jueves, 25 de abril de 2013

Mi hijo no tiene amigos



Nunca trae a nadie a casa, hace las tareas sin sus compañeros, no sale los fines de semana... si tu hijo adolescente o joven trata de evadir las relaciones amistosas prefiere estar solo, quizá es porque algo anda mal. La observación y la comunicación servirán para identificar el problema.

“Si tiene más de 15 años y no está socializando con los demás, puede deberse a que es una persona insegura de sí misma o quizá atraviesa problemas de autoestima. Si tiene problemas para incluirse en un grupo puede ser resultado de no haber desarrollado habilidades sociales en la infancia”, explica la psicóloga Susana Sáenz.

Si sucede después de los 13 o 14 años, aún puede tratarse de una situación eventual, expone el psicólogo Carlos Velásquez, quien cree que en algún momento va a solucionarse.

Eso sí, es importante saber si lo que le está pasando al adolescente tiene algo que ver con un asunto personal o con un problema en la casa con los padres o hermanos. Para salir de dudas hay que conversar el tema amplia y abiertamente.

Sáenz señala la posibilidad de que se deba a los cambios físicos que está experimentando y que lo deprimen al punto de no querer compartir charlas ni experiencias con los de su edad. De ser así, es sólo una etapa que pasará.

Los jóvenes de 15 a 17 años tienden a ser más retraídos. “Cuando son más grandes, esto no debería pasar, porque ya están más maduros e independientes y necesitan desarrollar la facilidad de relacionarse, porque pronto tendrán que desempeñarse en un espacio laboral e, incluso, formar una familia. Si no lo consiguen, estarían en un grave problema que debe ser tratado”, advierte Velásquez.

Si la vida solitaria se prolonga hasta la universidad, después de los 18 años, preocúpate. “Hay que ver si son chicos muy tímidos que no consiguen relacionarse; si son muy exigentes, selectivos y críticos con lo que pretenden encontrar en sus compañeros o si sólo no ha sabido cultivar amistades”, añade Sáenz.

Si tu hijo no ha logrado hacer amigos aun en la juventud, busca ayuda profesional, porque esta particularidad también hará que le sea difícil conseguir una pareja. Velásquez sugiere asumir estrategias que le ayuden a superar esta debilidad.

Para encontrar una solución se debe generar primero un espacio que les permita relacionarse con gente que comparta sus preferencias por la música, el deporte u otros que le permitan conectarse con las demás personas.

Es importante también dar el ejemplo: mostrar que la amistad y el trabajo en equipo son buenos. Si tú no lo demuestras, ellos no lo creerán.Si bien no es un tema que deba asustarte, es bueno que sea tu hijo quien genere la demanda de pedir ayuda. “No se puede forzar a que esto mejore si el adolescente o joven no lo pide”, advierte el psicólogo.

Comunicación

Lo más importante es que abras los canales de comunicación con tu hijo y si sientes que está muy cerrado, entonces busca ayuda psicológica. Motiva la relación con sus amigos facilitándole ciertos caminos, como reuniones en casa, llamadas telefónicas o paseos.

Causas

Detecta si tiene baja tolerancia a la frustración, timidez o miedo. Tu hijo puede sentirse solo aunque aparente lo contrario o se ufane de su retraimiento.

Alternativas

Incentiva la posibilidad de que forme parte de grupos de canto, deporte, talleres y otros para que encuentre a sus pares, si no los encontró en el colegio o en la universidad. A esa edad es importante para ellos formar parte de algún grupo.

Fuentes: Susana Sáenz y Carlos Velásquez, psicólogos


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