lunes, 17 de septiembre de 2012

Todo lo que hay detrás del ritual de los abrazos

Los hay entre hombre y mujer; entre padre e hijo; entre amigos. Puede significar amor, pasión, contención, simplemente cariño, o compasión. Lo cierto es que el abrazo es necesario, nos hace bien. Y las preguntas surgen, inevitables: ¿es una simple transmisión de emociones, en la que el contacto físico se impone, o es un complejo proceso químico que nos despierta diferentes sensaciones? ¿Qué rol ocupa el otro? ¿Cómo percibimos, nosotros, su significado? Los abrazos son fundamentales e indiscutible. Y lo son en todas las etapas de nuestra vida. Estudios científicos realizados con bebés y niños pequeños sostienen que la ausencia de contacto físico no solo genera la muerte de neuronas en sus cerebros sino que, también, impide la producción de una cantidad suficiente de hormona del crecimiento dando lugar a un problema que se conoce como “enanismo psicosocial”. Necesarios, esenciales en el encuentro con el otro, más allá de los procesos químicos y hormonales que desencadenan, los abrazos son transmisores de amor y afecto.

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