domingo, 30 de diciembre de 2018

¿Festejo en la empresa? Recuerda, tu reputación está en juego

Para garantizar una velada agradable y placentera, tanto jefes como empleados deben mostrar profesionalismo y decoro. Aunque errores involuntarios existen, aquí te doy los NO para sobrevivir a una fiesta de fin de año, a fin de no dar pasos en falso.


Llegó la hora de relajarse y divertirse! Las fiestas de fin de año en la empresa son toda una tradición y fomentan una conexión entre los compañeros de trabajo y jefes, desarrollan el espíritu de equipo y ¡son increíblemente divertidas después de un largo año!

Para garantizar una velada agradable y placentera, tanto jefes como empleados deben mostrar profesionalismo y decoro. Aunque errores involuntarios existen, aquí te doy los NO para sobrevivir a una fiesta de fin de año, a fin de no dar pasos en falso.

Aunque estas fiestas son para celebrar y disfrutar, siguen siendo fiestas de negocios, dentro de un contexto laboral y en las que tu reputación, cultura y marca personal están en juego.

¡Los NO ya los tienes! Ahora elige ser memorable y utiliza tu mejor juicio manteniendo tu dignidad!


NO dejes de ir a menos que estés enfermo. Tu ausencia será notada.
NO llegues tarde y tampoco seas el último en salir, especialmente si pusieron hora en la invitación, debes honrarla.
NO lleves acompañante. Ni siquiera preguntes si tu invitación no especifica. Si te permiten llevar a una pareja, no es el lugar ni el momento para mostrar afecto.
NO te vistas reveladoramente. Recuerda que en negocios, lo que vistes está comunicando y no deseas transmitir el mensaje equivocado. Escoge la tenida perfecta. Si estás en duda, viste elegante, no te equivocarás.
NO exageres con el alcohol. Toma moderadamente por más que la empresa haya decidido tener un bar abierto. No camines con la bebida en la mano —puedes salpicar a medio mundo—.
NO dejes de mostrar una buena sonrisa, pero que sea genuina. No exageres en tus ademanes, tocándote el cabello o arreglándote el vestido, pues muestra total inseguridad.
NO saludes sin ofrecer un buen y profesional apretón de manos. Que tu saludo y tu despedida queden en la memoria de colegas y jefes.
NO comas demasiado. Come con moderación, recuerda que todo lo que digas o comas se suma a tu credibilidad personal.
NO te olvides de ofrecer cumplidos a tus colegas, que sea significativo, nada exagerado. Si te toca ser el elogiado, agradece con gracia y simpatía.
NO descuides tus buenos modales en la mesa. Debes estar preparado para hablar, saludar o presentar, así que no tengas la boca ni las manos llenas, utiliza siempre la servilleta. En un bufet no camines con muchos bocadillos en tu plato por todo el salón.
NO hables ni cuentes historias en exceso. Las historias largas o discusiones sobre el trabajo aburren, deja que haya interacción. Te ves mejor hablando sobre los talentos o habilidades en las personas.
NO te quejes en demasía. No vayas hablando sobre inconveniencias en el trabajo, ascensos o despidos y menos salarios. Muestra que el año fue positivo.
NO olvides aceptar con mucha gracia algún reconocimiento y si eres honrado con un brindis, ya sabes, pues siempre lo recalco, ni aplaudes ni bebes para ti mismo.
NO y mil veces NO utilices esta fiesta como un buen momento para declarar tu amor a nadie —ese amor secreto de oficina, por ejemplo.
Finalmente, NO olvides agradecer. Seguramente, un equipo de personas dedicó tiempo y esfuerzo para hacer posible la fiesta.

Pilar Richardson escribe la columna señora etiqueta,

donde comparte sus conocimientos sobre etiqueta y protocolo,

normas para una grata interacción social.




No hay comentarios:

Publicar un comentario