jueves, 15 de agosto de 2013

¿Es bueno vestir a tu niña de rosa?



El sueño de muchas mamás es vestir a su niña de rosa y fuccia, quizá porque eso hicieron con ella, por el recuerdo de la muñeca preferida o simplemente porque considera que así se verá más tierna, dulce y delicada.

Lo que no sabe esta mamá es que también podría marcar la vida a su hija, limitando sus roles y personalidad. “Estos colores, utilizados con frecuencia y casi como norma en los años 60 y 70, reducían en cierta forma los espacios que podían tener las mujeres. Eran tan delicadas, que jamás pensarían en jugar fútbol, sino sólo en dedicarse al ballet”, explica la psicóloga Susana Saenz.

La marea rosa surgió en Estados Unidos tras la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Los años 50 se tiñeron de colores pastel, con el rosa asignado a la mujer. Una clara señal fue que Dodge lanzó en 1955 su modelo La Femme, pintado en rosa y blanco, retrata cookingideas.es.

En revistaarcadia.com, la columnista Carolina Sanín, en Por qué vestir a las niñas de rosa, explica que “antes el rosado era un color de uso exclusivo de las niñas, así como el celeste lo era de los varones. Esto marcaba su personalidad durante su crecimiento, sobre todo en ellas, haciéndolas más delicadas, suaves, cuidadosas”. En cambio, ellos no estaban tan limitados y podían usar el negro, azul, blanco, verde u otros.

Sanín se pregunta: “¿Cómo no me había dado cuenta de que la insistencia en vestir de rosa a las niñas era concomitante con la infantilización de las mujeres? ¿Cómo no se me había ocurrido que la ubicuidad del rosa era inseparable de la ubicuidad de la desnudez femenina?”

Tras más de 40 años, las féminas son libres de elegir el color que les agrade. “Hombre y mujer pueden hacer las actividades que quieran sin importar el sexo”, agrega Saenz. Sin embargo, pese a los avances, cuando un bebé nace, ellas mismas todavía escogen el rosa pálido o el celeste después de conocer el sexo del bebé.

Por eso, ante la fuerte carga del rosa, lo importante es dejar que sean las niñas las que elijan los tonos que quieren usar, pero dándose cuenta de todo el espectro cromático y de lo que pueden expresar con él.

No la obligues

Si le gusta vestir de celeste, colores chillones, grises o muy claros, es cosa de ella. No la obligues a vestir como una muñequita. Si prefiere los pantalones en lugar de los vestidos, está bien: esto no cambiará su personalidad, al contrario, le dará seguridad en su estilo.

Las ‘fresitas’

Aunque no es tan común, algunas adolescentes actuales suelen llamar a sus compañeras que visten de rosa ‘fresitas’, esto las cataloga como las chicas débiles, asustadizas y delicadas. Si tu niña tiene preferencia por estos colores, enséñale a que eso no debe afectarle y que debe ser ella misma, esté donde esté.

Ir de compras

Cuando visitas una tienda para niñas menores de cinco años, mucho de lo que te ofrecen, si no es enteramente rosado, al menos tiene un detalle de ese color. Busca otras opciones o inventa atuendos con colores diferentes para que ella pueda ver qué color le queda bien.

Fuente: Susana Saenz, Psicóloga, Con datos de: revistaarcadia.com y cookingideas.es

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