jueves, 5 de julio de 2012

Si es linda y exitosa, ¿por qué está SOLA?

“La suerte de la fea, la bonita la desea”, dice el adagio popular. Y es que a muchas personas les sorprende ver a una mujer atractiva físicamente y exitosa en el campo laboral sin una pareja estable. “Es hermosa y muy inteligente, ni siquiera me atrevería a invitarla a salir porque estoy seguro de que inventaría cualquier pretexto para decirme que ya tiene planes”, expone Mauricio, un oficinista que admira mucho a su jefa que aún es soltera.

Sin embargo, esta situación sólo implica un problema desde la mirada de sociedades conservadoras que relacionan éxito con familia. “La soledad no tiene nada que ver con ser bonita o exitosa, más bien se trata de carácter, personalidad y decisión de una misma”, aclara la psicóloga Marianela Ramos.

“Me intimidan, me siento poca cosa”, “la tienen clara y no se meterían con cualquiera que no sea igual a ellas”, “son ambiciosas, exigentes y no se conforman con poco, quieren seguir superándose y no se dan tiempo para el amor, porque les parece secundario”, “no hay que juzgarlas antes de conocerlas, pueden ser muy dulces y entregar mucho de ellas”; son algunas de las opiniones vertidas por hombres basados en una primera impresión.

Ramos señala que si los varones son los que no se atreven a abordarlas, quizá sea por un freno del machismo que teme a una chica superior, que gana más dinero o que tiene una profesión. “Puede influir el hecho de que ella ya viva independiente mientras que el varón continúe en casa de sus padres.

Pueden jugar los roles de género”, agrega.

“Siento que los chicos me evitan. Tengo muchos amigos, pero ninguno me ha propuesto nada serio y hace más de siete meses que estoy sola”, se preocupa Claudia, de 31 años, modelo y profesional.

“Los problemas de autoestima son los que traen inconvenientes para entablar una relación sentimental”, responde el psicólogo Martín Lafuente. “Que un hombre se sienta menos que una mujer es un asunto exclusivamente de él. Es una perversidad social el tratar de descalificar a una mujer por ser inteligente o ser hermosa. Es muy diferente que ella tenga o no habilidades sociales y sepa manejar las relaciones de pareja, sea bella u horrorosa. Son cosas que influyen, pero no son determinantes”.

Puede que una chica muy linda no tenga la habilidad de abordar a un chico o le falte capacidad social para tratarlo mientras otra no tan agraciada sea diferente. Esto sólo tiene que ver con la persona, no con su físico ni con sus capacidades intelectuales. “Puede que haya otra chica hermosa, exitosa, carismática y, además, tenga capacidades de relacionarse con una pareja”, indica Ramos.

Sobre el adagio popular, Ramos enfatiza: “Lo que cuenta son las habilidades, el carácter, la personalidad y el querer hacer, tener o no tener algo”.

Las personas están acostumbradas a poner etiquetas de acuerdo con lo que creen, sin saber a fondo qué es lo que pasa. “Esa chica es muy linda, cómo puede estar con ese tipo tan horrible”, suele escucharse. Pues bien, puede ser que ese tipo “horrible” sea el hombre de su vida y que sea el único capaz de hacerla inmensamente feliz. “Nos cuesta aceptar y tolerar”, agrega Ramos.

Conservadoras

Existen familias muy conservadoras que se lamentan de que sus hijas, nietas o sobrinas —muy lindas, que estudiaron en el extranjero y tienen maestrías— estén solas, como si el éxito tendría que ir acompañado de una pareja. “Habrá que preguntarles a ellas si les molesta la soledad o si así son felices”, cuestiona Ramos.

La falta de capacidad para establecer relaciones con el sexo opuesto radica en debilidades de la personalidad. “Es posible que la chica haya estudiado en un colegio sólo de mujeres y no tenga habilidades sociales porque no tuvo la oportunidad o la experiencia suficiente de tratar con varones. Esto las limita mucho para establecer relaciones que les sean más comunes y normales como lo haría otra chica, sin importar que sea bonita o fea, pero que sí se relacionó desde pequeña con el otro sexo y tiene esa facilidad”, agrega Ramos.

Estrategia

“La belleza y éxito sí son útiles para las relaciones, pero sólo cuando el hombre o la mujer saben utilizarlas de forma asertiva”, aclara Lafuente.

Decisión

Tener una relación sentimental no es sinónimo de felicidad, también es una cuestión de decisión.

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