miércoles, 21 de noviembre de 2012

TAO, El camino del sexo con amor



“Todas las debilidades del hombre cabe atribuirlas a formas defectuosas de amar. La mujer es más fuerte en el amor, respecto del sexo y de la constitución, como el agua es más fuerte que el fuego. Quienes conocen el tao del amor son iguales que los buenos cocineros que saben combinar los cinco sabores en un plato apetitoso. Los que conocen el tao del amor y armonizan el yin (hembra) con el yang (macho) son capaces de mezclar las cinco dichas en un placer celestial; quienes no conocen el tao del amor morirán antes de tiempo y sin que ni tan siquiera hayan realmente gozado del placer amoroso". Así le dijo Su Nun al emperador Huang Ti, cuando este le comentó que se encontraba "muy abatido y falto de armonía", "triste, temeroso" y no sabía qué hacer
Las palabras de esta consejera demuestran la importancia que los antiguos chinos atribuían a las relaciones sexuales y al tao del amor y el sexo, que insta a controlar la eyaculación.
Mediante una serie de estrategias que permiten prolongar el momento del coito, los taoístas logran disfrutar del sexo sin necesidad de que se produzca siempre la emisión de semen.
El desarrollo de esa capacidad resulta ventajoso para ambos miembros de la pareja: evita la aparición del cansancio que invade a los hombres después de eyacular y, por consiguiente, permite que la mujer se satisfaga mucho más y no tenga que esperar a que este se recupere.
Surgido en China hace 14.000 años , el tao se diferencia de otros estudios acerca del sexo en tres conceptos fundamentales:

1. Parte del criterio de que "un hombre debe aprender a encontrar el intervalo correcto de eyaculaciones, de acuerdo con su edad y condiciones físicas (...) hacer el amor de modo que le satisfaga a él y a los deseos de su compañera y continuar practicando el acto amoroso (o reanudarlo), a fin de que su compañera alcance una completa satisfacción".

2. El segundo de los conceptos que plantea "entraña una revolución en el pensamiento occidental respecto al sexo. Los antiguos chinos creían que la eyaculación -especialmente la incontrolada- no representaba, con relación al hombre, el momento de mayor éxtasis".

3. Y el tercero se centra en la satisfacción femenina, señala Jolan Chang, en el libro El Tao del amor y del sexo.
Para los discípulos del tao "el amor es sin el sexo algo frustrante y enfermizo, carente de la armonía esencial del tao y el yang que brinda paz y serenidad a la vida", y el sexo es sin el amor "simplemente una función biológica que no nos lleva hacia esa mutua tranquilidad que todos necesitamos".
Los seguidores de esta filosofía aconsejan cultivar y desarrollar la capacidad de hacer el amor de una forma poética. Del mismo modo, sugieren la incorporación de un grupo de procedimientos muy efectivos en el control de la eyaculación.
Entre ellos está el famoso método cerrado, que consiste en retirar el pene 10 o 30 segundos antes de que el hombre sienta que está a punto de eyacular; volver a introducirlo después de ese tiempo y continuar el coito.

Otra forma de prolongar la cópula -apuntan- es oprimiendo durante tres o cuatro segundos, con los dedos índice y medio de la mano izquierda, un punto situado entre el escroto y el ano, y, al mismo tiempo, realizar una profunda inspiración.
A diferencia de la técnica de presión ideada por los sexólogos Masters y Jonson con el fin de retardar la emisión de semen, este último proceder es posible ejecutarlo en casi todas las posiciones. También permite que el hombre pueda aplicárselo él mismo sin necesidad de retirar el pene de la vagina.

La propuesta de Masters y Johnson requiere, además, que el varón avise a su pareja en el momento en que se acerque a la máxima excitación para que esta retire rápidamente el pene y presione el borde del glande durante tres o cuatro segundos.
Por otra parte, si bien es cierto que la presión sobre esa zona ayuda a que el varón sienta menos urgencia de eyacular, provoca que la erección disminuya entre un 10 y un 30%. Por eso el tantra es una opción interesante.

PALABRA DE TAOÍSTAS

- Los taoístas recomiendan una sesión amorosa llena de variaciones y exhortan a las parejas a construir "su propio templo", a que se relajen y se entreguen al disfrute y despierten el erotismo con caricias mutuas.
- Una gran cantidad de tiempo dedicaron los asiáticos a estudiar el acto sexual y la penetración. La razón -según plantean- radica en que "el coito es parecido a obtener electricidad" y "sin la fricción adecuada no se puede conseguir ninguna chispa"; sin esa fricción, los beneficios de la comunión del yin y el yang serían escasos.
- Ofrecen algunos ejemplos que pueden alentar la imaginación de los amantes; sin embargo, alientan a que cada cual intente descubrir sus propias posiciones y no se restrinja a repetir las que sugieren los libros, porque ningún ser humano tiene la misma constitución física.

LOS MORDISCOS DEL KAMASUTRA

- Mordisco de jabalí: el rastro que deja en la piel son como muchas filas de pronunciadas marcas, muy cerca las unas de las otras, y con intervalos rojos. Es un mordisco que suele hacerse en el hombro.

- La nube quebrada: consiste en desiguales levantamientos de la piel en círculo, producidos por los espacios que hay entre los dientes. El Kamasutra indica que este tipo de mordisco debe hacerse en el pecho.

- Mordisco escondido: es el mordisco que solo deja una intensa marca roja y que debe darse en el labio inferior.

- Mordisco clásico: cuando se toma entre los dientes gran cantidad de piel.

- El punto: cuando se toma una pequeña cantidad de piel de tal manera que solo queda una marca como un punto rojo. La línea de puntos: mordida con todos los dientes.



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