jueves, 6 de noviembre de 2014

Ventajas e inconvenientes de estar soltero

Ambas opciones tienen sus pros, y también sus contras, pero trataremos de ver cuáles son unas y otras, cuáles pesan más y la que puede ser la opción elegida.

Hay momentos en la vida de un hombre que uno se pregunta si es mejor vivir soltero o casado. La primera de las opciones implica libertad, diversión. Mientras que la segunda parece la más madura: estabilidad, posibilidad de formar una familia. En los últimos años se ha puesto de moda el término ‘single’, un vocablo anglosajón que significa soltero, pero que a la hora de definir nuestro estado civil suena mucho más glamuroso que reconocer que no te has casado o no tienes pareja.

Los singles se han convertido en un fenómeno porque, lejos de ser sinónimo de ‘no tengo pareja’, demuestran que no quieren formar un matrimonio. Hoy en día tenemos la opción de ser solteros por convicción, porque no nos interesa estar casados y preferimos una vida de libertad, sin tener que rendir cuentas a nadie cuando acaba el día y lejos de las ataduras que un matrimonio, o una familia, pueden implicar.

¿Cuáles son las ventajas de estar soltero? Vamos a verlas. La soltería supone mantenerse alejado de las tensiones de un matrimonio. Está demostrado científicamente que estar soltero es más beneficioso que otros estados civiles. Para empezar ganas en salud. La vida de un hombre soltero no está exenta de preocupaciones, pero mucho menos que las de alguien con una familia a su cargo.

MENOS ESTRÉS

Por lo general, un soltero no tiene estrés, mucho menos que el que pueda tener un padre de familia. Esto se deriva de varios motivos, principalmente que tiene una mayor independencia económica y está liberado de responsabilidades. Esto que puede verse como falta de madurez y de compromiso en realidad es una fuente de salud.

El soltero no suele tener grandes dificultades para cuadrar las cuentas a finales de mes y en caso de que así fuera tiene más facilidades para renunciar a ciertas cosas y apretarse el cinturón de vez en cuando. A la hora de hacer una compra relativamente importante tiene total libertad para decidir, no tiene que discutir con nadie y tiene una independencia total, algo que no ocurre cuando se está casado. De este modo se eliminan los dolores de cabeza y las noches de insomnio después de una bronca.

EN MEJOR FORMA FÍSICA

Cuando uno está casado suele dejar de lado su aspecto físico y no siempre come tan sano como debería o hace el ejercicio que necesita. Sin embargo, esto no suele ocurrir con los solteros, que se mantienen en forma. Bien porque desean tener pareja y sentirse más atractivos o bien porque tienen tiempo para acudir al gimnasio regularmente.

Esa disposición de tiempo libre, y también de independencia, le permite al soltero actuar de un modo más espontáneo que un hombre casado. ¿Te apetece ir a hacer turismo a una ciudad diferente este fin de semana? No tienes que consultar con alguien, únicamente has de preocuparte por buscar compañeros de viaje. Si es que quieres ir acompañado.

Este tipo de planes improvisados no resultan cuando se tiene pareja, porque se han de cuadrar las agendas y los gustos de ambos. Ni qué decir en el caso de tener hijos, porque es más difícil decidir de un día para otro un plan de este estilo. Esto se aplica a cualquier decisión que haya que tomar, desde las más banales como dónde cenar esta noche, hasta las más importantes como decidir si te cambias de trabajo.

MÁS SOCIABLES

La soltería no implica que el hombre que la practica sea alguien huraño o que únicamente se preocupa por las relaciones carnales. Todo lo contrario, los solteros suelen ser personas de lo más sociables. Ten en cuenta que dado que no tiene una pareja estable tiene mucho más tiempo libre para disfrutar de sus amigos, conocer gente nueva y practicar hobbies.

Esto hace que sea, además, una persona más permisiva con los comportamientos del otro. Entiende de un modo natural que él tiene la libertad que necesita para alcanzar la felicidad y que otros también han de poder disfrutar de esa misma libertad de elección.

LA INDEPENDENCIA NO SÓLO ES EN EL AMOR

El celibato se relaciona fuertemente con la libertad, pero en ocasiones se tiene una idea que no es demasiado real. Más bien se tiende a pensar que lo que busca un soltero es no tener las ataduras de un matrimonio, de tal forma que pueda tener cuantas relaciones desee, sean de una noche o algo más prolongadas en el tiempo.

En realidad, esa libertad o independencia no se limita únicamente al terreno amoroso, sino también al sexual. Simplemente es la posibilidad de elegir en cualquier momento qué hacer, dónde ir, con quién estar y sin pararse a pensar o preguntar qué quiere otra persona, algo que ocurre cuando se está casado. Supone romper cualquier clase de ataduras que te condicionen a hacer una u otra cosa, porque alguien lo haya decidido o porque creas que es lo que quieres.

En la mayor parte de los casos la elección de estar soltero no tiene tanto que ver con la libertad para tener una u otra pareja, sino con el simple hecho de tener suficiente independencia como para decidir. Y entre las opciones que se plantean en ese momento está la de no tener pareja siquiera.

En caso de tener relaciones, los solteros no son parejas acaparadoras, todo lo contrario. Como comentamos prestan esa libertad que ellos reclaman a los demás. Se preocupan por disfrutar de la relación y porque la otra persona también la disfrute. Se convierten por ello en excelentes compañeros de cama, volcados en la felicidad de la otra persona. A la hora de afrontar una ruptura, un soltero la supera mejor que alguien que está casado o acostumbrado a las largas relaciones de pareja.

VENTAJAS DE ESTAR CASADO

Sin embargo, no todos los hombres sirven para disfrutar de la soltería. Hay a quienes les gusta pasar su vida con otra persona, unir a ella sus planes de futuro y formar una familia. Su felicidad viene de la mano de la estabilidad y de tener alguien con quien comentar sus penas y alegrías.

El matrimonio supone tener alguien al lado, alguien con quien envejecer y con quien contar siempre y que le apoye incondicionalmente. Con esa persona se formará una familia que se prolongará en el tiempo, los hijos tendrán, a su vez, hijos y conseguirán un núcleo más o menos abundante a su alrededor en el que se sentirán queridos y cobijados ante cualquier adversidad.

Es otra forma totalmente válida de afrontar cómo quieres que sea tu vida. A la hora de escoger cuál se adapta mejor a ti, si el matrimonio o la soltería, ten en cuenta los comportamientos que hemos comentado anteriormente. Piensa dónde está tu felicidad: en un sofá junto a tu pareja y/o hijos o en un piso decorado a tu gusto y en cualquier otro lugar que tú prefieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario