jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Mi hijo es muy joven para el amor?



“Mi hija Lucía, de 13 años, me contó que un compañero de su curso le pidió que sea su chica y ahora ella no sabe qué decirle, por eso le pidió que le espere unos días. Ella me dijo que es un chico muy inteligente y que físicamente se ve muy bien, que tiene unos ojos muy lindos y además es el que mejor habla en la clase”, cuenta Jaqueline, que notó a su Lu muy distraída. Ella no está convencida de que su hija comience tan joven una relación amorosa.

¿Se puede ser muy joven para el amor? No, pues es un proceso que se de-sarrolla desde temprana edad y tiene sus fases. También suele suceder que mientras para los hijos el primer noviazgo es un idilio, para algunos padres significa un dolor de cabeza, pues no saben cómo asumir todas las situaciones que conlleva la llegada de ese primer amor.

“El asunto del noviazgo se convierte en una ilusión fabulosa. Pero trae sus pros y contras”, opina la psicóloga clínica Griselle Rodríguez. En la adolescencia, que es cuando generalmente surgen estos primeros amores, los jóvenes comienzan a afiliarse más con sus pares y la opinión de ellos cuenta más que la de sus padres. Ahí es cuando pueden comenzar las discusiones y los problemas entre padres e hijos.

La adolescencia es un periodo de grandes contrastes, de emociones fuertes, de inseguridades y de incertidumbres. Por eso, es vital que exista una buena comunicación entre padres e hijos, para que los primeros puedan guiarlos por el mejor camino y darles consejos para que no terminen lastimados.

El psicólogo Alexis Olivares señala que los progenitores deben empezar a tratar con sus hijos temas como la sexualidad, la pareja y el amor desde muy temprana edad y de forma gradual. “El relacionamiento corporal, el enamoramiento y el tener amigos son tópicos sobre los que siempre se debe hablar, pero no recién a los 12 o 13 años, porque a esa edad ellos ya lo aprendieron en algún otro ámbito: la televisión, el grupo de amigos o el colegio”.

En la actualidad, la sexualidad se desarrolla a más temprana edad. “Por eso a los padres les corresponde empezar a hablarle al niño desde que tiene tres o cuatro años. La idea es que tu hijo no se acuerde cuándo fue la primera vez que conversaron sobre el tema, sino que estas charlas se realicen constantemente y que para el pequeño sea algo natural”, sugiere Olivares.

Hoy en día, los preescolares ya hablan de que tienen novia. “El niñito le dice a su madre que tiene cinco o seis chicas y hasta suelen darse un piquito a esa edad o un poco más tarde, pero sin saber de qué se trata”, expone el especialista.

Cuando esto sucede, hay que tratarlo con interés y de forma receptiva, no como algo oscuro o como motivo de burla. Ya a los 12 o 13 años, cuando los chicos ya tienen idea de lo que es el amor, lo mejor es hablarles de temas más pertinentes como el poder controlar lo que sienten cuando reciban un beso o una caricia, así como saber hasta dónde pueden llegar y tener mucho cuidado con las relaciones sexuales.

Afición

Al margen de lo que empezará a sentir en el ámbito físico y fisiológico, es bueno conversar sobre la comodidad que debe sentir con la persona que va a relacionarse, sobre sus gustos, aficiones y grupos de amigos.

Escucha

Si tu hija menor de 13 años te dice que le gusta algún compañero, no le digas que es muy joven para estar hablando de chicos. Si haces eso, te perderá la confianza y no volverá a comentarte nada.

Equilibrio

Enséñale a mantener un equilibrio entre lo que desea y lo que le va a proporcionar la otra persona. A veces las cosas no salen como uno quiere y siempre se aprende de los errores.

Prepáralo para no sufrir desilusiones.


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