miércoles, 29 de mayo de 2013

Ojo.. con el hijo sándwich

Al primogénito se lo cuida porque es el primero, se le exige para que madure y se le brinda todas las atenciones para que no se sienta mal ante la llegada del resto de los hermanos. Al menor, se le mima, atiende y comprende todo, por ser el último de la lista. Pero, ¿qué pasa con el del medio?. Según los expertos en psicoanálisis, existen dos extremos que los hermanos del medio o la generación sándwich asume: la independencia introvertida o la independencia rebelde.

El síndrome del hermano del medio. Aunque usted no lo crea, cuando se tiene una familia de tres hijos, uno de ellos queda al margen de las obligaciones, como de los privilegios. "Los padres o tutores a veces lo hacen involuntariamente, relegan al del medio porque creen que el mayor los vigila y se dedican al último", explicó la psicoanalista Bethania Ortega. Pero, ¿cómo evitar esta situación?, la psicoanalista nos sugiere algunos consejos.

Equidad en la casa. Ortega recomendó que lo más saludable para los padres, como para los chicos es llevar las tareas del hogar equitativamente. "No se trata de centrar la responsabilidad solo en el mayor, hay que ser justo y asignar labores según la edad y capacidad a todos", aseveró.

Divida su tiempo. Pasar tiempo con sus hijos es lindo, pero es mejor si a cada uno le da un espacio y hora determinada. "Así el trato será el mismo para los tres o cinco, o tal vez siete", señaló la psicoanalista.

Hablar no cuesta. Besarlos, abrazarlos y sobre todo decirles cuántos los queremos no tiene precio para nosotros, pero sí para ellos. "Un te amo por la mañana o antes de dormir, les ayuda a saber literalmente que son importantes", remarcó la profesional.

No solo los critique. Así como hay que regañarlos por las travesuras que hacen, "también hay que felicitarlos, por la buena tarea o acción del día, eso los impulsa a creer en ellos mismos", apuntó Ortega.

Conozca qué hace. Para la psicoanalista, muchos padres desconocen a detalle qué hacen sus hijos durante el día. "No se trata de hacer una crónica diaria, ni de mantenerlos controlados. Se trata de compartir y conocer qué hace o qué hizo mi hijo", remarcó Marcia Moreno, psicóloga escolar. La profesional destacó que para hacer esta actividad se debe encontrar un momento adecuado, sea al mediodía o minutos antes de irse a la cama.

Cada uno es diferente. De todos, el más importante es éste. Hágales saber a los tres que son diferentes, que cada uno tiene sus virtudes, como sus debilidades y que por ello no espera que ninguno sea igual al otro, "porque valora y respeta su individualidad", recordó Moreno.

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