jueves, 28 de marzo de 2013

En secreto me enamoré de mi jefe ¿qué hago?

Patricia N nos contó su historia. Se enamoró de su jefe en una oficina pública, porque él, con mucha caballerosidad, le daba las órdenes que correspondían y siempre se mostraba atento. Pero él nunca pensó en enamorarla, simplemente actuaba con educación. Ella comenzó a imaginar que podría darse una relación. Un día lo escuchó discutir por teléfono con su esposa, ahí se enteró de que era casado, y sintió celos. Comenzó a sufrir el tormento del enamoramiento que surgió por admiración y fue a contarle su situación a una amiga.

-“A mí también me pasó”, le respondió su amiga. Le relató que su jefe en una radioemisora era soltero, buen mozo, profesional, de buena locución. Pero que tuvo que renunciar debido a que él jamás se percató de las muestras de cariño que le daba. “Felizmente conseguí otro empleo, eso me ayudó a superar la frustración”, indicó. Luego le sugirió a Patricia que acuda al Sos Feminísima, que forma parte de la revista Para Ellas, porque ahí fue que encontró consejos de la abogada Silvia Suárez.

Ahora, que trabaja en una empresa privada, Paty, como le dicen en su casa, considera que esto se da por la cercanía constante hombre-mujer en el trabajo y mucho más si es junto al jefe al que generalmente se lo admira por su posición. Y, puntualmente, que la solución la tiene la mujer. “Si una persiste en conquistarlo sabiendo que es casado y con hijos, al final somos nosotras las que terminamos mal, sufriendo por no reconocer que esas relaciones nunca terminan bien”, reflexionó Paty.

La sicóloga Bitia Vargas indica que en muchos casos resulta muy común el hecho de que una mujer se enamore de su jefe casado porque él suele deslumbrarla y surge la malsana intención de quitárselo a la esposa.

La educación recibida en el hogar tendría que ser un freno para evitar caer en tales tentaciones.

Respecto a esta situación, la sicóloga Ingrid Saavedra, asegura que la atracción por lo prohibido, la idealización y el magnetismo del poder pueden confundir los sentimientos.

“Es riesgoso. Puede que el costo de mantener una relación desigual al final sea muy alto”, advirtió.

El problema es que cuando un jefe o una empleada se arriesgan en una relación sentimental quedan expuestos delante de compañeros, o incluso clientes”, dice Claudia Torres, experta en conducta humana.



Prestigio, en el trabajo uno de los valores que mujeres y hombres más deben cuidar es la reputación. Una relación sin base puede ser perjudicial

Actitud, para no dejarse llevar por la pasión, la solución es sentirse seguras de sí mismas, con los propios logros, con mucha autoconfianza



Situación

Existen historias de mujeres que aman a sus jefes
Unos casos son platónicos, donde hay conciencia de lo imposible. Pero en otros la admiración se confunde con el amor. Es malo involucrar sentimientos personales con los profesionales


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