La delgada línea entre el sexo y la rebeldía, el placer de encontrarte piel a piel mientras los cuerpos se estremecen es uno de los privilegios del ser humano. Pero, ¿alguna vez te has preguntado, ¿qué pasa con tu cuerpo cuando haces el amor? Dicen que un buen polvo, tiene que ser intenso y sucio a la vez, ¿será?
Las relaciones sexuales no son un simple intercambio de genitales que tienen como objetivo cumplir con la reproducción. Se requiere de amor, afecto, ternura y las ganas de querer estar con la otra persona. Durante el acto sexual, el cuerpo atraviesa por cuatro etapas sensoriales: excitación, meseta, orgasmo y recuperación, veamos:
EXCITACIÓN
Cuando el deseo sube de nivel el cuerpo entra en la etapa de excitación sexual y experimenta cambios fisiológicos. Particularmente, en el caso de las mujeres se presenta una vaso dilatación en el área de la pelvis. Además, el clítoris se pone erecto, mientras que los labios vaginales se engrosan y crecen. De igual manera, hay erección en los pezones. Inclusive, en algunos casos hay ruborización en el área de los pómulos.
Por su parte, los hombres tienen vaso dilatación en el área genital, que lleva a la erección del pene. Este aumenta de tamaño y los testículos se elevan, mientra que el escroto se engrosa. También experimentan erección en los pezones y rubor sexual.
MESETA
Esta etapa se presenta justo antes de que el cuerpo llegue al orgasmo, la sensibilidad, el tono muscular, la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan. En primer lugar, en los hombres, la rigidez y el volumen del pene es evidente. Además, hay lubricación que permite la limpieza de la uretra. Esta secreción se debe a las glándulas de Cowper.
Por otro lado, en las mujeres aumenta el tamaño del útero, el clítoris llega a su máximo crecimiento. Hay dilatación en los músculos vaginales. Así mismo, el pecho aumenta de tamaño y la areola se dilata. Finalmente hay un cambio de color en los labios.
ORGASMO
En esta etapa la estimulación y excitación sexual llega a su máximo. Hay contracciones rítmicas en los músculos de la pelvis. Las sensaciones se centran en la pelvis, pero se esparcen por todo el cuerpo.
En el caso de las mujeres, se dilata el orificio cervical externo. Además, hay contracciones rítmicas en el ano y en el útero. También se contraen los músculos extensores de las manos y los pies. En cuanto a fluidos se expulsa gracias a las glándulas de Skene.
En el hombre, se presenta la eyaculación y la contracción de la próstata, además de la expulsión del semen. De igual manera, se produce la contracción del piso pélvico y el ano. También tienen contracciones rítmicas en los músculos esqueléticos. Una vez que el hombre expulsa el semen es concluye la fase orgásmica.
Es posible que durante esta fase se presenten cambios en la expresión facial, jadeos, gemidos, risas, llanto, entre otras emociones.
FASE DE RESOLUCIÓN
La etapa para que el organismo regrese a la normalidad. Particularmente la condición de los genitales. Por lo general, los hombres tienden a ser más insensibles más rápido. Mientras que, las mujeres tienen la capacidad de seguir teniendo orgasmos. Es normal que sientan relajación muscular y mental. Pues la secreción de serotonina y otras hormonas inducen al sueño.
En el hombre, hay un regreso en todas las estructuras genitales. La erección del pene baja y los glandes disminuyen. El grosor del escroto regresa a su tamaño habitual.
Lo curioso es que biológicamente, la mujer no necesita un período de recuperación. Pues tienen la oportunidad de alcanzar un nuevo orgasmo. Una vez que la mujer vuelve a la normalidad, el útero, la vagina, el clítoris y los labios vaginales, también lo hacen.
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