jueves, 12 de junio de 2014

El club de los corazones rotos



Una pena de amor es lo que tienen en común las personas que asisten al Club de los Corazones Rotos. Sentadas en círculo, en esta ocasión, todas las participantes son mujeres y nunca antes se han visto. Han coincidido en el mismo lugar a raíz de una convocatoria pública realizada por Facebook, que invita a todas las personas que tienen el corazón roto a encontrar un espacio de apoyo.

Elba Elena y Anahí Navarro son dos psicólogas con especialidad en terapia sistémica breve, que juntaron sus conocimientos para emprender un espacio de apoyo terapéutico llamado Alma Sana, donde realizan sesiones para el bienestar colectivo en distintos temas.

“El objetivo es asistir a las personas que están atravesando dolor o un momento difícil en el amor”, explica Navarro y agrega que la gente que terminó una relación, la que está con problemas con su pareja, la que quiere volver a empezar, la que quiere cerrar círculos o cortar con alguien que no le hace bien puede encontrar el apoyo terapéutico en el grupo. “Si una persona está feliz, está bien todo”, enfatiza.

Ha llegado la hora de empezar. Las asistentes se miran y observan curiosas porque para ellas todo es nuevo. Las dos psicólogas se presentan: la idea es que se rompa el hielo y que cada una diga su nombre y ocupación. Las presentaciones se desarrollan naturalmente. La mayoría de las mujeres no tienen más de 30 años, sin embargo el grupo está abierto a todas las edades y géneros.

“El proyecto es nuevo y surge como una forma de ayudar, porque muchas personas temen ir al psicólogo; hay muchos prejuicios al respecto, cuando en realidad no debería ser así”, explica Elena.

Nadie está obligado a nada, pero todas han decidido compartir sus historias de amor y desamor. Así se entabla mayor empatía entre todas. “Lo positivo de los grupos es que te ves en el otro. Hay personas que como tú están pasando un momento duro. Cuando tus amigas ya no te quieren escuchar, en el grupo tienes quienes lo hagan”, agrega Elena.

Las dinámicas dentro de la sesión se desarrollan apoyándose en lo simbólico. Las asistentes cuentan con cuadernos, donde les piden que dibujen distintos estados de su vida. Es como reflejar el interior de las personas por medio de un objeto.

“Hay hombres que nos contactan por las redes sociales. Ellos también están invitados a las sesiones que tenemos. Los hombres, aunque pareciera que no sufren, sí lo hacen, solo que no suelen hablar de su dolor”, dice Navarro. “No es que el terapeuta te da la solución, sino que se trata de una construcción que se hace con el paciente. Hay que fortalecerlo, usar herramientas del pasado para emplearlas en el presente. Tienes dos caminos: mantenerte en el drama o enfocarte en las soluciones. Cuando se sale de estos procesos de dolor, creces y sanas”.

El autoconocimiento es clave para buscar relaciones sanas y satisfactorias y es lo que busca este grupo de apoyo. El precio por una sesión para el Club de los Corazones Rotos es de Bs 15 y se desarrolla cada viernes a las 18.00. “Las personas, cuando sienten que han concluido el tiempo de participar, se marchan para que lleguen otras. Sanan”, expone Elena. La sesión ha terminado y las participantes se retiran con un sonrisa. Lo más seguro es que sea de esperanza.

Técnica

En EEUU se desarrolló la terapia breve que surge porque los seguros solo cubrían cinco sesiones y se necesitaban resultados rápidos. La idea es que cambios pequeños produzcan grandes transformaciones.

Enfoque

Las psicólogas utilizan el enfoque sistémico, que consiste en que la persona tiene su propio sistema y la idea es que mejore su interacción en el sistema en el que está inmersa para manejar sus relaciones.

Patrones

Cuando una relación no se cierra, se arrastra el patrón en las siguientes. Se busca a la misma persona con diferente rostro para repetir la misma historia, que en muchos casos trae sufrimiento.

Fuente: Club de los Corazones Rotos, edificio Hermann (El Prado), piso 12, oficina 1205 (72088676 - 70164656 ).

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