Los casos. Generalmente, no solo en las pacientes con cardiopatías congénitas (desde que nacen) se plantea la duda de qué hacer con ellas cuando se embarazan, sino también en las pacientes con enfermedades coronarias en etapas precoces que superan un infarto y que a pesar de ello quieren embarazarse. En nuestro medio, indica Hurtado, cada vez más se dan casos de cardiopatías reumáticas con enfermedad valvular secundaria.
Alto riesgo. Los problemas de hipertensión arterial pulmonar suponen un alto riesgo para el embarazo, ya que pueden derivar en el síndrome de Marfan. Por otra parte, “dentro de poco tiempo vamos a empezar a ver a mujeres con cardiopatía isquémica y enfermedades coronarias, porque se embarazan a mayor edad”, explicó la cardióloga.
¿Qué hacer? Lo mejor es planificar desde la adolescencia, hablando con la paciente y con la familia para explicarles la utilización de métodos anticonceptivos eficientes y el riesgo que tanto la madre con el feto pueden sufrir en el caso de un embarazo. Es importante hablar de la posibilidad de que el bebé herede una cardiopatía congénita, no solamente la que tiene la madre. "El manejo de estas pacientes es multidisciplinario, el consejo es que siempre tenga un seguimiento con su ginecólogo obstetra, el cardiólogo y habrá que ver cuál es el medicamento que menos daño puede hacerle al bebé", precisó Hurtado. Para mayor información y consultas llamar al 70850339.
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