viernes, 5 de septiembre de 2014

Seis lecciones de seducción para aprender de las mujeres francesas

Los labios rojos, una falda que deja ver sus curvas, una mirada profunda, sexy y, sin más ni menos, los hombres caen derretidos a sus pies. ¡Oh là là!
Se dice que las mujeres francesas son verdaderas maestras de la seducción y el romance, que nadie más que ellas tienen un "glamour" y una lencería súper "chic" que las hecho ser reconocidas mundialmente como las mejores amantes.
¿Mito o realidad?
Las películas y la literatura abundan. Aunque para darse cuenta es cosa de visitar el país galo y descubrir que la mayoría de las mujeres saben bien cómo arreglarse para verse siempre "deslumbrantes" y hacerle gala a esa imagen icónica que las antecede.
Para la psicóloga Constanza del Rosario, especialista en género, sexualidad y relaciones de pareja, existen muchos tipos de mujeres francesas y, probablemente, no todas son el icono sofisticado parisino que parece estar sacado de la revista "Vogue". Pero está de acuerdo con que en el inconsciente colectivo se las asocie con la imagen de seducción.
Razones dice que pueden haber muchas y nombra a la Revolución Francesa -representada por la imagen de una mujer con pecho descubierto en el afamado cuadro de Eugène Delacroix- y a que Francia es asociada a burdeles con espectáculos de alta calidad, comida y fiestas en exceso como el Moulin Rouge.
"También está que las primeras mujeres que luchan por la emancipación femenina y dan pie a la liberación sexual son francesas, Olympia de Gouges, Simone de Beauvoir, entre otras. Está Mayo del 68 francés, que reclamó la libertad a través de la liberación sexual; la literatura erótica de Anais Nin; la voz de Édith Piaf; la sensualidad de Briggitte Bardot; la suavidad y feminidad de Amélie", comenta.
Es decir, existen razones que hacen que las mujeres francesas sean mundialmente consideradas como las abanderadas de la libertad sexual, erotismo, sensualidad y elegancia.
¿Qué aprender de ellas?
La especialista propone reflexionar y asimilar la integración que ellas han hecho de su femenino, convirtiéndolo en su máximo esplendor.
"Son mujeres resueltas, empoderadas, seguras, confiadas y conectadas con su erotismo, el cual despliegan con feminidad, sensualidad y elegancia", afirma Constanza del Rosario.
Además, la especialista dice que las francesas saben que tienen los mismos derechos que un hombre pero no compiten ni intentan ser uno de ellos, sino que se relacionan a la vez desde la igualdad y la diferencia, permitiéndole a su pareja ser y sentirse varonil, desde la autoestima, la confianza y la seguridad el amor, donde el sexo sabe más bueno.
Ahora, ¿qué aprender de ellas en la práctica, en tu día a día? Constanza del Rosario enseña qué destacar y aprender de las francesas. ¡Toma nota!
Lección 1: El flirteo como filosofía de vida: Vivir en una actitud seductora, entendiéndola no como una disposición a engañar o manipular sino a estar conectados y conscientes de nuestro cuerpo, nuestro leguaje corporal y nuestros cinco sentidos claves en la vivencia de la sensualidad. Esto no sólo fortalece nuestra autoestima y enriquece nuestra vida de pareja y sexualidad, sino que nos da libertad, juego y satisfacción personal.
"Las chilenas tendemos a ser más mentales, a tensionar el cuerpo, a poner distancias, a hacer lo debido, a estar a la defensiva y a reprimirnos por miedo al qué dirán o qué se mal entienda su actitud. Por eso que hacer de la sensualidad una filosofía de vida, es como vivir de viaje y descubrir el mundo día a día", recomienda.
Lección 2: Mujer proactiva y desinhibida: Los hombres posmodernos agradecen esta actitud y encuentran sexy que una mujer vaya en búsqueda de lo que quiere y exprese su deseo. Ahora bien, ello no desde una energía masculina sino que desde el estilo de seducción propio de una mujer que es más delicado, que seduzcan a través de sus encantos femeninos para animar a un hombre a una aventura erótica.
"Ellos quieren tener sexo con una mujer no con alguien que se comporta como uno del Club de Toby, pero los chapados a la antigua y en especial, los machistas no aprecian la actitudes de búsqueda de placer femenino y tienen a devaluar rápidamente a una mujer que quiere una aventura casual de una noche", advierte.
Lección 3: La actitud positiva: Con ella te ahorras quedarte pegada o involucrarte en relaciones que no tienen futuro. No hay que confundirla con la idea de las relaciones desechables en una lógica de consumo, sino una actitud que permita establecer relaciones de larga data y de futuro favorable.
"Evitarás también el caer en los peligrosos vicios de la rutina, comodidad y la seguridad al considerar el otro como una posesión que le debe exclusividad", aconseja Constanza del Rosario.
Lección 4: El sexo y su valoración: No sobrevalorar el sexo coital sino que disfrutar, conectarse con lo que sucede anterior a la penetración. Las francesas creen que la penetración es la guinda de la torta, pero no la torta y si una mujer no ha sido bien estimulada, porque el compañero va "dos cucharadas y a la papa" o insiste en usar alguna técnica que ella, le ha señalado más de alguna vez que no lo agrada, la huelga se viene.
"Pero sin ponerse floja ni permitir que la sequía vaya en aumento", advierte.
Lección 5: Independencia afectiva: Esto quiere decir, no tener miedo de dejar una relación que no es para ti por el que dirán o por miedo a la soledad, sino que al siguiente realizas un mejor proceso de selección. Además, te relacionas desde el amor a ti y al otro, desde la valoración y aceptación mutua, no desde la crítica para que el otro se ajuste o que tú quieras cambiarlo para alcanzar tus expectativas sino que te marchas agradecida y sigues la búsqueda.
"Tienes que aprender y ser consciente que estar en pareja es una elección y un trabajo diario, que ambos tienen que poner de su parte para mantener la conexión, encanto y la motivación mutua", dice la psicóloga.
Lección 6: Sentirse atractiva para serlo: La belleza es una actitud. Las francesas valoran más las cualidades interiores que la apariencia física, entre ellas la felicidad, amabilidad, confianza, dignidad y el buen humor.
"Apasiónate y déjate seducir por la vida propia, mantente conectado con el sentir de tu cuerpo, los sentidos y deja de perder el tiempo y aprovecha que estás vivo. El ser atractivo parte por ti, si tú no lo crees, no lo proyectas", reflexiona.

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