domingo, 30 de junio de 2013

Amigo de mi ex la regla dice no, ¿pero?

Cecilia y Alberto estuvieron casados durante tres años. No tuvieron hijos y como no se entendían muy bien decidieron divorciarse en términos amigables. Ella se fue a Estados Unidos a buscar mejores horizontes. Al tiempo, él también emigró al país del norte y allí se volvieron a encontrar.

Esta expareja entabló una bonita amistad que se mantiene hasta hoy en día. Cada cual tiene una nueva pareja e hijos. Ambas familias se llevan muy bien e incluso cada cierto tiempo se juntan para compartir con los chicos, que también son buenos amigos.

Esta es una de las pocas excepciones a la regla general que asegura que no puede darse una sincera amistad entre una expareja, afirma la sicóloga Nadia Rocabado, salvo que la relación se haya dado cuando ambos eran adolescentes y en esta etapa el noviazgo suele ser pasajero.

Sin embargo, prosigue, en la juventud y en la edad adulta, donde las relaciones son más estables e intensas y está el sexo de por medio, es muy difícil que se dé la amistad entre los ex.
También depende de la dinámica de la pareja. Si una relación fue tormentosa o cada cual estaba por su lado, cuál fue el motivo de la ruptura (celos, engaño, incomprensión, etc.) y los sentimientos que quedaron: odio, rencor, tristeza, añoranza, cariño, etc.

Este fenómeno de ser amigo con el ex puede darse, sobre todo, entre los adolescentes porque todavía están en ensayo acerca de lo que es el amor y la pareja, indica la sicóloga Liliana Zabala.

Historias que se repiten
Marcela y Javier se casaron cuando estaban muy jóvenes y apenas habían terminado el colegio, debido al embarazo de ella. La relación se fue deteriorando y el matrimonio no duró ni dos años.

Hasta ahora, pese a tener una hija en común de 10 años, no se llevan nada bien. Incluso el tema de llevarse a la niña el fin de semana o para las vacaciones es un motivo de problemas y discordias. “¿Amigos con mi ex?” Imposible, asegura Javier.

Muchas son las historias similares a las de Marcela y Javier, debido a las heridas que quedan después de que se termina una relación, indican los especialistas. Este es uno de los motivos que dificulta que exista una buena amistad, así como tampoco es usual que la nueva pareja entienda ese acercamiento ‘amistoso’.

Rodrigo y Maritza fueron novios durante dos años, pero rompieron y después de varios años se volvieron a encontrar, ambos con familias ya formadas y sus hijos como compañeros de escuela. Esto fue el motivo para que las dos parejas se vuelvan muy amigas, sin importar el pasado.
“Con Rodri y su esposa somos muy amigos. Creo que esto se dio porque los dos somos personas muy maduras, al igual que nuestras parejas que no se hacen problemas al saber que fuimos novios, pero como eso pasó hace tantos años que no nos afecta ni nos incomoda”, cuenta Maritza.
Zabala explica que luego de transcurrido el tiempo la amistad es probable en parejas que no tuvieron mucho relacionamiento. Ambos pueden llegar a ser amigos, añade, aunque no íntimos.
“No obstante, cuando terminan enemistados porque uno de los dos defraudó la confianza de su cónyuge o hubo daño de por medio, la otra persona no desea ningún acercamiento con su ex y más bien se convierten en enemigos declarados”, asegura.

La ruptura siempre es más
dolorosa para uno de los dos
En criterio de la sicoterapeuta Mónica Rivero, generalmente toda separación es más dolorosa para uno de los cónyuges porque uno de ellos es el que inicia la ruptura.
El más afectado es el que a veces hace todo lo posible por dañar de una u otra manera el bienestar de su expareja al utilizar a los hijos como escudo o como excusa para causar dolor, situación que, como personas maduras, hay que evitar por el bienestar de los chicos.
Agrega que en estos casos es importante la madurez y tomar conciencia que los más afectados siempre son los hijos, razón por la que se hace necesario, si bien no convertirse en buenos amigos, llevar por lo menos una buena relación por el bien de los chicos.

Difícil, pero no imposible
Llegar a ser amigos con el ex es difícil, pero ¿por qué no? Se pregunta Liliana Zabala. Sin embargo, aconseja poner límites porque la expareja puede tomarse algunas atribuciones que no le corresponden, como los celos y el control de sus actos.

En este sentido, recomienda esperar un tiempo adecuado para iniciar una nueva relación, ya sea de cortejos o de matrimonio y, sobre todo, no confundir a la anterior pareja ni darle lugar a que sean amigos con derecho.

Remarca que llegar a ser buenos amigos va a depender de cuánto era el compromiso. Si fue una persona que les hizo mucho daño, lo más prudente es alejarse por salud mental y para no convertirse en una especie del síndrome del recuerdo tormentoso.

Si tienen hijos en común, lo más aconsejable es que el diálogo siempre sea ameno y referente a los chicos, en busca de la negociación de la custodia y la tenencia de ellos.

¿Es recomendable?
Rocabado considera que en la mayoría de los casos no es conveniente ser amigos con la expareja, porque para que todo quede en el pasado toma su tiempo y la distancia es lo más adecuado. Lo ideal es que queden como conocidos y haya una relación cordial.

“La mayoría de las personas a las que he atendido piensa que no se puede ser amigos verdaderos con los ex. Es que cuando se ha compartido tanta piel con una persona es difícil verse simplemente como amigos”, asegura la terapeuta.

¿Es bueno o malo ser amigos? Rocabado dice que depende de las circunstancias que promueven esa amistad. Si son compañeros de trabajo, de universidad, vecinos, tienen amigos en común es bueno tener una buena relación. ¿Confidentes? Solo el tiempo lo dirá. “Lo mejor es tener una relación de cordialidad y respeto”, manifiesta.

¿Por qué buscan su amistad?

Nadia Rocabado indica que primero hay que preguntarse ¿por qué quieren ser amigos con el o la ex? Si la respuesta es porque no desean perder la intimidad y el sexo con esa persona pero sin tener ningún compromiso, no hay amistad, sino un interés sexual.
Si es porque extrañan a su ex, no es porque quieran ser amigos, sino porque están buscando un pretexto para retomar la relación y, por último, si es porque les gusta su compañía y se sienten bien a su lado, no es por amistad, sino que hay dependencia emocional de esa persona.

Resalta que solamente se puede llegar a ser amigos cuando el pasado queda atrás y no se trae al presente ni se andan recordando las cosas que hicieron juntos, cuando ya no se ven como hombre y mujer ni hay deseo de por medio o cuando el tiempo hace lo suyo y cada quien busca su rumbo.
Si es que quieren ser de verdad amigos, entonces hay que poner límites y rayar bien la cancha, respetar la relación de cada quien y actuar como cualquier otro amigo.

Liliana Zabala recalca de que si es que los ex entablan una amistad, corren el riesgo de volver a enamorarse o quizá nunca dejaron de estarlo y solo hubo orgullo y malestar, ya que hay casos de parejas que han vuelto a casarse después de muchos años de estar separadas.

Consejos
Liliana Zabala recomienda esperar que pase el tiempo, dejar que las cosas vayan sin obligarlas, no rogar ni buscar ser amigos con derecho, porque vivirán en la penumbra, no confundir el amor con la obsesión. Si se trata del excónyuge, no dejen que controle sus vidas y si tienen hijos, rayen la cancha y pongan límites. Si les hizo daño, lo mejor es alejarse para siempre por salud mental.

Si existe una amistad entre los ex, para evitar malos entendidos con la nueva pareja, es importante pasar más tiempo con ella, no convertir al o la ex en su confidente y transmitir seguridad a su cónyuge.

El excónyuge puede cooperar actuando con respeto y cautela, haciéndose amigo de la nueva pareja, mostrándole y transmitiendo sinceridad



Cuando hay hijos de por medio

Es necesaria una buena relación

La terapeuta familiar Mónica Rivero brinda algunas pautas para tener una relación sana entre los padres divorciados:

- Si bien es difícil llegar a tener una buena relación de amistad, por el bien de los hijos es importante el buen trato entre los progenitores.

- Escuchar su opinión sin juzgar y sin condenar.

- Hablar con respeto, no insultando ni gritando, recuerden que es el padre de sus hijos ahora y siempre y si no lo respetan, ellos en su adolescencia tampoco lo harán.

- Que los hijos vean el acuerdo mutuo que existe entre ambos a pesar de no vivir juntos, esto le brinda un mayor equilibrio, más aún en la adolescencia.

- Para los cumpleaños de los hijos o en ciertas fechas importantes para ellos, es necesario estar ambos presentes y siempre decirles: te amamos.

- Los hijos deben ver la buena comunicación entre ambos, el diálogo, el acuerdo y la comprensión, así les dan una seguridad interior.

- Finalmente, es necesario e indispensable mantener una buena relación con el padre de sus hijos por el bienestar mental y emocional de ellos.

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