jueves, 14 de mayo de 2020

La importancia de cuidar y entender a los adultos mayores

¿Qué cuidados tener? ¿Cuándo ir al médico? ¿Qué evitar? ¿La edad es determinante para ser grupo riesgo? Kimberly-Clark, de la mano de su marca Plenitud, recurre al especialista en Geriatría y Gerontología, Felipe Melgar, para resolver dudas comunes en torno a este grupo de la población.
“Pensar que todos los adultos mayores tienen altísimo riesgo es un error”, dice el especialista en Geriatría y Gerontología, Felipe Melgar. El médico fue consultado por Kimberly-Clark en el marco de su campaña #EsMiTurno que busca fomentar el cuidado y gratitud a este grupo de la población.
Los consejos básicos son nutrición equilibrada, actividad física regular, hidratación, descanso reparador y, muy importante, contacto social, lo que no implica que sea físico; una llamada, una charla en casa o actividades en familia, son buenas dosis de alegría, vitalidad y cariño para ellos.
Lo primero: derribar el mito
¿La edad es determinante para ser grupo de alto riesgo en este contexto? El especialista es enfático al indicar que lo primero que se debe entender es que ser adulto mayor no es sinónimo de peligro o debilidad.
“No es correcto decir que todos están con altísimo riesgo. Desde que la pandemia inició, la incertidumbre sobre este grupo de la población ha aumentado porque la gente tiene una falsa impresión de que ellos son los más afectados”, indica Melgar. Explica que, en realidad, el problema no es la edad, sino que muchos de ellos, presentan más enfermedades crónico degenerativas, que, si ya están mucho tiempo, hacen que el sistema inmunológico esté débil, y esto sí influye.
Frágiles y robustos
El especialista indica que es importante hacer una diferenciación entre los que deben cumplir las precauciones como todo ciudadano y quienes sí están en riesgo y requieren de un cuidado especial. A los primeros en geriatría se los denomina ´robustos´, y a los segundos, ´frágiles´ ¿Cuál es la diferencia?
Los robustos tienen algunas dificultades de salud, pero están controladas; es decir, son personas independientes física y mentalmente. “Tengo pacientes de 90 años que apenas tienen hipertensión y caminan, manejan, administran su economía, tienen hábitos diarios, etc. Incluso, muchos son jefes de familia; un 50% de ellos, mantienen su hogar”. Para ellos el consejo es respetar y entender la importancia del distanciamiento físico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que el virus no entre a casa.
Por otro lado, están los adultos mayores denominados ´frágiles’. Ellos padecen varias enfermedades al mismo tiempo, con una gran carga física. Por ejemplo, problemas cardiovasculares, chagas, arritmia, marcapaso, insuficiencia cardiaca, fibrilación atrial, cáncer, enfermedad pulmonar crónica, asma, bronquitis, entre otros. Ellos son pacientes que requieren cuidados estrictos, señala Melgar.

¿Es recomendable ir al médico en esta época?

El Dr. Melgar dice que, antes, se debe evaluar si se trata de una emergencia médica, una urgencia o un tratamiento. “Si la vida del paciente corre riesgo, estamos hablando de una emergencia; entonces sí es importante actuar rápidamente porque la cirugía o atención es una necesidad”.
Una urgencia médica, no pone en riesgo a la persona, pero sí compromete su calidad de vida. Ahí es oportuno evaluar si el beneficio de acudir a la cita médica es mayor que el riesgo que se puede correr. Cuando no es ninguno de los anteriores, se trata de un tratamiento electivo que, sí es importante, pero no urgente. En ese caso, lo más prudente, dice el médico, es esperar a que disminuyan los riesgos de la pandemia lo máximo posible.
Melgar explica además que las personas que tienen hipertensión, diabetes, enfermedades crónico degenerativas o no transmisibles, necesitan control y medicación de uso crónico. “En estos casos, se debe evaluar si hay variaciones, o si la presión y las glicemias están controladas. Se recomienda conversar con el médico de cabecera por teléfono y según sea la situación, éste indicará que se siga la medicación o que se adapte. Lo bueno es que ahora se puede mandar recetas y hacer consultas por telemedicina y mediante plataformas digitales como WhatsApp, Facetime, Zoom o Skype”.



¿Qué hábitos debemos mantener en casa?

Un cuidado conjunto, responsable y solidario, es decir, pensando en el otro y en quienes más riesgo pueden tener, es lo que recomienda el especialista. Además, descarta que el adulto mayor deba quedarse en su habitación aislado dentro de la misma casa y resalta la importancia de cuidar su estado emocional, permitiéndole ser parte de las actividades en familia.
“Todos en casa debemos circular por igual, cumpliendo las reglas que ya se han hecho básicas: tener zapatos fuera de casa y adentro, chinelas o pantuflas. En la puerta, facilitar desinfectante de manos, y un tapete con vinagre para pisar. El que salga, al llegar se quita la ropa, la coloca en una bolsa para llevarla a lavar y se va directo a la ducha”, señala Melgar.

¿Cuándo aislar a una persona dentro de la casa?

Sólo si tiene síntomas e inmediatamente se llama a las autoridades de Salud competentes para que le hagan la prueba. “Si es negativa vuelve a tener una vida normal dentro de casa. Si es positiva, se toman las medidas de acuerdo al grado de riesgo que pueda desarrollar esa persona. No es necesario trasladar a todos los contagiados a los centros médicos; también pueden quedarse en casa si las condiciones lo permiten”.

La alimentación saludable es fundamental

El Dr. Melgar hace énfasis en que una de las cosas más importantes para fortalecer el sistema inmunológico de toda persona, no solo de los adultos mayores, es la alimentación saludable. Sugiere la ingesta de frutas, verduras, proteínas y semillas. “La OMS recomienda que consumamos de siete a nueve frutas y verduras, en lo posible de todos los colores porque tienen las vitaminas y minerales, necesarios para estimular el sistema inmunológico”, detalla.
El especialista también recomienda el consumo de fibra para tener un tránsito intestinal adecuado. “Hace que disminuya la carga de enfermedades. Estudios recientes dicen que la flora intestinal es la principal fuente de salud, porque por ahí absorbemos todos los nutrientes necesarios”.
Además de las recomendaciones, el Dr. Felipe Melgar dice que, en una ´postpandemia´, el gran desafío será haber aprendido y sacado provecho de esta situación sin precedentes. El médico apunta a que la educación y el respeto entre ciudadanos, serán armas cruciales para afrontar la llamada “nueva normalidad”.
“A través de la campaña #EsMiTurno, en Plenitud queremos destacar que, si hay algo que hemos aprendido en esta contingencia, es que ahora es nuestro turno de cuidar, proteger y agradecer a nuestros adultos mayores; retribuirles un poco de lo que ellos hacen por cada una de sus familias”, indica Adriana Pinto, Brand Manager de la marca Plenitud de Kimberly-Clark Bolivia. “Agradecemos al Dr. Melgar, un especialista enfocado en cuidar a este grupo de la población, por contribuir a esta iniciativa”.

El Dr. Felipe Melgar es médico especialista en Geriatría y Gerontología.


 Además, es Past President de la Sociedad Boliviana de Geriatría y Gerontología. Graduado de la Universidad de Santa Casa de Misericordia de Vitória, Brasil, en 1992. Recibió su especialidad en el Hospital de Clínicas de la Universidad de São Paulo, Brasil. Ha impartido más de 100 conferencias sobre el envejecimiento y el cuidado del adulto mayor en Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Para más información visitar su página: https://www.facebook.com/dr.felipemelgar/

domingo, 30 de junio de 2019

El matrimonio apaga la pasión

Expertos revelan cuáles son las razones por las que un matrimonio puede terminar en una crisis al terminarse el deseo sexual.

De acuerdo con el terapeuta de pareja, Lindsey Ellison, la razón por la que en un matrimonio se apaga la llama de la pasión, no se debe a un efecto natural del cuerpo, sino a una serie de conflictos sin resolver que lleva tiempo cargando consigo.

La falta de sexo en el matrimonio puede tener muchas causas, desde un cambio en el apetito sexual debido a cambios hormonales, consumo de medicamentos, falta de tiempo, étc., pero también se puede deber a las siguientes razones:

• EL RESENTIMIENTO


Es difícil imaginar que puedes tener una vida sexual activa y saludable con alguien que te provoca enfado cada vez que lo ves. El resentimiento acumulado por discusiones o conflictos sin resolver es la principal causa para que el apetito sexual se apague en un matrimonio.

Si estás atravesando por algo similar, lo mejor es que comiences a expresar todas emociones negativas que has estado reprimiendo.

• SIENTES QUE TU PAREJA TE CONTROLA


Puede que esto ocurra dentro y fuera de la cama; el hecho de que sientas que no tienes libertad de elección en tu relación se refleja claramente en tu vida sexual. Quizá dejaste de tener deseo sexual con tu esposo, porque sientes que es tu “deber” hacerlo en lugar de sentir que es una decisión que ambos toman por gusto.

• NO HABLAN DEL TEMA


La falta de comunicación es un veneno de lento efecto en el matrimonio y afecta directamente en la vida sexual de la pareja. Si el sexo no es un tema recurrente entre ustedes y si no se dan la oportunidad de expresar sus emociones y deseos, entonces es obvio que llegarán a un punto de separación.

Expresa a tu pareja lo que piensas y sientes; tus deseos, lo que te gusta y lo que no, también lo que te gustaría cambiar o mejorar. Solo abriendo de nuevo la puerta de la comunicación podrán tumbar la barrera que los separa.

• YA NO EXISTE QUÍMICA, DEJARON DE GUSTARSE


Los cambios llegan con el paso del tiempo y es evidente que en el matrimonio las cosas se pueden volver un poco predecibles. Sin embargo, dejar de prestar atención a los detalles es una de las causas más frecuentes para que la pasión se acabe en la relación.

La disminución de la atracción física merma considerablemente en el deseo sexual y la mejor forma de resolverla o evitarla es prestando atención al cuidado personal y a lo que proyectas a tu pareja y al mundo.

• LLEVAN UNA VIDA ACELERADA Y OCUPADA

El trabajo, los hijos, el cuidado de la casa, las deudas y el sinfín de problemas que son tan comunes en los matrimonios, siempre serán excusas para descuidar la vida íntima. No darse un tiempo para ustedes o dejar que el estrés de la vida diaria se instale en la alcoba, provocará que ambos busquen por otro lado una mejor forma de liberar sus tensiones.

Aprendan a dejar todos sus problemas a un lado cuando se vayan a la cama y enfóquense en ustedes mismos aunque sea una vez a la semana. Esto será un cambio realmente positivo.

sábado, 20 de abril de 2019

Cómo acabar con una relación tóxica

Pues sí, la vida está llena de elementos que pueden envenenar nuestro cuerpo: bebidas, alimentos, contaminación, químicos, plantas o animales, pero también hay relaciones que pueden envenenarnos la mente y el alma.

Aunque parezca imposible de creer, hay gente que es altamente tóxica, tanto que el simple hecho de que formen parte de tu vida puede provocar que te enfermes. Más de uno ha desarrollado ansiedad y depresión por convivir con una persona que intenta controlarlo, lo critica todo el tiempo o utiliza la culpa como arma.

En realidad, para que alguien pueda hacerte tanto daño, debe ser muy cercano, como un amigo o familiar, y por supuesto la pareja. Lo peor es que el amor te ciega y es prácticamente imposible que des cuenta del grado de toxicidad de tu relación.

Afortunadamente, los especialistas han dado con la forma de acabar con una relación tóxica. Por supuesto, no es una tarea sencilla, y más de uno luchará porque no lo saques de tu vida, así que debes mantenerte firme y tratar, en la medida de lo posible, de establecer límites.

PREGÚNTATE QUÉ QUIERE DE TI

Si has llegado a la conclusión de que tu pareja es una persona tóxica emocional, debes averiguar qué es lo que realmente quiere de ti. Ya sea consciente o inconscientemente, este tipo de personas actúan con un objetivo, como tratar de monopolizar tu cariño o controlarte porque es demasiado insegura.

EVALÚA EL DAÑO QUE ESTÁ GENERANDO EN TU VIDA

Una vez que sepas cuáles son sus objetivos, debes concentrarte en ti y el daño que estás sufriendo. Tal vez esté interfiriendo en tus relaciones con otras personas, afectando tu vida social o dañando tu autoestima. Identificar el tipo de daño que te está haciendo es indispensable para neutralizarla.

IDENTIFICA LA ESTRATEGIA QUE ESTÁ USANDO EN TI

¿Cuál es su modus operandi, se hace la víctima, te amenaza o critica todo el tiempo? Debes prestar atención a lo que hace y cómo lo hace. ¿Todo lo que ha intentado le ha dado resultado?

ESA PERSONA CONOCE TU DEBILIDAD

Ésta es la parte a la que debes prestar mayor atención, pues requiere un ejercicio de introspección. Tu pareja ha podido hacerte daño porque conoce tu debilidad. Si dudas de la calidad de tu trabajo cuestionará lo que haces o criticará los resultados, o si te preocupa tu vida social, puede meter cizaña en la relación con tus amigos. Digamos que lo único que hace es echarle leña al fuego. El problema ya lo tienes, él o ella sólo lo alimenta a su conveniencia.

APRENDE A PONER LÍMITES

Una vez que has trabajado los puntos anteriores, sólo te queda bloquear la toxicidad de tu pareja, y para ello necesitarás aprender a poner límites. No estamos seguros de que encararlo(a) y reclamarle lo que está haciendo dé resultado, pues podría dar pie a toda una nueva serie de ataques a tu salud emocional. Si en verdad quieres mantener esa relación, debes cerrar la puerta a todo comentario, crítica o chantaje que haga. El objetivo es evitar que te haga daño.

Aunque en esta ocasión hablamos de parejas, debes saber que tus hermanos, amigos, jefes o compañeros de trabajo pueden ser tóxicos, por lo que puedes emplear este procedimiento, en cualquier caso.

lunes, 14 de enero de 2019

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando haces el amor?

La delgada línea entre el sexo y la rebeldía, el placer de encontrarte piel a piel mientras los cuerpos se estremecen es uno de los privilegios del ser humano. Pero, ¿alguna vez te has preguntado, ¿qué pasa con tu cuerpo cuando haces el amor? Dicen que un buen polvo, tiene que ser intenso y sucio a la vez, ¿será?

Las relaciones sexuales no son un simple intercambio de genitales que tienen como objetivo cumplir con la reproducción. Se requiere de amor, afecto, ternura y las ganas de querer estar con la otra persona. Durante el acto sexual, el cuerpo atraviesa por cuatro etapas sensoriales: excitación, meseta, orgasmo y recuperación, veamos:

EXCITACIÓN

Cuando el deseo sube de nivel el cuerpo entra en la etapa de excitación sexual y experimenta cambios fisiológicos. Particularmente, en el caso de las mujeres se presenta una vaso dilatación en el área de la pelvis. Además, el clítoris se pone erecto, mientras que los labios vaginales se engrosan y crecen. De igual manera, hay erección en los pezones. Inclusive, en algunos casos hay ruborización en el área de los pómulos.

Por su parte, los hombres tienen vaso dilatación en el área genital, que lleva a la erección del pene. Este aumenta de tamaño y los testículos se elevan, mientra que el escroto se engrosa. También experimentan erección en los pezones y rubor sexual.

MESETA

Esta etapa se presenta justo antes de que el cuerpo llegue al orgasmo, la sensibilidad, el tono muscular, la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan. En primer lugar, en los hombres, la rigidez y el volumen del pene es evidente. Además, hay lubricación que permite la limpieza de la uretra. Esta secreción se debe a las glándulas de Cowper.

Por otro lado, en las mujeres aumenta el tamaño del útero, el clítoris llega a su máximo crecimiento. Hay dilatación en los músculos vaginales. Así mismo, el pecho aumenta de tamaño y la areola se dilata. Finalmente hay un cambio de color en los labios.

ORGASMO

En esta etapa la estimulación y excitación sexual llega a su máximo. Hay contracciones rítmicas en los músculos de la pelvis. Las sensaciones se centran en la pelvis, pero se esparcen por todo el cuerpo.

En el caso de las mujeres, se dilata el orificio cervical externo. Además, hay contracciones rítmicas en el ano y en el útero. También se contraen los músculos extensores de las manos y los pies. En cuanto a fluidos se expulsa gracias a las glándulas de Skene.

En el hombre, se presenta la eyaculación y la contracción de la próstata, además de la expulsión del semen. De igual manera, se produce la contracción del piso pélvico y el ano. También tienen contracciones rítmicas en los músculos esqueléticos. Una vez que el hombre expulsa el semen es concluye la fase orgásmica.

Es posible que durante esta fase se presenten cambios en la expresión facial, jadeos, gemidos, risas, llanto, entre otras emociones.

FASE DE RESOLUCIÓN

La etapa para que el organismo regrese a la normalidad. Particularmente la condición de los genitales. Por lo general, los hombres tienden a ser más insensibles más rápido. Mientras que, las mujeres tienen la capacidad de seguir teniendo orgasmos. Es normal que sientan relajación muscular y mental. Pues la secreción de serotonina y otras hormonas inducen al sueño.

En el hombre, hay un regreso en todas las estructuras genitales. La erección del pene baja y los glandes disminuyen. El grosor del escroto regresa a su tamaño habitual.

Lo curioso es que biológicamente, la mujer no necesita un período de recuperación. Pues tienen la oportunidad de alcanzar un nuevo orgasmo. Una vez que la mujer vuelve a la normalidad, el útero, la vagina, el clítoris y los labios vaginales, también lo hacen.

jueves, 3 de enero de 2019

No se acabó el amor, sino mi paciencia

A veces no es el amor lo que se termina, sino la paciencia, esa que dicen que es santa, porque resiste vientos y mareas y siempre acaba dando más de lo que debería. Ahora bien ¿Cómo no ofrecerlo todo por esa persona con quien hemos construido un vínculo afectivo y vital e incluso un proyecto de vida?

Está claro que queda justificado el que cedamos en ocasiones más de la cuenta, que perdonemos hoy, mañana y pasado, y que esperemos un poco más con la esperanza de que las cosas mejoren… Pero en ocasiones, la realidad acaba cayendo por su propio peso para abrirnos los ojos.

El amor requiere de paciencia hasta un límite

Nuestro corazón no puede borrar de la noche a la mañana lo que siente, pero cuando se pierde la paciencia uno empieza ya a quitarse una tras otra todas las vendas que lo cegaban.

Hay quien dice que la paciencia es una virtud, pero está claro que esta dimensión no puede aplicarse a todos los ámbitos, y que además, debe tener unos límites. No podemos pasar una vida entera siendo pacientes viendo cómo se vulneran nuestros derechos, nuestras necesidades como seres que necesitan reciprocidad, cuidado, afectos y reconocimiento.

El amor requiere compromiso, voluntad y paciencia… pero hasta cierto punto.

LA PACIENCIA EN EL AMOR NO ES LO MISMO QUE PASIVIDAD

A menudo suele definirse el concepto de paciencia como una virtud. La paciencia es la facultad que tenemos las personas para posponer aquello que nos aporta satisfacción, porque pensamos que esa espera, nos traerá cosas mejores.

También se define la paciencia como una habilidad: la que tenemos para tolerar situaciones desfavorables ante las cuales podemos tener o no tener el control. Ahora bien, cuando hablamos de amor, es necesario que mantengamos siempre el timón de nuestra propia realidad.

Hay quien se justifica usando esta palabra como una dimensión que hay que asumir: Las cosas están mal, pero ¿qué se le va a hacer? Hay que tener paciencia. “¿Qué podemos hacer si él o ella es así? No podemos cambiarlos, así que es mejor mantener la paciencia”…

NO HAY QUE CONFUNDIR PACIENCIA CON PASIVIDAD

En realidad ahí está la auténtica clave. Podemos ser pacientes, podemos hacer de la paciencia nuestra mejor virtud, porque nos ayuda a analizar mejor la situación, a saber observar, a ser reflexivos. No obstante, todo este proceso interior nos debe permitir ver la auténtica realidad.

Una persona paciente no tiene por qué ser pasiva. La persona pasiva hace de la tolerancia su forma de vida, permitiendo abusos hasta experimentar en piel propia como se vulnera su integridad. Y ello, es algo que nunca debemos permitir.

Los beneficios de ser paciente, pero no pasivo

A la hora de establecer y mantener una relación afectiva, la paciencia es un pilar en el día a día que debemos reconocer. Está claro que no tiene por qué gustarnos cada aspecto, comportamiento o costumbre de nuestras parejas, pero no por ello vamos a actuar de forma impulsiva echándoselo en cara, y rompiendo la relación.

Somos pacientes, respetamos y toleramos porque amamos. Porque sabemos también que en toda pareja existe un tiempo para que las cosas se armonicen, para que todo encaje y comprendamos a su vez, las necesidades de cada uno.

La paciencia debe ser mutua y concretarse casi a modo de ejercicio. Yo soy paciente contigo porque te respeto y te quiero, porque te reconozco como persona y sé que amar no es solo querer las coincidencias, sino respetar también las diferencias.

Ahora bien, la paciencia requiere a su vez claridad emocional. Debemos saber dónde están los límites y comprender en qué momento se vulnera como personas, como miembros de una relación afectiva. No hay que ser pasivos ante las exigencias cargadas de egoísmos, ante la posición de priorizarse uno por encima del otro.

No hay que cerrar los ojos a las carencias ni ser impasibles al dolor emocional que nos provocan los vacíos, los desprecios o ese maltrato sutil ejercido a través de palabras envenenadas. Es aquí donde la paciencia debe caer, descorrer su velo para ver la verdad.

CUANDO SE TERMINA LA PACIENCIA… ¿QUÉ?

Cuando se termina la paciencia llega la decepción, porque ya somos conscientes de nuestra realidad en todos sus matices. En todos sus claroscuros. Esto no significa que debamos romper al instante esa relación de forma obligatoria si aún seguimos amando a la persona.

Es momento de hablar, de poner en alto cual es la situación y decir lo que sientes y lo que necesitas. No se trata de evadir el problema. Si ese compromiso nos importa, daremos todo lo que nos sea posible por mantenerlo.

Para que una relación prospere o sane esas carencias que nos hacen daño, el esfuerzo debe ser mutuo. En el instante en que uno ofrece más y el otro solo invierte sus propias excusas, la paciencia se acaba perdiendo por completo, y con ella, la decepción se convierte en un abismo insondable.

La paciencia no es la capacidad de esperar, sino la habilidad para comprender que merecemos cosas mejores.

domingo, 30 de diciembre de 2018

Manual para ser un buen anfitrión



El alcohol es parte de nuestra cultura latinoamericana”, afirma Karla Sequeira, directora ejecutiva de Educalcohol, una asociación que ha publicado la Guía del anfitrión responsable.

“En una fiesta de compañeros, todos están insistiendo en que los demás se tomen una cerveza o celebren juntos. Esa presión crea un ambiente pesado para el que no quiere beber. Es importante que los que deciden hacerlo, sepan evitar consecuencias negativas para sí mismos y para los demás,” dice Sequeira.

Entre las recomendaciones que ofrece la guía destaca que el anfitrión siempre debe ofrecer opciones de bebidas no alcohólicas, además de agua.

El “te aumentaré” o rellenar el vaso cuando aún hay líquido resulta contraproducente, pues el invitado llega a perder el control sobre cuánto bebe.

De lo que se trata es de que la fiesta sea un espacio seguro para tus invitados, pues el excesivo consumo de alcohol podría desembocar en accidentes y hasta la muerte. Como anfitrión, es importante seguir 10 reglas que para hacer tu parte en la corresponsabilidad respecto a la bebida.

Con datos de: xhttp://educalcoholcr.org/files/program/32_guadelanfitrineducalcoholartedigital.pdf

Diez consejos prácticos

Jugos

El cuerpo absorbe más alcohol con gaseosas.

Agua

Asegúrate de que haya agua disponible todo el tiempo.

Sostén

Un sitio donde apoyar el vaso hace beber menos.

Relleno

Espera a que terminen la bebida antes de servir más.

No es no

Nunca fuerces a tus invitados a tomar una bebida alcohólica.

Opciones

Ten bebidas sin alcohol y agua como alternativas.

Retorno

Asegúrate de que los invitados tengan cómo volver a casa.

Comida

Si no hay cena, ofréceles bocadillos ricos en carbohidratos.

Hora

Para de servir alcohol una hora antes de que acabe la fiesta.

Control

Nada peor que un anfitrión que ha bebido demasiado.

¿Festejo en la empresa? Recuerda, tu reputación está en juego

Para garantizar una velada agradable y placentera, tanto jefes como empleados deben mostrar profesionalismo y decoro. Aunque errores involuntarios existen, aquí te doy los NO para sobrevivir a una fiesta de fin de año, a fin de no dar pasos en falso.


Llegó la hora de relajarse y divertirse! Las fiestas de fin de año en la empresa son toda una tradición y fomentan una conexión entre los compañeros de trabajo y jefes, desarrollan el espíritu de equipo y ¡son increíblemente divertidas después de un largo año!

Para garantizar una velada agradable y placentera, tanto jefes como empleados deben mostrar profesionalismo y decoro. Aunque errores involuntarios existen, aquí te doy los NO para sobrevivir a una fiesta de fin de año, a fin de no dar pasos en falso.

Aunque estas fiestas son para celebrar y disfrutar, siguen siendo fiestas de negocios, dentro de un contexto laboral y en las que tu reputación, cultura y marca personal están en juego.

¡Los NO ya los tienes! Ahora elige ser memorable y utiliza tu mejor juicio manteniendo tu dignidad!


NO dejes de ir a menos que estés enfermo. Tu ausencia será notada.
NO llegues tarde y tampoco seas el último en salir, especialmente si pusieron hora en la invitación, debes honrarla.
NO lleves acompañante. Ni siquiera preguntes si tu invitación no especifica. Si te permiten llevar a una pareja, no es el lugar ni el momento para mostrar afecto.
NO te vistas reveladoramente. Recuerda que en negocios, lo que vistes está comunicando y no deseas transmitir el mensaje equivocado. Escoge la tenida perfecta. Si estás en duda, viste elegante, no te equivocarás.
NO exageres con el alcohol. Toma moderadamente por más que la empresa haya decidido tener un bar abierto. No camines con la bebida en la mano —puedes salpicar a medio mundo—.
NO dejes de mostrar una buena sonrisa, pero que sea genuina. No exageres en tus ademanes, tocándote el cabello o arreglándote el vestido, pues muestra total inseguridad.
NO saludes sin ofrecer un buen y profesional apretón de manos. Que tu saludo y tu despedida queden en la memoria de colegas y jefes.
NO comas demasiado. Come con moderación, recuerda que todo lo que digas o comas se suma a tu credibilidad personal.
NO te olvides de ofrecer cumplidos a tus colegas, que sea significativo, nada exagerado. Si te toca ser el elogiado, agradece con gracia y simpatía.
NO descuides tus buenos modales en la mesa. Debes estar preparado para hablar, saludar o presentar, así que no tengas la boca ni las manos llenas, utiliza siempre la servilleta. En un bufet no camines con muchos bocadillos en tu plato por todo el salón.
NO hables ni cuentes historias en exceso. Las historias largas o discusiones sobre el trabajo aburren, deja que haya interacción. Te ves mejor hablando sobre los talentos o habilidades en las personas.
NO te quejes en demasía. No vayas hablando sobre inconveniencias en el trabajo, ascensos o despidos y menos salarios. Muestra que el año fue positivo.
NO olvides aceptar con mucha gracia algún reconocimiento y si eres honrado con un brindis, ya sabes, pues siempre lo recalco, ni aplaudes ni bebes para ti mismo.
NO y mil veces NO utilices esta fiesta como un buen momento para declarar tu amor a nadie —ese amor secreto de oficina, por ejemplo.
Finalmente, NO olvides agradecer. Seguramente, un equipo de personas dedicó tiempo y esfuerzo para hacer posible la fiesta.

Pilar Richardson escribe la columna señora etiqueta,

donde comparte sus conocimientos sobre etiqueta y protocolo,

normas para una grata interacción social.