miércoles, 6 de marzo de 2013

¿Ama de casa o trabajar afuera?, ¡puedes con los dos!



Dice Ingrid Saavedra, sicóloga familiar, que todo ser humano tiene derecho a autorealizarse, a sentirse pleno, capaz y competente en las diferentes áreas de su vida. Las mujeres poseedoras de un cuerpo, un intelecto, un alma, frente a la posibilidad de equilibrar estas tres áreas, muchas veces opta por el desempeño máximo en solo una de ellas. De acuerdo a nuestra época, señala que hay dos posiciones:

La mujer exitosa
Esta figura genera frustración a quien no cumpla con éste requisito y se aboque a la crianza y organización del hogar. Hoy ya no se observa sentimientos de culpa por dejar a los niños al cuidado de otras personas, mientras esto le genere mayor éxito profesional y mayor ganancia. Mayor posición frente a otras mujeres y hasta frente al esposo.

La mujer de la casa
Otra posición es la de la mujer que se sumerge únicamente en la vida del hogar, intentando tapar temores, frustraciones. Ahogando sus proyectos personales permanentemente y descuidando su crecimiento personal. Saavedra opina que la mujer no tiene porqué sufrir. Somos seres integrales, compuestos de cuerpo, mente y alma ¿por qué no desarrollarnos en todas las áreas? , se pregunta la experta, “simplemente distribuyendo sabiamente nuestro tiempo”.

En una entrevista publicada por www.enfemenino.com, Anna Quintero, gerente de marketing de Infojobs, la bolsa de trabajo por internet más importante de España, dice que concilia su vida laboral con la familia “teniendo muy claro que mi trabajo es criar y educar a mis hijos. Trabajo para ganar el dinero necesario para llevar a cabo mi principal tarea, que son ellos”. Ella pone en relevancia la corresponsabilidad que tiene con su esposo para llevar adelante su misión y revela que nunca ha necesitado contratar ayuda. Eso sí, tiene menos tiempo para sí misma, pero no lo considera ‘un sacrificio’, porque su trabajo y la labor de madre la apasionan.

Reflejando que este puede ser un sueño hecho realidad para la mayoría de las madres, nuestra sicóloga agrega que en la vida de una mujer puede haber etapas de crecimiento profesional, de mayor organización familiar, de mayor atención a los hijos. De la aceptación, integración y equilibrio de todas las etapas podemos tener satisfacciones.

Y también recapacita: “renunciar por periodos a nuestros proyectos personales por dedicar tiempo a nuestro hogar no significa fracaso. Es quizás un momento de mayor entrega a los seres que amamos”.

¿Y si la renuncia es permanente?
Existe el ‘síndrome del ama de casa’ que puede afectar la salud de las mujeres causado por el estrés, el aislamiento, la rutina y el trabajo no reconocido. Esto lleva a la depresión, sentimiento de culpa y una sensación de vacío.

El sitio www.todamujeresbella.com advierte sobre el desgaste físico por recoger objetos, hacer camas, lavar, planchar ropa, etc., que puede ocasionar que una ama de casa se agache hasta 150 veces al día. ¡Sorprendente!

Trabajar afuera, dice la columna, divide en dos a la mujer, porque debe cumplir un horario laboral y luego mantener en orden la casa, llegando a olvidarse de sí misma y cayendo en depresión. Los estados de humor suben o bajan de acuerdo al momento y se acumulan los pensamientos negativos: “a nadie le importo” “mis amigas no se acuerdan de mí”, “nunca tengo dinero para comprarme algo”, “mi esposo me culpa de todo”, “no soy buena para nada”.

Si no estoy bien, nadie en casa estará bien
Para que todo funcione bien en el hogar, la mujer debe sentirse bien antes que nadie. Sea que elija dedicarse completamente a la familia o compartir su tiempo con un trabajo afuera, hay que pensar en que no se puede dar más de lo que se tiene. Ingrid Saavedra opina que falta priorizar, porque la mujer es capaz de ser y sentirse exitosa en sus dos roles. “En un sano equilibrio, aunque a veces implique postergación de nuestros proyectos, debe primar el orden de cosas en nuestra vida”.

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