jueves, 13 de septiembre de 2012

Cómo cultivar una buena amistad

La aceleración que hoy se le imprime a la vida está haciendo que decaigan los elementos para cultivar la amistad como: el trato frecuente de los amigos entre sí, la conversación reposada y las horas compartidas. Se puede dar el caso de que personas que se quieren mucho y viven en la misma ciudad estén sin verse y sin hablarse, ni siquiera por teléfono, varios meses seguidos.

EL TIEMPO NECESARIO

Para una buena amistad se precisa compartir experiencias, diálogo tranquilo e intercambio de intimidad. Por ello las mejores amistades se edifican entre estudiantes de un mismo curso, compañeros de trabajo y vecinos. Entre personas que coinciden habitualmente y pueden ir profundizando en el trato.

Inicialmente se establece una simpatía mutua. Cada uno encuentra en el otro una serie de cualidades aceptables y ciertas afinidades por las que le resulta agradable el tiempo que pueden pasar juntos. La simpatía mutua predispone a hacer más frecuentes los encuentros para seguir charlando de las cosas más dispares. Se pasa así al momento en que se hacen confidencias, se comunica al otro eso que nunca se ha dicho a nadie porque el sujeto intuye que va a ser comprendido. Se establece una solidaridad. Cada uno sabe que va a tener un apoyo en el otro, que en caso de apuro va a contar con una ayuda no tanto material -que a veces se sabe que es imposible- sino moral.

LA LEALTAD

Algo fundamental entre amigos es la lealtad. Está hecha de sinceridad y de afecto. El amigo dice siempre la verdad, que puede ser en ocasiones, amarga, pero, al ir acompañada de amor se consolida como una verdad constructiva y ayuda a encontrar solución al error.

Una buena amistad necesita pasar por el crisol de las dificultades, éstas, harán que se consolide o se reconozca como tal. Un buen amigo no es el que da siempre la razón, sino quien entiende las razones que se pueden tener para obrar de una determinada manera y es capaz de señalar los errores.

La lealtad exige que se hable bien del amigo cuando él no está presente. Exige que se preste ayuda en todos los momentos necesarios. Que se pueda contar siempre con él.

RECUPERAR AMISTADES

Es necesario saber cultivar las amistades que se poseen y estar abiertos a nuevas amistades. Cualquier edad de la vida es buena para iniciar una nueva amistad y merece la pena tenerlo en cuenta para no perder ninguna ocasión que se presente al paso.

¿Cuántos amigos están siendo olvidados por el simple sistema de no tener trato con ellos? En los planes de cada semana habría que marcarse un tiempo para los amigos en una operación que podría llamarse "recuperación de amigos". Hay muchos ratos de ocio que se llenan por el cómodo e individualista método de conectar la televisión, navegar por internet, jugar en el videojuego o escuchar música del ipod con los cascos puestos y que, sin embargo podrían ser mucho más gozosos si se dedicaran a estar con amigos.

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