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domingo, 7 de enero de 2018

Extraño la soltería

Este no es un tema simple de analizar, principalmente porque tiene muchas aristas. Por un lado, es verdad que hay veces que la vida en pareja se transforma en una rutina monótona, en la cual todo nos empieza a parecer que siempre es lo mismo.

Hasta acá no dijimos ninguna novedad, pero es importante aclararlo para poder diferenciar que no todas las parejas reaccionan igual frente a esta situación, dado que hay relaciones que rápidamente se ocupan de no caer en el aburrimiento, mientras que hay otras que dejan que llegue a su punto máximo. Por otro lado, si ante la rutina empezamos a añorar la libertad de la soltería, es importante también analizar qué es lo que realmente extrañamos de la misma, porque no es lo mismo querer ser libre de horarios y no rendirle cuentas a nadie, a extrañar la posibilidad de estar con otras personas.

A todo esto nos referíamos cuando mencionábamos la gran cantidad de aristas que tiene este tema, por lo cual se hace sumamente difícil igualar todas las situaciones, pero lo que si es cierto y es fundamental resaltar que cuando empezamos a extrañar nuestra vida de solteros, es una señal clave de que la dinámica que estamos llevando adelante como pareja ya no nos está llenando.

SI EXTRAÑAS LA SOLTERÍA

Puede pasarnos de vez en cuando extrañar aspectos de nuestra soltería, pero el conflicto aparece cuando empezamos a percibir a la vida de pareja como una rutina difícil de sobrellevar. Si consideramos que seriamos más felices estando solos que en pareja, y no hacemos nada al respecto, se empieza a crear una tensión, que tarde o temprano, va atentar contra la relación que intentamos sostener. Por lo tanto, si bien sabemos que se trata de un tema de pareja, también es sumamente personal, porque nadie más que nosotras se puede ocupar de saber lo que nos hace felices. Cuando nos genera un esfuerzo mantener una relación de pareja va en contra de su sentido esencial, porque elegir estar al lado de alguien nunca debe ser un sacrificio, sino una elección en pos de nuestro bienestar.

Cuando el peso de extrañar la soltería empieza a repercutir en nuestro vínculo con el otro, es importante:

- No ignorar lo que nos pasa. Trabajar lo que sentimos, para saber qué es lo que realmente queremos. Esto va a ser un disparador para poder elaborar y tomar decisiones. Si la idea de estar solteros nos hace más felices que estar en pareja, todo tipo de rutina de a dos va a ser difícil de llevar adelante. Intentar sostener lo insostenible, genera más estrés que elaborar cambios.

- Distinguir qué cambiaríamos en nuestra dinámica de pareja para sentirnos a gusto. Si ambos estamos enamorados, y sentimos que lo que a veces nos ahoga es la rutina, juntos debemos pensar con qué recursos contamos para poder reactivarla. A veces no es la soltería en si lo que extrañamos, sino la sensación de hacer algo distinto.

- Reflexionar si queremos apostar a la relación de pareja que tenemos. Poder pensar si extrañamos la soltería, no porque se nos hace difícil la vida de a dos, sino porque la persona que tenemos al lado ya no es con la que queremos compartir todo lo que implica esa elección.

- Hacer hincapié en nuestra idea de libertad. Estar en pareja no nos debe hacer sentir menos libres, al contrario es importante sentir que tenemos toda la libertad del mundo para elegirnos mutuamente todas las veces que sea necesario. Un vínculo que no nos haga sentir libres nunca nos va lograr unir, sino que simplemente nos va a atar.

¿ESTAR EN PAREJA O ESTAR SOLTERA?

Estar en pareja es elegir construir un proyecto de a dos, si esa decisión se convierte en un peso, la tensión que se empieza a gestar se transforma en un conflicto latente. Si lo que extrañamos de la soltería son aspectos que podemos modificar en nuestra relación de pareja, juntos debemos elaborarlos para crear una nueva dinámica que nos salve de la rutina, pero cuando lo que añoramos es estar solos para poder estar con otras personas, es en vano prolongar una situación que ya no nos hace sentir plenos. Tener en claro esto es fundamental para poder ser felices con nuestras decisiones y lograr estar en concordancia con las emociones que tenemos.

Cuando se trata de lo que deseamos para nuestra vida, la respuesta no puede venir nunca desde afuera, sino de lo que nosotros sentimos, porque como se suele decir: si nuestra propia felicidad no la encontramos en nosotros mismos, difícilmente la hallemos en otro lugar.


martes, 29 de agosto de 2017

8 razones científicas por las que estamos mejor solteras

“The Lobster” (2015, Yorgos Lanthimos) ofrecece una distopía en la que hombres y mujeres son obligados a encontrar pareja, alguien con quien compartan una característica inequívoca, como por ejemplo la miopía. La presión para encontrar esa media naranja llega al punto de que quienes no lo consigan serán reencarnados en un animal. No hemos llegado a la aniquilación de los solteros, pero el apremio tecnológico no es desdeñable: aplicaciones que te juntan con quién te has cruzado en el día, otras en las que se puede rechazar o aceptar perfiles con un simple movimiento de pulgar..., todas con algo en común: poner el móvil y la agenda a trabajar para no quedarse soltero.

Con todo, según el análisis de 814 estudios que presentó la doctora Bella DePaulo en la conferencia anual de la Asociación Americana de Psicología, a los solteros no les va nada mal; más bien podría decirse que tienen unas cuantas fortalezas de las que carecen quienes tienen pareja. Si estás sola estos datos te reforzarán en la idea de que no tienes por qué sucumbir a los estándares; si tienes pareja quizás sientas algo de envidia, pero no tendrás que reencarnar en ningún crustáceo.



RAZÓN 1. Tienen trabajos más satisfactorios

Un seguimiento de jóvenes universitarios demostró en un estudio de la Universidad del Estado de Washington que aquellos que atribuían un menor valor intrínseco al trabajo —el relacionado con la satisfacción que se obtiene por las propias tareas— terminaban casándose o teniendo hijos dentro los nueve años después de licenciarse. Una vez en pareja, las mujeres daban menos importancia a las recompensas extrínsecas —sueldo, seguridad, prestigio, oportunidades para aprender— y ambos restaban relevancia a las gratificaciones intrínsecas, como retos o responsabilidades. Cuando tenían hijos, los hombres perdían aún más interés por los valores de las propias tareas para centrarse en la seguridad o el sueldo. En definitiva, los solteros terminaban disfrutando más del trabajo en sí.



RAZÓN 2. Están más conectados a su familia y amigos

Un análisis de las relaciones de los estadounidenses con su entorno, llevado a cabo por la Universidad de Massachussetts concluyó que las personas solteras tienden a estar más en contacto con, ayudar a y recibir ayuda de padres, hermanos, vecinos y amigos que las casadas, que viven en su isla familiar. Y ya lo contaban en BuenaVida: no cuidar las relaciones sociales puede ser tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos al día, según el metaestudio con datos de más de 300.000 personas que dirigió la psicóloga Julianne Holt-Lunstad. Otro informe posterior lo avala: la felicidad y la buena salud en los adultos también están relacionados con entorno de amistades fuerte, que derivaba en menos enfermedades crónicas, como diabetes, presión alta, problemas psiquiátricos y complicaciones coronarias.



RAZÓN 3. Se desarrollan más como personas

Aunque el estudio longitudinal que desarrolló la Universidad de Wisconsin-Madison concluyó que el matrimonio reportaba bienestar tanto a hombres como a mujeres, había una serie de aspectos como la autonomía y el crecimiento personal en los que los solteros de ambos sexos puntuaban sensiblemente mejor que quienes tenían pareja. Es algo que se desarrolla con el tiempo: mientras los jóvenes llevaban peor la soltería, los adultos de mediana edad se mostraban psicológicamente más resilientes. “Aquellos que se mantenían sin pareja a lo largo del tiempo, tenían mayor determinación y un sentido de continuo crecimiento personal que no mostraron los que permanecieron casados”, comentaba DePaulo en su intervención.



RAZÓN 4. Son más autosuficientes, también en lo emocional

Una investigación publicada en el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos y conducido por dos profesores de la Facultad de Psicología de Lafayette College, llegaba a la conclusión, tras comparar los recursos psicológicos de los casados con los de los solteros, que si bien los primeros se sentían más integrados en la sociedad, los singles habían desarrollado herramientas propias y eran notablemente más autosuficientes que sus compañeros de estudio con pareja. Una cualidad que usaban para combatir los afectos negativos y potenciar los positivos, para lo que los emparejados tendían a apoyarse en sus vínculos familiares.



RAZÓN 5. Y qué hay de los divorciados

Según este estudio publicado por el Instituto de Estudios del Trabajo de Alemania, con más de 65.000 participantes a quienes hicieron un seguimiento durante 20 años, el matrimonio tiene un claro punto de inflexión para las mujeres que se sitúa en su quinto año, momento a partir de la felicidad que habían sentido a medida que se acercaba la boda, comienza a bajar hasta estabilizarse a niveles de cuando estaban solteras. En cambio, después de tres años de moderación después del divorcio, el gráfico de la felicidad experimentaba una subida pronunciada. Los hombres, por su parte, vivían los años antes del matrimonio con cierta euforia que decaía inmediatamente después de casarse. De cara al divorcio, ya un año antes se encontraban más felices de lo que habían estado antes, un sentimiento que no paraba de crecer tras la separación.



RAZÓN 6. Se ejercitan más

Los solteros dedican más tiempo a mantenerse en forma y a practicar algún deporte que aquellos que se mantienen en pareja, los casados o los divorciados. Así lo indica un estudio realizado en Estados Unidos por el Departamento de Estadísticas a nivel nacional sobre una muestra de más de 13.000 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años.



RAZÓN 7. Mantienen la línea

Existen diferentes estudios que relacionan estar en una relación duradera con el sedentarismo y, por lo tanto, la ganancia de kilos. Uno de ellos lo realizó la Southern Methodist Univeristy of Dallas (Estados Unidos) y lo publicó la revista Health Psychology. Tras examinar a 160 parejas de recién casados durante sus cuatro primeros años de matrimonio, las investigaciones reflejaron que el 60% de estas había engordado.

El motivo principal que dieron los investigadores, liderados por Andrea Meltzer, es que en un matrimonio feliz, la preocupación por atraer al otro desaparece.

De acuerdo con otra investigación reciente, esta vez realizada por expertos de la universidad australiana de Queensland y publicada en The American Jounal of Preventive Medicine sobre una muestra de más de 6.000 mujeres, estas engordan un promedio de casi siete kilos a los diez años de estar inmersas en un matrimonio o con pareja estable, lo que no ocurre cuando están solteras. Si a la ecuación se le añade la llegada de un bebé, los kilos de más se cifran en 10.



RAZÓN 8. Duermen mejor

Un estudio realizado por la organización The Better Sleep Council sobre una muestra de 542 personas evidenció que las personas que no tienen una relación estable y, por lo tanto, no duermen acompañados como costumbre, concilian mejor el sueño que aquellas que cada noche se acuestan con su pareja. De hecho, el 63% de las personas encuestadas que mantenían una relación, reconoció que tiende a dormir lo más distanciado de su compañero cuando comparten la cama por la incapacidad de conciliar el sueño, debido a los movimientos del otro, a sus ruidos, ronquidos, etc. El 26% de estos, admitió a su vez que duermen mejor solos que cuando lo hacen en compañía.

martes, 8 de agosto de 2017

¡Atención solteros y sin compromiso!



Dicen que el amor es como la suerte, “loca y a cualquiera le toca”. Hay muchos que quisieran este golpe de suerte en sus vidas. Y es que en el corazón de todo ser humano hay un rinconcito muy especial que solamente una pareja puede llenar.



Si añoras tener una pareja con quien compartir, reír y acurrucarte, no es suficiente esperar un golpe de suerte y mucho menos esperar que alguien te pida matrimonio porque le encantó tu foto de perfil en Facebook. Hay 5 iniciativas que debes proponerte para que el amor llegue a tu vida:



1. Saca de tu vida a quien te haya sacado de la suya: La razón por la que muchos no pueden enamorarse nuevamente es porque piensan que no van a poder querer a alguien de la manera que amaron a su ex. Recuerda que si fuiste feliz con la persona incorrecta, ¡imagínate con la correcta!



2. No descartes oportunidades a primera vista: Si conoces a un nuevo prospecto y no sientes atracción inmediata, sal con esa persona por lo menos dos veces antes de decir: “No hay química” la atracción no siempre nace en el primer encuentro.



3. Deja la timidez a un lado: Cuando te topes con alguien que te atrae, no tengas miedo a tomar la iniciativa, esto no significa que rápidamente le vas a pedir el teléfono o invitarle a bailar, pero mostrar una sonrisa y un lenguaje corporal coqueto puede ser muy atractivo para el sexo opuesto. Y si la persona no te corresponde, no perdiste nada con intentarlo.



4. No tropieces con la misma piedra: No pierdas tiempo con alguien que acabando de conocerle, muestra los mismos comportamientos negativos de tu ex. Las malas experiencias son para aprender, no para repetirse.



5. No busques la perfección: Las diferencias pueden ser un gran complemento. Quien tenga en abundancia lo que a ti te falta, puede agregar mucho a tu vida. Por ejemplo, si eres impaciente, te beneficiarás de una pareja tolerante que te ayuda a tomar las cosas con más calma.

Y más importante que todo, convéncete de que: ¡el amor está en camino y cupido te flechará!



Visita a María Marín en su casa todos los miércoles en su nuevo reality show “María Marín Live” transmitido por Facebook Live, enciende tus notificaciones de “video en vivo”.

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lunes, 8 de mayo de 2017

Miedo a la soltería



EL DESEO DE ALCANZAR EL AMOR Y COMPARTIR LA VIDA CON OTRA PERSONA ES NORMAL | SIN EMBARGO, SI SOBREVIENE LA OBSESIÓN POR ENCONTRARLO, QUIZÁ PADEZCAMOS ANUPTAFOBIA O MIEDO A LA SOLTERÍA.

El miedo a no llegar al altar para casarse o a no tener un compañero de vida, parece algo de otras épocas y ajeno al actual siglo XXI de las citas y ligues por Internet, en el que proliferan las relaciones informales, de menor duración y, a veces, no convencionales, como los ‘amigovios’ o las parejas abiertas.

“Aunque han cambiado los tiempos, el temor a la soltería pervive en muchas personas y, hoy en día, se admite que esa aversión a la soledad sentimental también la padecen los hombres, ya que antiguamente, “era cosa de ellas”, mientras que a ellos “se les cazaba” o eran denominados “solteros de oro” “, asegura Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club, de crecimiento personal en España.

“Hombres y mujeres tienen temor a la soltería, si bien, ellas padecen más este síndrome, puesto que a los condicionantes sociales se une el llamado “reloj biológico” que, a partir de los 30 años, apremia a algunas mujeres hacia la maternidad”, indica Rodríguez, terapeuta Gestalt, experta en Programacion Neurolinguística (PNL) y experta en asesoramiento psicológico.

El miedo persistente e injustificado a quedarse solteros para siempre o a no encontrar pareja y, en definitiva a quedarse solos, más allá si hay o no un deseo de casarse, se llama anuptofobia, y está regulado, no solo por la herencia cultural y el entorno social, sino también por la educación y el nivel de desarrollo personal de cada individuo, explica esta psicoterapeuta.

“El deseo de alcanzar el amor, de tener un compañero con el que compartir un proyecto de vida es algo normal, pero cuando ese sentimiento de soledad contamina todas las áreas de nuestra vida, es hora de prestarle mucha atención”, señala.



¿CUANDO SE VUELVE UNA PATOLOGÍA?

Para la psicóloga, el normal deseo de tener pareja se vuelve patológico cuando la persona se pone en esta aspiración un rango de exigencia tan grande que anula su capacidad de disfrutar de un encuentro espontáneo.

Existe anuptafobia “cuando se pasa de, simplemente dejar que ocurra, a planificar sistemáticamente para que se produzca recurriendo a todo tipo de artimañas y tecnologías, y cuando tener pareja se convierte en el objetivo prioritario de la persona”, añade.

Algunos síntomas de la anuptafobia son: estar pendiente de conocer a alguien en el trabajo; juntarse con amigos o generar situaciones solo para que nos presenten a alguien y ver qué pasa; centrar la atención en observar a parejas en la calle y pensar de modo recurrente cómo lo habrán conseguido; o preguntarnos por qué no somos elegidos, de acuerdo a esta profesional.



OCHO CLAVES PARA SANAR NUESTRAS RELACIONES

La directora del Coaching Club describe algunos comportamientos que denotan que existe un miedo a la soltería que aparece y se ha transformado en una obsesión, y proporciona algunos consejos prácticos para corregirlos:



1 Contentar al otro desapareciendo uno mismo como persona.

“La pareja requiere de sano equilibrio entre lo que se da y lo que recibe. Si nos dedicamos sistemáticamente a conformar al otro, terminaremos creándole la sensación de que tiene “una deuda” con nosotros por todo lo que le damos y esa persona acabará por alejarse”, señala Rodríguez.



2 Mostrarse perfecto o autosuficiente y sin debilidades.

“Exhibir nuestra vulnerabilidades y puntos débiles, no solo nos ayuda a nosotros mismos a ser más auténticos, sino que también genera un espacio donde la otra persona puede acompañarnos a transitar en los momentos difíciles, desde una conexión más auténtica con nosotros”, indica.



3 Intentar conseguir al otro a cualquier precio como un trofeo.

“Una cosa es actuar como si uno fuera un selector de personas que está a la pesca de un talento o trofeo, y otra muy distinta es el encuentro espontáneo entre dos personas que se muestran tal y como son. El verdadero encuentro entre dos seres se produce desde la honestidad y desde lo bellamente humanos que son”, de acuerdo a esta psicoterapeuta.



4 Tolerar las conductas del otro que nos causan malestar.

“No poner límites al otro implica que nosotros mismos no tenemos nuestros propios límites claros, con lo cual pasamos a ser una marioneta, lo cual nos aleja muchísimo de lo que es una pareja. Si está pasando esto, tenemos que reeducarnos y aprender a gestionar nuestras emociones, ya que amar también requiere de límites”, según la directora de Coaching Club.



5 Tratar de “poseer” al otro para evitar la soledad.

“Se trata de comprender la diferencia entre el amor y la “posesión”. “Tener” pareja apunta a la “posesión” de otra persona para crear la ilusión de que nunca nos sentiremos solos. “Estar” en pareja conduce a aceptar la soledad existencial que a todos nos atraviesa e intentamos calmar con la placentera compañía de nuestro ser amado y el resto de los vínculos que constituyen nuestro universo personal”, explica Rodríguez.



6 Depositar en otra persona nuestro propio bienestar.

“A veces depositamos la responsabilidad de nuestra propia felicidad y bienestar en la pareja y esto es irreal, ya que solo nosotros somos responsables de generar espacios y momentos gratificantes. Si los podemos y queremos compartir mucho mejor, pero teniendo en cuenta que uno es el único responsable de su propia felicidad y la otra persona es aquello que puede y quiere ser”, según esta psicoterapeuta.



7 No aceptar la propia soledad existencial.

“Lograr acompañarnos de nosotros mismos, trabajar en la capacidad de estar a solas, nos prepara para acompañar a otros y dejarnos acompañar mejor, sin destruir ni dejarnos destruir en una relación posesiva. Hacer algo que nos apetece como retomar un libro, ver una película pendiente, mimarnos con algún capricho o, simplemente caminar o tomarnos una buena taza de té o café, es un buen comienzo para aprender a acompañarnos a nosotros mismos sin miedo”, según esta experta.



8 Relacionarnos deficientemente con nosotros mismos.

“Las personas con este temor a la soledad deben tener en cuenta su autoestima y, para ello, nada mejor que tomen contacto con actividades que puedan experimentar el placer de estar consigo mismos y con el entorno, como el método Pilates, la natación o la meditación ‘mindfulness’”, sugiere a Verónica Rodríguez Orellana.

martes, 2 de mayo de 2017

Bondades de ser solter@



¿Qué tienen en común las actrices Edie Falco, conocida por su papel en la serie televisiva 'Los Soprano', y Kim Cattrall, una de las protagonistas de ‘Sex and the City’, con la mundialmente famosa cantante y compositora Lady Gaga?

Son tres celebridades ‘singles’ (solteros) cuyas opiniones y forma de vida invitan a realizar una reflexión libre de prejuicios sobre la soltería y a dedicarle una nueva mirada, según la doctora estadounidense en Psicología Bella DePaulo (www.belladepaulo.com).

DePaulo, una de las principales investigadoras mundiales de la vida de los “singles”, concluye que las personas solteras tienen vidas sociales más ricas y mayor crecimiento psicológico que las personas casadas.

La soltería puede tener más beneficios psicológicos que los de estar casado, algo sobre lo cual existen algunos ejemplos y testimonios entre las celebridades, según esta científica de la Universidad de California en Santa Bárbara, UCSB (www.ucsb.edu) en California, EEUU.

Bella DePaulo es una de las mayores expertas e investigadoras mundiales en soltería, autora del libro 'Singled Out' sobre como “los solteros son estereotipados, estigmatizados e ignorados y, aún así, viven felices para siempre” y de la columna ‘Living Single’ (viviendo soltero) en la revista 'Psychology Today'.

Además de 'Singled Out', Bella DePaulo escribió sobre el mismo tema 'The Best of Single Life', que han sido traducidos al español en formato electrónico, con los títulos de 'Solteros señalados' y 'Lo mejor me ser soltero', respectivamente.

Esta psicóloga señala que escribió artículos sobre personajes famosos y sus distintos puntos de vista, connotaciones o conductas respecto de la soltería y el matrimonio.

“Me he dado cuenta de que, a lo largo de los años, he usado a menudo las palabras y hechos relacionados con las figuras públicas como punto de partida para mis análisis sobre el lugar que ocupan el matrimonio y la vida soltera en la sociedad contemporánea”, afirma De Paulo.

Kim Kardashian, Whoopi Golberg, Patricia Arquette, Taylor Swift; Angelina Jolie, Sandra Bullock, Barack y Michelle Obama; Bill Gates, Mónica Lewinsky, Al Gore, Larry King, Sonia Sotomayor y Theresa May; así como Kate Middleton, el príncipe Guillermo y el Papa, son algunas de las personalidades citadas en sus artículos de psicología.

Famosas, solteras y felices

La doctora DePaulo cita a pedido de EFE los casos de tres mujeres famosas cuyos dichos y hechos sobre la soltería ha analizado en su blog y que han generado debates importantes.

“Kim Cattrall ha percibido el término ‘cougar’ (equivalente a ‘pantera’ y aplicado a las mujeres mayores que se relacionan con hombres jóvenes), como una expresión con connotaciones negativas y una etiqueta que la gente utiliza cuando se siente incómoda ante una mujer fuerte”, según DePaulo.

Esta actriz británica —que ha pasado por el matrimonio y el divorcio— se perdió ocupar la portada de una importante revista cuando rechazó posar junto con una pantera, como símbolo de este fenómeno, según el portal TheFrisky.com.

La doctora DePaulo también cita el caso de Lady Gaga, analizado en el artículo “El celibato y la soltería prolongada se están convirtiendo en opciones viables para una gran variedad de mujeres” (Celibacy and prolonged singledom are viable options for a wide variety of women) del periódico 'The Globe and Mail'.

“He elegido ser soltera”

Esta cantante dice “estoy sola ahora y he elegido ser soltera porque no tengo tiempo para conocer a nadie. Estoy célibe, el celibato está bien”. Por lo cual fue criticada, según este medio.

Para DePaulo, las críticas que recibió Lady Gaga por decir eso se relacionan con el obstinado mito de que los solteros se engañan a sí mismos y, en el fondo, desean abandonar su soltería.

Por otra parte, la especialista señala: “Decir ‘me siento feliz’ es una respuesta que parece no estar permitida para quienes viven en la soltería, como Edie Falco, a quien el escritor y editor Kevin Sessums le preguntó cuatro veces seguidas si no la entristecía el hecho de no haberse casado nunca”.

“Falco le respondió a Sessums que no estaba triste respecto de su vida, porque esta era poco convencional, nada sucedía como lo pensaba y la iba inventando a medida que se desarrollaba, pese a lo cual el reportero prosiguió planteándole la pregunta desde distintos ángulos, en una entrevista en 'The Daily Beast'”.

Para DePaulo, la respuesta de Falco, y el que ella sea famosa y su nombre aparezca en un artículo relacionado con la soltería, es positivo “porque puede ayudar a que más personas lo lean y piensen en esta forma de vida de un manera menos estereotipada”.

Beneficio de una vida ‘single’

“Muchas personas solteras abrazan sus vidas de soltería, y es probable que experimenten un mayor crecimiento psicológico y desarrollo que las personas casadas, así como una vida social más rica”, afirmaba la experta durante la última reunión anual de la Asociación Estadounidense de Psicología, APA, (www.apa.org) celebrada en Denver (Colorado, EEUU).

“La preocupación por los peligros de la soledad puede oscurecer los beneficios de la soledad. Es hora de representar con más exactitud a las personas solteras, reconociendo sus fortalezas y su resiliencia (capacidad de adaptarse a la adversidad) y todo aquello que hace que sus vidas sean tan significativas”, añade.

DePaulo cita una investigación que muestra que las personas solteras valoran el trabajo significativo (que tiene importancia o significado) más que las personas casadas, y otro estudio que muestra que los ‘singles’ están más conectadas con los padres, hermanos, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.

“Cuando las personas se casan, se aíslan más”, remarca.

“Además, las investigaciones que comparan a las personas que permanecen solteras con las que siguen casadas, muestran que las primeras tienen un mayor sentido de autodeterminación y son más propensas a experimentar un sentido de crecimiento y desarrollo continuo como personas”, señala DePaulo.

Según DePaulo, otro estudio sobre las personas solteras de por vida mostró que cuanto más autosuficientes eran, menos probabilidades tenían de experimentar emociones negativas, lo contrario de lo que sucedía en el caso de las personas casadas.

Pero DePaulo también admite que la investigación sobre personas solteras es escasa.

En la reunión de la APA hizo hincapié en que buscó estudios sobre participantes que nunca se habían casado y, de las 814 investigaciones que encontró, la mayoría no examinaban a personas solteras, sino que las utilizaban como grupo de comparación para aprender sobre las personas casadas y el matrimonio en general.

A pesar de estas ventajas de permanecer soltero, DePaulo no reclama que un estado sea mejor que el otro.

“No hay una receta para la buena vida. Lo que importa no es lo que los demás hagan o lo que otras personas piensen que debemos hacer, sino que podamos encontrar los lugares, espacios y personas que encajen en lo que realmente somos y nos permitan vivir nuestras mejores vidas”, concluye esta psicóloga. •

jueves, 7 de julio de 2016

Fruto prohibido: ¿Por qué las solteras eligen a los hombres con pareja?



Los psicólogos revelan una razón para que las novias y esposas se preocupen.

Un equipo de investigadores de la Universidad Cristiana de Texas (Estados Unidos) ha revelado un hecho preocupante para las mujeres que ya están emparejadas con hombres: a las solteras les interesan más los varones que mantienen una relación porque les parecen más atractivos, cariñosos e, incluso, hasta más ricos, según ha explicado la doctora Sarah Hill y publica el rotativo 'The Daily Mail'.

En el experimento, varios psicólogos ofrecían a dos grupos de mujeres que estimaran el atractivo de diversos hombres que aparecían en diferentes imágenes, tanto solos como en compañía de sus esposas. Los resultados demostraron la hipótesis de que los hombres con novia o esposa suscitan más interés en otras mujeres que los solteros.

Los científicos encuentran la explicación para esa reacción en la copia de la elección de pareja, una conducta que desarrollan otros animales. Esa estrategia permite que la hembra ahorre tiempo y energía a la hora de encontrar un compañero y reduce los riesgos a la hora de que tome una decisión errónea.

domingo, 1 de mayo de 2016

Los prejuicios que rodean la soltería de la mujer


Resulta inevitable que las mujeres entre los 35 y 40 años, particularmente en nuestra cultura latinoamericana, escuchen frases del tipo: "¿todavía no te has casado?, ya va siendo hora porque se te va el tren” o, para aquellas mujeres que tienen un pareja formal escuchar frases como: "ya es hora de que se casen, tengan hijos y estabilicen esa situación”.

A pesar que hemos logrado grandes avances en muchos campos de la vida, la tecnología y la ciencia, algunos pensamientos todavía quedaron en el pasado, sobre todo porque aun en nuestra época consideramos que la felicidad de una mujer está en estrecha relación con la pareja, y de no lograr cierta estabilidad familiar o
conyugal, ha fracasado.

Estos prejuicios que se forman alrededor de la soltería de una mujer de mediana edad me hacen pensar que muchas de ellas han seleccionado parejas por la "premura” del tiempo, por la "presión” familiar y social que deviene del peso de sus años, sin considerar otras consecuencias futuras.

Es claro que la presión de la sociedad influye en la toma de nuestras decisiones, por lo que no es raro encontrarse con parejas infelices que continúan juntas por miedo al estigma, o mujeres que han dado el sí en "el altar” por miedo a ser catalogadas como "solteronas”. Surge la pregunta: ¿vamos a vivir la vida entera con esas personas a las que tememos nos juzgarán?, o, ¿viviremos con las decisiones personales que hemos tomado?

Al final, infelices, felices, estables, no estables, somos sólo nosotros frente al mundo, por lo que, más que el miedo al qué dirán, tendríamos que tener especial cuidado por el peso de nuestras decisiones.

Lo bueno y lo malo del libre albedrío es la libertad para escoger, por lo que nuestras decisiones deben ser lo más conscientes y responsables posible.

La soltería es diferente a la soledad. La soltería podría ser más bien independencia. Mujeres que han alcanzado madurez emocional o económica, y que han optado por disfrutar de esa independencia. No tener pareja no implica no contar con una red de apoyo social y de contención: amigos cercanos y familiares, por lo que la soledad, en tanto no se transforme en "estado solitario”, puede ser creativa y saludable para estas mujeres.

La soltería tampoco tendría que influir en la autoestima de una mujer, porque ninguna autoestima que dependa de terceros es real. Es un proceso, si queremos llamarlo así, en el que nos amamos, nos respetamos y nos valoramos como somos, no en tanto nos aprecien por lo que somos.

La soltería podría ser también un fuerte rasgo de poder. Un poder que va más allá de la simple óptica de ejercer fuerza sobre otro, sino un poder sobre ellas mismas. Un poder para elegir el tiempo adecuado de formar una familia. Un poder para elegir lo que quieren hacer con su tiempo que es valioso y es único. Un poder para hacer frente a las miradas de muchos incrédulos que no aceptan el hecho de que la felicidad es un estado personal.

Es verdad que el condimento de la vida son las personas con las que vivimos y compartimos, pero no por ello la soltería tendría que ser necesariamente funesta, repito: la soltería no es sinónimo de soledad.

La lógica de la vida podría ser entonces: "En los tiempos de Dios todo sucede”. Dejar fluir las cosas, tomar buenas decisiones, confiar plenamente. Formar una familia en el tiempo adecuado, con el compañero adecuado puede ser un regalo maravilloso que tiene que suceder cuando alguien se encuentre listo.

Para terminar transcribo una frase muy motivadora de Bolick para todos nosotros, solteros, casados, separados, divorciados, o viudos:
"Hay mucho por hacer y muy poco tiempo. El amor romántico es maravilloso cuando sucede, pero hay muchas otras formas de amor que pueden servirnos de sustento. Es una suerte estar vivos. Así que a aprovecharlo”.



sábado, 19 de marzo de 2016

Consejos para las mujeres solteras

Vivir en plenitud un periodo diferente

Disfruta de la soledad. Así, cuando el amor llegue, estarás lista para recibirlo con mucha confianza.

Estar sola no es un estado malo ni para sentir vergüenza. Al contrario,

te ofrece muchas posibilidades para desarrollar tu vida de una manera divertida y exitosa. Por lo general,

las mujeres pasan por ese período pensando en la posibilidad de estar con alguien, esperando encontrar

al “indicado” en cualquier momento.

Y es por eso que comienzan a tener una vida social activa, salir a todas las fiestas posibles tratando de conocer alguien especial.

Si estás sola en este momento, lo mejor es poder tener un tiempo para ti misma, hacer cosas que te gusten y animarte a tener citas, ¡pero que no se vuelvan el único objetivo de tu vida!

Disfruta de estar sola

Si estás constantemente pensando en encontrar a alguien, terminarás triste y estresada. No hay que parar la vida hasta que venga un hombre, hay que disfrutar cada momento. Aprovecha y sal con amigas, visita lugares nuevos, viaja si es posible, cocina o decora la casa.

Encuentra tu hobby ideal

Si eliminas la preocupación y el malestar por no conseguir una cita, tendrás mucho tiempo para hacer cosas divertidas.

Aprovecha y encuentra el hobbie que más te guste o la actividad que siempre quisiste hacer.

Frecuenta un nuevo círculo

Si tus amigas están todas casadas y con familia, capaz que no puedan llevar el mismo estilo de vida que tú tienes por el momento. Eso no quiere decir que las olvides sino que frecuentes personas nuevas, solteras que te den ánimo para cambiar de ambiente.

Sé abierta

Trata de abrirte con tus amigos y cuéntales de las ganas que tienes de conocer a alguien; así ellos te

tomarán en cuenta e, incluso, pueden presentarte a alguien.

No presiones

Es importante que cuando empieces a salir con alguien, no lo idealices y veas como el hombre perfecto. Tienes que ir con una actitud relajada y realmente tratar de encontrar a alguien con el que puedas pasar un buen momento.

jueves, 7 de enero de 2016

Señales que ayudan a identificar a un hombre soltero

En la actualidad existen muchas parejas que optan por convivir antes que casarse y la regla del anillo quedó atrás. Por eso, para las solteras se vuelve un reto descubrir si un chico está de novio y quién no lo está. Para facilitarle la búsqueda, aquí encontrará cómo saber si un hombre es soltero.

Signos. Es el último en irse de cualquier fiesta o reunión, está prolijo y perfumado todo los días. ¡Por eso le enamora! El 70% de las fotos de su Instagram son en boliches o bares. Pasa muchas horas en el gimnasio o entrenando, ¡y se nota! No suele mirar a cada rato la hora y menos en una reunión porque nadie lo está esperando. Tiene ropa y perfume en el auto, para los solteros es como su segunda casa. Le invita a su casa y definitivamente está soltero. Sale mucho con sus amigos. Si en su perfil de Facebook tiene fotos con la novia, es hora de salir de ahí.

viernes, 1 de enero de 2016

Soltera en Año Nuevo, conozca cinco planes

ara miles de personas en el mundo, la víspera de Año Nuevo es una noche llena de glamour y fiesta acompañada de alguien especial. Sin embargo, no todo el mundo tiene el mismo plan (o pareja). Por ello conozca cinco planes para que celebre Año Nuevo. Organice una cena en casa, de esta manera puede elegir quién compartirá con usted la llegada de un nuevo año. Salga con sus mejores amigas solteras, haga una reservación en un lugar que incluya sus actividades favoritas. Por ejemplo, si le gusta cantar o tocar un instrumento, vaya a un lugar donde toquen música en vivo. Además, esto hará que su transición de un año al siguiente sea mucho más memorable. Duerma, esta opción es muy subestimada. Utilice este día libre para dormir todo lo que no dormiste en el año. En última instancia, la noche de Año Nuevo es solo una noche más. Pase la noche con su familia, si no le gusta la idea de estar sola, disfrútela con sus seres queridos.

lunes, 19 de octubre de 2015

Cuestión de mujeres: “Soltera, pero contigo”



Suena a “Contigo a la distancia”. En el amor —dicen— no existe la cursilería; totalmente discutible aunque —dicen también— “contra gustos no hay nada escrito”. A propósito, una carta de la escritora canadiense Isabelle Teissier invita a las solteras a pararse ante el espejo para ver qué les muestra de su relación de pareja. Lo hace desde una polémica óptica femenina y por eso, si bien a todos pica la curiosidad, esto es cuestión de ellas.

Más allá de tus labios, del sol y las estrellas, contigo en la distancia, amada mía, estoy. Cualquier palabra se queda corta al lado de un bolero así. El conflicto se presenta cuando del romanticismo cantado, ideal, se pasa al ¿insoportable? alejamiento hecho realidad...

Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome ‘hola’, escribe Isabelle, de 33 años, en su carta (VER RECUADRO APARTE EN LA PÁG. 13), que comenzó como una limitada versión francocanadiense en el Huffington Post y terminó “viralizándose” (se reprodujo de forma exponencial) en francés, inglés y español.

La autora del texto se dice soltera desde el título, como para tener una primera referencia. Pero, al respecto, Cecilia De Marchi, editora de “El taburete editoras” en Cochabamba, impugna de entrada: “¿en qué aporta o se diferencia el estar soltera pero con él?”.

Cuestión de mujeres
ECOS acudió a tres mujeres activas en las redes sociales y vinculadas a la comunicación en el “mundo real” (si queda algo de esto), para saber qué opinan de la famosa carta viral.

Una de las primeras en provocar a los “amigos” de Facebook por estas latitudes fue Rocío Recalde, comunicadora y ciberactivista, aguijoneada por un titular de periódico: “La carta que se plantea la independencia en la pareja”. Escribió ella en su muro: “Si una relación no es independiente (casada o no), no es una relación sana. La gente que piensa que eso solo se consigue estando soltera, no la tiene clara o no ubica nada de relaciones de pareja. Eso, además de todos los estereotipos machistas que la carta celebra, mientras pretende ser moderna/progre/feminista”.

En sus respuestas para ECOS, complementa: “Desde mi punto de vista el amor de pareja no es pleno si no se piensan como individuos primero y como pareja después. Desde mi experiencia, he podido ver que funcionan mejor las parejas que comparten sus espacios y gustos desde sus individualidades y construyen proyectos en común, sin dejar de ser uno mismo. Por lo tanto una relación dependiente o co-dependiente no es una relación sana. Así que el amor en independencia es lo que algunos buscamos como ideal”.

Nayra Abal se presenta simpáticamente como comunicadora, pasajera usual de las redes sociales, además de opinadora compulsiva e impresentable. Para ella, en esto del amor y la independencia, “debe existir cierto respeto al espacio de cada persona en la pareja. Es común, supongo que por la idea de que somos seres incompletos, pensar que una pareja hace todo o casi todo junta. Cuando lo saludable es mantener actividades propias y algunos espacios de interacción que no involucren necesariamente al otro. ¿Por qué? Para que tu mundo no inicie y termine en tu pareja y de esta forma no comiences a exigirle a tu pareja la responsabilidad de tu propia felicidad”.

Libertad y soltería
“¿Soltería es igual a libertad?”. Según De Marchi, no, con o sin pareja. “Pensar en soltería igual a libertad versus pareja igual a no libertad es ingenuo. La libertad no depende de tener pareja o no”. Según Abal, “eso depende de qué entendemos por libertad y soltería. Por supuesto que tenemos la idea de que podemos hacer muchas cosas solos que no podríamos hacer en pareja pero eso nuevamente otorga cierto control de y en la otra persona. Y se juega mucho con el respeto en este tema, cuando creo que lo más sano es pensar en la reciprocidad y el equilibrio”.

Y, ¿es posible la libertad en el matrimonio? “Siempre tenemos la opción de elegir qué relación queremos. Supongo que si tomamos la decisión de casarnos, esto implica que aceptamos el compromiso que esto supone pero prefiero pensar que eso no te anula como persona y que es parte de la negociación de la pareja los espacios que cada uno va a definir como personales”, dice también Abal.

¿Machista? ¿feminista?
Nueva inquietud: ¿esta, al final, es una carta machista o feminista? Para Abal, “es un lindo ejemplo de machismo encubierto de cierto ‘lenguaje liberal’”. En esto último coincide con ella Recalde: “Intenta ser una carta muy liberal y ‘progre’, mientras defiende estereotipos profundamente arraigados en el machismo”; de acuerdo con su criterio, las palabras de Teissier, tal como lo han señalado algunos medios, no son más que “una serie de consignas machistas y trasnochadas”.

Rocío Recalde confirma su postura indicando que “te quieren vender desde los medios y sus titulares que esto es ‘un nuevo tipo de relación’, el famoso ‘no es complicado’ o el archiconocido ‘fuckbuddy’, cuando el hecho es que una relación independiente, sana y de común acuerdo, más allá de las etiquetas y del estado civil, debería estar garantizada para que sea plena y satisfactoria para ambas partes”.

Incluso va más allá y después de citar un fragmento de una entrevista realizada a la autora canadiense [«En el texto le doy la vuelta al modelo tradicional de pareja (...), dos personas que comparten su felicidad juntos y no dos personas que se convierten en una... No creo en las relaciones que implican una fusión»], opina lo siguiente: “Lo que se defiende en la carta no es el derecho de independencia e individualidad de cada miembro de la pareja y menos de la mujer.

Es un ‘estoy a tus órdenes, búscame cuando quieras’. Se defiende un arquetipo de mujer profundamente machista y lo peor, se celebra como liberal y feminista y ‘progre’”.

Fidelidad y libertad
Teissier plantea una forma de relación de pareja basada en la compañía pero sin la ¿típica? exigencia de fidelidad, sin demasiado compromiso. Ella parece encarnar el furor de lo que se conoce como “relaciones abiertas” o permisivas.

Nayra Abal opina que esta “es una época interesante para las relaciones, sobre todo pensando que estudios científicos te hablan cada vez más de la incapacidad de los seres humanos para ser monógamos… Esto es un tema de dos: si deseas una relación abierta o muy plural pero no se lo dices a la persona con la que estás, simplemente estás engañando. Mi idea sobre fidelidad está basada en la honestidad. Por lo mismo me parece que si no estás dispuesto a tener una relación monógama, lo lógico es que no te comprometas a una. Lo más importante, creo, es la honestidad con uno mismo”.

Según Cecilia De Marchi, “la carta muestra a una mujer que disfruta de relaciones posesivas, donde cada uno busca continuamente demostrar que tiene cierto poder y control sobre el otro. Propone una relación controladora de ida y vuelta, y continua. Ella no solo quiere controlar a su pareja, quiere también que su pareja la controle a ella. Me hace pensar en la relación al estilo Sartre-De Beauvoir: 'Llámame cuando bebas y quédate en mi regazo para que te cure la resaca'”.

¿Un nuevo planteamiento?
¿Se trata de un nuevo planteamiento en la manera de vincularse dentro de la pareja?

“No veo nada que muestre una nueva forma de relación con una misma y con el otro en ese texto”, dice De Marchi.

Recalde insiste: “Me gustaría pensar que la única forma de llevar adelante relaciones sanas, independientemente del estado civil, es siendo uno mismo en libertad e igualdad de derechos, condiciones y compromisos. Pactados y acordados mutuamente. Para eso no se necesita estar soltero, y el que piensa que ese tipo de relación se logra solo en la soltería, no entiende nada de las relaciones de pareja”.

Abal, por último, reflexiona: “Es un ejercicio muy complejo para intentar entender que la otra persona no es parte de tus posesiones y, como esta idea es tan distinta a lo que nos impone la sociedad, es posible que no sea sencilla de entender en muchos sentidos (…)”.

Y más adelante, cierra así: “La relación que vemos en la carta es permisiva y me parece que es una de las relaciones menos saludables que puede haber. Creo que sería tonto pensar que puedo hablar en nombre de las mujeres; puedo hablar en mi nombre y, en este sentido, defiendo la posibilidad que tengo de tener relaciones serias y con compromiso tanto como relaciones superficiales y mucho más prácticas. Es posible que de acuerdo a cierto desencanto por las relaciones sea más sencillo pensar en relaciones abiertas y flexibles. En este caso, lo importante será estar feliz con la decisión tomada”.

El final
El bolero pareciera confirmar la paradoja del amor en cierto modo posesivo (no existe un momento del día en que pueda alejarme de ti) versus la contradictoria —y moderna— postura de Teissier (“soltera, pero contigo”, algo así como “sé libre pero quiero que no te alejes de mí”).

Entrelíneas, bajo la apariencia de la complicidad se advierte un sometimiento adrede de la mujer a un hombre supuestamente ávido de libertad (Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas pero que me busques a mí para terminar la noche juntos...).

Pero, a la vez, esa misma mujer reclama sutilmente su propia libertad, acomodándose en una posición igualitaria respecto al hombre (No quiero que siempre me invites a tus panoramas, y no quiero invitarte siempre a las míos. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la noche y tú puedes contarme la tuya).

Todo, sin un futuro cierto, sin nada que implique compromiso a largo plazo como pareja, por lo que sobrevuela en la carta un dejo de pesimismo; más o menos como: “hoy te tengo, estás conmigo, pero mañana no sabemos”. Así, se confirmaría la lógica —también extendida hoy en día— de “vivamos el presente”.

Igual, ese 'no compromiso' resulta engañoso, porque en teoría la mujer otorga al hombre una libertad que en la práctica se traduce en control.
¿Y el final? Abierto, como este mismo, a las interpretaciones de las directas involucradas —las mujeres, especialmente las solteras— y de los convidados de piedra en esta historia de amor.

Entrelíneas, bajo la apariencia de la complicidad se advierte un sometimiento adrede de la mujer a un hombre supuestamente ávido de libertad... Pero, a la vez, esa misma mujer reclama sutilmente su propia libertad, acomodándose en una posición igualitaria respecto al hombre.

La carta viral: Quiero estar soltera contigo
Isabelle Teissier (escritora canadiense, 33 años)

Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque tienes ganas de tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos. Quiero que hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el día.
Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que me digas que había una chica en el bar que te hacía ojitos. Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me digas chorradas, solo para que puedas estar seguro de que yo también estoy pensando en ti.
Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido. Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me tomes de la mano y me lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte más y tienes ganas de hacerme el amor ahí mismo. Quiero intentar permanecer en silencio porque hay gente y nos pueden oír.
Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú hables sobre ti. Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental. Quiero imaginar el departamento de nuestros sueños, aún sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes, esos que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo: “Toma tu pasaporte, que nos vamos”.
Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más, porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de una buena noche con amigos. Para que me tomes la cara, me beses, me uses como tu cojín y me abraces muy fuerte por la noche.
Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome “hola”.
No quiero que siempre me invites a tus panoramas, y no quiero invitarte siempre a las míos. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la noche y tú puedes contarme la tuya.
Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.
Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo se mueven mis caderas de lado a lado. Para que me dejes arañar las ventanas de mi coche en invierno porque mis caderas se contonean y eso te hace sonreír.
Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras estar. Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas pero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.
Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido. La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.
Un día, te encontraré.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Ser feliz sin tener pareja

No, aquellos que tienen pareja no son más felices. Siempre se ha afirmado que los solteros disfrutan mucho más de la vida que aquellos que tienen pareja. La razón es simple: no están atados a ningún compromiso. Sin embargo, también son otros tantos los que se desesperan por no tener novio o novia.

El debate seguiría abierto durante años sino fuese porque un estudio publicado el pasado 21 de agosto ha determinado, finalmente, que los solteros son igual de felices que los que están enamorados. Eso sí, siempre que cumplan un requisito: mantengan buenas relaciones sociales con sus amigos y familiares.

La investigación ha sido realizada por la Universidad de Aukland, en Nueva Zelanda, y ha sido publicada por la revista especializada “Society for personality and Social Psychology”. En el estudio, los expertos buscan contrastar una serie de investigaciones previas que determinan que las personas solteras experimentan menos bienestar emocional que los que están “involucrados en alguna relación amorosa”, con aquellas que consideran que tener pareja es una fuente inagotable de dolor y conflicto.

Evitar los conflictos

Así pues, los investigadores de la Universidad de Aukland entrevistaron a más de 4.000 adultos en dos ocasiones y con un año de diferencia. El objetivo primario era determinar si las personas solteras que evitaban los conflictos sociales eran más felices que aquellas que no hacían nada por olvidarse de estos “aprietos”.

La primera conclusión fue tajante: los que mantienen buenas relaciones con sus amigos y familiares no se muestran más tristes que los que no tienen novio o novia, pues pueden centrarse en aspectos positivos de las relaciones. Sin embargo, sucede lo contrario con las personas que suelen “meterse en líos”. Y es que, en este caso si están más taciturnos si carecen de un pretendiente.

Por tanto, los investigadores han podido establecer que las relaciones de pareja no son solo las que pueden lograr que un ser humano sea feliz (como se había barajado en otras ocasiones) sino que las amistades también producen una sensación similar. En este sentido, también consideran que las personas con más interacciones sociales tienen más posibilidades de no ser desdichados, siempre que tiendan a evitar los conflictos sociales.

Con todo, esta investigación no ha logrado identificar por qué algunas personas tienden a evitar el estrés en las relaciones sociales, aunque atisba que podría ser debido a una mezcla de predisposición, naturaleza y forma en la que hayan sido criados. Sea como sea, lo cierto es que esta característica les ayuda a ser felices.

Datos: Fotolia y peru.com

Estereotipos

Hay veces que nos ponemos tristes por estar solos, esto es fruto del estereotipo de ser un solterón aislado ha terminado. Un nuevo estudio ha demostrado que ser soltero y feliz, es sólo cuestión de la ansiedad que te causan los conflictos con otra gente.

Lamentablemente, ser calificadas como inteligentes nos aleja de la ‘tierra prometida’ –entiéndase una vida en pareja, noviazgo, matrimonio. A pesar de todo lo brillantes y educadas que seamos, estaremos más propensas a ser solteras.

Quizá el dicho “la ignorancia es la felicidad” exista porque será difícil para una mujer inteligente tener compañía masculina para salir un viernes por la noche… especialmente si desea hablar sobre Nietzsche y las teorías que está viendo en su clase de filosofía. A esa mujer le dolerá cada vez que sus padres le pregunten por qué ella no puede encontrar a alguien, como tantas de sus amigas.

En este punto, esa mujer podría haber inventado un dicho diferente: “Las mujeres ignorantes consiguen al hombre, y las mujeres inteligentes nunca se sienten plenas”. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué los hombres no quieren a las mujeres con las que pueden conversar y que los desafían? ¿Cuándo surgió la aversión a las mujeres brillantes?



Ignorancia

En un artículo de The Wire titulado “¿Por qué los hombres inteligentes eligen a mujeres menos inteligentes?” (Why Do Smart Men Date Less Inteligent Women?) el periodista financiero John Carney explicó que las mujeres menos inteligentes tienen más tiempo libre porque no obtienen una recompensa económica al estudiar más o trabajar horas extras, y buscan a un compañero inteligente como un medio para avanzar económicamente. En ese sentido, las chicas ‘tontas’ tendrían una doble motivación para esforzarse por salir con hombres exitosos, financieramente hablando.

Un estudio realizado con 121 británicos dio como resultado que las mujeres con alta inteligencia, en una relación hombre-mujer, son vistas por otros como problemáticas, mientras que la pareja masculina, también inteligente, no era visto como un problema, sino como deseable. Estos estereotipos culturales y prejuicios de género están impidiendo valorar a una mujer por su capacidad intelectual. En algunos lugares, están siendo ignoradas y castigadas por su inteligencia.

jueves, 16 de julio de 2015

¿Miedo a la soltería?

El miedo a no llegar al altar para casarse o no tener un compañero de vida parece algo de otras épocas y ajeno al actual siglo XXI de las citas por internet, en el que proliferan las relaciones informales de menor duración y, a veces, no convencionales, como los amigovios o parejas abiertas.

“Aunque han cambiado los tiempos, el temor a la soltería pervive en muchas personas y, hoy en día, se admite que esa aversión a la soledad sentimental también la padecen los hombres, ya que antiguamente era cosas de ellas, mientras que a ellos ‘se los cazaba’ o eran denominados ‘solteros de oro’”, asegura Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club (www.coachingclub.es).

“Hombres y mujeres tienen temor a la soltería, sin embargo, ellas padecen más este síndrome, puesto que a los condicionantes sociales se une el reloj biológico que, a partir de los 30 años, las apremia hacia la maternidad”, indica Rodríguez, terapeuta Gestalt, experta en Programación Neurolingüística (PNL) y en Asesoramiento Sicológico.

El miedo persistente e injustificado a quedarse solteros para siempre o no encontrar pareja, —en definitiva, a quedarse solos— más allá de si hay o no un deseo de casarse, se llama anuptofobia, y está regulado no solo por la herencia cultural y el entorno social, sino también por la educación y el nivel de desarrollo personal de cada individuo, explica la sicoterapeuta.

“El deseo de alcanzar el amor, tener un compañero con el cual compartir un proyecto de vida es algo normal, pero cuando ese sentimiento de soledad contamina todas las áreas de nuestra vida es hora de prestarle mucha atención”, señala Rodríguez.

¿SUFRES DE ANUPTOFOBIA?

Para la sicóloga, el normal deseo de tener pareja se vuelve patológico cuando la persona se pone un rango de exigencia tan grande que anula su capacidad de disfrutar un encuentro espontáneo.

Existe anuptofobia “cuando se pasa del simple hecho de dejar que ocurra a planificar sistemáticamente para que se produzca, recurriendo a todo tipo de artimañas y tecnologías, y cuando tener pareja se convierte en el objetivo prioritario de la persona”, añade.

Algunos síntomas de la anuptofobia son: estar pendiente de conocer a alguien en el trabajo, juntarse con amigos o generar situaciones solo para que nos presenten a alguien y ver qué pasa, además de centrar la atención en observar a parejas en la calle y pensar de modo recurrente cómo lo habrán conseguido o preguntarnos por qué no somos elegidos, de acuerdo a la profesional.

8 CLAVES PARA SANAR RELACIONES

La directora del Coaching Club describe algunos comportamientos que denotan que existe un miedo a la soltería, el cual aparece y se ha transformado en una obsesión. La profesional proporciona algunos consejos prácticos para corregirlos:

Contentar al otro desapareciendo uno mismo como persona. “La pareja requiere de sano equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe. Si nos dedicamos sistemáticamente a conformar al otro, terminaremos creándole la sensación de que tiene una deuda con nosotros, por todo lo que le damos, y esa persona acabará por alejarse”, señala Rodríguez.

Mostrarse perfecto o autosuficiente y sin debilidades. “Exhibir nuestras vulnerabilidades y puntos débiles no solo nos ayuda a nosotros mismos a ser más auténticos, sino que también genera un espacio en el que la otra persona puede acompañarnos a transitar en los momentos difíciles, desde una conexión más auténtica con nosotros”, indica.

Intentar conseguir al otro a cualquier precio, como un trofeo. “Una cosa es actuar como si uno fuera un selector de personas que está a la pesca de un talento o trofeo, y otra muy distinta es el encuentro espontáneo entre dos personas que se muestran tal y como son. El verdadero encuentro entre dos seres se produce desde la honestidad y lo bellamente humano”, sostiene la sicoterapeuta.

Tolerar las conductas del otro que nos causan malestar. “No poner límites al otro implica que nosotros mismos no tenemos límites claros, con lo cual pasamos a ser una marioneta, hecho que nos aleja muchísimo de lo que es una pareja. Si estamos pasando esto, tenemos que reeducarnos y aprender a gestionar nuestras emociones, ya que amar también requiere de límites”, según la directora de Coaching Club.

Tratar de “poseer” al otro para evitar la soledad. “Se trata de comprender la diferencia entre el amor y la posesión. Tener pareja apunta a la posesión de otra persona para crear la ilusión de que nunca nos sentiremos solos. Estar en pareja conduce a aceptar la soledad existencial que a todos nos atraviesa, de modo que intentamos calmarla con la placentera compañía de nuestro ser amado y el resto de los vínculos que constituyen nuestro universo personal”, explica Rodríguez.

Depositar en otra persona nuestro propio bienestar. “A veces depositamos la responsabilidad de nuestra propia felicidad y bienestar en la pareja, y esto es irreal, ya que solo nosotros somos responsables de generar espacios y momentos gratificantes. Si los podemos y queremos compartir, mucho mejor; pero teniendo en cuenta que uno es el único responsable de su propia felicidad y la otra persona, aquello que puede y quiere ser”, indica.

No aceptar la propia soledad existencial. “Lograr acompañarnos de nosotros mismos y trabajar en la capacidad de estar a solas nos prepara para acompañar a otros y dejarnos acompañar mejor, sin destruir ni dejarnos destruir en una relación posesiva. Hacer algo que nos apetece, como retomar un libro, ver una película pendiente, mimarnos con algún capricho o, simplemente, caminar o tomarnos una buena taza de té o café es un buen comienzo para aprender a acompañarnos a nosotros mismos sin miedo”, según la experta.

Relacionarnos deficientemente con nosotros mismos. “Las personas con este temor deben tener en cuenta su autoestima y, para ello, nada mejor es que tomen contacto con actividades en las cuales puedan experimentar el placer de estar consigo mismos y con el entorno, como el método Pilates, la natación o meditación”, sugiere Verónica Rodríguez Orellana. /

domingo, 12 de julio de 2015

Anuptofobia, el miedo a la soltería

El miedo a no llegar al altar para casarse o a no tener un compañero o compañera de vida parece algo de otras épocas y ajeno al actual siglo XXI de las citas y ligues por internet, en el que proliferan las relaciones informales, de menor duración y, a veces, no convencionales, como los "amigovios” o las parejas abiertas.
"Aunque han cambiado los tiempos, el temor a la soltería pervive en muchas personas y, hoy en día, se admite que esa aversión a la soledad sentimental también la padecen los hombres, ya que antiguamente, ‘era cosas de ellas’, mientras que a ellos ‘se les cazaba’ o eran denominados ‘solteros de oro’”, asegura Verónica Rodríguez Orellana, directora del Coaching Club (www.coachingclub.es).
"Hombres y mujeres tienen temor a la soltería, si bien ellas padecen más este síndrome, puesto que a los condicionantes sociales se une el llamado reloj biológico que, a partir de los 30 años, apremia a algunas mujeres hacia la maternidad”, indica Rodríguez, terapeuta Gestalt, experta en Programacion Neurolinguística (PNL) y experta en asesoramiento psicológico.
El miedo persistente e injustificado a quedarse solteros para siempre o a no encontrar pareja y, en definitiva a quedarse solos, más allá si hay o no un deseo de casarse, se llama anuptofobia, y está regulado, no solo por la herencia cultural y el entorno social, sino también por la educación y el nivel de desarrollo personal de cada individuo, explica esta psicoterapeuta.
"El deseo de alcanzar el amor, de tener un compañero con el que compartir un proyecto de vida es algo normal, pero cuando ese sentimiento de soledad contamina todas las áreas de nuestra vida, es hora de prestarle mucha atención”, señala Rodríguez.
Para la psicóloga, el normal deseo de tener pareja se vuelve patológico cuando la persona se pone en esta aspiración un rango de exigencia tan grande que anula su capacidad de disfrutar de un encuentro espontáneo.
Existe anuptafobia "cuando se pasa de, simplemente dejar que ocurra, a planificar sistemáticamente para que se produzca recurriendo a todo tipo de artimañas y tecnologías, y cuando tener pareja se convierte en el objetivo prioritario de la persona”, añade.
Algunos síntomas de la anuptafobia son: estar pendiente de conocer a alguien en el trabajo; juntarse con amigos o generar situaciones solo para que nos presenten a alguien y ver qué pasa; centrar la atención en observar a parejas en la calle y pensar de modo recurrente cómo lo habrán conseguido; o preguntarnos por qué no somos elegidos, de acuerdo a esta profesional.
OCHO CLAVES
La directora del Coaching Club describe algunos comportamientos que denotan que existe un miedo a la soltería aparece y se ha transformado en una obsesión, y proporciona algunos consejos prácticos para corregirlos:.
1. Contentar al otro desapareciendo uno mismo como persona.
"La pareja requiere de sano equilibrio entre lo que se da y lo que recibe. Si nos dedicamos sistemáticamente a conformar al otro, terminaremos creándole la sensación de que tiene "una deuda” con nosotros por todo lo que le damos y esa persona acabará por alejarse”, señala Rodríguez.
2. Mostrarse perfecto o autosuficiente y sin debilidades.
"Exhibir nuestra vulnerabilidades y puntos débiles, no solo nos ayuda a nosotros mismos a ser más auténticos, sino que también genera un espacio donde la otra persona puede acompañarnos a transitar en los momentos difíciles, desde una conexión más auténtica con nosotros”, indica.
3. Intentar conseguir al otro a cualquier precio como un trofeo.
"Una cosa es actuar como si uno fuera un selector de personas que está a la pesca de un talento o trofeo, y otra muy distinta es el encuentro espontáneo entre dos personas que se muestran tal y como son. El verdadero encuentro entre dos seres se produce desde la honestidad y desde lo bellamente humanos que son”, de acuerdo a esta psicoterapeuta.
4. Tolerar las conductas del otro que nos causan malestar.
"No poner límites al otro implica que nosotros mismos no tenemos nuestros propios límites claros, con lo cual pasamos a ser una marioneta, lo cual nos aleja muchísimo de lo que es una pareja. Si está pasando esto, tenemos que reeducarnos y aprender a gestionar nuestras emociones, ya que amar también requiere de límites”, según la directora de Coaching Club.
5. Tratar de "poseer al otro para evitar la soledad.
"Se trata de comprender la diferencia entre el amor y la ‘posesión’. ‘Tener’ pareja apunta a la ‘posesión’ de otra persona para crear la ilusión de que nunca nos sentiremos solos. ‘Estar’ en pareja conduce a aceptar la soledad existencial que a todos nos atraviesa e intentamos calmar con la placentera compañía de nuestro ser amado y el resto de los vínculos que constituyen nuestro universo personal”, explica Rodríguez.
6. Depositar en otra persona nuestro propio bienestar.
"A veces depositamos la responsabilidad de nuestra propia felicidad y bienestar en la pareja y esto es irreal, ya que solo nosotros somos responsables de generar espacios y momentos gratificantes. Si los podemos y queremos compartir mucho mejor, pero teniendo en cuenta que uno es el único responsable de su propia felicidad y la otra persona es aquello que puede y quiere ser”, según esta psicoterapeuta.
7. No aceptar la propia soledad existencial.
"Lograr acompañarnos de nosotros mismos, trabajar en la capacidad de estar a solas, nos prepara para acompañar a otros y dejarnos acompañar mejor, sin destruir ni dejarnos destruir en una relación posesiva. Hacer algo que nos apetece como retomar un libro, ver una película pendiente, mimarnos con algún capricho o, simplemente caminar o tomarnos una buena taza de té o café, es un buen comienzo para aprender a acompañarnos a nosotros mismos sin miedo”, según esta experta.
8. Relacionarnos deficientemente con nosotros mismos.
"Las personas con este temor a la soledad deben tener en cuenta su autoestima y, para ello, nada mejor que tomen contacto con actividades que puedan experimentar el placer de estar consigo mismos y con el entorno, como el método Pilates, la natación o la meditación mindfulness”, sugiere Verónica Rodríguez Orellana. (EFE Reportajes).

domingo, 5 de abril de 2015

Momentos en los que amarás estar soltera

Estar en pareja no siempre es tan bueno como parece. Existen situaciones en las que se prefiere estar sola o solo que mal acompañado. Conoce e identifica algunas. Salidas con amigas; quién no se ha lamentado tener que compartir con tu pareja una cena familiar, cuando en realidad había una fiesta organizada entre amigas. No hay peleas de pareja; aunque no lo creas, existe un determinado momento en el que buscarás evadir, a como dé lugar, la eterna lucha de "enamorados". Se conoce chicos nuevos; si te ha pasado alguna vez cuando saliste y tuviste que decir que estás en una relación, seguro que te sientes identificada. Mirar tu película preferida; obviamente en tu condición de soltera, no debes consensuar con nadie qué ver y cuándo hacerlo. Gastar por demás en el mall; cuando tu billetera es independiente, no mides cuánto ni mucho menos en qué gastar. Esos son los momentos en los que adorarás tu solterío más que nadie.

jueves, 22 de enero de 2015

Respuestas para que no te avergüence el solterío

No hay nada más intolerable que te pregunten por un novio que no existe. Pero no te amargues, porque con solo pensar bien la respuesta tendrás la posibilidad de quedar bien sin que te vean como la triste solterona. "La verdad no tengo novio porque amo la libertad", esta es una respuesta que deberías darles a todos para que ya no te vuelvan a preguntar y entiendan de una vez por todas que estás sola por decisión propia, aunque no sea cierto. Resulta incómodo por qué la gente siempre quiere saber todo, aún más sobre las cosas que no son gratas, como cuando no tienes pareja o aún no tienes niños. "Primero mi carrera, luego el amor" esta es otra buena opción para no inventar una pareja inexistente. Decirle a quien pregunta que ahora te estás enfocando en tus estudios, o en tu primera casa, o tu nuevo empleo son buenas respuestas para personas entrometidas. Es algo que no te hará ver como a una pobre abandonada por el amor, pues planteas que estás sola porque tus tiempos son muy acotados

jueves, 18 de diciembre de 2014

¡Pasa la mejor Navidad soltera!

La Navidad es una fecha maravillosa: reuniones familiares, regalos, dulces... Pero, si tus amigas se la pasan hablando de sus parejas, cuáles son sus planes para el fin de año y, encima tu abuelita aprovecha para preguntarte cuándo le vas a dar nietos… puede que no sea tan divertido. Estas fechas pueden ser difíciles de sobrellevar cuando estamos solteras.

En M creemos que disfrutarás de esta temporada más que nunca, porque estar soltera (y fabulosa) en esta época, puede ser lo mejor que te pasó este año.

1 No te aísles. ¡Por algo le dicen "temporada de fiestas"! Si te quedas en casa, te perderás la oportunidad de socializar y conocer gente nueva. Las personas están en un ‘mood’ distinto, mucho más cálido y amigable que otras épocas. Además llegan personas de otros lugares y verás gente nueva. ¡Aprovecha! Diciembre es el mes ideal para arreglarte más seguido y sacar tu lado sexy (te damos ideas de maquillaje y outfits festivos en esta edición)

2 Consiéntete. Todo mundo piensa en comprar obsequios para otros, pero también puede ser un gran momento para autorregalarte, ya sean esos zapatos que llevas todo el año queriendo, o agendando esa cita en el spa junto a tu mejor amiga. En fin de año, suele haber más entradas de dinero y puedes apartar algo para ti y regalarte tú misma tu mejor regalo de Navidad.

3 Navidad solidaria. Quizás en esta época te sientes sola, echas de menos a tu familia y a personas que ya no están aquí, te acuerdas del pasado y de esos amigos que ya no puedes ver... Pero tienes dos alternativas: llorar sola en tu casa o hacer algo al respecto. Hay mucha gente que, como tú, en Navidad se encuentra sola. El voluntariado en Navidad se hace imprescindible. Puedes ayudar a los más necesitados y sentirte orgullosa de contribuir a la felicidad de otros y hacer que pasen unas Navidades llenas de cariño y generosidad. Recauda y dona juguetes o ropa, o cocina una cena a los niños de un orfanato.

4 ¡Haz lo que quieras! Estar soltera en Navidad te permitirá, entre otras cosas, hacer todo lo que desees cuando quieras: salir con tus amigas, ir de compras navideñas, salir de fiesta todos los días, pasear por la ciudad contemplando las luces que iluminan los árboles, leer ese libro que nunca has empezado... No tendrás que hacer la pregunta, ¿en tú casa o en la mía? Pasarás Navidad donde te de la gana, quedándote el tiempo que quieras. Puedes aprovechar para visitar a tu hermana, o a tu mejor amiga, y quedarte en su casa… lo que tú decidas. Es tú Navidad y tendrás todo el tiempo del mundo para dedicarte a ti y a quien tú quieras.

5 Tiempo de familia. Tu madre siempre se quejaba de que cuando salías con ese chico nunca estabas en casa y no pasabas tiempo con tu familia. Ahora podrás aprovechar para demostrar a los tuyos que te importan y que estás dispuesta a compartir la Navidad con ellos.

Quizás sea hora de ayudar a tu madre a cocinar la cena de Nochebuena, y acercarte más a ella: pregúntale cómo se encuentra, cuéntale tus proyectos de futuro, o pídele que te recomiende un libro que haya leído últimamente. Sentir que te interesas por ella es el mejor regalo que puedes hacerle estas Navidades.

Ofrécete a recoger a esos familiares que llegan de otras ciudades y vuelve a tu infancia jugando con tus primos. Y, por supuesto, no olvides a tus amigos. Quizás sea hora de encontrarte con tus antiguas compañeras del colegio, o con tus amigas de la universidad, esas a las que hace años que no ves. Nunca es tarde para ponerte al día, y agradecerán enormemente que las reúnas a todas.

6 Sigue conociendo gente nueva. ¿Quién dijo que no se puede ligar en Navidad? Con las vacaciones la gente tiene más tiempo libre y sale más de fiesta. Hay infinidad de personas nuevas e interesantes que conocer en estas fechas. Puedes hacerte nuevos amigos, conocer a diferentes hombres o tener citas. Es el momento más social y divertido del año, ¡aprovéchalo! Organiza tu propia fiesta navideña a la que invitarás únicamente a las personas que te hacen feliz.

7 Date un respiro. Quizás no tengas mucho tiempo para andar con citas: las cenas de oficina, las tardes de compras para las fiestas, reuniones familiares... O simplemente te apetece estar sola para replantearte ciertas cosas.

8 Como suelen decir: Año nuevo, vida nueva. Las fiestas son el momento ideal para empezar de nuevo. Tómate tu tiempo para pensar en todo lo que has conseguido hasta ahora, en las cosas que quieres cambiar y en lo que deseas conseguir el próximo año. Medita sobre tus errores y aprende de ellos. Y no nos estamos refiriendo sólo a tu vida: hazlo también con el amor. ¿Sabes realmente lo que buscas en una pareja? ¿Por qué han salido mal tus anteriores relaciones? ¿Verdaderamente estás preparada para salir con alguien?

Hacerte estas preguntas puede ayudarte a tener una visión más clara y meditada sobre tus relaciones sentimentales. Date un respiro y aprovecha para conocerte mejor a ti misma y aclarar tus emociones.

9 Viajarás a donde quieras. Este año no tendrás que gastar tus ahorros en ir a una ciudad donde no naciste ni creciste, ni te interesa. Usa ese dinero para viajar a un lugar al que realmente quieras ir o para visitar a alguien que hace mucho no ves. Es tú viaje.

10 No tendrás que ser la mujer perfecta. Este año nadie estará al pendiente de cómo andas vestida, si quemaste el pavo o hiciste pie de manzana en vez de nuez. Tu familia ya sabe cómo eres y qué esperar de ti, así que relájate y disfruta la Navidad con tú gente. Qué alivio no tener que pensar en el regalo de tu suegra.

Ser feliz está en tus manos, estés soltera o en pareja. Desde enfemenino.com te animamos siempre a que veas el lado positivo de las cosas. Tan sólo nos queda desearte... ¡Feliz Navidad!

jueves, 6 de noviembre de 2014

8 pruebas científicas de que ser soltera es fabuloso

PRUEBA 1: Te ejercitas más. Los solteros dedican más tiempo a mantenerse en forma y a practicar algún deporte que aquellos que se mantienen en pareja, los casados o los divorciados. Así lo indica un estudio realizado en EE.UU. por el Departamento de Estadísticas sobre una muestra de más de 13.000 personas.

PRUEBA 2: Ganas menos peso. Existen diferentes estudios que relacionan estar en una relación duradera con el sedentarismo y, por lo tanto, la ganancia de kilos. Tras examinar a 160 parejas de recién casados durante sus cuatro primeros años de matrimonio, un estudio publicado en la revista Health Psychology. reflejó que el 60% de estas había engordado. ¿El motivo principal? En un matrimonio feliz, la preocupación por atraer al otro desaparece. De acuerdo con otra investigación, publicada en The American Jounal of Preventive Medicine sobre una muestra de más de 6.000 mujeres, estas engordan un promedio de casi siete kilos a los diez años de casadas o con pareja estable, lo que no ocurre cuando están solteras. Si a la ecuación se le añade la llegada de un bebé, los kilos de más se cifran en 10.

PRUEBA 3: Más sociables. Las personas solteras tienen mayor capacidad de mantener a sus amigos en el tiempo, aumentar su red social y ver a sus amistades y familiares de forma más frecuente que aquellas que han consolidado una relación o están casadas. Así lo reveló un estudio de la Universidad Cornell de Nueva York.

PRUEBA 4: Duermen mejor. Un estudio realizado por la organización The Better Sleep Council evidenció que las personas que no tienen una relación estable y, por lo tanto, no duermen acompañados como costumbre, concilian mejor el sueño que aquellas que cada noche se acuestan con su pareja.

PRUEBA 5: Mayor independencia económica. Los solteros no tienen que dar explicaciones sobre a dónde van a parar sus ahorros y pueden darse un mayor número de caprichos sin tener que contar con la aprobación de nadie. De hecho, según un estudio publicado en la revista Journal of Family and Economic Issues, la mayor fuente de insatisfacción marital es por los desacuerdos financieros. Al finalizar las investigaciones, 966 de parejas casadas se habían divorciado de y todas coincidieron en afirmar que las discusiones económicas habían hecho mella en su relación.

Otra investigación hecha por la revista Forbes reveló que el 80% de las parejas oculta al otro miembro cuestiones relacionadas con la economía personal o del hogar. Mientras que ellas son más propensas a esconder las facturas y las compras de valores considerables, ellos ocultan las cifras de sus ingresos y mienten sobre sus deudas y cuentas bancarias.

PRUEBA 6: Se divorcian menos. Los solteros que se mantienen en ese estado durante más años y, finalmente, deciden establecerse son más proclives a mantenerse casados por más tiempo. El porqué radica en que son más selectivos con sus potenciales parejas y más conscientes de lo que implica el matrimonio.

PRUEBA 7: Menos egoístas en la cama. De acuerdo con una investigación realizada por el portal de citas web Match.com a 6.000 personas, entre solteros y casados, el 97% de los encuestados que reconocieron no tener pareja estable aseguraron que, en lo que se refiere al disfrute, prefieren satisfacer primero a su compañero durante la relación sexual que imponer su propia satisfacción. El dato de los casados fue poco significativo, según el propio portal, por lo que se abstuvo de incluirlo.

PRUEBA 8: Tiempo para ti. Ser soltera realmente te da la oportunidad de descubrirte y reconectarte contigo misma. Solo tienes que dejar de verlo como algo malo y empezar a aprovechar lo mejor de ello. Tienes tiempo para seguir tus metas, para tomar clases o tener hobbies que siempre te han interesado o incluso viajar por el mundo sin ataduras.

Por más que quieras estar en una relación, aprende a disfrutar cada etapa y a absorber lo bueno que tiene cada uno. Descúbrete a ti misma, haz lo que sientas y quieras y vive la vida sin ataduras culpas o malos sentimientos.

Ventajas e inconvenientes de estar soltero

Ambas opciones tienen sus pros, y también sus contras, pero trataremos de ver cuáles son unas y otras, cuáles pesan más y la que puede ser la opción elegida.

Hay momentos en la vida de un hombre que uno se pregunta si es mejor vivir soltero o casado. La primera de las opciones implica libertad, diversión. Mientras que la segunda parece la más madura: estabilidad, posibilidad de formar una familia. En los últimos años se ha puesto de moda el término ‘single’, un vocablo anglosajón que significa soltero, pero que a la hora de definir nuestro estado civil suena mucho más glamuroso que reconocer que no te has casado o no tienes pareja.

Los singles se han convertido en un fenómeno porque, lejos de ser sinónimo de ‘no tengo pareja’, demuestran que no quieren formar un matrimonio. Hoy en día tenemos la opción de ser solteros por convicción, porque no nos interesa estar casados y preferimos una vida de libertad, sin tener que rendir cuentas a nadie cuando acaba el día y lejos de las ataduras que un matrimonio, o una familia, pueden implicar.

¿Cuáles son las ventajas de estar soltero? Vamos a verlas. La soltería supone mantenerse alejado de las tensiones de un matrimonio. Está demostrado científicamente que estar soltero es más beneficioso que otros estados civiles. Para empezar ganas en salud. La vida de un hombre soltero no está exenta de preocupaciones, pero mucho menos que las de alguien con una familia a su cargo.

MENOS ESTRÉS

Por lo general, un soltero no tiene estrés, mucho menos que el que pueda tener un padre de familia. Esto se deriva de varios motivos, principalmente que tiene una mayor independencia económica y está liberado de responsabilidades. Esto que puede verse como falta de madurez y de compromiso en realidad es una fuente de salud.

El soltero no suele tener grandes dificultades para cuadrar las cuentas a finales de mes y en caso de que así fuera tiene más facilidades para renunciar a ciertas cosas y apretarse el cinturón de vez en cuando. A la hora de hacer una compra relativamente importante tiene total libertad para decidir, no tiene que discutir con nadie y tiene una independencia total, algo que no ocurre cuando se está casado. De este modo se eliminan los dolores de cabeza y las noches de insomnio después de una bronca.

EN MEJOR FORMA FÍSICA

Cuando uno está casado suele dejar de lado su aspecto físico y no siempre come tan sano como debería o hace el ejercicio que necesita. Sin embargo, esto no suele ocurrir con los solteros, que se mantienen en forma. Bien porque desean tener pareja y sentirse más atractivos o bien porque tienen tiempo para acudir al gimnasio regularmente.

Esa disposición de tiempo libre, y también de independencia, le permite al soltero actuar de un modo más espontáneo que un hombre casado. ¿Te apetece ir a hacer turismo a una ciudad diferente este fin de semana? No tienes que consultar con alguien, únicamente has de preocuparte por buscar compañeros de viaje. Si es que quieres ir acompañado.

Este tipo de planes improvisados no resultan cuando se tiene pareja, porque se han de cuadrar las agendas y los gustos de ambos. Ni qué decir en el caso de tener hijos, porque es más difícil decidir de un día para otro un plan de este estilo. Esto se aplica a cualquier decisión que haya que tomar, desde las más banales como dónde cenar esta noche, hasta las más importantes como decidir si te cambias de trabajo.

MÁS SOCIABLES

La soltería no implica que el hombre que la practica sea alguien huraño o que únicamente se preocupa por las relaciones carnales. Todo lo contrario, los solteros suelen ser personas de lo más sociables. Ten en cuenta que dado que no tiene una pareja estable tiene mucho más tiempo libre para disfrutar de sus amigos, conocer gente nueva y practicar hobbies.

Esto hace que sea, además, una persona más permisiva con los comportamientos del otro. Entiende de un modo natural que él tiene la libertad que necesita para alcanzar la felicidad y que otros también han de poder disfrutar de esa misma libertad de elección.

LA INDEPENDENCIA NO SÓLO ES EN EL AMOR

El celibato se relaciona fuertemente con la libertad, pero en ocasiones se tiene una idea que no es demasiado real. Más bien se tiende a pensar que lo que busca un soltero es no tener las ataduras de un matrimonio, de tal forma que pueda tener cuantas relaciones desee, sean de una noche o algo más prolongadas en el tiempo.

En realidad, esa libertad o independencia no se limita únicamente al terreno amoroso, sino también al sexual. Simplemente es la posibilidad de elegir en cualquier momento qué hacer, dónde ir, con quién estar y sin pararse a pensar o preguntar qué quiere otra persona, algo que ocurre cuando se está casado. Supone romper cualquier clase de ataduras que te condicionen a hacer una u otra cosa, porque alguien lo haya decidido o porque creas que es lo que quieres.

En la mayor parte de los casos la elección de estar soltero no tiene tanto que ver con la libertad para tener una u otra pareja, sino con el simple hecho de tener suficiente independencia como para decidir. Y entre las opciones que se plantean en ese momento está la de no tener pareja siquiera.

En caso de tener relaciones, los solteros no son parejas acaparadoras, todo lo contrario. Como comentamos prestan esa libertad que ellos reclaman a los demás. Se preocupan por disfrutar de la relación y porque la otra persona también la disfrute. Se convierten por ello en excelentes compañeros de cama, volcados en la felicidad de la otra persona. A la hora de afrontar una ruptura, un soltero la supera mejor que alguien que está casado o acostumbrado a las largas relaciones de pareja.

VENTAJAS DE ESTAR CASADO

Sin embargo, no todos los hombres sirven para disfrutar de la soltería. Hay a quienes les gusta pasar su vida con otra persona, unir a ella sus planes de futuro y formar una familia. Su felicidad viene de la mano de la estabilidad y de tener alguien con quien comentar sus penas y alegrías.

El matrimonio supone tener alguien al lado, alguien con quien envejecer y con quien contar siempre y que le apoye incondicionalmente. Con esa persona se formará una familia que se prolongará en el tiempo, los hijos tendrán, a su vez, hijos y conseguirán un núcleo más o menos abundante a su alrededor en el que se sentirán queridos y cobijados ante cualquier adversidad.

Es otra forma totalmente válida de afrontar cómo quieres que sea tu vida. A la hora de escoger cuál se adapta mejor a ti, si el matrimonio o la soltería, ten en cuenta los comportamientos que hemos comentado anteriormente. Piensa dónde está tu felicidad: en un sofá junto a tu pareja y/o hijos o en un piso decorado a tu gusto y en cualquier otro lugar que tú prefieras.

sábado, 30 de agosto de 2014

Soltera de oro Consejos. Aprenda a explotar su soledad de la mejor manera y disfrute el tiempo en sí misma.

Si eres de las mujeres que piensa que se le está yendo el tren, porque aún no ha encontrado el príncipe azul y la palabra "soltera" le aterra, pues aprende a sacarle provecho a ese estado.

Cambie el chip. ¿Se siente menos atractiva?, ¿cree que el tiempo para el amor ya pasó? o quizás ¿es menos mujer que cualquier otra?. "Pero la solución no es esperar a toda costa que llegue el príncipe azul y poder tener una relación romántica, ni mucho menos. El secreto es disfrutar de la soltería mientras dure, saber vivir con una misma y ser feliz cada día", sostuvo la psicóloga, Beatriz Benaventura.

Vive el presente. Si se estanca en el pasado o en su estado de sufrimiento por no encontrar el amor verdadero, se le olvidará lo más importante, ¡vivir el aquí y el ahora! "La vida consiste en disfrutarla y a fluir con lo que vaya ocurriendo diariamente", remarcó la profesional.

No se adelante al futuro. Aprenda a poner su mente en el hoy. Recorra los minutos y segundos de su vida al máximo y olvide esos miedos que tanto le angustian. Para ello, sea feliz con lo que hace o con lo que no hace, disfrute de su familia, de sus amigos, de sus amigas, de tener amigos con derechos, de salir sin dar explicaciones a nadie.

Nadie es mejor ni peor. "Nunca se compare con otras, jamás vuelque la mirada estricta hacia sus amigas o hermanas; usted es única, especial y en cualquier momento el amor llegará. No salga a buscarlo, él la encontrará", remarcó la especialista en terapia de pareja, Romina Guzmán.

Mire su interior. Para ambas especialistas, si a veces les cuesta seguir adelante sintiéndose sola, deberá primero escucharse a sí misma y dejar que sus sentimientos fluyan, reconozca qué le ocurre. Para ello deberá sincerarse consigo misma, porque una vez que se de cuenta de lo que realmente le acontece, podrá cambiar las cosas para estar bien y poder ser feliz con su soltería.