jueves, 7 de agosto de 2014

La imaginación, el ingrediente especial para el orgasmo

La investigadora estadounidense Elisabeth Lloyd en su libro The Case of the Female Orgasm (Harvard University Press), que recoge datos de los últimos 80 años, señala que únicamente el 25% de las mujeres suele tener un orgasmo vaginal durante el coito.
Mientras el hombre suele alcanzar el clímax con una mayor facilidad, 5% del sexo femenino manifiesta que jamás llega a la plenitud del orgasmo.
Es muy probable, como sugiere una nueva investigación, que ello se deba a la visión mecánica y puramente física del sexo heterosexual, que olvida aquello que resulta decisivo en la satisfacción sexual de la mujer.

Nada del tamaño del pene, de la habilidad del hombre en la cama, del atractivo de la otra persona o del momento del día en el que se practica el coito.
"Lo que de verdad importa es la concentración y aquello que pasa por la cabeza de la mujer durante el acto sexual”, concluye la investigación dirigida por el sexólogo Pascal de Sutter, de la Universidad de Lovaina, en Bélgica, y publicado en el último número de la revista Sexologies.

Aquellas mujeres que se definían como "orgásmicas” (es decir, que solían disfrutar de orgasmos con una alta asiduidad) eran las que solían tener más pensamientos eróticos y fantasías sexuales durante el acto.
Por el contrario, las que manifestaban una menor satisfacción sexual eran las que se distraían de manera más frecuente en la cama, agrega El Confidencial.
Con una particularidad, que es que tanto unas como otras tenían un nivel semejante de pensamientos eróticos cuando se masturbaban en la intimidad sin la presencia de sus compañeros.

El poder de la mente

Durante siglos, la mujer ha visto cómo le era negada la capacidad de manifestar sus inquietudes y fantasías sexuales, hasta el punto en el que la creencia más popular afirmaba que las mujeres, simplemente, carecían de deseo. Quizá por ello los investigadores califiquen de "sorprendentes” los resultados de la investigación señalada.
Sin embargo, éstos parecen claros: lo cognitivo juega un papel más importante en el orgasmo femenino que lo físico.



Como explica el estudio, las mujeres no suelen tener ningún problema en centrarse en sus pensamientos eróticos cuando se encuentran solas.
Sin embargo, es en el encuentro con su compañero (o compañera, como ocurría en un 10% de los casos) cuando empiezan a surgir los problemas, en muchos casos, ligados a la inseguridad o al estrés, que provoca que se pierda la concentración y la mente empiece a divagar durante el coito. Una conclusión que refuerza lo que ya habían sugerido previos estudios.

En muchos casos, esta imposibilidad para abstraerse de lo cotidiano está impulsada por la inseguridad ante la propia imagen o el peso, una obsesión en los patrones estético del siglo XXI.
Sin embargo, en la mente todo es perfectible y ahí está el quid de la cuestión llegado el momento.

Imaginación y sexo

Imaginario Mientras que para el hombre la mera visión del acto sexual es más que suficiente para conseguir que llegue a un estado de excitación, en el caso de la mujer la imaginación juega un papel crucial. De ahí que se suela dar más importancia a lo contextual y narrativo que a lo visual.
Lúdico Durante mucho tiempo se intentó solucionar los problemas para alcanzar el orgasmo de muchas mujeres a partir de los llamados ejercicios sexuales. Éstos parten de la suposición de que esta imposibilidad tiene un origen físico, por lo que fortaleciendo el suelo pélvico, que se contrae durante el orgasmo, puede mejorarse la función sexual. Son los conocidos ejercicios Kegel.

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