a salir. Un mes después se fue al país del norte, se divorció y me fui con él. Nos casamos por las leyes americanas, tuvimos tres hijos más, pero los celos se impusieron en él, y nos separamos definitivamente, cuenta Isabelita.

El factor positivo
Cuando las reconciliaciones son producto de una profunda reflexión, dicen los expertos en conducta humana, hay mayores posibilidades de garantizar la relación.
Esto se debe a que la pareja, cada uno por su lado, supo aprovechar el tiempo de soledad para analizar los errores y asumir responsabilidades para el futuro.

Jacinto y Rosa - No funcionó
Jacinto dejó su pueblo natal, Roboré, cuando egresó bachiller. Se trasladó a Santa Cruz, con la perspectiva de estudiar. La conoció a Rosa en los preparativos para la universidad, y en tres meses se casaron. Para vivir se vieron obligados a comerciar en los trenes en la ferrovía a Yacuiba. Les fue bien en el negocio. Tuvieron buena cantidad de dinero y también tres hijas. Instalaron una venta, y él, ya con la comodidad, comenzó a dedicarse a las farras, estar constantemente en su ‘frate’, hasta que decidimos romper la relación. Nos divorciamos. Pasó un año, volvió a buscarme, y ante la necesidad de que me ayude en la crianza de las chicas, acepté con la esperanza de que la segunda oportunidad sería mejor, por la experiencia adquirida. Pero fue peor. Aguantamos cinco años, y nos volvimos a divorciar. No nos importaba los gastos en el proceso judicial.
Nos mantuvimos separados diez meses, nos tuvimos que encontrar obligadamente porque una de nuestras hijas se enfermó, conversamos harto, y volvimos a casarnos. Pero, realmente, no es lo mismo que antes. Está diabético y se fue a vivir con su madre, que está sola y precisa compañía. Yo me quedó con mis hijas.

Emilio y Marina - Fue positivo
Emilio conoció a Marina cuando estaba ejerciendo sus primeras prácticas como médico en un hospital público cruceño. Ella era enfermera. Después de cinco años de enamoramiento se casaron. Como todo, al comienzo iba bien. Emilio -lo cuenta ahora pero con reserva de su nombre para evitar problema con las amistades- optó por dedicarse totalmente a la búsqueda del éxito económico, y lo alcanzó. Después de ocho años de casados la relación se volvió insoportable. Ante cualquier discusión ella se iba a su casa, a estar con su mamá. Y él se iba a reunirse con sus amigos, a compartir copas. Al final acudieron a un abogado y se divorciaron.
Emilio pasaba las pensiones para la mujer y sus dos hijos, pero no iba a verlos. Y a medida que pasaban los días, él comenzó a extrañarla, pero no se animaba a buscarla, para charlar. Así transcurrieron cuatro años.
Un día aceptó la sugerencia de un grupo de amigos de que vaya a visitarla a Marina y a compartir un poco con sus hijas tomando un té. Lo hizo.
Se sorprendió de lo grato que sentía de estar junto a ella.
Comenzaron a salir como adolescentes enamorados, y al cabo de un mes fueron al Registro Civil para casarse de nuevo. Viven bien. Los dos asumieron que no deberían cometer más errores.

Lo ven con oportunidad
“Si bien este tipo de reconciliaciones no tiene asegurado mejores resultados, hay otra disposición. Es que lo ven como la última oportunidad y ponen más fuerza y dedicación para que funcione. ¿Por qué digo esto? Por la sencilla razón de que yo lo experimenté con mi esposa, ahora los dos nos llevamos bien, sin recriminaciones, porque eso es cosa de mediocres”, dice Benito P.

Fue rescatable mi vuelta
“Me volví a casar con mi exesposo por complacer a mis hijos y para cuidarlo, porque está muy enfermo (es que es mayor que yo), pero en lo absoluto me interesaba volver a ser la señora de fulanito. Yo soy quien soy con mis dos apellidos y no necesito el nombre de un hombre. Lo rescatable de esta segunda vez es que mi familia se ha vuelto a unir y eso me satisface, pero nada más”, cuenta Ignacia J.

Por el amor a mis hijos
“Mi mamá y mis hermanas me decían que no me divorcie. Pero él lo planteó, por celos. Mis dos hijos, de 2 y de 1 año respectivamente, quedaron conmigo. Él siempre venía a darles algo, y veía como los chicos lo querían. De esa manera pensé que debía buscar la forma de restablecer la unión. Se lo dije, estuvo de acuerdo. Nos casamos de nuevo. No nos llevamos bien, pero lo aguanto por amor a mis hijos”, relata Mariela V.

Por qué insistimos una y otra vez
Ingrid Saavedra • Sicóloga familar
Existen características personales que llevan al fracaso en una relación, la posibilidad de retornar a la misma debería estar acompañada de una modificación de las actitudes personales que obstruyen dicha relación afectiva.
Hay la tendencia a no querer ver qué es lo que pasa en mi relación, a negar la realidad y que algo no funciona, a creer que podemos resolverlo sin ayuda profesional cada vez nos vemos envueltos en un espiral de fallas que se robustece después de otro fracaso. Nos negamos a la posibilidad de ver cuáles son mis fallas personales.
Una relación sana hay que construirla y reconstruirla siempre, con el tiempo y con el paso de los años, y esto implica estar dispuestos a ser flexibles a los cambios.

2 comentarios:

  1. Hola! Estoy en la misma situciación... Ayer salio mi divorcio, estuvimos dos años en separacion de hecho a las idas y vueltas y hace un mes me pidio el divorcio, a lo que no me opuse ya que no considero que una persona se deba retener x un papel Ahora...? hace 22 días convivimos y me ha confesado que quiso el divorcio para tener bienes a su nombre y que no sean gananciales... Le dije que si no era esposa para eso no seria esposa para NADA! ayer salio nuestro divorcio... vivimos juntos... pero esta situacion me supera... no se que hacer... tengo mucha bronca. AYUDAA!

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  2. Recuerdo mintiendo en mi habitación cuando yo estaba en la escuela secundaria y la escritura en un diario para mi futuro marido. Me gustaría escribir todo tipo de notas y preguntas y cosas que me pregunto o pedir este hombre cuando finalmente lo conocí. Me pregunto dónde estaba y qué estaba haciendo y si él estaba pensando en mí también. Siempre ha sido un deseo tan fuerte en mi corazón para encontrar a un hombre maravilloso para casarse, alguien que me encanta y me apreciar y valorar mí por la persona que soy. Yo siempre pensé que iba a estar bien casado fuera de la universidad, al igual que mis padres, así que cuando ese plan no funcionó, empecé a desanimarse. Un compañero de la escuela arrebató mi futuro marido lejos de mis brazos sólo porque ella tenía poderes espirituales, toda esperanza se había perdido a mí antes me encontré con el médico ayuda (prayerstosavemarriage@hotmail.com) que yo confié en, yo le dije a mi larga historia y él ayudó a recuperar de nuevo a mi amante con sus oraciones, que es ahora mi marido hoy. si usted tiene cualquier problema por correo electrónico la ayuda médico (prayerstosavemarriage@hotmail.com).

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