jueves, 9 de noviembre de 2017

Cede un poco y ganarás mucho

Dicen que el amor es alegría, que amar es darse, entregarse, que la construcción del amor está centrada en la capacidad de poder contribuir a que la otra persona tenga una experiencia de vida constructiva y positiva, en la medida que procuramos esto para los demás, lo hacemos para nosotros mismos.

Si vemos el amor como construcción, como acciones para crecer, como un proyecto que se hace, no que nace, hay que tomar conciencia que lo importante es jugar muy bien con una palabra que se llama ceder, veamos esto:

- Es un puente que construye posibilidades.

- Implica disfrute.

- Está orientada a buscar soluciones.

- Nos acerca.

LA PALABRA CEDER

La palabra ceder fundamentalmente ayuda a desarrollar la capacidad de mantener la relación en una perspectiva de cercanía y no de conflicto, pues nos orienta a la confrontación sana, al debate productivo, no a perder tiempo en discusiones tontas y sin sentido.

Tristemente muchas personas convierten su vida de pareja en un ambiente tóxico, complicado, esto es aburrido, lamentable, de seguir así, se pasa de pequeñas diferencias a un punto en el que la relación podría transformarse para muchos casos en un infierno porque:

- Lamentablemente, muchas veces, a las personas no les da la gana que escuchar.

- A veces simple y sencillamente dejamos que los caprichos se impongan.

- Se hace un mal uso de una palabra tan pequeña como el “NO”. A veces decimos no simplemente porque no, sin sentido y sin contenido.

- La carga de resentimientos y temas no resueltos nos pone a la defensiva y la ofensiva.

En fin, razones por las que nos cuesta ceder pueden ser muchas, creo que al final impera la estupidez, la insensatez, el capricho, muchos dicen que es inmadurez, no creo, simplemente no ceder, pero si queremos estar bien ha y que comunicarse bien, queremos hacernos bien pero no nos gusta, así que nos enfrascamos en luchas de poder.

SIGNIFICADOS

La palabra ceder es un puente liberador de tensión, nos acerca, crea puentes y nos hace creer que el amor es un sueño posible. Ceder puede tener muchos significados, algunos de ellos a mi criterio muy hermosos:

Significa humildad para escuchar con la mente en silencio y la boca cerrada.

• Implica reconocer que puedo estar equivocado

Nos ayuda a aprender, por tanto abre las puertas de la sabiduría emocional.

- Implica validar y respetar la posición del otro u otra.

- Es un acto de amor, que anula la arrogancia y la imposición.

- Es un detalle cotidiano de respeto continuo que nos acerca y derriba los muros de la arrogancia.

No sé por qué tendemos a ver las situaciones en blanco y negro. Como si no lograr que el otro acepte tu posición sin chistar, es un fracaso o implica perder. Esto es poco sano y muy destructivo.

Muchas veces he tratado de hacerles ver a parejas que tienen desavenencias, que no se trata de quién gana en las peleas que tienen, sino que tienen que ver cómo lograr que triunfe la armonía en su familia.

NEGOCIAR

¿Cómo? Cada uno debe estar dispuesto a negociar y una buena negociación implica que ambas parten ceden. Es más: implica que nadie se sale completamente con “la suya” y que cada uno debe renunciar a algo de lo que desea para que la otra parte también ceda y logren un punto intermedio.

Obviamente es más fácil decirlo que aplicarlo. Pero conforme va madurando mi relación de pareja, me doy cuenta que vale cien por ciento la pena. Porque aun cuando me gustaría que mi marido siempre piense igual que yo, que siempre lo pueda convencer de hacer las cosas a mi manera, siento que nuestra relación se fortalece cuando dialogamos y encontramos un punto intermedio.

¿VALE LA PENA ENOJARNOS?

Puede ser una discrepancia sobre cuándo quitarle el biberón al bebé, sobre el horario de las tareas, cuándo quitar los pañales o el tipo de educación que queremos. Hasta puede haber conflicto en las relaciones de pareja por cuánto tiempo dedicarle a los abuelos, qué comida darle a los hijos o el horario para acostar a los hijos a dormir. Por más superficial que parezca el tema, puede generar grandes conflictos y debemos decidir si realmente vale la pena pelearnos o enojarnos.

Hacer concesiones, siempre y cuando la otra parte reconozca el esfuerzo que implica y respete lo que ha cedido el otro, es mucho más productivo que estar inmóvil y constantemente en una competencia por ver quién logra debilitar la posición del otro.

REFLEXIONA

Por eso digo que cuando te enfrentes a puntos de vista diferentes con tu pareja, respecto a temas muy importantes para tu familia, reflexiona sobre los efectos que nuestra obstinación pueden dejar sobre nuestros hijos. Cada día aprendo que a veces ceder un poco, ayuda a que ganemos mucho como familia. El tema es que no seas siempre la que cede, porque si no, terminarás resintiendo a tu pareja, ¿no crees?

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