jueves, 4 de mayo de 2017

Reconoce a un Don Juan



Dame un día para enamorarlas, otro para conseguirlas, otro para abandonarlas, otro para sustituirlas y una hora para olvidarlas”, decía Don Juan Tenorio de Zorrilla, creado por la pluma del escritor español Tirso de Molina. “Las frases patriarcales del personaje develan el uso de las mujeres como objetos, y no son de extrañar. Pese a que el relato es del siglo XVII, en la sociedad actual encontramos muchos hombres con este pensamiento y acción”, señala el psicólogo Roberto Peña.

Por su parte, la psicóloga Lizette Gallegos se centra en investigaciones sobre este tema. “En México, donde hay una cultura machista similar a la boliviana, se realizaron investigaciones que indican que hay hombres que piensan que tener a cuanta mujer desean es una cualidad. Lo interesante es que lejos de ser personas felices y completas por tener siempre a una o varias damas a su lado, en el fondo hay sentimientos de frustración y de soledad que tratan de compensar”.

Para Gallegos, esta conducta responde a la repetición familiar de haber tenido un padre rígido, autoritario y que fue violento con las mujeres.

También puede deberse a una ausencia materna. “Freud dice que ‘cuando aman no pueden anhelar y cuando anhelan no pueden amar’, es decir que en cada mujer con la que se vinculan hay una búsqueda de la figura materna y un intento de recuperarla desde una fantasía edípica, que de concretarse tendría que abandonar a la dama porque implicaría tener relaciones con la madre”.

Peña acota desde su visión psicológica que estos hombres, con su conducta, ejercen violencia contra las mujeres. “Piensan que ser un Don Juan es una forma de tener prestigio, ya que demuestran que son muy hábiles para la seducción y para que las mujeres caigan rendidas a sus pies, ellos ejercen violencia porque ven a las mujeres como objetos de uso”.

Entonces, se recrea un patriarcado desde violencias sutiles hasta explícitas contra el sexo femenino y a esto se suma el capitalismo que enseña socialmente a consumir, usar y desechar. “Las personas quieren tener todo, desde el último modelo de celular hasta el auto más moderno.

Aprenden a consumir y como en el patriarcado se ve a la mujer como un objeto, un Don Juan hace lo mismo con ellas: usa, desecha y sigue consumiendo”, alerta.

El especialista complementa que cuando una mujer se encuentra con este tipo de hombres debe tener claro qué busca. “Entre más joven se es, es más propensa a ilusionarse o tener un sentimiento hacia un hombre con esas características, lo que puede nublarle la vista y generar sufrimientos y decepciones amorosas”.

La feminista y especialista en género Lourdes Montero precisa que el rol donjuanesco es de un seductor compulsivo que busca a cierto tipo de mujeres con el único fin de la conquista. “En los escritos de Don Juan describen a mujeres sumisas y que retratan un estilo de mujer vigente en el siglo XX. Es una obra en la que se asume a la mujer como sujeto pasivo que es conquistada, pero no tiene su propia libertad para reaccionar frente a este conquistador”.

Montero explica que la literatura suele ser la radiografía de una sociedad y, en el siglo XX, ya se lee una producción feminista que rompe esos estereotipos. “Surgen nuevas versiones donde las mujeres se burlan de ese modelo caduco y carente de sentido de un Don Juan. Se destruye y cambia la idea de mujeres cursis y abnegadas por otras empoderadas que determinan cuándo quieren o no tener una relación sexual”.

Peña explica que hay que romper el estereotipo de la víctima, pero sin negar los riesgos de lidiar con estos hombres. “Todos buscan algo en una relación. Si unas mujeres quieren un momento de disfrute pueden vivirlo con estos caballeros, pero si buscan una relación estable va a haber frustración si se cae en su juego”.

El terapeuta precisa que es importante no dejarse llevar por el arrebato de la pasión o por la necesidad de estar supuestamente completo en pareja. “Una mujer es completa siempre y debe erradicar la idea del amor romántico que crea confusiones”.

En el amor no hay casualidades, hay mensajes que tu inconsciente lee del otro, señales que determinan que uno te cautive y el otro no. Sé honesta contigo, solo tú sabes qué es lo que quieres si conoces a un Don Juan.

Ellos estudian a su posible “víctima” para llegar a ella a través de sus necesidades emocionales y ganar su confianza.

Suelen ser excelentes conversadores y extraordinarios escuchas de los problemas femeninos.

Su afán es conquistar; el sentimiento no es relevante, menos el compromiso. No se conmueven ni sienten culpas.

Son aduladores y admiradores. Su meta es sexo ocasional. Una pareja estable les genera conflicto interno.

Algunas mujeres sienten atracción por el galán de galanes, y entran a su juego de ser seducidas y de seducir.

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