domingo, 2 de septiembre de 2012

Suegras, nueras y yernos: ¿Juntos en casa?

Relaciones complejas un matrimonio feliz

Los lazos entre el yerno, la nuera con los suegros no son fáciles.

Hay quienes se hacen estas preguntas ¿con quién me casé?, ¿se casa uno con la pareja o con la familia de esa pareja?, ¿pueden los suegros decidir por mi?, ¿hasta dónde o hasta cuándo pueden opinar?, ¿por qué tus padres se meten tanto en nuestra relación?

Si en alguna ocasión estas ideas han pasado por tu mente es importante ver cómo mejorar la convivencia familiar y evitar así el desgaste futuro en una relación.

En ocasiones estas frases surgen en algunas relaciones de pareja, al punto de convertirse en causa de divorcio.

Pareciera que en este tipo de relación no se discrimina el espacio de pareja del espacio familiar, los límites no están claros y los roles no están establecidos de manera intencional para cada uno de los miembros de la familia, de ahí que las situaciones de crisis surgen y se vuelven cada vez más tensas.

Si bien es cierto la decisión de casarse implica el desear permanecer y unirse a otra persona para compartir metas y sueños, la verdad es que se nos olvida que esa persona que elegí para tal propósito viene en combo, es decir, esa persona trae un trasfondo no solo personal sino familiar que también hay que aprender en la medida de lo posible a aceptar y amar.

INEVITABLE DISTANCIAMIENTO

Se trata de un triángulo en el que cada cual ha de aprender a asumir su rol. Del mismo modo que la nuera no debe ver la relación del marido con su madre como algo amenazante, ésta habrá de renunciar a la familiaridad que tenía con su hijo cuando vivía con ella. En el momento en que el hijo constituye su propia familia, la madre tendrá que asumir que se inicia una nueva etapa en su relación con él.

El distanciamiento es inevitable porque el hijo no tendrá ni el tiempo ni las energías para dedicar a su madre la atención que antes le dispensaba. Evidentemente, se trata de una pérdida, que puede tener su lado positivo, porque bien llevada puede suponer ganar una buena relación con su nuera y sus nietos.
EL ESPACIO DE LA PAREJA

En cualquier caso, cuando una familia política plantea problemas en un matrimonio, en la mayoría de los casos se debe a que los cónyuges no han llegado a un acuerdo sobre los límites en que deben desarrollarse las relaciones con la parentela. Hay un espacio que debe ser exclusivo de la pareja y sus miembros deben decidir cómo de grande quieren que sea. Cuando nace un nieto es normal que los abuelos interfieran más y suelen hacerse más evidentes los problemas, que es muy posible que vengan de mucho más atrás debido a que la pareja no ha sabido negociar los límites del entrometimiento de sus respectivas familias.
CÓMO SUPERAR LA PRUEBA

Realmente sí se puede convivir con los suegros y ser feliz. No es cierto que la pareja más feliz de la historia ha sido Adán y Eva porque no tenían suegros, créame que se puede pero primero hay que intentarlo. Aquí se comparte algunas ideas que pueden ayudarle a lograrlo:

1. Evite el efecto telepatía, es decir, no pretenda que los suegros sepan lo que usted piensa sin haber comunicado sus expectativas y necesidades de espacio.

2. No se prejuicie ni suponga, reaccione a lo verdadero y busque la información que hace falta, ya que cuando una persona parte de supuestos o caprichos termina dañándose a sí misma.

3. Nunca hable más de la cuenta, recuerde que son sus suegros pero los padres de su pareja.

4. Nunca comprometa a su pareja si realmente lo o la ama, pues poner a escoger entre dos personas que se aman y son parte central de la vida nunca será una buena opción.

Estos simples pero efectivos trucos ayudarán a conservar el matrimonio.

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