miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Cómo es eso? amar o estar enamorado

Entre amar y enamorarse hay un mundo de diferencias

Existe una gran diferencia entre el enamoramiento y el amor. El enamoramiento es un estado emocional regido por el impulso sexual que nos obliga a encontrarnos en la intimidad con el otro. Por eso es muy común que los enamorados se apasionen, se obsesionen y deseen estar al lado de la persona que cree que ama.

Comparación
Muchos científicos han comparado al enamoramiento con la depresión, porque comparte algunos de los síntomas que caracterizan a ese trastorno: pérdida o aumento de apetito, pérdida o aumento de sueño o aplanamiento emocional.
En realidad, lo que sostiene el estado emocional del enamoramiento es una combinación de hormonas y respuestas químicas, como el aumento de testosterona en el hombre (que incrementa el deseo sexual) y la ocitoxina en la mujer, sumados a la producción de la feniletilamina en el cerebro, que es el compuesto orgánico del amor. Esto incita a que en los enamorados se altere la conciencia, ocasionando esa adicción al otro y el miedo a perderlo.

Surgen los celos
En el enamoramiento y debido a la idea de que la pareja nos pertenece se generan celos y por ende sufrimiento. El amor en cambio, no es un estado emocional, sino una construcción que se hace a diario con la persona que ha decidido acompañarnos a ser felices.
El deseo se acaba tarde o temprano, los niveles de pasión disminuyen y con este fin es que se puede ver a la persona que hemos escogido tal como es, sin las vendas que el enamoramiento nos ha instaurado, cuando se considera a la pareja un ser perfecto, ideal y que nos complementa.
A partir de este ‘despertar’ podemos amar al ser real y aceptarlo como es. Aunque las parejas pueden casarse enamoradas, esto no garantiza un buen matrimonio, donde además del enamoramiento se debe contar con compromiso, intimidad, valores afines y una buena comunicación.

Confusión
Durante la adolescencia es muy típico confundir el enamoramiento con el amor. En muchos casos esta confusión no solo se reduce al pensamiento del adolescente, sino también al de muchos adultos que confunden el deseo con amor.
Para amar es necesario que la persona se perciba completa, tenga cierto grado de madurez que le permita primar valores para construir su amor con un ser completo.
Esto comúnmente en la adolescencia no se da porque el adolescente está en pos de la construcción de su identidad y personalidad y está más llevado de la pasión y del deseo que del amor.

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