Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
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jueves, 19 de septiembre de 2013
Mi hijo es la papa partida de mi ex
El color de ojos, el cabello, la piel, los gestos e incluso la inteligencia y carácter de tu hijo o hija dependerán de la aportación genética de sus padres, y en consecuencia también su mayor parecido físico con uno u otro.
Como fuera, en caso de que la relación esté disuelta debido a una mala experiencia, si tu niño o niña es la papa partida de tu ex o heredó su temperamento, debes aprender a separar las cosas y pensar que tu retoño nada tiene que ver con esto.
Muchas veces, las mamás o papás que terminaron por separarse ven en sus hijos la viva imagen del excónyuge y, si los recuerdos son dolorosos porque existió violencia, malos tratos u otras causas, suelen descargarse en este parecido, utilizando frases como “eres igual de torpe que tu padre” o “me miras como me miraba tu madre cuando me insultaba”. El psicólogo Óscar Urzagasti recomienda al padre afectado controlar sus impulsos, separar las cosas y pensar muy bien en lo que va a decir para no herir al niño, que no tiene la culpa de lo que está pasando.
En el supuesto de que tu hijo haya heredado una mala costumbre de su progenitor, lo que debes hacer primero es separar las cosas: una cosa es la actitud y otra es la persona. “Si por ejemplo grita y ordena sin pedir por favor, puedes decirle: ‘Tú eres un niño educado y gritar no va contigo’. Jamás le digas, ‘eres un autoritario y malcriado, igualito a tu padre’”, sugiere la psicóloga Sonia Gottret.
Urzagasti recuerda que antes de reaccionar es útil respirar hondo y contar hasta diez.
Odio obligado
Si tu vástago, sea niño, adolescente o joven, decide mantenerse en contacto con tu expareja, no debes guardarle ningún rencor, pues está en todo su derecho. “Nunca pongas obstáculos entre ellos. La relación padre-hijo es única y no tiene nada que ver con tu pasado. Puedes detestar cuanto quieras a tu ex, pero no obligues a tu hijo a odiar a su padre, es ilógico y muy cruel. Los tuyos jamás deben cargar tus resentimientos”, afirma Carlos Vargas, psicólogo.
Esta actitud también puede producir que sientas celos de tu hijo. “Si recriminas a tu niña por pasarla bien con su padre o por hablarle con cariño, le estás enseñando que el amor es algo malo”, agrega.
En otro caso, si tu hijo te recuerda a su padre que murió y lo extrañas mucho, de igual manera trata de separar las cosas y supera el duelo. “Si todo el tiempo le estás diciendo, te amo porque te pareces a él o tienes sus ojos o su pelo, el niño crecerá confundido pensando en que lo quieres solamente porque te recuerda a su padre, que además será alguien con quien no podrá compararse, ya que está idealizado”, advierte Urzagasti.
Gottret insiste en que los padres deben aprender a diferenciar las relaciones con los hijos y la pareja. “Si el niño se parece a alguno de ellos o tiene un poco de ambos, lo más probable es que lo heredó o lo aprendió en el camino, con los ejemplos que sus padres le dieron”.
Superar la separación
Si la rabia que sientes por tu ex continúa y se manifiesta en el trato a tus hijos, es porque no lograste superar la separación con madurez. En ese caso, debes ser consciente de la situación, aunque sea difícil, y trata de darle la correcta dimensión a las cosas.
Si no lo consigues, busca ayuda profesional. “Un mediador ayudará a manejar adecuadamente este problema y evitará que se siga mellando la vida del menor”, asegura la psicóloga.
Si no consigues resolver este conflicto interno a tiempo, el niño estará adquiriendo el peso emocional de un rompimiento amoroso en el que no tuvo nada que ver y que, a la larga, podría traerle serias consecuencias, como el que se sienta culpable. “Los hijos van creciendo y en la adolescencia se vuelven rebeldes, más si tienen en mente que su madre le echó siempre en cara los defectos de su padre”, complementa Gottret.
Cuida tus actitudes
Si te separaste de tu pareja por infidelidad y tu niño viene a darte cariño y lo rechazas, diciéndole que cuando crezca de seguro será un cualquiera como su progenitor, lo único que conseguirás es que a futuro le cueste ser cariñoso porque creerá que ésta es una actitud de personas malas. Cuida tus palabras.
La ausencia
El duelo patológico (el que no se puede superar) afecta a las relaciones familiares. En esos casos pasa, por ejemplo, que la madre ve inconscientemente en el hijo un escape que le ayude a sobrellevar el dolor. Por eso duerme con él, lo abraza, lo mima y no quiere separarse de él; provocando confusión en el niño. Psicólogos: Sonia Gottret y Óscar Urzagasti
domingo, 30 de junio de 2013
Los padres primerizos
“Hoy justamente cumple seis meses”, dijo la joven madre que había llevado a su hijito al centro de salud. Eso de vacunar a los niños según los plazos que dice el médico sólo lo hace una madre primeriza.
Como a mí también me tocó pasar por esa etapa, sé las actitudes ingenuas y hasta ridículas que cometemos los padres primerizos. Empezamos investigando en libros e internet todo lo relacionado al embarazo y al cuidado del lactante, hasta creernos más sabios que la mejor matrona de este lado del hemisferio.
Los primerizos somos también los que más asistimos a los cursos de parto psicoprofiláctico, que es de lo más útil para mostrarnos que el traer al mundo a un bebé no es cosa de otro mundo. Nos preparan física y mentalmente para tener un bebé lo más naturalmente posible. Se enseña a la embarazada, entre otras cosas, a levantarse de la cama sin romperse la espalda y se la capacita para que puje correctamente.
Buscando un nombre
Otra característica de los padres primerizos es perder días enteros buscando, o inventando, el nombre de su primogénito (a). Las razones para elegir tal o cual nombre son tan complicadas que, después de pelear con la pareja, los abuelos y los suegros por la pertinencia de un nombre, se envidia la época en que se los bautizaba de acuerdo con el almanaque Bristol (en mi caso mis padres hubieran tenido que elegir entre Prosdócimo o Melasipo).
Otra etapa dura es la de internación, después de las falsas alarmas. En los hospitales se tienen dos salas de preparto claramente diferenciadas, una para las madres tranquilas, colaboradoras y calladas y otra sala para las madres primerizas (allí destinan a las enfermeras castigadas).
La madre celosa
Una vez nacida la wawa, los padres humanos se convierten en los más celosos y peligrosos de todas las especies animales que tienen crías. A lo mucho permiten que la abuela pueda tener a su nieta un ratito en sus brazos y si esta señora se atreve a dar algún consejo casero, será recriminada duramente por los sabios padres. Eso en las primeras semanas, pues luego estos mismos primerizos terminan llamando al ajayu con las ropas de la wawa, poniendo tijeras debajo de la almohada o practicando otras supersticiones, y es que es mentira que los padres sean autosuficientes en el cuidado de su hijo. Otra cosa es con guitarra.
Una pareja amiga nuestra llevó de emergencia a su hijo neonato al médico porque le dio una especie de miniconvulsiones, que parecían provocadas por una dificultad en la respiración. Tras observar al recién nacido el galeno les dijo, muy serio:
- Señores padres, hasta hoy la ciencia médica no ha encontrado un remedio eficaz al mal que padece su bebé' tiene hipo.
Expediciones
La forma más objetiva, sin embargo, para reconocer a los padres primerizos es observarlos cuando salen a la calle. Van con suficiente equipamiento para que su primogénito sobreviva por lo menos una semana. No importando el clima reinante, la wawa sale con un mameluco que puede soportar el frío del lado oscuro de la luna, con su gorro, su frazadita y su mantilla. Cual si fuera el hijo de un vampiro, no le debe dar ni el mínimo rayo o reflejo de sol (menos un beso en los cachetes).
En un maletín con motivos infantiles y con el colorido respectivo para niño o niña, llevan el termito con agua caliente y otro recipiente con agua fría –una mamadera no puede ser caliente, sino tibia-, para diluir los kilos de leche en polvo que llevan encima.
Por si en su corta visita a un familiar o a un amigo le acomete a la wawa una fiebre fulminante, se equipan no solamente con termómetro, sino con toda una gama de antipiréticos en todas sus presentaciones (no deben faltar los supositorios).
Si a la wawa le duele el estómago también tienen su medicamento a mano. Si se le escalda su potito llevan la cremita respectiva. En esta minifarmacia también pueden encontrar crema para las encías y el respectivo animalito de goma (entre media docena de juguetes y sonajeras) para morder a discreción si le están por salir los dientes.
Los primerizos llevan un pañal por cada kilómetro recorrido o por cada hora de visita. También cargan el aparatoso carrito desarmable o la más discreta y moderna canastita mecedora.
Es que es todo un espectáculo ver salir a los padres primerizos. Yo siempre esbozo una sonrisa al distinguirlos. Una sonrisa de nostalgia y envidia.
Es que es todo un espectáculo ver salir a los padres primerizos. Yo siempre esbozo una sonrisa al distinguirlos. Una sonrisa de nostalgia y envidia.
Marcelo Paredes LastraPatayperro
Como a mí también me tocó pasar por esa etapa, sé las actitudes ingenuas y hasta ridículas que cometemos los padres primerizos. Empezamos investigando en libros e internet todo lo relacionado al embarazo y al cuidado del lactante, hasta creernos más sabios que la mejor matrona de este lado del hemisferio.
Los primerizos somos también los que más asistimos a los cursos de parto psicoprofiláctico, que es de lo más útil para mostrarnos que el traer al mundo a un bebé no es cosa de otro mundo. Nos preparan física y mentalmente para tener un bebé lo más naturalmente posible. Se enseña a la embarazada, entre otras cosas, a levantarse de la cama sin romperse la espalda y se la capacita para que puje correctamente.
Buscando un nombre
Otra característica de los padres primerizos es perder días enteros buscando, o inventando, el nombre de su primogénito (a). Las razones para elegir tal o cual nombre son tan complicadas que, después de pelear con la pareja, los abuelos y los suegros por la pertinencia de un nombre, se envidia la época en que se los bautizaba de acuerdo con el almanaque Bristol (en mi caso mis padres hubieran tenido que elegir entre Prosdócimo o Melasipo).
Otra etapa dura es la de internación, después de las falsas alarmas. En los hospitales se tienen dos salas de preparto claramente diferenciadas, una para las madres tranquilas, colaboradoras y calladas y otra sala para las madres primerizas (allí destinan a las enfermeras castigadas).
La madre celosa
Una vez nacida la wawa, los padres humanos se convierten en los más celosos y peligrosos de todas las especies animales que tienen crías. A lo mucho permiten que la abuela pueda tener a su nieta un ratito en sus brazos y si esta señora se atreve a dar algún consejo casero, será recriminada duramente por los sabios padres. Eso en las primeras semanas, pues luego estos mismos primerizos terminan llamando al ajayu con las ropas de la wawa, poniendo tijeras debajo de la almohada o practicando otras supersticiones, y es que es mentira que los padres sean autosuficientes en el cuidado de su hijo. Otra cosa es con guitarra.
Una pareja amiga nuestra llevó de emergencia a su hijo neonato al médico porque le dio una especie de miniconvulsiones, que parecían provocadas por una dificultad en la respiración. Tras observar al recién nacido el galeno les dijo, muy serio:
- Señores padres, hasta hoy la ciencia médica no ha encontrado un remedio eficaz al mal que padece su bebé' tiene hipo.
Expediciones
La forma más objetiva, sin embargo, para reconocer a los padres primerizos es observarlos cuando salen a la calle. Van con suficiente equipamiento para que su primogénito sobreviva por lo menos una semana. No importando el clima reinante, la wawa sale con un mameluco que puede soportar el frío del lado oscuro de la luna, con su gorro, su frazadita y su mantilla. Cual si fuera el hijo de un vampiro, no le debe dar ni el mínimo rayo o reflejo de sol (menos un beso en los cachetes).
En un maletín con motivos infantiles y con el colorido respectivo para niño o niña, llevan el termito con agua caliente y otro recipiente con agua fría –una mamadera no puede ser caliente, sino tibia-, para diluir los kilos de leche en polvo que llevan encima.
Por si en su corta visita a un familiar o a un amigo le acomete a la wawa una fiebre fulminante, se equipan no solamente con termómetro, sino con toda una gama de antipiréticos en todas sus presentaciones (no deben faltar los supositorios).
Si a la wawa le duele el estómago también tienen su medicamento a mano. Si se le escalda su potito llevan la cremita respectiva. En esta minifarmacia también pueden encontrar crema para las encías y el respectivo animalito de goma (entre media docena de juguetes y sonajeras) para morder a discreción si le están por salir los dientes.
Los primerizos llevan un pañal por cada kilómetro recorrido o por cada hora de visita. También cargan el aparatoso carrito desarmable o la más discreta y moderna canastita mecedora.
Es que es todo un espectáculo ver salir a los padres primerizos. Yo siempre esbozo una sonrisa al distinguirlos. Una sonrisa de nostalgia y envidia.
Es que es todo un espectáculo ver salir a los padres primerizos. Yo siempre esbozo una sonrisa al distinguirlos. Una sonrisa de nostalgia y envidia.
Marcelo Paredes LastraPatayperro
jueves, 20 de junio de 2013
¿Estás en el colectivo de los padres “helicóptero”?
El fenómeno de los híper-padres o padres “helicóptero” está en expansión. Tanto nos hemos preocupado por apoyar a nuestros hijos, que podemos estar saboteando su crecimiento.
Los papás helicópteros permanecen inmóviles en el aire alrededor de sus hijos, evitando que pase cualquier influencia externa y previendo todo peligro; los sobreprotegen y se sienten orgullosos de su nivel de compromiso.
Por instinto maternal y paternal, los padres nos programamos a anticipar todas las necesidades y deseos de nuestros hijos. Padecemos el síndrome del “antes de”: “Antes de que se caiga; antes de que se lastime; antes de que repruebe”, etc.
Sin embargo, a veces exageramos. Con el afán de proteger a los hijos de todo, les privamos de la valiosa experiencia de equivocarse. Ser buen padre no es evitar todo posible fracaso o sufrimiento para nuestros niños, sino apoyarlos para que enfrenten retos y los conquisten.
En tu vida de papá o mamá, para dejar crecer a tu hijo, practica el auto control de la siguiente manera.
CONOCE LAS LIMITACIONES
Tuyas, de tu hijo y del ambiente.
En primer lugar, no puedes controlar todo. Tienes que darte cuenta que habrá ocasiones en que tú no estarás presente para proteger a tu hijo, y por lo tanto es necesario enseñarle a cuidarse a sí mismo.
Luego, tienes que conocer a tu hijo y saber de qué pie cojea. Respeta sus talentos y sus debilidades. Por ejemplo, si a tu hijo le cuesta trabajo orientarse no lo vas a dejar solo en un lugar desconocido porque se puede perder.
También debes conocer los ambientes en donde se desenvuelve tu hijo.
Aunque tú no puedes ir a la escuela con él, debes estar familiarizado con los maestros y las reglas para saber que es un lugar seguro, aunque no perfecto. Puedes esperar que haya supervisión, al mismo tiempo que sepas que tendrá que defenderse de vez en cuando.
Controla las siguientes obsesiones.
LA LIMPIEZA
Ningún niño se muere por ensuciarse. Al contrario. En edad preescolar, por ejemplo, los niños conocen el mundo por medio de sus sentidos, y el poder tocar y manipular diferentes texturas (pintura, gelatina, aceite, espuma de rasurar) les ayuda a aprender, si los padres se lo permiten.
Como papá o mamá también es importante liberarte de tus altos estándares de limpieza para permitir a los hijos ayudar con los quehaceres de la casa. Aunque no quede igual la recámara que cuando tú la hagas, deja que tu hijo limpie su propio espacio, para que aprenda a ser responsable.
La ropa perfecta. Si tú tienes un gusto exquisito para combinar colores y estilos en tu propia ropa, tendrás que frenarte las ganas de vestir a tu hijo como si fuera tu maniquí.
Desde edad temprana, es muy importante permitir que él tome algunas decisiones propias y escoger sus prendas (entre dos o tres opciones controladas por ti, si quieres) es una forma de practicar la autonomía y desarrollar sus propios gustos.
LA PROEZA FÍSICA
No puedes someter a tu hijo a un estándar de proeza física que está hecha para adultos. Puede participar en muchos deportes sin ser campeón olímpico. Ni siquiera debe importar si gana o pierde.
Los niños desarrollan su cuerpo y sus habilidades físicas por medio de la práctica, por ensayo y error. No puedes meterte a sus juegos o competencias exigiendo el éxito, sin permitir que se diviertan y aprendan.
LA PERFECCIÓN ACADÉMICA
Para que tu hijo aprenda a ser buen estudiante, hace falta la paciencia. Es importante gozar el proceso de descubrir conocimientos nuevos. Es valioso probar, equivocarse y volver a tratar.
Por lo tanto, los papás tienen prohibido arrancar hojas del cuaderno de la tarea o (¡Dios me libre!) volver a hacer lo que el niño hizo mal.
LA COMPETENCIA
Tal vez los papás estemos acostumbrados a competir en el mundo de los negocios, donde nuestra supervivencia puede depender de la capacidad que tenemos para ganar a los demás.
Sin embargo, nuestros hijos están en una etapa de desarrollo en la que la cooperación y la colaboración son su reto.
Sobre todo en casa, tu hijo debe sentirse cómodo con la seguridad que es aceptado incondicionalmente. No tiene que ganar ninguna carrera ni competencia para tener tu apoyo, cariño y ayuda inmediata.
RELÁJATE
Si tu hijo llora, no te alarmes. Es normal que a veces lloren los niños. Si se cae, se equivoca, pierde o hace el ridículo, ¿qué puede pasar? Es un niño que tiene el derecho de esperar paciencia y aceptación de parte de los adultos más importantes en su vida.
Entonces, con tu actitud tranquila enséñale a levantarse, a volver a tratar y a esforzarse aun más para alcanzar sus sueños. Hay tiempo.
También hay tiempo para ti. No eres perfecto, y puedes aprender a ser mejor papá o mamá, siempre y cuando hayas establecido la regla de la tolerancia en casa. Aprender a aceptar a los demás con sus cualidades, defectos y propias etapas de desarrollo es una lección valiosa.
DISFRUTA
Acepta a tu hijo como es, en este momento de su desarrollo y goza tu tiempo con él. Permite que cometa sus propios errores, que sufra sus propios desengaños y que descubra y escoja sus propios gustos y amigos.
Deja un poco de distancia entre tú y tu hijo para que los dos puedan respirar a gusto. Si tú confías en él y no te metes a corregir todo lo que hace, tendrá la confianza de acercarse a ti por voluntadasu propia.
Regala autonomía a tu hijo
Los papás helicópteros permanecen inmóviles en el aire alrededor de sus hijos, evitando que pase cualquier influencia externa y previendo todo peligro; los sobreprotegen y se sienten orgullosos de su nivel de compromiso.
Por instinto maternal y paternal, los padres nos programamos a anticipar todas las necesidades y deseos de nuestros hijos. Padecemos el síndrome del “antes de”: “Antes de que se caiga; antes de que se lastime; antes de que repruebe”, etc.
Sin embargo, a veces exageramos. Con el afán de proteger a los hijos de todo, les privamos de la valiosa experiencia de equivocarse. Ser buen padre no es evitar todo posible fracaso o sufrimiento para nuestros niños, sino apoyarlos para que enfrenten retos y los conquisten.
En tu vida de papá o mamá, para dejar crecer a tu hijo, practica el auto control de la siguiente manera.
CONOCE LAS LIMITACIONES
Tuyas, de tu hijo y del ambiente.
En primer lugar, no puedes controlar todo. Tienes que darte cuenta que habrá ocasiones en que tú no estarás presente para proteger a tu hijo, y por lo tanto es necesario enseñarle a cuidarse a sí mismo.
Luego, tienes que conocer a tu hijo y saber de qué pie cojea. Respeta sus talentos y sus debilidades. Por ejemplo, si a tu hijo le cuesta trabajo orientarse no lo vas a dejar solo en un lugar desconocido porque se puede perder.
También debes conocer los ambientes en donde se desenvuelve tu hijo.
Aunque tú no puedes ir a la escuela con él, debes estar familiarizado con los maestros y las reglas para saber que es un lugar seguro, aunque no perfecto. Puedes esperar que haya supervisión, al mismo tiempo que sepas que tendrá que defenderse de vez en cuando.
Controla las siguientes obsesiones.
LA LIMPIEZA
Ningún niño se muere por ensuciarse. Al contrario. En edad preescolar, por ejemplo, los niños conocen el mundo por medio de sus sentidos, y el poder tocar y manipular diferentes texturas (pintura, gelatina, aceite, espuma de rasurar) les ayuda a aprender, si los padres se lo permiten.
Como papá o mamá también es importante liberarte de tus altos estándares de limpieza para permitir a los hijos ayudar con los quehaceres de la casa. Aunque no quede igual la recámara que cuando tú la hagas, deja que tu hijo limpie su propio espacio, para que aprenda a ser responsable.
La ropa perfecta. Si tú tienes un gusto exquisito para combinar colores y estilos en tu propia ropa, tendrás que frenarte las ganas de vestir a tu hijo como si fuera tu maniquí.
Desde edad temprana, es muy importante permitir que él tome algunas decisiones propias y escoger sus prendas (entre dos o tres opciones controladas por ti, si quieres) es una forma de practicar la autonomía y desarrollar sus propios gustos.
LA PROEZA FÍSICA
No puedes someter a tu hijo a un estándar de proeza física que está hecha para adultos. Puede participar en muchos deportes sin ser campeón olímpico. Ni siquiera debe importar si gana o pierde.
Los niños desarrollan su cuerpo y sus habilidades físicas por medio de la práctica, por ensayo y error. No puedes meterte a sus juegos o competencias exigiendo el éxito, sin permitir que se diviertan y aprendan.
LA PERFECCIÓN ACADÉMICA
Para que tu hijo aprenda a ser buen estudiante, hace falta la paciencia. Es importante gozar el proceso de descubrir conocimientos nuevos. Es valioso probar, equivocarse y volver a tratar.
Por lo tanto, los papás tienen prohibido arrancar hojas del cuaderno de la tarea o (¡Dios me libre!) volver a hacer lo que el niño hizo mal.
LA COMPETENCIA
Tal vez los papás estemos acostumbrados a competir en el mundo de los negocios, donde nuestra supervivencia puede depender de la capacidad que tenemos para ganar a los demás.
Sin embargo, nuestros hijos están en una etapa de desarrollo en la que la cooperación y la colaboración son su reto.
Sobre todo en casa, tu hijo debe sentirse cómodo con la seguridad que es aceptado incondicionalmente. No tiene que ganar ninguna carrera ni competencia para tener tu apoyo, cariño y ayuda inmediata.
RELÁJATE
Si tu hijo llora, no te alarmes. Es normal que a veces lloren los niños. Si se cae, se equivoca, pierde o hace el ridículo, ¿qué puede pasar? Es un niño que tiene el derecho de esperar paciencia y aceptación de parte de los adultos más importantes en su vida.
Entonces, con tu actitud tranquila enséñale a levantarse, a volver a tratar y a esforzarse aun más para alcanzar sus sueños. Hay tiempo.
También hay tiempo para ti. No eres perfecto, y puedes aprender a ser mejor papá o mamá, siempre y cuando hayas establecido la regla de la tolerancia en casa. Aprender a aceptar a los demás con sus cualidades, defectos y propias etapas de desarrollo es una lección valiosa.
DISFRUTA
Acepta a tu hijo como es, en este momento de su desarrollo y goza tu tiempo con él. Permite que cometa sus propios errores, que sufra sus propios desengaños y que descubra y escoja sus propios gustos y amigos.
Deja un poco de distancia entre tú y tu hijo para que los dos puedan respirar a gusto. Si tú confías en él y no te metes a corregir todo lo que hace, tendrá la confianza de acercarse a ti por voluntadasu propia.
Regala autonomía a tu hijo
lunes, 27 de mayo de 2013
Relación con el padre ¿Mi hija tiene complejo de Electra?
Las leyendas de Edipo y Electra, de la mitología griega, fueron utilizadas por el psicoanálisis para nombrar las relaciones del niño y la niña de 3 a 5 años con sus padres. Estas relaciones se centran en la atracción hacia el progenitor del sexo opuesto: la madre para el niño, el complejo de Edipo, y el padre para la niña, el complejo de Electra.
Sigmund Freud descubrió que la sexualidad no se limita al plano biológico o fisiológico, sino que está conectada con funciones simbólicas y relacionada con la subjetividad de cada ser humano. En sus investigaciones planteó que la pulsión sexual –vivencia de una tendencia o impulso que se dirige a un objetivo y no siempre existe consciencia de ello– existe durante la infancia.
Cuando debido a los límites que las niñas encuentran en conseguir sus fantasías con relación a su padre se ven obligadas a reprimir sus impulsos, utilizan el mecanismo de identificación: introyección de los valores y las prohibiciones de los padres (aparición del Súper-Yo).
Cuando se ha completado el período del complejo de Electra, se da por concluido de forma global, aunque quizá queden residuos que perdurarán en la vida adulta.
En el complejo de Electra avanzado, la niña constata al principio la diferencia sexual y, a continuación, centra su interés amoroso en el padre para tratar de sustituir a su madre en el vínculo de pareja: durante un tiempo repite que se casará con su papá y cuando ve a sus padres en actitud cariñosa se queja porque se siente excluida y se coloca entre los dos.
TEORÍAS MÁS RECIENTES
Según Jacques Lacan, este complejo está dividido en tres tiempos:
1. El niño y la niña, que se encuentran muy vinculados a la madre y se miran en el “espejo” simbólico que ella les proporciona, están colocándose las primeras piezas para construir la propia identidad.
2. En este tiempo interviene una tercera dimensión entre la relación madre-hija que viene representada por un padre real y la cultura y el entorno social en que ambas están inmersas.
El estrecho vínculo va cobrando otra forma y el proceso de socialización se hace más evidente.
3. La niña declina el deseo respecto a su padre, sustituyendo así el Yo Ideal, caracterizado por fantasías irrealizables, por el Ideal del Yo, que integra el principio de realidad y la aceptación de los límites: la niña sabrá que necesitará esperar a ser mayor para hacer lo que hace su madre. Entonces, a través del juego escenifica situaciones y diálogos que presencia en su hogar.
De cómo se desarrolle el tipo de vínculo madre-hija se desempeña el factor determinante para que la niña pueda transitar por los tiempos del complejo de Electra de forma que no incida negativamente en la concepción de sí misma.
CONSECUENCIAS DEL COMPLEJO
De algún modo, el tránsito por el complejo de Electra condicionará en un alto grado el tipo de evolución posterior en la configuración de la personalidad, de acuerdo con que se haya elaborado de forma más o menos adecuada.
En la vida adulta, la mujer inconscientemente puede reproducir en su mundo de relaciones ciertos conflictos infantiles: rivalidad y competencia con otras mujeres que la hacen sufrir sin necesidad o que la sitúan en una pérdida constante de energía para demostrar su superioridad, relaciones complicadas con los hombres, déficit en la consideración hacia sí mismas o dificultad para admitir los límites de la realidad que a veces llegan a producir aislamiento afectivo.
Es fundamental que se logre una aceptación interna de la pertenencia al sexo femenino. Aunque en la infancia y la adolescencia se haya recibido una imagen de mujer distorsionad a, cada mujer tiene que encontrar la mejor forma de hacerse un lugar en la vida.
La percepción de la realidad y la creación de vínculos con los otros queda contaminada por las vivencias con los padres y se generalizan a otros ámbitos en los que interviene un componente de carácter afectivo.
Según la mitología griega, Electra era hija de Agamenón, quien fue asesinado por el amante de su mujer. Años después de la pérdida de su padre, Electra convenció a su hermano para que vengara su muerte y asesinara al asesino de Agamenón y a su cómplice, su madre.
A principios del siglo XX, el psicólogo Jung utilizó el nombre de Electra para denominar lo que sería la versión femenina del complejo de Edipo. Pero, ¿por qué aparece este complejo en las niñas? Hacia los cuatro años, las niñas empiezan a descubrir que ellas no son igual a los niños. Es decir, empiezan a descubrir la diferencia entre sexos y, en muchas ocasiones, su papá es el único ejemplo conocido del sexo opuesto. "El papá es mío", seguro que en más de una ocasión le has escuchado esta frase. La niña empieza a sentir predilección por el padre, unida a un sentimiento de rivalidad frente a la madre.
Sigmund Freud descubrió que la sexualidad no se limita al plano biológico o fisiológico, sino que está conectada con funciones simbólicas y relacionada con la subjetividad de cada ser humano. En sus investigaciones planteó que la pulsión sexual –vivencia de una tendencia o impulso que se dirige a un objetivo y no siempre existe consciencia de ello– existe durante la infancia.
Cuando debido a los límites que las niñas encuentran en conseguir sus fantasías con relación a su padre se ven obligadas a reprimir sus impulsos, utilizan el mecanismo de identificación: introyección de los valores y las prohibiciones de los padres (aparición del Súper-Yo).
Cuando se ha completado el período del complejo de Electra, se da por concluido de forma global, aunque quizá queden residuos que perdurarán en la vida adulta.
En el complejo de Electra avanzado, la niña constata al principio la diferencia sexual y, a continuación, centra su interés amoroso en el padre para tratar de sustituir a su madre en el vínculo de pareja: durante un tiempo repite que se casará con su papá y cuando ve a sus padres en actitud cariñosa se queja porque se siente excluida y se coloca entre los dos.
TEORÍAS MÁS RECIENTES
Según Jacques Lacan, este complejo está dividido en tres tiempos:
1. El niño y la niña, que se encuentran muy vinculados a la madre y se miran en el “espejo” simbólico que ella les proporciona, están colocándose las primeras piezas para construir la propia identidad.
2. En este tiempo interviene una tercera dimensión entre la relación madre-hija que viene representada por un padre real y la cultura y el entorno social en que ambas están inmersas.
El estrecho vínculo va cobrando otra forma y el proceso de socialización se hace más evidente.
3. La niña declina el deseo respecto a su padre, sustituyendo así el Yo Ideal, caracterizado por fantasías irrealizables, por el Ideal del Yo, que integra el principio de realidad y la aceptación de los límites: la niña sabrá que necesitará esperar a ser mayor para hacer lo que hace su madre. Entonces, a través del juego escenifica situaciones y diálogos que presencia en su hogar.
De cómo se desarrolle el tipo de vínculo madre-hija se desempeña el factor determinante para que la niña pueda transitar por los tiempos del complejo de Electra de forma que no incida negativamente en la concepción de sí misma.
CONSECUENCIAS DEL COMPLEJO
De algún modo, el tránsito por el complejo de Electra condicionará en un alto grado el tipo de evolución posterior en la configuración de la personalidad, de acuerdo con que se haya elaborado de forma más o menos adecuada.
En la vida adulta, la mujer inconscientemente puede reproducir en su mundo de relaciones ciertos conflictos infantiles: rivalidad y competencia con otras mujeres que la hacen sufrir sin necesidad o que la sitúan en una pérdida constante de energía para demostrar su superioridad, relaciones complicadas con los hombres, déficit en la consideración hacia sí mismas o dificultad para admitir los límites de la realidad que a veces llegan a producir aislamiento afectivo.
Es fundamental que se logre una aceptación interna de la pertenencia al sexo femenino. Aunque en la infancia y la adolescencia se haya recibido una imagen de mujer distorsionad a, cada mujer tiene que encontrar la mejor forma de hacerse un lugar en la vida.
La percepción de la realidad y la creación de vínculos con los otros queda contaminada por las vivencias con los padres y se generalizan a otros ámbitos en los que interviene un componente de carácter afectivo.
Según la mitología griega, Electra era hija de Agamenón, quien fue asesinado por el amante de su mujer. Años después de la pérdida de su padre, Electra convenció a su hermano para que vengara su muerte y asesinara al asesino de Agamenón y a su cómplice, su madre.
A principios del siglo XX, el psicólogo Jung utilizó el nombre de Electra para denominar lo que sería la versión femenina del complejo de Edipo. Pero, ¿por qué aparece este complejo en las niñas? Hacia los cuatro años, las niñas empiezan a descubrir que ellas no son igual a los niños. Es decir, empiezan a descubrir la diferencia entre sexos y, en muchas ocasiones, su papá es el único ejemplo conocido del sexo opuesto. "El papá es mío", seguro que en más de una ocasión le has escuchado esta frase. La niña empieza a sentir predilección por el padre, unida a un sentimiento de rivalidad frente a la madre.
jueves, 23 de mayo de 2013
Padres. Los especialistas recomiendan establecer y mantener rutinas y actividades
Cuando los niños son pequeños, los especialistas siempre recomiendan que éstos tengan una rutina. "Ayudan a llevar una vida sana, ordenada y placentera", dice la sicóloga Adriana Estévez Lancenbacher que explica que respetar horarios de sueño, comida, esparcimiento y estudio tienen beneficios tanto a corto como a largo plazo. "Brindan estabilidad física, emocional y ayudan a desarrollar un sentido de confianza y seguridad", destaca.
Beneficios. La sicóloga señala que en todos los aspectos se debe establecer una rutina, pero estas deben ser flexibles y adaptables según las necesidades del pre-adolescente. Al mismo tiempo, la profesional recomienda a los padres enseñar el cumplimiento de los horarios y responsabilidades con el ejemplo. "Esto ayuda a que ellos estén preparados para entrar a la adolescencia con un patrón de conducta definida', dice.
Estévez añade "con una rutina se evita el estrés, ya que aprenden a ser ordenados y cumplidos", y recomienda inducir a la adquisición de la misma "para que de esta manera se vuelva parte de la vida”.
La limpieza, el punto flaco. Por su parte, el sicólogo Carlos Velásquez indica que la rutina en el aseo personal a esta edad es necesaria, ya que justamente ellos suelen dejar de lado este punto. "La dejadez en este aspecto ocurre generalmente entre los 11 y 13 años. No se presenta tanto en los más pequeños, sino en chicos más grandes”, comenta. Al respecto, el especialista explica que a esa edad los preadolescentes tienen otras prioridades respecto a su personalidad, pues demuestran gustos por diferentes actividades, eso hace que dejen de lado el aseo de su cuerpo.
Tareas. La tarea también debe formar parte de la rutina. Los especialistas recomiendan encontrar un horario de estudio fijo para cada día. De esta manera, usted puede ayudar a su hijo con sus tareas. Según el Departamento de Educación de los Estados Unidos, recomienda un máximo de dos horas de tarea por día de escuela. Estas son sólo recomendaciones, ya que el tiempo dependerá de la cantidad de tarea que tenga el niño.
Beneficios. La sicóloga señala que en todos los aspectos se debe establecer una rutina, pero estas deben ser flexibles y adaptables según las necesidades del pre-adolescente. Al mismo tiempo, la profesional recomienda a los padres enseñar el cumplimiento de los horarios y responsabilidades con el ejemplo. "Esto ayuda a que ellos estén preparados para entrar a la adolescencia con un patrón de conducta definida', dice.
Estévez añade "con una rutina se evita el estrés, ya que aprenden a ser ordenados y cumplidos", y recomienda inducir a la adquisición de la misma "para que de esta manera se vuelva parte de la vida”.
La limpieza, el punto flaco. Por su parte, el sicólogo Carlos Velásquez indica que la rutina en el aseo personal a esta edad es necesaria, ya que justamente ellos suelen dejar de lado este punto. "La dejadez en este aspecto ocurre generalmente entre los 11 y 13 años. No se presenta tanto en los más pequeños, sino en chicos más grandes”, comenta. Al respecto, el especialista explica que a esa edad los preadolescentes tienen otras prioridades respecto a su personalidad, pues demuestran gustos por diferentes actividades, eso hace que dejen de lado el aseo de su cuerpo.
Tareas. La tarea también debe formar parte de la rutina. Los especialistas recomiendan encontrar un horario de estudio fijo para cada día. De esta manera, usted puede ayudar a su hijo con sus tareas. Según el Departamento de Educación de los Estados Unidos, recomienda un máximo de dos horas de tarea por día de escuela. Estas son sólo recomendaciones, ya que el tiempo dependerá de la cantidad de tarea que tenga el niño.
viernes, 3 de mayo de 2013
3 actividades para hacer con tu hija
La relación entre madre e hija resulta muy compleja durante la adolescencia pero no es imposible. Y es que de pronto dejas de ver a la niña y notas que ha crecido, ahora se preocupa por su figura, está pendiente de su look y en casos extremos puede caer en problemas como la anorexia o bulimia entre otros, un verdadero combo de riesgo que se pueden prevenir con sencillos trucos de convivencia y porque no con hábitos que le permitan ejercitarse, y que mejor en este ultimo caso si lo hace junto a ti. ¿Sabías que el yoga, pilates o higrogimnasia son tus mejores aliados?
Razones para el pilates. La instructora y directora del centro Sí Pilates, Karina Correa, enfatiza en las cualidades del pilates ya que les ayuda aumentando la flexibilidad, agilidad, coordinación y equilibrio, asimismo, disminuye los niveles de estrés, aumenta la autoestima y mejora la postura corporal.
Razones para el yoga. Si quieres optar por esta opción, la instructora de Yoga Sivananda, Marcela Terceros, asegura que será un camino de tránsito seguro para tu hija, pues lo que está aprendiendo le ayuda a tener mejor concentración, disciplina, buena respiración (para momentos cargados de emociones), flexibilidad y aunque no va a tener musculación va a tener tonicidad y puede afinar la figura.
Razo nes para el hidrogym. En este aspecto, Virginia Nougues, instructora de Hidrogimnasia de Rolea Center, hace hincapié en la prevención que se logra, el beneficio es cardiovascular, además, permite que tu hija ocupe su tiempo de ocio en algo productivo, que la mantiene en forma y saludable.
1. Pilates
Terapia familiar que permite la conexión entre madre e hija
La clase de pilates puede convertirse en una terapia familiar muy agradable para compartir juntas madre e hija, además, les ayudará a desarrollar una musculatura fuerte y equilibrada, activar la circulación sanguínea, aumentar su rendimiento físico e intelectual y a todo esto se adhiere los beneficios psicológicos y energéticos, que sin duda alguna contribuirán la conexión entre madre e hija, indica Karina Correa, directora de Si Pilates, centro que ofrece cursos para mamá e hija adolescente con un descuento del 20%.
2. Yoga
Razones para el pilates. La instructora y directora del centro Sí Pilates, Karina Correa, enfatiza en las cualidades del pilates ya que les ayuda aumentando la flexibilidad, agilidad, coordinación y equilibrio, asimismo, disminuye los niveles de estrés, aumenta la autoestima y mejora la postura corporal.
Razones para el yoga. Si quieres optar por esta opción, la instructora de Yoga Sivananda, Marcela Terceros, asegura que será un camino de tránsito seguro para tu hija, pues lo que está aprendiendo le ayuda a tener mejor concentración, disciplina, buena respiración (para momentos cargados de emociones), flexibilidad y aunque no va a tener musculación va a tener tonicidad y puede afinar la figura.
Razo nes para el hidrogym. En este aspecto, Virginia Nougues, instructora de Hidrogimnasia de Rolea Center, hace hincapié en la prevención que se logra, el beneficio es cardiovascular, además, permite que tu hija ocupe su tiempo de ocio en algo productivo, que la mantiene en forma y saludable.
1. Pilates
Terapia familiar que permite la conexión entre madre e hija
La clase de pilates puede convertirse en una terapia familiar muy agradable para compartir juntas madre e hija, además, les ayudará a desarrollar una musculatura fuerte y equilibrada, activar la circulación sanguínea, aumentar su rendimiento físico e intelectual y a todo esto se adhiere los beneficios psicológicos y energéticos, que sin duda alguna contribuirán la conexión entre madre e hija, indica Karina Correa, directora de Si Pilates, centro que ofrece cursos para mamá e hija adolescente con un descuento del 20%.
2. Yoga
El yoga puede convertirse en tu aliada
perfecta a la hora de lograr disciplina y concentración en tu hija
adolescente. Marcela Terceros, instructora del centro Yoga Sivananda,
explica que "esta disciplina permite a las jovencitas manejar su mente y
cuerpo, mejorando su salud en general, su respiración, concentración y
en el aspecto físico a sentirse bien consigo mismo, pues en esta etapa
ellas andan fijándose si están gordas o flacas”, dice. Puedes practicar
estas clases en Yoga Sivananda.
3. Hidrogimnasia
Para estar en forma y ocupar el tiempo en algo productivo
No es necesario saber nadar para sacarle
provecho al agua. Según detalla, Virginia Nouges, instructora de
Hidrogimnasia de Roela Center, la alternativa de la hidrogimnasia
permite fomentar la relación madre e hija, mantiene a los jóvenes
ocupados en algo productivo y es ideal para darle batalla a problemas
como la anorexia o bulima, propios de la etapa adolescente. "Se trabaja
mucho las capacidades aeróbicas, ayuda a mantenerse en forma, tonificar
músculos y obtener flexibilidad pero sobre todo el beneficio es
cardiovascular". En Rolea Center se ofrecen clases para madres e hijas.
Ayuda a prevenir malos hábitos
Muchos beneficios. Ejercitarse
es una de las mejores cosas que una joven adolescente puede hacer por
su salud y buen estado físico. Además, no solo ayudará al desarrollo de
su organismo que es tan importante en esta etapa, sino también, servirá
para prevenir hábitos muy perjudiciales como el consumo de tabaco,
alcohol o drogas, asimismo, en las mujeres previene enfermedades como la
anorexia y la bulimia. La práctica de cualquier deporte con constancia
ayuda a que los adolescentes aprendan la importancia de la disciplina,
la perseverancia y el esfuerzo. Eso sí, hay que tener cuidado con la
práctica de ejercicio en exceso y los padres son los mejores vigilantes
aquí.
El padre de mi hijo me desautoriza frente a él
Si contradices a tu pareja delante del hijo que tienen en común, estás dando herramientas al menor para que pueda manipularlos más adelante, además de que le causas confusión al no saber a quién debe obedecer o a quién debe dar la razón.
Educar a un hijo es tarea de dos. Padre y madre deben participar activamente en la formación de sus hijos y ninguno debe ser más que el otro. Su imagen de autoridad debe ser equitativa y complementaria.
Los hijos deben ver a sus progenitores como una unidad; desautorizarse frente a los pequeños es un mal hábito que puede traer terribles consecuencias a futuro.
Si como padre o madre del menor no estás de acuerdo con lo que el otro ha determinado, lo peor que puedes hacer es decirlo delante del niño. “Debes conversar a solas, plantear tus argumentos y escuchar los del otro progenitor para llegar a los mejores acuerdos”, sugiere el psicólogo Alexis Olivares.
Muchos niños saben bien cómo manipular a los adultos y un ambiente de confusión es perfecto para ello. “Lo importante es conseguir lo que quieren y, si los padres lo facilitan, mejor para ellos”, manifiesta la psicóloga Patricia Tellería.
Según la especialista, entrar en contradicciones tiene que ver muchas veces con la relación de pareja. “Si están molestos el uno con el otro y uno dice que algo es blanco, sólo por contradecir, el otro dirá que es negro. Cada uno buscará tener al hijo a su favor”.
Olivares aconseja que pese a que uno de los padres no esté de acuerdo con cierta orden que se haya dado, debe tratar de aceptarla siempre y cuando ésta no dañe al menor.
La crianza de los hijos es como una ramificación de lo que los dos padres son como pareja. “Su buena educación y disciplina depende de ambos, ninguno puede pretender hacer el papel de bueno sólo por querer ganar puntos con el niño. Si es necesario se debe ser firme, incluso con alguna determinación que ya asumió tu pareja y la dio a conocer frente al pequeño”, subraya Olivares.
Tellería señala que muchas veces, cuando la pareja está molesta entre sí, la mejor forma que encuentra para atacar es contradecir las órdenes del otro, involucrando a los hijos. “La peor forma de actuar es desaprobando lo que dice el otro. Puede llegar a ser un indicador para darse cuenta de que la relación no está yendo bien”.
La imagen de autoridad de los padres está relacionada con el amor que como esposos o pareja se profesan. “Este amor para los hijos es vital, por eso la desautorización no debe darse. La primera consecuencia es que los menores piensen que sus padres no se aman tanto, pues no se apoyan. Se confunden, se les baja la autoestima y su educación se deforma”, explica el psicólogo Rigoberto Bermeo, especialista en asesoramiento educativo familiar, en el portal www.semana.ec.
Acuerdos
Es primordial que se pongan de acuerdo sobre la educación de su hijo para no tener que enfrentar ideas a último momento. Esto evitará generar resentimiento, falta de entendimiento, pérdida de respeto y desunión. Sólo hace falta conversar muy claro.
Ejemplo
Conoce bien a tu hijo para poder ejercer la autoridad eficazmente. Ésta debe estar respaldada con el ejemplo de rectitud y la coherencia que día a día le enseñes.
Desconfianza
Desautorizando consigues que tu niño sea desobediente, generas rebeldía y lo conviertes en manipulador. Así fomentas también la incredulidad. Los hijos necesitan confiar en sus padres para ser educados.
jueves, 18 de abril de 2013
Prefiero a uno de mis hijos
“Mi hijo mayor nació cuando yo estaba muy joven y tuvimos problemas en el parto, es enfermizo y por eso siempre lo he cuidado mucho. Han pasado varios años y recientemente mi hijo menor, que es adolescente, me ha echado en cara que lo quiero menos, que nunca lo he cuidado como al otro”, cuenta Carmen, una maestra de 48 años.
A muchos padres les angustia la idea de que le podrían estar dando más cariño a uno de sus retoños que al otro. No hay que confundir el afecto con la atención que se le brinda a uno de ellos debido, por ejemplo, a que es el más travieso, el más débil de carácter o el que padece de alguna enfermedad.
Según la psicóloga Katia Oporto, hay papás que suelen demostrar más cariño por alguno de los hijos de manera inconsciente: suele suceder cuando se lo considera “el ejemplo de la casa”. “Cuando hablamos de ser un ejemplo nos referimos a que puede ser el más cariñoso, responsable, respetuoso, solidario con todos y éstas son grandes virtudes que hay que festejar”.
Sin embargo, el padre, por querer mejorar la actitud del otro hijo, muchas veces se expresa con palabras hirientes, como “¿por qué no eres igual que tu hermano?” o con hechos, cuando olvida su cumpleaños o una cita importante, cosa que nunca ocurriría con el predilecto.
“Esto podría provocar que el otro hijo sienta celos, envidia y hasta rabia y derivar en una rebeldía”, adelanta Oporto, que recomienda abordar el tema con cuidado.
El psicólogo Alexis Olivares sugiere a los padres de familia no hacer diferencias marcadas que puedan herir al otro hijo. “Por ejemplo, no le compres al predilecto unos zapatos de Bs 500 y al otro unos de Bs 80 porque no es algo justo y esto marcaría sus vidas por siempre”.
“Tampoco pongas de ejemplo al hijo destacado para que los otros sean iguales porque en lugar de que logren buenos resultados, terminarán por rechazarlo”, subraya Olivares.
Un error imperdonable es tirar la casa por la ventana cuando el hijo preferido está de cumpleaños y olvidar la fecha de nacimiento del otro. “Harás que sienta que no lo quieres y prefieres siempre a su hermano, por tanto su rebeldía crecerá”, asegura el psicólogo especialista en niños.
Otra razón que hace que los padres remarquen esas diferencias, según Oporto, es que ven el reflejo de lo que ellos eran antes en esos hijos. “Si juega bien fútbol, el papá dirá: ‘Es igualito a mí’. O si es estudiosa, la mamá se sentirá orgullosa y dirá: ‘Yo también era así’”.
Todos los hijos son diferentes. Y si bien es natural que se tenga más afinidad con uno o que otro requiera un mayor seguimiento debido a su carácter, tu obligación es darles a todos un trato igualitario siempre. Y si entre ellos surge la duda de a quién quieres más, explícales los motivos por los que quizá pasas más tiempo con uno, pero remarcando que cada hijo es muy especial para ti.
Conversa
Si tu retoño te dice que prefieres a su hermano, no te enojes y habla con él. Explícale que los miembros del hogar son como los dedos: cada uno es diferente, tiene distintas cualidades y capacidades, pero no por eso ninguno es más importante que el otro.
Divide tu amor
No hagas que se genere una competencia entre tus hijos para ganar tu atención y llegar a ser el más amado. Si bien es posible que tengas más afinidad con alguno, busca tiempo de calidad con cada miembro de la familia. La clave es que cada uno de ellos tenga una relación especial y diferente contigo.
Atención
Es normal que sientas más preferencia por el que menos dolores de cabeza te causa, pero nunca olvides que es el otro el que quizá más apoyo, compañía, atención y cariño necesita.
A muchos padres les angustia la idea de que le podrían estar dando más cariño a uno de sus retoños que al otro. No hay que confundir el afecto con la atención que se le brinda a uno de ellos debido, por ejemplo, a que es el más travieso, el más débil de carácter o el que padece de alguna enfermedad.
Según la psicóloga Katia Oporto, hay papás que suelen demostrar más cariño por alguno de los hijos de manera inconsciente: suele suceder cuando se lo considera “el ejemplo de la casa”. “Cuando hablamos de ser un ejemplo nos referimos a que puede ser el más cariñoso, responsable, respetuoso, solidario con todos y éstas son grandes virtudes que hay que festejar”.
Sin embargo, el padre, por querer mejorar la actitud del otro hijo, muchas veces se expresa con palabras hirientes, como “¿por qué no eres igual que tu hermano?” o con hechos, cuando olvida su cumpleaños o una cita importante, cosa que nunca ocurriría con el predilecto.
“Esto podría provocar que el otro hijo sienta celos, envidia y hasta rabia y derivar en una rebeldía”, adelanta Oporto, que recomienda abordar el tema con cuidado.
El psicólogo Alexis Olivares sugiere a los padres de familia no hacer diferencias marcadas que puedan herir al otro hijo. “Por ejemplo, no le compres al predilecto unos zapatos de Bs 500 y al otro unos de Bs 80 porque no es algo justo y esto marcaría sus vidas por siempre”.
“Tampoco pongas de ejemplo al hijo destacado para que los otros sean iguales porque en lugar de que logren buenos resultados, terminarán por rechazarlo”, subraya Olivares.
Un error imperdonable es tirar la casa por la ventana cuando el hijo preferido está de cumpleaños y olvidar la fecha de nacimiento del otro. “Harás que sienta que no lo quieres y prefieres siempre a su hermano, por tanto su rebeldía crecerá”, asegura el psicólogo especialista en niños.
Otra razón que hace que los padres remarquen esas diferencias, según Oporto, es que ven el reflejo de lo que ellos eran antes en esos hijos. “Si juega bien fútbol, el papá dirá: ‘Es igualito a mí’. O si es estudiosa, la mamá se sentirá orgullosa y dirá: ‘Yo también era así’”.
Todos los hijos son diferentes. Y si bien es natural que se tenga más afinidad con uno o que otro requiera un mayor seguimiento debido a su carácter, tu obligación es darles a todos un trato igualitario siempre. Y si entre ellos surge la duda de a quién quieres más, explícales los motivos por los que quizá pasas más tiempo con uno, pero remarcando que cada hijo es muy especial para ti.
Conversa
Si tu retoño te dice que prefieres a su hermano, no te enojes y habla con él. Explícale que los miembros del hogar son como los dedos: cada uno es diferente, tiene distintas cualidades y capacidades, pero no por eso ninguno es más importante que el otro.
Divide tu amor
No hagas que se genere una competencia entre tus hijos para ganar tu atención y llegar a ser el más amado. Si bien es posible que tengas más afinidad con alguno, busca tiempo de calidad con cada miembro de la familia. La clave es que cada uno de ellos tenga una relación especial y diferente contigo.
Atención
Es normal que sientas más preferencia por el que menos dolores de cabeza te causa, pero nunca olvides que es el otro el que quizá más apoyo, compañía, atención y cariño necesita.
domingo, 31 de marzo de 2013
Desde el corazón Madrastras Padrastros
Convertirse en madrastra o padrastro
Un nuevo rol familiar
Lo mejor será que el padre adoptivo goce de la aceptación y aprobación de los hijos, ganada con amor y paciencia. Convertirse en padre o madre por la unión de diferentes familias o por casarse con una persona que ya tiene hijos puede ser una experiencia gratificante y satisfactoria.
Si usted nunca tuvo hijos, tendrá la oportunidad de compartir su vida con una persona más joven y ayudarla a moldear su carácter. Si tiene hijos, les ofrecerá más oportunidades de construir relaciones y establecer ese lazo especial que sólo se genera entre hermanos.
En algunos casos, los miembros de su nueva familia pueden llevarse de maravillas (¿se acuerda de La tribu de los Brady?), pero otras veces surgen dificultades. Tratar de encontrar su rol como padre o madre (además de las responsabilidades cotidianas que trae aparejadas) también puede generar algunas confusiones o incluso conflictos entre usted y su pareja, el excónyuge de su pareja, y los hijos de éstos.
Si bien no hay una fórmula infalible para crear la familia "perfecta" (cada familia tiene su propia dinámica), es importante afrontar esta nueva situación con paciencia y tratando de comprender los sentimientos de todos los involucrados. Las sugerencias a continuación pueden ayudarle a facilitar las cosas mientras intenta adaptarse a su nuevo rol.
Comience despacio
Para un niño, el rol inicial de un padrastro o madrastra es el de otro adulto en su vida que se preocupa por él, similar a un familiar o un mentor. Quizá usted desee crear un vínculo más estrecho enseguida y se pregunte qué está haciendo mal si su nuevo hijastro no se encariña con usted o sus hijos tan pronto como usted quisiera, pero las relaciones necesitan tiempo para crecer.
Comience despacio y trate de no apresurar los acontecimientos. Deje que las cosas se desarrollen naturalmente; los niños se dan cuenta cuando los adultos fingen o no son sinceros. Con el tiempo, puede desarrollar una relación más profunda y significativa con sus hijastros, que no necesariamente debe parecerse a la que ellos tienen con sus padres biológicos.
Factores que afectan su relación
Los niños que están haciendo un duelo por el fallecimiento de uno de sus padres o la separación o el divorcio de sus padres biológicos pueden necesitar tiempo para sanar antes de que puedan aceptarlo a usted como su nuevo padre o madre.
Para aquellos cuyos padres biológicos aún están vivos, el nuevo matrimonio de uno de ellos significa el fin de la esperanza de una reconciliación. Incluso si han pasado varios años desde la separación, los niños (¡y los no tan niños!) muchas veces se aferran a esa esperanza por mucho tiempo. Para un niño, esta realidad puede ocasionar enojo, dolor y confusión.
Otros factores que pueden afectar la transición al rol de padrastro o madrastra:
La edad de los niños. A la hora de adaptarse y formar nuevas relaciones, por lo general, cuanto más pequeños son los niños, más fácil les resulta.
El tiempo que hace que usted los conoce. Generalmente, cuanto más tiempo se conozcan, mejor será la relación. Hay algunas excepciones (por ejemplo, si usted era amigo de los padres antes de que éstos se separaran y es considerado el motivo de la separación), pero en la mayoría de los casos, el tener una historia en común hace que la transición sea un poco más fácil.
Cuánto tiempo salió con el padre o la madre del niño antes de casarse. De nuevo, hay excepciones, pero normalmente si usted no se apresura en la relación con el adulto, los hijos tendrán una sensación positiva de que usted está en esto a largo plazo.
Cómo se lleva su pareja con su excónyuge. Este es un factor crítico. Una comunicación abierta y la reducción de los conflictos entre los excónyuges puede hacer una gran diferencia en la facilidad con que los hijos lo aceptan a usted como su padrastro o madrastra.
Para ellos es mucho más fácil adaptarse a su nueva forma de vida cuando los adultos no hacen comentarios negativos unos de otros.
Cuánto tiempo pasan los niños con usted. Intentar establecer un lazo afectivo con sus hijastros pasando tiempo con ellos cada quince días (cuando lo que ellos desearían es pasar tiempo de calidad con su progenitor al que no ven tan seguido como quisieran) puede ser difícil. Recuerde anteponer las necesidades de los niños: si ellos desean pasar más tiempo con su madre o padre biológico, deben tener ese tiempo. Así, a veces el "desaparecer del mapa" puede ayudar a allanar el camino hacia una mejor relación a largo plazo.
Analizar de antemano qué situaciones pueden volverse problemáticas al juntar ambas familias puede ayudarle a prepararse, de modo que si surgen complicaciones, pueda manejarlas con una dosis extra de paciencia y delicadeza.
Pasos para llegar a ellos
Cuando usted es madrastra o padrastro puede generar luchas de poder dentro de la familia, ya sea por parte de los niños, del excónyuge de su pareja, o incluso de su pareja.
* Anteponga las necesidades, y no los deseos, de los niños. Los niños necesitan amor, afecto y reglas coherentes más que cualquier otra cosa. Darles juguetes o golosinas, en especial si no se los han ganado por sus buenas notas o conducta, puede conducir a una situación donde usted sienta que está intercambiando regalos por amor.
* Las reglas del hogar son importantes. Aplique las reglas de su hogar lo más sistemáticamente posible para todos los niños, sean éstos sus hijos de una relación anterior, los hijos de una relación anterior de su pareja, o los hijos nuevos que han tenido juntos. Los niños y los adolescentes tendrán reglas diferentes, pero éstas deben aplicarse siempre en forma coherente.
* Cree nuevas tradiciones familiares. Encuentre actividades especiales para hacer con sus hijastros, pero asegúrese de pedirles su opinión. Algunas nuevas tradiciones de familia podrían incluir noches de juegos de mesa, salir juntos a pasear en bicicleta, cocinar, hacer artesanías o incluso hacer juegos de palabras en el auto. La clave es divertirse juntos, no tratar de ganar su amor.
Hable con su pareja o cónyuge. La comunicación entre usted y su pareja es importante para que puedan decidir juntos sobre la crianza de los hijos.
Un nuevo rol familiar
Lo mejor será que el padre adoptivo goce de la aceptación y aprobación de los hijos, ganada con amor y paciencia. Convertirse en padre o madre por la unión de diferentes familias o por casarse con una persona que ya tiene hijos puede ser una experiencia gratificante y satisfactoria.
Si usted nunca tuvo hijos, tendrá la oportunidad de compartir su vida con una persona más joven y ayudarla a moldear su carácter. Si tiene hijos, les ofrecerá más oportunidades de construir relaciones y establecer ese lazo especial que sólo se genera entre hermanos.
En algunos casos, los miembros de su nueva familia pueden llevarse de maravillas (¿se acuerda de La tribu de los Brady?), pero otras veces surgen dificultades. Tratar de encontrar su rol como padre o madre (además de las responsabilidades cotidianas que trae aparejadas) también puede generar algunas confusiones o incluso conflictos entre usted y su pareja, el excónyuge de su pareja, y los hijos de éstos.
Si bien no hay una fórmula infalible para crear la familia "perfecta" (cada familia tiene su propia dinámica), es importante afrontar esta nueva situación con paciencia y tratando de comprender los sentimientos de todos los involucrados. Las sugerencias a continuación pueden ayudarle a facilitar las cosas mientras intenta adaptarse a su nuevo rol.
Comience despacio
Para un niño, el rol inicial de un padrastro o madrastra es el de otro adulto en su vida que se preocupa por él, similar a un familiar o un mentor. Quizá usted desee crear un vínculo más estrecho enseguida y se pregunte qué está haciendo mal si su nuevo hijastro no se encariña con usted o sus hijos tan pronto como usted quisiera, pero las relaciones necesitan tiempo para crecer.
Comience despacio y trate de no apresurar los acontecimientos. Deje que las cosas se desarrollen naturalmente; los niños se dan cuenta cuando los adultos fingen o no son sinceros. Con el tiempo, puede desarrollar una relación más profunda y significativa con sus hijastros, que no necesariamente debe parecerse a la que ellos tienen con sus padres biológicos.
Factores que afectan su relación
Los niños que están haciendo un duelo por el fallecimiento de uno de sus padres o la separación o el divorcio de sus padres biológicos pueden necesitar tiempo para sanar antes de que puedan aceptarlo a usted como su nuevo padre o madre.
Para aquellos cuyos padres biológicos aún están vivos, el nuevo matrimonio de uno de ellos significa el fin de la esperanza de una reconciliación. Incluso si han pasado varios años desde la separación, los niños (¡y los no tan niños!) muchas veces se aferran a esa esperanza por mucho tiempo. Para un niño, esta realidad puede ocasionar enojo, dolor y confusión.
Otros factores que pueden afectar la transición al rol de padrastro o madrastra:
La edad de los niños. A la hora de adaptarse y formar nuevas relaciones, por lo general, cuanto más pequeños son los niños, más fácil les resulta.
El tiempo que hace que usted los conoce. Generalmente, cuanto más tiempo se conozcan, mejor será la relación. Hay algunas excepciones (por ejemplo, si usted era amigo de los padres antes de que éstos se separaran y es considerado el motivo de la separación), pero en la mayoría de los casos, el tener una historia en común hace que la transición sea un poco más fácil.
Cuánto tiempo salió con el padre o la madre del niño antes de casarse. De nuevo, hay excepciones, pero normalmente si usted no se apresura en la relación con el adulto, los hijos tendrán una sensación positiva de que usted está en esto a largo plazo.
Cómo se lleva su pareja con su excónyuge. Este es un factor crítico. Una comunicación abierta y la reducción de los conflictos entre los excónyuges puede hacer una gran diferencia en la facilidad con que los hijos lo aceptan a usted como su padrastro o madrastra.
Para ellos es mucho más fácil adaptarse a su nueva forma de vida cuando los adultos no hacen comentarios negativos unos de otros.
Cuánto tiempo pasan los niños con usted. Intentar establecer un lazo afectivo con sus hijastros pasando tiempo con ellos cada quince días (cuando lo que ellos desearían es pasar tiempo de calidad con su progenitor al que no ven tan seguido como quisieran) puede ser difícil. Recuerde anteponer las necesidades de los niños: si ellos desean pasar más tiempo con su madre o padre biológico, deben tener ese tiempo. Así, a veces el "desaparecer del mapa" puede ayudar a allanar el camino hacia una mejor relación a largo plazo.
Analizar de antemano qué situaciones pueden volverse problemáticas al juntar ambas familias puede ayudarle a prepararse, de modo que si surgen complicaciones, pueda manejarlas con una dosis extra de paciencia y delicadeza.
Pasos para llegar a ellos
Cuando usted es madrastra o padrastro puede generar luchas de poder dentro de la familia, ya sea por parte de los niños, del excónyuge de su pareja, o incluso de su pareja.
* Anteponga las necesidades, y no los deseos, de los niños. Los niños necesitan amor, afecto y reglas coherentes más que cualquier otra cosa. Darles juguetes o golosinas, en especial si no se los han ganado por sus buenas notas o conducta, puede conducir a una situación donde usted sienta que está intercambiando regalos por amor.
* Las reglas del hogar son importantes. Aplique las reglas de su hogar lo más sistemáticamente posible para todos los niños, sean éstos sus hijos de una relación anterior, los hijos de una relación anterior de su pareja, o los hijos nuevos que han tenido juntos. Los niños y los adolescentes tendrán reglas diferentes, pero éstas deben aplicarse siempre en forma coherente.
* Cree nuevas tradiciones familiares. Encuentre actividades especiales para hacer con sus hijastros, pero asegúrese de pedirles su opinión. Algunas nuevas tradiciones de familia podrían incluir noches de juegos de mesa, salir juntos a pasear en bicicleta, cocinar, hacer artesanías o incluso hacer juegos de palabras en el auto. La clave es divertirse juntos, no tratar de ganar su amor.
Hable con su pareja o cónyuge. La comunicación entre usted y su pareja es importante para que puedan decidir juntos sobre la crianza de los hijos.
martes, 19 de marzo de 2013
Temas inevitables con los hijos
Hay temas que los padres no pueden pasar por alto con su hijo preadolescente. "Debido a los cambios que se experimentan en esta etapa, más allá de los temas tabú, se debe hablar sobre el estado de ánimo del adolescente y sobre los proyectos de vida a mediano y largo plazo", dice el psicólogo Óscar Urzagasti.
Hable de lo cotidiano. No necesariamente, resalta el psicólogo, todo lo que se hable tiene que estar relacionado con lo académico, sino pueden ser temas o hobbies y actividades que apasionen al hijo. "Lo cotidiano es lo más importante, dentro de ello están las metas, frustraciones, alegrías", enfatiza.
Que haya interacción. "Estas conversaciones no solo tienen que ser padre-hijo, sino hijo-padre también", precisa. Sin embargo, señala que "la mejor forma que se tiene para enseñar son las acciones nuestras".
Habilidades sociales. De acuerdo a Urzagasti, "si bien se tiene que informar, se debe evitar dar detalles dosificando lo que se le va a decir de acuerdo a la inquietud y la situación. De lo contrario, su hijo puede estar sobreinformado y esto le puede generar en un efecto negativo". Uno de los temas que más preocupa, a esta edad, son las habilidades sociales debido a que este aspecto es altamente significativo para él. En algunos casos son aún más que la familia. Ante, ello el profesional recomienda trabajar más conversando con el hijo y de ninguna manera prohibir.
Sexo y droga. Para Ruby Toledo, psicopedagoga, un tema que indudablemente se tiene que tocar es acerca de la sexualidad, ya que en este aspecto existe mucha curiosidad por parte de los preadolescentes. Asimismo, subraya que la moral tiene que ser bien fundamentada en ellos. "Si bien es un tema para el cual no se hará una ceremonia, se debe enseñar con el ejemplo", dice.
Por otra parte, hablar sobre las drogas es primordial, ya que actualmente están presente en todas partes y ellos están vulnerables, indica Toledo. Pero lo importante, dice la profesional, es saber cómo se sienten ellos y, de acuerdo a eso, hablarles. "Cualquier momento es indicado para hablar, lo importante es que haya constante diálogo", concluye la profesional.
Hable de lo cotidiano. No necesariamente, resalta el psicólogo, todo lo que se hable tiene que estar relacionado con lo académico, sino pueden ser temas o hobbies y actividades que apasionen al hijo. "Lo cotidiano es lo más importante, dentro de ello están las metas, frustraciones, alegrías", enfatiza.
Que haya interacción. "Estas conversaciones no solo tienen que ser padre-hijo, sino hijo-padre también", precisa. Sin embargo, señala que "la mejor forma que se tiene para enseñar son las acciones nuestras".
Habilidades sociales. De acuerdo a Urzagasti, "si bien se tiene que informar, se debe evitar dar detalles dosificando lo que se le va a decir de acuerdo a la inquietud y la situación. De lo contrario, su hijo puede estar sobreinformado y esto le puede generar en un efecto negativo". Uno de los temas que más preocupa, a esta edad, son las habilidades sociales debido a que este aspecto es altamente significativo para él. En algunos casos son aún más que la familia. Ante, ello el profesional recomienda trabajar más conversando con el hijo y de ninguna manera prohibir.
Sexo y droga. Para Ruby Toledo, psicopedagoga, un tema que indudablemente se tiene que tocar es acerca de la sexualidad, ya que en este aspecto existe mucha curiosidad por parte de los preadolescentes. Asimismo, subraya que la moral tiene que ser bien fundamentada en ellos. "Si bien es un tema para el cual no se hará una ceremonia, se debe enseñar con el ejemplo", dice.
Por otra parte, hablar sobre las drogas es primordial, ya que actualmente están presente en todas partes y ellos están vulnerables, indica Toledo. Pero lo importante, dice la profesional, es saber cómo se sienten ellos y, de acuerdo a eso, hablarles. "Cualquier momento es indicado para hablar, lo importante es que haya constante diálogo", concluye la profesional.
El padre es la fortaleza del hogar
“Es un buen tipo mi viejo que anda solo y esperando, tiene la tristeza larga de tanto venir andando.
Yo lo miro desde lejos, pero somos tan distintos; es que creció con el siglo con tranvía y vino tinto.
Viejo mi querido viejo ahora ya camina lerdo; como perdonando el viento, yo soy tu sangre mi viejo , soy tu silencio y tu tiempo” , dice un fragmento de la conocida canción “Mi Viejo”, del cantautor argentino Piero, en alusión a la máxima figura masculina que habita en las familias.
Es que en una u otra faceta personal, todos conservamos los rasgos de nuestros padres y nuestros destinos se van forjando de acuerdo a nuestras elecciones, independientemente de la voluntad de quien nos dio la vida.
En Bolivia, el 19 de marzo de cada año se rinde un cálido homenaje a uno de los pilares más firmes sobre los que se asienta la sociedad y el principal soporte de la familia.
El Día del Padre se asocia con el santoral de San José (19 de marzo), debido a que a este personaje se le atribuye haber sido el padre humano de Jesucristo.
En Bolivia, la costumbre masiva consiste en agasajar al papá con un almuerzo o cena familiar. En el caso de los fallecidos, se ofrece una misa en su memoria.
Cabe destacar que los abuelos son figuras muy fuertes en la cultura nacional, en especial, en el departamento de Cochabamba.
Celebración por Decreto Supremo
FESTEJO El Día del Padre, que no tiene día fijo en el almanaque, en Bolivia fue instituido el año 1974, cuando el expresidente Hugo Banzer lo estableció a través de un decreto supremo. Se celebra en todo el mundo (en diferentes fechas) y es una suerte de complemento necesario que viene a equipararse con los festejos en el Día de la Madre.
Yo lo miro desde lejos, pero somos tan distintos; es que creció con el siglo con tranvía y vino tinto.
Viejo mi querido viejo ahora ya camina lerdo; como perdonando el viento, yo soy tu sangre mi viejo , soy tu silencio y tu tiempo” , dice un fragmento de la conocida canción “Mi Viejo”, del cantautor argentino Piero, en alusión a la máxima figura masculina que habita en las familias.
Es que en una u otra faceta personal, todos conservamos los rasgos de nuestros padres y nuestros destinos se van forjando de acuerdo a nuestras elecciones, independientemente de la voluntad de quien nos dio la vida.
En Bolivia, el 19 de marzo de cada año se rinde un cálido homenaje a uno de los pilares más firmes sobre los que se asienta la sociedad y el principal soporte de la familia.
El Día del Padre se asocia con el santoral de San José (19 de marzo), debido a que a este personaje se le atribuye haber sido el padre humano de Jesucristo.
En Bolivia, la costumbre masiva consiste en agasajar al papá con un almuerzo o cena familiar. En el caso de los fallecidos, se ofrece una misa en su memoria.
Cabe destacar que los abuelos son figuras muy fuertes en la cultura nacional, en especial, en el departamento de Cochabamba.
Celebración por Decreto Supremo
FESTEJO El Día del Padre, que no tiene día fijo en el almanaque, en Bolivia fue instituido el año 1974, cuando el expresidente Hugo Banzer lo estableció a través de un decreto supremo. Se celebra en todo el mundo (en diferentes fechas) y es una suerte de complemento necesario que viene a equipararse con los festejos en el Día de la Madre.
La importancia del padre en la educación de sus hijos
El 19 de marzo es el día en el cual festejamos a los padres, en la mayoría de los países católicos se considera esta fecha como propicia por ser el día de San José, padre putativo de Jesús, sin embargo la idea de celebrar el Día del padre surgió también en el año 1910, cuando un estadounidense propuso destacar el papel de los padres en la sociedad.
Esta fecha que celebran todas las familias bolivianas consiste sobre todo en homenajear la paternidad y la influencia del padre dentro de la familia y en la vida de sus hijos, pensando en ello es que se ofrecen obsequios, se preparan deliciosas comidas y se reúnen todos para que el padre, abuelo o padrastro pase un día especial acompañado de todos sus seres queridos.
En este tan oportuno día rendimos homenaje a todos los padres que en Tarija demuestran ser un ejemplo de dedicación con sus hijos. Ese es el caso de Juan Manuel Peña, economista y consultor independiente que vive en Tarija y está a cargo de sus dos hijos, Juan Esteban y Horacio, de 10 y 7 años de edad.
Este padre rompió con los estereotipos sociales ya que es él quien da respuestas a las necesidades del hogar, desde el desayuno, prepara a sus niños para ir al colegio, ve que las mochilas contengan el material de las respectivas materias y los deja en la puerta del establecimiento educativo, hasta recogerlos al mediodía, darles el almuerzo y preocuparse de que cumplan con sus obligaciones escolares.
Estas funciones las asume debido a que su esposa tiene un trabajo con más exigencia de horario, además como él mismo indica le resulta más fácil cumplir con algunas obligaciones, sobre todo cuando los niños se enferman ya que su esposa es bastante nerviosa y no sabe reaccionar o se angustia demasiado ante las exigencias de sus hijos.
Un caso aún más significativo es el de Jean Paul Lemoine, viudo hace muchos años y responsable de sus dos hijos, él es quien llenó el vacio de está irreparable pérdida con su amor ilimitado de padre.
“La diferencia de jugar a los dos roles es estar solo, por más que encuentre una madre suplente, nadie más que uno para armonizar los sentimientos de la propia sangre”, asegura a tiempo de aclarar que su mayor preocupación como padre y madre es no encontrar la manera de equilibrar estos dos roles.
Por otra parte la mayor gratificación es que los niños se acostumbran y adaptan a las situaciones-añadió. “Verlos progresando y surgiendo aún pese a todo es lo más gratificante y tal vez la única preocupación es que hereden esas imperfecciones que uno mismo tiene, por lo que uno termina encaminándose por ellos al objetivo de ser mejor y así dar un mejor ejemplo”, dijo.
La importancia del padre
Se hace oportuno en esta fecha analizar la importancia e influencia de los padres en la crianza de los hijos y cuáles son las consecuencias para los hijos ante la ausencia de un padre, esto sobre todo porque en la sociedad actual cada vez es más grande el número de madres que se dedican a la crianza de sus hijos ante la ausencia del padre.
Esta situación tiene que ver con el imaginario, que como sociedad, se tiene de la familia y cómo esta idea ha ido cambiando en el tiempo, sobre todo ligado a la feminización de los mercados laborales, explica el sociólogo Alfonso Hinojosa.
El que algunos hombres se desentiendan de su rol de padres es más que toda una percepción contemporánea- agregó. “Tiene que ver con los discursos a partir de los cuales se analiza la familia, en general tiene que ver con los discursos de género que hace que hoy en día se hable y se visibilice este ausentismo, lo cual no significa que antes esos temas no existieran , sino que ahora se los explicita”, dijo.
Esther, de 21 años, nunca tuvo un contacto vivencial con su padre ya que dejó el hogar cuando ella tenía apenas 2 años, sus encuentros con su padre son esporádicos y muy incómodos, asegura.
El psicólogo, Noel Eric Mendoza Melgar, explica en un sentido profundo que los padres lo son todo, ya que la vida proviene de ellos. “Quien rechaza a sus padres, se rechaza a sí mismo y al misterio que hay detrás del origen de la vida (puede llamarse a esto Dios).”, dijo.
Explicó que el padre y el hijo representan dos pilares que juntos hacen la totalidad. “Si uno rechaza uno de ellos queda viviendo a la mitad de su potencial, porque algo le falta, quien no toma a ambos queda vacío. Muchas personas depresivas sienten este vacío que es el vacío de no haber podido tomar a los padres, cualquiera hubiera sido la causa o razón que los llevó a no poder tomarlos”.
El psicólogo explica que en las constelaciones, que consisten en sesiones terapéuticas, se ven que hay ciertos síntomas o aspectos de la vida que, por lo general, caracterizan a quien no toma a uno de los padres, por ejemplo: aquellas personas que les cuesta encontrar el camino con la profesión, con el dinero, el trabajo, la escuela, es decir tener éxito en la vida, tienen que ver con dinámicas donde se muestran movimientos amorosos interrumpidos hacia el padre, es decir que no pudieron llevar adelante una relación son sus padres por diversas situaciones.
“En cuanto a fracasar en las relaciones amorosas, no poder encontrar pareja, no poder tener alegrías y gozo de la vida, no poder estar con los hijos, se deben a movimientos amorosos interrumpidos con la madre. Pero esto es muy general y en cada caso las dinámicas son propias y distintas, pero es lo que vemos con mayor recurrencia”, explicó. Agregó que tener una mala relación con el padre influye en temas de dinero, trabajo y educación, pero de manera más profunda, no se puede dar lo que no se ha recibido, la consecuencia inmediata es que de seguro tenga también problemas a la hora de ser padre, y repita la misma carencia con su propio hijo, volviéndose una cadena sistémica, donde el amor no puede fluir.
“Para una mujer la consecuencia es no poder respetar lo masculino, desvalorizándolo, pues no lo valora en el padre, de manera que al hijo le faltara límites, son los famosos hijitos de mamá que conocemos, la función del padre es la de poner límites, pero sólo lo puede hacer si la mamá lo permite, por que ella es su transmisora, una mamá que tomó a su padre, respetará lo masculino, una mamá carente de padre no”, aclaró.
Padre ausente
En cuanto a la definición del padre ausente, no hace referencia a la presencia física del mismo, si no a ausencia del vínculo emocional, es decir pueden haber padres completamente ausentes viviendo en el mismo domicilio y conviviendo todo el tiempo con el niño, pero ausente emocionalmente, señaló el psicólogo.
También pueden haber padres muy presentes, aunque físicamente se encuentren lejos o incluso hayan muerto, explicó. “Tener un padre ausente es funcionar a la mitad de nuestro potencial emocional y a veces hasta físico con asimetrías o síntomas, esto también lleva a enfermedades graves, dependiendo del caso”, dijo.
Lo importante es valorarlos aunque se los haya conocido o no, porque más allá de cómo hayan salido las cosas, nos dieron la vida.
“Uno puede tomar a los padres en un nivel profundo aceptando el destino que nos tocó, y no importa lo que pasó, gracias a eso tenemos la vida ahora y eso es invaluable, además la vida sigue fluyendo y la seguimos pasando, esto es muy profundo pero vemos que es muy sanador en la constelaciones. Ante esto no es importante haberlos conocido o no”, dijo.
Es lógico que la presencia física haga mucho-enfatizó, pero uno puede encontrar a los padres en uno mismo. “Uno es nuestros padres, mírense en un espejo y ahí están, somos la alquimia perfecta de ellos, no pudieron decir esto no lo doy, ellos lo dieron todo al momento de la concepción, nosotros no podemos decir esta parte no, ya todo lo tenemos dado, ante esto sólo nos queda inclinarnos y tomarlo con amor”.
Por otro lado los hijos son prestados, y los padres también, añadió, ya que cuando uno ha reconocido a su padre puede asumir mejor su partida, su muerte, cuando no ha podido tomarlo, siente un gran vacío. Los hijos debemos crecer y arreglárnosla por nuestra cuenta.
“Las constelaciones ofrecen la solución, ya que aún más allá de la muerte podemos tomar a nuestros padres y llevar una vida plena, por eso cuando me dicen sí me faltó mi padre, pero ya murió y no puedo hacer nada, les digo, aún puedes tomar a tu padre si lo deseas, porque él vive en ti”, explica el psicólogo.
Esta fecha que celebran todas las familias bolivianas consiste sobre todo en homenajear la paternidad y la influencia del padre dentro de la familia y en la vida de sus hijos, pensando en ello es que se ofrecen obsequios, se preparan deliciosas comidas y se reúnen todos para que el padre, abuelo o padrastro pase un día especial acompañado de todos sus seres queridos.
En este tan oportuno día rendimos homenaje a todos los padres que en Tarija demuestran ser un ejemplo de dedicación con sus hijos. Ese es el caso de Juan Manuel Peña, economista y consultor independiente que vive en Tarija y está a cargo de sus dos hijos, Juan Esteban y Horacio, de 10 y 7 años de edad.
Este padre rompió con los estereotipos sociales ya que es él quien da respuestas a las necesidades del hogar, desde el desayuno, prepara a sus niños para ir al colegio, ve que las mochilas contengan el material de las respectivas materias y los deja en la puerta del establecimiento educativo, hasta recogerlos al mediodía, darles el almuerzo y preocuparse de que cumplan con sus obligaciones escolares.
Estas funciones las asume debido a que su esposa tiene un trabajo con más exigencia de horario, además como él mismo indica le resulta más fácil cumplir con algunas obligaciones, sobre todo cuando los niños se enferman ya que su esposa es bastante nerviosa y no sabe reaccionar o se angustia demasiado ante las exigencias de sus hijos.
Un caso aún más significativo es el de Jean Paul Lemoine, viudo hace muchos años y responsable de sus dos hijos, él es quien llenó el vacio de está irreparable pérdida con su amor ilimitado de padre.
“La diferencia de jugar a los dos roles es estar solo, por más que encuentre una madre suplente, nadie más que uno para armonizar los sentimientos de la propia sangre”, asegura a tiempo de aclarar que su mayor preocupación como padre y madre es no encontrar la manera de equilibrar estos dos roles.
Por otra parte la mayor gratificación es que los niños se acostumbran y adaptan a las situaciones-añadió. “Verlos progresando y surgiendo aún pese a todo es lo más gratificante y tal vez la única preocupación es que hereden esas imperfecciones que uno mismo tiene, por lo que uno termina encaminándose por ellos al objetivo de ser mejor y así dar un mejor ejemplo”, dijo.
La importancia del padre
Se hace oportuno en esta fecha analizar la importancia e influencia de los padres en la crianza de los hijos y cuáles son las consecuencias para los hijos ante la ausencia de un padre, esto sobre todo porque en la sociedad actual cada vez es más grande el número de madres que se dedican a la crianza de sus hijos ante la ausencia del padre.
Esta situación tiene que ver con el imaginario, que como sociedad, se tiene de la familia y cómo esta idea ha ido cambiando en el tiempo, sobre todo ligado a la feminización de los mercados laborales, explica el sociólogo Alfonso Hinojosa.
El que algunos hombres se desentiendan de su rol de padres es más que toda una percepción contemporánea- agregó. “Tiene que ver con los discursos a partir de los cuales se analiza la familia, en general tiene que ver con los discursos de género que hace que hoy en día se hable y se visibilice este ausentismo, lo cual no significa que antes esos temas no existieran , sino que ahora se los explicita”, dijo.
Esther, de 21 años, nunca tuvo un contacto vivencial con su padre ya que dejó el hogar cuando ella tenía apenas 2 años, sus encuentros con su padre son esporádicos y muy incómodos, asegura.
El psicólogo, Noel Eric Mendoza Melgar, explica en un sentido profundo que los padres lo son todo, ya que la vida proviene de ellos. “Quien rechaza a sus padres, se rechaza a sí mismo y al misterio que hay detrás del origen de la vida (puede llamarse a esto Dios).”, dijo.
Explicó que el padre y el hijo representan dos pilares que juntos hacen la totalidad. “Si uno rechaza uno de ellos queda viviendo a la mitad de su potencial, porque algo le falta, quien no toma a ambos queda vacío. Muchas personas depresivas sienten este vacío que es el vacío de no haber podido tomar a los padres, cualquiera hubiera sido la causa o razón que los llevó a no poder tomarlos”.
El psicólogo explica que en las constelaciones, que consisten en sesiones terapéuticas, se ven que hay ciertos síntomas o aspectos de la vida que, por lo general, caracterizan a quien no toma a uno de los padres, por ejemplo: aquellas personas que les cuesta encontrar el camino con la profesión, con el dinero, el trabajo, la escuela, es decir tener éxito en la vida, tienen que ver con dinámicas donde se muestran movimientos amorosos interrumpidos hacia el padre, es decir que no pudieron llevar adelante una relación son sus padres por diversas situaciones.
“En cuanto a fracasar en las relaciones amorosas, no poder encontrar pareja, no poder tener alegrías y gozo de la vida, no poder estar con los hijos, se deben a movimientos amorosos interrumpidos con la madre. Pero esto es muy general y en cada caso las dinámicas son propias y distintas, pero es lo que vemos con mayor recurrencia”, explicó. Agregó que tener una mala relación con el padre influye en temas de dinero, trabajo y educación, pero de manera más profunda, no se puede dar lo que no se ha recibido, la consecuencia inmediata es que de seguro tenga también problemas a la hora de ser padre, y repita la misma carencia con su propio hijo, volviéndose una cadena sistémica, donde el amor no puede fluir.
“Para una mujer la consecuencia es no poder respetar lo masculino, desvalorizándolo, pues no lo valora en el padre, de manera que al hijo le faltara límites, son los famosos hijitos de mamá que conocemos, la función del padre es la de poner límites, pero sólo lo puede hacer si la mamá lo permite, por que ella es su transmisora, una mamá que tomó a su padre, respetará lo masculino, una mamá carente de padre no”, aclaró.
Padre ausente
En cuanto a la definición del padre ausente, no hace referencia a la presencia física del mismo, si no a ausencia del vínculo emocional, es decir pueden haber padres completamente ausentes viviendo en el mismo domicilio y conviviendo todo el tiempo con el niño, pero ausente emocionalmente, señaló el psicólogo.
También pueden haber padres muy presentes, aunque físicamente se encuentren lejos o incluso hayan muerto, explicó. “Tener un padre ausente es funcionar a la mitad de nuestro potencial emocional y a veces hasta físico con asimetrías o síntomas, esto también lleva a enfermedades graves, dependiendo del caso”, dijo.
Lo importante es valorarlos aunque se los haya conocido o no, porque más allá de cómo hayan salido las cosas, nos dieron la vida.
“Uno puede tomar a los padres en un nivel profundo aceptando el destino que nos tocó, y no importa lo que pasó, gracias a eso tenemos la vida ahora y eso es invaluable, además la vida sigue fluyendo y la seguimos pasando, esto es muy profundo pero vemos que es muy sanador en la constelaciones. Ante esto no es importante haberlos conocido o no”, dijo.
Es lógico que la presencia física haga mucho-enfatizó, pero uno puede encontrar a los padres en uno mismo. “Uno es nuestros padres, mírense en un espejo y ahí están, somos la alquimia perfecta de ellos, no pudieron decir esto no lo doy, ellos lo dieron todo al momento de la concepción, nosotros no podemos decir esta parte no, ya todo lo tenemos dado, ante esto sólo nos queda inclinarnos y tomarlo con amor”.
Por otro lado los hijos son prestados, y los padres también, añadió, ya que cuando uno ha reconocido a su padre puede asumir mejor su partida, su muerte, cuando no ha podido tomarlo, siente un gran vacío. Los hijos debemos crecer y arreglárnosla por nuestra cuenta.
“Las constelaciones ofrecen la solución, ya que aún más allá de la muerte podemos tomar a nuestros padres y llevar una vida plena, por eso cuando me dicen sí me faltó mi padre, pero ya murió y no puedo hacer nada, les digo, aún puedes tomar a tu padre si lo deseas, porque él vive en ti”, explica el psicólogo.
‘Superpapás’, el nuevo rol los hace más amigos
La
relación que con mayor frecuencia se ve afectada en el divorcio, es la
del padre con sus hijos. Normalmente son ellos quienes salen de casa y
los chicos se quedan viviendo con las madres. No vivir juntos limita el
tiempo que comparten, y los priva de participar de las experiencias
diarias.
Los papás de estos tiempos hacen esfuerzos para mantener una relación cercana después de la separación. Este es el caso de Hernán Suárez, Jorge Ávila, Gustavo Araúz, Marcelo Franco y Alejandro Carrasco, a quienes el divorcio terminó uniéndolos más a sus hijos. Comparten sus gustos, hobbies y actividades en los pocos momentos que pasan juntos.
Escuchar rock es el hobby de Alejandro Carrasco, y su hija Luciana lo comparte. Mientras que Marcelo Franco y su primogénito, que lleva su mismo nombre, son apasionados por los paseos en teryx. Jorge Ávila y sus hijos Eduardo y Noelia comparten las jornadas de pesca. Mientras que a Hernán Suárez y su trío de ‘amigos’, como él los llama a Esteban, Santiago e Isabella les encanta cocinar y jugar monopolio. De igual manera, Gustavo Araúz comentó que por lo menos dos días a la semana sus hijos Sofía y Gustavo, duermen en su casa, donde realizan diferentes actividades juntos.
Jorge Ávila
Lleva todos los días al colegio a Jorge Eduardo (16) y a Noelia (13) para mantenerse unidos. El fin de semana los chicos se mudan a su casa y los tiene bajo su cuidado. Es cuando aprovecha para prepararles el desayuno. Para las comidas, escogen el restaurante por turnos. Los tres practican la pesca.

Alejandro Carrasco
Luciana (7) es su persona favorita; aquella mujer que le cambió la vida y la sonrisa que ilumina sus mañanas. Actualmente la pequeña vive con él y se siente agradecido de verla crecer, llevarla al colegio todos los días y hacer las tareas juntos. También comparten aficiones como el rock y el fútbol; sus exponentes predilectos: Charly García y Blooming.

Marcelo Franco
Los fines de semana son exclusivos para Marcelito (7). Los aprovechan para ir al cine, juegan con Wii o pasear en teryx. Sin embargo, siempre está pendiente de su desempeño en el ‘cole’ y lo incentiva al deporte. Planifica unas vacaciones al extranjero para ambos.

Hernán Suárez
Disfruta de sus retoños el fin de semana. Ellos son Esteban (12), Santiago (8) e Isabella (6). Se divierten cocinando juntos y jugando Monopolio. Contó que cada uno es especial a su manera, pero coinciden en su afinidad por el deporte. Cuando no está de viaje los lleva y los recoge del colegio. Se siente orgulloso y agradecido porque son chicos muy cariñosos.

Gustavo Araúz
Está presente en las diferentes actividades de sus hijos, Sofía (11), quien pratica ballet, y Gustavito (10), a quien denomina un apasionado por el fútbol. Comentó que el estar divorciado no ha cambiado en nada su relación con sus hijos con quienes comparte a diario.
Los papás de estos tiempos hacen esfuerzos para mantener una relación cercana después de la separación. Este es el caso de Hernán Suárez, Jorge Ávila, Gustavo Araúz, Marcelo Franco y Alejandro Carrasco, a quienes el divorcio terminó uniéndolos más a sus hijos. Comparten sus gustos, hobbies y actividades en los pocos momentos que pasan juntos.
Escuchar rock es el hobby de Alejandro Carrasco, y su hija Luciana lo comparte. Mientras que Marcelo Franco y su primogénito, que lleva su mismo nombre, son apasionados por los paseos en teryx. Jorge Ávila y sus hijos Eduardo y Noelia comparten las jornadas de pesca. Mientras que a Hernán Suárez y su trío de ‘amigos’, como él los llama a Esteban, Santiago e Isabella les encanta cocinar y jugar monopolio. De igual manera, Gustavo Araúz comentó que por lo menos dos días a la semana sus hijos Sofía y Gustavo, duermen en su casa, donde realizan diferentes actividades juntos.
Jorge Ávila
Lleva todos los días al colegio a Jorge Eduardo (16) y a Noelia (13) para mantenerse unidos. El fin de semana los chicos se mudan a su casa y los tiene bajo su cuidado. Es cuando aprovecha para prepararles el desayuno. Para las comidas, escogen el restaurante por turnos. Los tres practican la pesca.
Alejandro Carrasco
Luciana (7) es su persona favorita; aquella mujer que le cambió la vida y la sonrisa que ilumina sus mañanas. Actualmente la pequeña vive con él y se siente agradecido de verla crecer, llevarla al colegio todos los días y hacer las tareas juntos. También comparten aficiones como el rock y el fútbol; sus exponentes predilectos: Charly García y Blooming.
Marcelo Franco
Los fines de semana son exclusivos para Marcelito (7). Los aprovechan para ir al cine, juegan con Wii o pasear en teryx. Sin embargo, siempre está pendiente de su desempeño en el ‘cole’ y lo incentiva al deporte. Planifica unas vacaciones al extranjero para ambos.
Hernán Suárez
Disfruta de sus retoños el fin de semana. Ellos son Esteban (12), Santiago (8) e Isabella (6). Se divierten cocinando juntos y jugando Monopolio. Contó que cada uno es especial a su manera, pero coinciden en su afinidad por el deporte. Cuando no está de viaje los lleva y los recoge del colegio. Se siente orgulloso y agradecido porque son chicos muy cariñosos.
Gustavo Araúz
Está presente en las diferentes actividades de sus hijos, Sofía (11), quien pratica ballet, y Gustavito (10), a quien denomina un apasionado por el fútbol. Comentó que el estar divorciado no ha cambiado en nada su relación con sus hijos con quienes comparte a diario.
El mejor regalo de un hijo es un poco de su tiempo cada día
Al recodarse este 19 de marzo el Día del Padre, todos los hijos e hijas sacan sus ahorros, que han guardado durante el año, para comprarle un presente a sus papás; en un recorrido que hizo EL DIARIO por las principales arterias de la ciudad de La Paz pudo observar las ofertas que se están promocionado en los centros comerciales, tiendas, restaurantes y ferias, como la que está ubicada en la calle del Comercio, donde se ofrecen un sinfín de regalos desde chompas, chamaras, billeteras, corbatas, tarjetas y otros artículos.
En esta fecha, en la que también se recuerda el día del carpintero y del radialista, varias personas entre jóvenes y señoritas buscaban afanadas un regalo para su papá, ofertas por ejemplo de las ricas tortas que se venden en la calle Loayza y Potosí de tres sabores a 60 bolivianos, mismas que tenían mucha demanda, la gente hacia filas para adquirir su torta, en varias tiendas se agotó este producto.
También se observó la oferta de tarjetas desde un boliviano las pequeñas y las gigantes a 10 bolivianos, también estaban unos ricos chocolates alusivos a los dos equipos más tradicionales de La Paz como son: The Estrongest y el Bolívar a dos bolivianos, asimismo se debe destacar la tarjeta alusiva al Día del Padre que como detalle contaba con sobres y colores a uno y dos bolivianos.
Cadenas de restaurants como: Burger King, Dumbo, Brosso y Fridolin ofrecen desayunos ejecutivos desde 60 bolivianos y también ricas tortas desde 80 bolivianos; también se oferta combos para la hora del almuerzo. En estos restaurantes, en algunos casos, ya se hacían reservaciones porque este marte 19 de marzo la demanda será masiva.
En nuestro recorrido conversamos con algunas vendedoras y transeúntes, entre los que estaban hijos e hijas, en algunos casos esposas, que adquirían su presente para el papá o el esposo.
La señora Roció Alberto, comerciante de la calle Loayza, dijo que ella por este 19 de marzo está ofreciendo tarjetas alusivas a esta fecha a dos bolivianos y a siete las grandes, con su sobre incluido de color celeste y verde, chocolates con los colores del The Estrongest y del Bolívar, bolígrafos para los padres que trabajan en oficinas y flores, entre los que se encuentran los conocidos claveles que se regalan en estas ocasiones; “se aprovecha esta fecha para vender lo más que se pueda”, sostuvo.
Por su parte, Navia Santos, una jovencita que en sus manos llevaba una torta, señaló que ése era un regalo sorpresa que le obsequiaría a su papá este 19 de marzo, “él se esfuerza cada día, para que yo tenga una buena educación, ropa, comida y una vida placentera, por esto le daré este presente para demostrarle lo mucho que lo quiero, no solo hoy sino todo el tiempo”, aseguró.
Los hermanos Santos, Peter y José, aseguraron que le llevarán también una torta como una forma de demostrar su amor a su papá; “por esta razón nos esforzamos para ser buenos hijos, estudiar mucho y ser bolivianos de bien”, dijeron.
Larry Catacora señalo, que al igual que todos los hijos el 19 de marzo, le harán un presente a su papá, pero lo más importante un abrazo y el cariño de siempre, ya que él se acuerda de su viejo como lo llama cariñosamente; “me acuerdo de él todos los días, porque el mundo sin él no existiría y como agradecimiento debemos dedicarnos a cuidarlos, como lo hicieron con nosotros cuando éramos niños” agregó.
Por su parte, Lizbeth Calvo Miranda, dijo, que el mejor regalo que le puede dar a su papá es entregarle su amor en cada jornada que pasa y como regalo cada 19 de marzo le cocina algo que le gusta a su papá y la pasan en familia, pero lo más importante es agradecerle por todo lo que ha hecho por ella.
En esta fecha, en la que también se recuerda el día del carpintero y del radialista, varias personas entre jóvenes y señoritas buscaban afanadas un regalo para su papá, ofertas por ejemplo de las ricas tortas que se venden en la calle Loayza y Potosí de tres sabores a 60 bolivianos, mismas que tenían mucha demanda, la gente hacia filas para adquirir su torta, en varias tiendas se agotó este producto.
También se observó la oferta de tarjetas desde un boliviano las pequeñas y las gigantes a 10 bolivianos, también estaban unos ricos chocolates alusivos a los dos equipos más tradicionales de La Paz como son: The Estrongest y el Bolívar a dos bolivianos, asimismo se debe destacar la tarjeta alusiva al Día del Padre que como detalle contaba con sobres y colores a uno y dos bolivianos.
Cadenas de restaurants como: Burger King, Dumbo, Brosso y Fridolin ofrecen desayunos ejecutivos desde 60 bolivianos y también ricas tortas desde 80 bolivianos; también se oferta combos para la hora del almuerzo. En estos restaurantes, en algunos casos, ya se hacían reservaciones porque este marte 19 de marzo la demanda será masiva.
En nuestro recorrido conversamos con algunas vendedoras y transeúntes, entre los que estaban hijos e hijas, en algunos casos esposas, que adquirían su presente para el papá o el esposo.
La señora Roció Alberto, comerciante de la calle Loayza, dijo que ella por este 19 de marzo está ofreciendo tarjetas alusivas a esta fecha a dos bolivianos y a siete las grandes, con su sobre incluido de color celeste y verde, chocolates con los colores del The Estrongest y del Bolívar, bolígrafos para los padres que trabajan en oficinas y flores, entre los que se encuentran los conocidos claveles que se regalan en estas ocasiones; “se aprovecha esta fecha para vender lo más que se pueda”, sostuvo.
Por su parte, Navia Santos, una jovencita que en sus manos llevaba una torta, señaló que ése era un regalo sorpresa que le obsequiaría a su papá este 19 de marzo, “él se esfuerza cada día, para que yo tenga una buena educación, ropa, comida y una vida placentera, por esto le daré este presente para demostrarle lo mucho que lo quiero, no solo hoy sino todo el tiempo”, aseguró.
Los hermanos Santos, Peter y José, aseguraron que le llevarán también una torta como una forma de demostrar su amor a su papá; “por esta razón nos esforzamos para ser buenos hijos, estudiar mucho y ser bolivianos de bien”, dijeron.
Larry Catacora señalo, que al igual que todos los hijos el 19 de marzo, le harán un presente a su papá, pero lo más importante un abrazo y el cariño de siempre, ya que él se acuerda de su viejo como lo llama cariñosamente; “me acuerdo de él todos los días, porque el mundo sin él no existiría y como agradecimiento debemos dedicarnos a cuidarlos, como lo hicieron con nosotros cuando éramos niños” agregó.
Por su parte, Lizbeth Calvo Miranda, dijo, que el mejor regalo que le puede dar a su papá es entregarle su amor en cada jornada que pasa y como regalo cada 19 de marzo le cocina algo que le gusta a su papá y la pasan en familia, pero lo más importante es agradecerle por todo lo que ha hecho por ella.
domingo, 17 de marzo de 2013
Sorprende a papá en su día
A pesar que parece que existe muy poquita variedad de ropa y complementos para el hombre, la realidad demuestra todo lo contrario. Los papás de hoy día pueden cuidar mucho más su estética gracias a la gran oferta de diseños que hay sólo para ellos.
El abanico de posibilidades para regalar y sorprenderle es muy amplio: 1. Corbatas estampadas o de un único color en cualquier tonalidad. 2, Camisas o estuches con corbatas y otro accesorio para los más urbanistas, 3. sandalias o zapatillas de todos los estilos. Por lo que tienes a tu disposición el regalo a elegir. Otra forma de demostrarle tu cariño es dedicándole el día sólo a él. Por lo que te sugerimos:
4.- Desayuno. Prepárale un suculento desayuno. Levántate un poco antes y prepara un desayuno sorpresa. Intenta que haya alimentos que habitualmente se consumen en casa y que sabes que a él le gustan.
5.- Prepara un pastel: Con ayuda de mamá puedes elaborar uno muy especial. En el decorado puedes decir lo mucho que lo quieres y felicitarle.
6.- Una botella de vino. Regálale una botella de vino especial, para que pueda tomarla tranquilamente por la noche, cuando los pequeños se hayan ido a la cama.
7.- Una billetera. El regalo no es muy original, pero dentro podrías dejarle una fotografía de la familia.
8. Los videojuegos. Una pasión de papá, para que permanezca en casa. Un coche o avión teledirigido. Sí, ya sé que es un juguete, y que seguro que los hijos querrán jugar con ellos, pero a él también le gusta recordar su infancia.
Lo que no se debe regalar: creo que no se debe regalar un producto muy específico del cual no somos expertos. Me explico con un ejemplo. Si él quiere tener un GPS para el coche, y nosotros no sabemos exactamente para qué lo quiere o como lo quiere, puede que le compremos uno inferior al que él quiere tener, con lo que se sentirá frustrado al no poder disfrutar de las características que él desea. O que por el contrario, compremos uno muy superior, con lo que gastaremos más dinero del necesario e incluso al disponer de más características, sea un producto demasiado complicado.
El abanico de posibilidades para regalar y sorprenderle es muy amplio: 1. Corbatas estampadas o de un único color en cualquier tonalidad. 2, Camisas o estuches con corbatas y otro accesorio para los más urbanistas, 3. sandalias o zapatillas de todos los estilos. Por lo que tienes a tu disposición el regalo a elegir. Otra forma de demostrarle tu cariño es dedicándole el día sólo a él. Por lo que te sugerimos:
4.- Desayuno. Prepárale un suculento desayuno. Levántate un poco antes y prepara un desayuno sorpresa. Intenta que haya alimentos que habitualmente se consumen en casa y que sabes que a él le gustan.
5.- Prepara un pastel: Con ayuda de mamá puedes elaborar uno muy especial. En el decorado puedes decir lo mucho que lo quieres y felicitarle.
6.- Una botella de vino. Regálale una botella de vino especial, para que pueda tomarla tranquilamente por la noche, cuando los pequeños se hayan ido a la cama.
7.- Una billetera. El regalo no es muy original, pero dentro podrías dejarle una fotografía de la familia.
8. Los videojuegos. Una pasión de papá, para que permanezca en casa. Un coche o avión teledirigido. Sí, ya sé que es un juguete, y que seguro que los hijos querrán jugar con ellos, pero a él también le gusta recordar su infancia.
Lo que no se debe regalar: creo que no se debe regalar un producto muy específico del cual no somos expertos. Me explico con un ejemplo. Si él quiere tener un GPS para el coche, y nosotros no sabemos exactamente para qué lo quiere o como lo quiere, puede que le compremos uno inferior al que él quiere tener, con lo que se sentirá frustrado al no poder disfrutar de las características que él desea. O que por el contrario, compremos uno muy superior, con lo que gastaremos más dinero del necesario e incluso al disponer de más características, sea un producto demasiado complicado.
Volver a ser papás
Comienzan de nuevo y sus corazones se derriten ante los pequeños que están rejuveneciendo sus días
Tienen hijos que van a la universidad (o incluso que ya se graduaron) y algunos de ellos son abuelos. Rondando el medio siglo de edad, son padres maduros que han vuelto a las labores de crianza y a desempolvar la experiencia de vida que tuvieron décadas atrás cuando cambiaron su primer pañal o ayudaron a repasar las lecciones del colegio.
Martín Dockweiler, presidente del directorio de la universidad Udabol, se derrite ante la sonrisa y las ocurrencias de Elenita (3) a la que no le toma ni un minuto hacerlo ceder a sus requerimientos. Se nota que es el centro de su vida, aunque aclara que gozó igual con sus dos hijos mayores y que no le ha costado volver a empezar, pues todo se ha dado de forma muy natural desde que se casó en segundas nupcias con Carolina Saucedo.
Con canas en el pelo, la barba y el bigote, el empresario Wálter ‘Piña’ Parejas hace un espléndido dúo con su hija María Victoria (10) fruto de su segunda unión con la chef Inés España, tiene además cinco hijos profesionales y siete nietos; no le da pena decir que en el colegio de Victoria piensan que es su abuelito. Reconoce que en la juventud el padre le da a los hijos pocas horas de atención porque está ocupado buscando un mejor trabajo, una casa, el primer auto... mientras que en la madurez ya se siente realizado y tiene todo el tiempo del mundo para los hijos.
Virgilio Suárez, por su parte, acaba de recibir una distinción por su trayectoria como arquitecto y su orgullo es doble porque teniendo cinco hijos profesionales está viviendo una “reiluminación de su vida”, como él mismo lo reconoce. Es el papá ‘chocho’ de Valentina (3) y hace poco se enteró de que su actual esposa, Elva Costa Leite, le dará otra bebé, que viene en camino.
Ni qué decir del abogado y pastor Osvaldo Ribera, que se casó ya maduro con la estilista Mary Lizzie Ortiz y supo aguardar con paciencia el milagro de la concepción hasta que llegó David (8), cuando la mayoría de sus amigos ya eran abuelos. Asegura que “la fábrica no está cerrada” y que le gustaría tener otro hijo o hija. Siente que se convirtió en padre en la mejor época, con la serenidad y la experiencia que dan los años.
La abundante información sobre la paternidad madura da cuenta de que esta va asociada a la estabilidad y serenidad que da la experiencia de los años. La impulsividad y la inmadurez ya están en el pasado.
A su vez, se observa en el papá signos de rejuvenecimiento por la nueva paternidad; el hijo pequeño le da una nueva ilusión basada en la continuidad de su vida y en la sensación de un nuevo comienzo.
Como dice el sicólogo Alejandro Velarde, a una edad madura las ideas están más claras, eso puede favorecer para que se conviertan en mejores padres.
La sicóloga Ruth Parejas considera que estos padres tienen más madurez para enfrentar las situaciones, ven las cosas de una manera más racional. La paternidad los actualiza y los hace ser parte de un proceso de crecimiento, “ellos van aprendiendo los nuevos esquemas de vida a la par de sus hijos en los tiempos actuales”.
Pintando paredes
La pequeña Valentina tiene tres años y el arquitecto Virgilio Suárez (57) invierte en ella toda la paciencia del mundo, la misma que aplica para erigir una obra. Sabe que los cimientos son importantes, por eso aprovecha las últimas horas del día, cuando llega del trabajo, para ir a visitar a las tías del barrio con ella y los fines de semana pasan horas juntos en el Parque Urbano, Cine Center y la plaza principal. “Su llegada fue una agradable sorpresa porque es fruto de una segunda historia. Yo tengo a mis primeros hijos grandes y la existencia de Valentina ha sido prácticamente una ‘reiluminación’ de la vida; después de 20 años he vuelto a sentir la sensación de un papá primerizo”.
Reconoce que cuando se es más joven se valora otras cosas y que ahora está más al tanto de su pequeña hija.
Virgilio es el orgulloso papá de Mónica (jefe legal de un banco), Ruvi (arquitecta), Virgilio Alaín (economista), Óscar Mario (arquitecto), Julio César (arquitecto) y Valentina (3). Esta última compró su corazón cuando la primera palabra que aprendió a decir fue papá. Será por eso que no le dice nada cuando usa las paredes de su cuarto para pintar “No le pongo obstáculos a eso”, recalca para dar a entender que la apoya en todas sus necesidades creativas.
Muñeca de porcelana
Elenita (3) parece una muñeca de porcelana, tiene la piel blanca como la leche, los ojos y el cabello castaños, es una versión pequeña y femenina de Martín Dockweiler, el presidente del directorio de la Udabol. “Su venida fue una sorpresa, nos casamos con Carolina y al año y dos meses llegó. No fue algo planificado, fue una gran bendición”, recuerda a tiempo de confesar que ella es su fuente de paz; verla y tenerla entre sus brazos le borra cualquier problema de la mente.
Cuando no está pensando en sus obligaciones diarias, tiene que ponerse al tanto de los personajes favoritos de Elenita. “Ahora le encantan los dinosaurios, son su tema de conversación del momento, se sabe hasta los nombres más complicados”. Sus hijos del primer matrimonio, Casandra (20) e Ian (17) ya son grandes y volver a los afanes que implica la crianza no fue para él muy dramático, aunque “alguna vez me tuvo en pie hasta las dos de la mañana porque no quería dormir”. Martín sabe que el tiempo pasa tan rápido que no se quiere perder ni un momento de Elenita y está dispuesto a apoyarla en sus decisiones más importantes. “No importa la carrera que estudie, no me veo imponiéndole algo; si le gusta la guitarra, pues bueno, que sea buena guitarrista; va a vivir con esa profesión, por lo tanto debe gustarle lo que hace para tener una vida plena”.
Una paciente espera
Osvaldo Ribera (54) es abogado y también pastor en la iglesia Templo Evangélico Cristiano junto a su esposa Mary Lizzie Ortiz. “Me casé con 45 años y mi esposa con 42. Mis amigos ya son abuelos y me dicen que yo me atrasé (en la paternidad), pero no lo creo así, llegó en su momento. Yo disfruté de toda mi juventud, si vale el término”. Por eso, cuando por fin escuchó la confirmación de que sería papá tuvo ganas de gritar “como Pedro Picapiedra (¡Yabadabaduú!)”, cuenta con los ojos que le brillan de alegría.
“Nos hicimos análisis previos para ver cómo estábamos físicamente. Yo tenía alguna deficiencia para poder procrear, pero como para Dios no hay nada imposible, nos dio ese placer, ese gozo hermoso de tener a nuestro hijo David (8). Fue superdeseado, al punto de que las amistades de mi esposa le recomendaban de todo para que se embarace, yo solo le decía confiemos en Dios, él tiene su tiempo”.
Osvaldo no se arrepiente de ser un padre ‘mayorcito’: “Somos personas más maduras, hemos pasado muchas experiencias en la vida, nos ha tocado ver a amigos exitosos con sus hijos y otros que, tristemente, han fracasado… siempre los observé, retuve lo bueno y deseché lo malo. Sé que no somos padres perfectos, pero de verdad que lo estamos intentando, disfrutando a pleno a nuestro hijo”.
Una de las cosas que gozan juntos es la caminata desde la puerta del colegio hasta el auto parqueado unas cuadras más allá a propósito, para charlar sobre cómo estuvo el día y las últimas novedades en el curso.
También se encarga de llevar a David a sus clases de fútbol y a las de natación y cada fin de semana es una rutina sagrada ir al Parque Autonómico para andar en bicicleta.
La admiración entre padre e hijo es mutua “Me gusta (David) porque es un soñador, tiene planes y no son pequeños, sueña en grande, dice que va a tener una compañía de tecnología a la que ya le ha puesto el nombre: Ribera Ortiz International. No es un niño con mentalidad mediocre, eso lo refleja de su mamá que pasa todos los días pensando en qué hacer de nuevo”.
Una pequeña gran Victoria
“María Victoria (10) fue superplanificada. La hemos esperado durante dos años y tuvimos muchos problemas”, fueron las primeras palabras de Wálter Parejas (66) antes de emocionarse con el resto de su relato. Recordar esos días de dolor y emociones fuertes todavía le pone la piel de gallina. Es un hombre maduro con canas en el pelo que aun puede quebrarse, más si se trata de una extensión de su ser que casi no llegó a nacer.
“Cuando Inés tenía tres meses de embarazo padeció trombosis por lo que el médico le recomendó interrumpir el embarazo. Ella se puso firme y dijo ‘Victoria nace, yo no importo’, todavía me emociono al recordar. Justamente por eso nuestra hija se llama así, porque fue una verdadera Victoria tenerla. Después, con ciertos medicamentos que Inés podía tolerar por estar embarazada, milagrosamente los trombos se desintegraron y pasó el peligro, pero como los remedios que tomaba eran para adelgazar la sangre, a los cinco meses tuvo un hemorragia terrible, la internaron de inmediato, al otro día le hicieron una ecografía y la niña no apareció.
Él médico apagó el ecógrafo y dijo ‘lo siento Inés, perdiste a la bebé, preparen el quirófano, vamos a hacer un raspaje’. Ella le rogó que busque una vez más, que prenda el ecógrafo y yo le pedí que se resignara, que ya no sufriésemos más. Pero el doctor encendió el aparato y sonó el corazón de Victoria. Fue la mejor sensación”.
Lo que vino después fue un proceso de adaptación, de aprender a soltar a la niña de a poco porque por todo lo pasado el matrimonio Parejas-España llegó hasta cerrar su negocio de entonces, Petit Café, para dedicarle alma, vida y corazón a la pequeña Victoria.
Wálter reconoce que se involucra con todo lo que tenga que ver con su ‘zurrapa’. “Todavía pide que solo la arrope yo”, dice con evidente chochera.
Tiene cinco hijos adultos de su anterior matrimonio y siete nietos. Sobre Victoria acepta con orgullo que es como su hija-nieta. “En su colegio piensan que soy su abuelo y ella les aclara ¡no es mi abuelo, es mi papá y tiene 20 años!”.
Sin ningún complejo reflexiona abiertamente que tener un hijo cuando se es mayor es totalmente diferente que tenerlo de joven. “Cuando uno está joven lamentablemente deja el tiempo que sobra para los hijos. Uno está buscando un mejor trabajo, una mejor casa, otra oportunidad, una nueva vida, o el primer auto, entonces llega cansado a la casa después de trabajar y los niños están dormidos. La participación en sus vidas no es muy significativa. No es como yo la estoy teniendo ahora con Victoria. A esta edad soy un hombre realizado, igual Inés, entonces tenemos mucho tiempo para dedicarlo a ella y la hemos disfrutado muchísimo. Yo creo que en la vida todo debería ser al revés, comenzar de viejo y terminar de joven”.
Tan realista es que no planea tener otro hijo, a pesar de que Victoria le pide un hermanito. “Con una hija-nieta me basta, ya con una bisnieta(o) no podría”, dice en tono de broma.
Para cerrar está satisfecho con la vida: “Soy una padre feliz con mis seis hijos y siete nietos”. Brota pecho por Roberto (catedrático de una universidad en EEUU), Carola (chef), Javier (ingeniero industrial), Claudia (sicóloga) y Jaime (ingeniero comercial). Y ni qué decir de su pequeña Victoria de la que disfruta en la quietud de su vida.
No es fácil, pero es lindo
La ecuación matemática sobre qué edad van a tener cuando a sus ‘zurrapos’ les toque ir a la universidad o establecerse en la vida y formar su propia familia no les quita el sueño.
Ya asumieron que nuevamente son papás y están mentalizados para cuidar, orientar, establecer límites y caminar al lado de los pequeños e inquietos retoños que se incorporaron a su vida familiar.
Estas cuatro historias son de padres que se animaron a volver a experimentar aquello que en realidad nunca dejaron de ser: padres.
Aprender de nuevo
La paternidad los actualiza y los hace ser parte de un proceso de crecimiento en los tiempos actuales
Tienen hijos que van a la universidad (o incluso que ya se graduaron) y algunos de ellos son abuelos. Rondando el medio siglo de edad, son padres maduros que han vuelto a las labores de crianza y a desempolvar la experiencia de vida que tuvieron décadas atrás cuando cambiaron su primer pañal o ayudaron a repasar las lecciones del colegio.
Martín Dockweiler, presidente del directorio de la universidad Udabol, se derrite ante la sonrisa y las ocurrencias de Elenita (3) a la que no le toma ni un minuto hacerlo ceder a sus requerimientos. Se nota que es el centro de su vida, aunque aclara que gozó igual con sus dos hijos mayores y que no le ha costado volver a empezar, pues todo se ha dado de forma muy natural desde que se casó en segundas nupcias con Carolina Saucedo.
Con canas en el pelo, la barba y el bigote, el empresario Wálter ‘Piña’ Parejas hace un espléndido dúo con su hija María Victoria (10) fruto de su segunda unión con la chef Inés España, tiene además cinco hijos profesionales y siete nietos; no le da pena decir que en el colegio de Victoria piensan que es su abuelito. Reconoce que en la juventud el padre le da a los hijos pocas horas de atención porque está ocupado buscando un mejor trabajo, una casa, el primer auto... mientras que en la madurez ya se siente realizado y tiene todo el tiempo del mundo para los hijos.
Virgilio Suárez, por su parte, acaba de recibir una distinción por su trayectoria como arquitecto y su orgullo es doble porque teniendo cinco hijos profesionales está viviendo una “reiluminación de su vida”, como él mismo lo reconoce. Es el papá ‘chocho’ de Valentina (3) y hace poco se enteró de que su actual esposa, Elva Costa Leite, le dará otra bebé, que viene en camino.
Ni qué decir del abogado y pastor Osvaldo Ribera, que se casó ya maduro con la estilista Mary Lizzie Ortiz y supo aguardar con paciencia el milagro de la concepción hasta que llegó David (8), cuando la mayoría de sus amigos ya eran abuelos. Asegura que “la fábrica no está cerrada” y que le gustaría tener otro hijo o hija. Siente que se convirtió en padre en la mejor época, con la serenidad y la experiencia que dan los años.
La abundante información sobre la paternidad madura da cuenta de que esta va asociada a la estabilidad y serenidad que da la experiencia de los años. La impulsividad y la inmadurez ya están en el pasado.
A su vez, se observa en el papá signos de rejuvenecimiento por la nueva paternidad; el hijo pequeño le da una nueva ilusión basada en la continuidad de su vida y en la sensación de un nuevo comienzo.
Como dice el sicólogo Alejandro Velarde, a una edad madura las ideas están más claras, eso puede favorecer para que se conviertan en mejores padres.
La sicóloga Ruth Parejas considera que estos padres tienen más madurez para enfrentar las situaciones, ven las cosas de una manera más racional. La paternidad los actualiza y los hace ser parte de un proceso de crecimiento, “ellos van aprendiendo los nuevos esquemas de vida a la par de sus hijos en los tiempos actuales”.
Pintando paredes
La pequeña Valentina tiene tres años y el arquitecto Virgilio Suárez (57) invierte en ella toda la paciencia del mundo, la misma que aplica para erigir una obra. Sabe que los cimientos son importantes, por eso aprovecha las últimas horas del día, cuando llega del trabajo, para ir a visitar a las tías del barrio con ella y los fines de semana pasan horas juntos en el Parque Urbano, Cine Center y la plaza principal. “Su llegada fue una agradable sorpresa porque es fruto de una segunda historia. Yo tengo a mis primeros hijos grandes y la existencia de Valentina ha sido prácticamente una ‘reiluminación’ de la vida; después de 20 años he vuelto a sentir la sensación de un papá primerizo”.
Reconoce que cuando se es más joven se valora otras cosas y que ahora está más al tanto de su pequeña hija.
Virgilio es el orgulloso papá de Mónica (jefe legal de un banco), Ruvi (arquitecta), Virgilio Alaín (economista), Óscar Mario (arquitecto), Julio César (arquitecto) y Valentina (3). Esta última compró su corazón cuando la primera palabra que aprendió a decir fue papá. Será por eso que no le dice nada cuando usa las paredes de su cuarto para pintar “No le pongo obstáculos a eso”, recalca para dar a entender que la apoya en todas sus necesidades creativas.
Muñeca de porcelana
Elenita (3) parece una muñeca de porcelana, tiene la piel blanca como la leche, los ojos y el cabello castaños, es una versión pequeña y femenina de Martín Dockweiler, el presidente del directorio de la Udabol. “Su venida fue una sorpresa, nos casamos con Carolina y al año y dos meses llegó. No fue algo planificado, fue una gran bendición”, recuerda a tiempo de confesar que ella es su fuente de paz; verla y tenerla entre sus brazos le borra cualquier problema de la mente.
Cuando no está pensando en sus obligaciones diarias, tiene que ponerse al tanto de los personajes favoritos de Elenita. “Ahora le encantan los dinosaurios, son su tema de conversación del momento, se sabe hasta los nombres más complicados”. Sus hijos del primer matrimonio, Casandra (20) e Ian (17) ya son grandes y volver a los afanes que implica la crianza no fue para él muy dramático, aunque “alguna vez me tuvo en pie hasta las dos de la mañana porque no quería dormir”. Martín sabe que el tiempo pasa tan rápido que no se quiere perder ni un momento de Elenita y está dispuesto a apoyarla en sus decisiones más importantes. “No importa la carrera que estudie, no me veo imponiéndole algo; si le gusta la guitarra, pues bueno, que sea buena guitarrista; va a vivir con esa profesión, por lo tanto debe gustarle lo que hace para tener una vida plena”.
Una paciente espera
Osvaldo Ribera (54) es abogado y también pastor en la iglesia Templo Evangélico Cristiano junto a su esposa Mary Lizzie Ortiz. “Me casé con 45 años y mi esposa con 42. Mis amigos ya son abuelos y me dicen que yo me atrasé (en la paternidad), pero no lo creo así, llegó en su momento. Yo disfruté de toda mi juventud, si vale el término”. Por eso, cuando por fin escuchó la confirmación de que sería papá tuvo ganas de gritar “como Pedro Picapiedra (¡Yabadabaduú!)”, cuenta con los ojos que le brillan de alegría.
“Nos hicimos análisis previos para ver cómo estábamos físicamente. Yo tenía alguna deficiencia para poder procrear, pero como para Dios no hay nada imposible, nos dio ese placer, ese gozo hermoso de tener a nuestro hijo David (8). Fue superdeseado, al punto de que las amistades de mi esposa le recomendaban de todo para que se embarace, yo solo le decía confiemos en Dios, él tiene su tiempo”.
Osvaldo no se arrepiente de ser un padre ‘mayorcito’: “Somos personas más maduras, hemos pasado muchas experiencias en la vida, nos ha tocado ver a amigos exitosos con sus hijos y otros que, tristemente, han fracasado… siempre los observé, retuve lo bueno y deseché lo malo. Sé que no somos padres perfectos, pero de verdad que lo estamos intentando, disfrutando a pleno a nuestro hijo”.
Una de las cosas que gozan juntos es la caminata desde la puerta del colegio hasta el auto parqueado unas cuadras más allá a propósito, para charlar sobre cómo estuvo el día y las últimas novedades en el curso.
También se encarga de llevar a David a sus clases de fútbol y a las de natación y cada fin de semana es una rutina sagrada ir al Parque Autonómico para andar en bicicleta.
La admiración entre padre e hijo es mutua “Me gusta (David) porque es un soñador, tiene planes y no son pequeños, sueña en grande, dice que va a tener una compañía de tecnología a la que ya le ha puesto el nombre: Ribera Ortiz International. No es un niño con mentalidad mediocre, eso lo refleja de su mamá que pasa todos los días pensando en qué hacer de nuevo”.
Una pequeña gran Victoria
“María Victoria (10) fue superplanificada. La hemos esperado durante dos años y tuvimos muchos problemas”, fueron las primeras palabras de Wálter Parejas (66) antes de emocionarse con el resto de su relato. Recordar esos días de dolor y emociones fuertes todavía le pone la piel de gallina. Es un hombre maduro con canas en el pelo que aun puede quebrarse, más si se trata de una extensión de su ser que casi no llegó a nacer.
“Cuando Inés tenía tres meses de embarazo padeció trombosis por lo que el médico le recomendó interrumpir el embarazo. Ella se puso firme y dijo ‘Victoria nace, yo no importo’, todavía me emociono al recordar. Justamente por eso nuestra hija se llama así, porque fue una verdadera Victoria tenerla. Después, con ciertos medicamentos que Inés podía tolerar por estar embarazada, milagrosamente los trombos se desintegraron y pasó el peligro, pero como los remedios que tomaba eran para adelgazar la sangre, a los cinco meses tuvo un hemorragia terrible, la internaron de inmediato, al otro día le hicieron una ecografía y la niña no apareció.
Él médico apagó el ecógrafo y dijo ‘lo siento Inés, perdiste a la bebé, preparen el quirófano, vamos a hacer un raspaje’. Ella le rogó que busque una vez más, que prenda el ecógrafo y yo le pedí que se resignara, que ya no sufriésemos más. Pero el doctor encendió el aparato y sonó el corazón de Victoria. Fue la mejor sensación”.
Lo que vino después fue un proceso de adaptación, de aprender a soltar a la niña de a poco porque por todo lo pasado el matrimonio Parejas-España llegó hasta cerrar su negocio de entonces, Petit Café, para dedicarle alma, vida y corazón a la pequeña Victoria.
Wálter reconoce que se involucra con todo lo que tenga que ver con su ‘zurrapa’. “Todavía pide que solo la arrope yo”, dice con evidente chochera.
Tiene cinco hijos adultos de su anterior matrimonio y siete nietos. Sobre Victoria acepta con orgullo que es como su hija-nieta. “En su colegio piensan que soy su abuelo y ella les aclara ¡no es mi abuelo, es mi papá y tiene 20 años!”.
Sin ningún complejo reflexiona abiertamente que tener un hijo cuando se es mayor es totalmente diferente que tenerlo de joven. “Cuando uno está joven lamentablemente deja el tiempo que sobra para los hijos. Uno está buscando un mejor trabajo, una mejor casa, otra oportunidad, una nueva vida, o el primer auto, entonces llega cansado a la casa después de trabajar y los niños están dormidos. La participación en sus vidas no es muy significativa. No es como yo la estoy teniendo ahora con Victoria. A esta edad soy un hombre realizado, igual Inés, entonces tenemos mucho tiempo para dedicarlo a ella y la hemos disfrutado muchísimo. Yo creo que en la vida todo debería ser al revés, comenzar de viejo y terminar de joven”.
Tan realista es que no planea tener otro hijo, a pesar de que Victoria le pide un hermanito. “Con una hija-nieta me basta, ya con una bisnieta(o) no podría”, dice en tono de broma.
Para cerrar está satisfecho con la vida: “Soy una padre feliz con mis seis hijos y siete nietos”. Brota pecho por Roberto (catedrático de una universidad en EEUU), Carola (chef), Javier (ingeniero industrial), Claudia (sicóloga) y Jaime (ingeniero comercial). Y ni qué decir de su pequeña Victoria de la que disfruta en la quietud de su vida.
No es fácil, pero es lindo
La ecuación matemática sobre qué edad van a tener cuando a sus ‘zurrapos’ les toque ir a la universidad o establecerse en la vida y formar su propia familia no les quita el sueño.
Ya asumieron que nuevamente son papás y están mentalizados para cuidar, orientar, establecer límites y caminar al lado de los pequeños e inquietos retoños que se incorporaron a su vida familiar.
Estas cuatro historias son de padres que se animaron a volver a experimentar aquello que en realidad nunca dejaron de ser: padres.
Aprender de nuevo
La paternidad los actualiza y los hace ser parte de un proceso de crecimiento en los tiempos actuales
sábado, 16 de marzo de 2013
¿Tus hijos te tienen miedo o respeto?
Es con actitudes que se gana el respeto y no con imposiciones. Algunos papás creen que la autoridad sólo puede ser ejercida a través del miedo o la amenaza y no se dan cuenta de que lo que están haciendo con sus hijos es coartar cualidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas o el poder tomar decisiones adecuadas.
“Como padre no dejes que el autoritarismo te ciegue, no puedes dar órdenes y listo. Lo que debes hacer es explicarle lo que es bueno y lo que es malo para que tu hijo entienda y actúe correctamente sin necesidad de escuchar tu voz de mando”, es la recomendación de la psicóloga Tatiana Jáuregui. “Si procedes con imposiciones, este cuadro se repetirá después con los hijos de tus hijos, porque ellos habrán aprendido de ti”. Si actúas con respeto, sin infundirle miedo y le explicas lo necesario, estarás respetando su humanidad, integridad y, sobre todo, su forma de ser. “Esto te obliga a ser coherente, consistente, congruente, asertivo y empático”, señala la psicóloga.
Mucho depende de la forma en la que le des instrucciones: debes estar calmado, usar un lenguaje según su edad y, sobre todo, dar el ejemplo de respeto. “Si das órdenes gritando o con el cinturón en mano, obviamente que tu hijo o hija te harán caso, pero por temor al castigo”, dice por su lado la psicóloga Sonia Gottret.
Si esto sucede, el niño tendrá problemas en el colegio, pues el modelo se repetirá y el profesor siempre tendrá que dar órdenes e instrucciones.El miedo es un sentimiento involuntario de aprensión hacia otra persona o una situación. Éste se alimenta de las inseguridades de cada uno y sólo se combate enfren- tándolo.
“El niño tiene derecho a decir lo que piensa y a ser escuchado. Por ejemplo, si lo mandas a dormir a las 21.00 todos los días es una norma que debe acatar, aunque si le permites decir que no le gusta acostarse a esa hora y que quiere estar despierto una hora más. De todas maneras tendrá que obedecer porque tú le explicarás que es necesario por su salud que duerma temprano tomando en cuenta que aún es un niño”, expresa Gottret.
Pero de ninguna manera se lo impongas y ya, porque obedecerá sólo por temor y producirás en él un sentimiento de angustia y temor”, añade. Haciéndole saber que lo respetas y escuchas, te irás ganando su deferencia poco a poco.
Valores
Para que la relación con tu hijo sea fluida debes hablar siempre de lo que significa el respeto, un valor que toda persona debe tener. Esto no significa que no puedas impartir algún castigo de ser necesario porque el mismo niño se dará cuenta de que lo merecía.
El ejemplo
‘Respetos guardan respetos’. Si buscas que tu hijo te respete, respétalo tú a él. Dale además el ejemplo de este valor en tu casa, con tu pareja, con el vecino, con el mesero, con la señora de la tienda, el chofer del minibús y otros. Él valorará todo lo que dices por cómo eres y no será necesario retarlo para que cumpla.
Sentimientos
El respeto se gana con acciones y expresando lo que se piensa y siente. Tu hijo no repetirá una mala acción si le muestras que eso te lastima y mella la imagen que tienes de él, mientras que una golpiza o un castigo exagerado sólo le creará susto y será origen del resentimiento.
“Como padre no dejes que el autoritarismo te ciegue, no puedes dar órdenes y listo. Lo que debes hacer es explicarle lo que es bueno y lo que es malo para que tu hijo entienda y actúe correctamente sin necesidad de escuchar tu voz de mando”, es la recomendación de la psicóloga Tatiana Jáuregui. “Si procedes con imposiciones, este cuadro se repetirá después con los hijos de tus hijos, porque ellos habrán aprendido de ti”. Si actúas con respeto, sin infundirle miedo y le explicas lo necesario, estarás respetando su humanidad, integridad y, sobre todo, su forma de ser. “Esto te obliga a ser coherente, consistente, congruente, asertivo y empático”, señala la psicóloga.
Mucho depende de la forma en la que le des instrucciones: debes estar calmado, usar un lenguaje según su edad y, sobre todo, dar el ejemplo de respeto. “Si das órdenes gritando o con el cinturón en mano, obviamente que tu hijo o hija te harán caso, pero por temor al castigo”, dice por su lado la psicóloga Sonia Gottret.
Si esto sucede, el niño tendrá problemas en el colegio, pues el modelo se repetirá y el profesor siempre tendrá que dar órdenes e instrucciones.El miedo es un sentimiento involuntario de aprensión hacia otra persona o una situación. Éste se alimenta de las inseguridades de cada uno y sólo se combate enfren- tándolo.
“El niño tiene derecho a decir lo que piensa y a ser escuchado. Por ejemplo, si lo mandas a dormir a las 21.00 todos los días es una norma que debe acatar, aunque si le permites decir que no le gusta acostarse a esa hora y que quiere estar despierto una hora más. De todas maneras tendrá que obedecer porque tú le explicarás que es necesario por su salud que duerma temprano tomando en cuenta que aún es un niño”, expresa Gottret.
Pero de ninguna manera se lo impongas y ya, porque obedecerá sólo por temor y producirás en él un sentimiento de angustia y temor”, añade. Haciéndole saber que lo respetas y escuchas, te irás ganando su deferencia poco a poco.
Valores
Para que la relación con tu hijo sea fluida debes hablar siempre de lo que significa el respeto, un valor que toda persona debe tener. Esto no significa que no puedas impartir algún castigo de ser necesario porque el mismo niño se dará cuenta de que lo merecía.
El ejemplo
‘Respetos guardan respetos’. Si buscas que tu hijo te respete, respétalo tú a él. Dale además el ejemplo de este valor en tu casa, con tu pareja, con el vecino, con el mesero, con la señora de la tienda, el chofer del minibús y otros. Él valorará todo lo que dices por cómo eres y no será necesario retarlo para que cumpla.
Sentimientos
El respeto se gana con acciones y expresando lo que se piensa y siente. Tu hijo no repetirá una mala acción si le muestras que eso te lastima y mella la imagen que tienes de él, mientras que una golpiza o un castigo exagerado sólo le creará susto y será origen del resentimiento.
¿Le digo qué quiero de regalo?
Cuando lo que uno más desea es un iPhone mini negro, ella te regala por el Día del Padre un juego de tres toallas suaves y funcionales color plomo (porque no se ensucia tan rápido) y que además tiene la certificación de que se trata de un producto amigable con el medio ambiente y de que ningún niño ha trabajado en su fabricación. Ella está con su sonrisa de oreja a oreja y no sabes cómo disimular. ¿Cómo evitar que esta situación se repita?
Antes que nada, reconoce también que alguna vez pensaste en regalarle a ella una plancha o una licuadora, e incluso —sería imperdonable— lo hiciste. “Los hombres y las mujeres tenemos formas muy diferentes de obsequiar. Ellos ven la manera más rápida de deshacerse del problema del regalo, van a un solo lugar, no averiguan precios y tratan de comprar algo suficientemente caro como para asegurarse de que a la mujer le guste”, explica la psicóloga Carola Arias. “En cambio, las mujeres adoran buscar en varios sitios, comparar costos y tratan de que los regalos sean siempre útiles y de buena calidad”. Y obviamente, a ninguno le gusta que le hagan caras de disconformidad.
¿Qué nos dijeron nuestras amigas por Facebook?
“Prefiero regalarle lo que yo elijo porque siento que siempre es mejor una sorpresa. Claro, la idea es ir tanteando qué podría ser y no pienso en cosas muy personales como ropa o colonias”, cuenta María Antonieta.
“A mi esposo le regalo calzoncillos. Si no lo hago yo, ¿quién lo hará?”, especifica Martina.
“Cuando va a ser harta plata, prefiero que él me diga y vamos los dos, pero en general le compro cosas que le van a quedar bien”, presume Maya.
Lo cierto es que la mayoría de ellas prefiere adivinar lo que él quiere, pero necesitan pautas. “¿Qué hago? a) veo qué es lo que necesita, b) veo mi bolsillo c) tanteo qué ha estado buscando o tal vez le diga en la calle: ‘mira esa cosa, está bonita’ y si él me dice: ‘ah, sí, me gusta’, entonces ya tengo una idea”, revela Pía.
“Sobre todo busco cosas que creo que no van a lastimar ni su ego ni su posición política. Por ejemplo, pensé en una opción de Nike, pero recorde que él odia Nike políticamente, entonces no lo hice”, agrega Miriam.
“Él es difícil y no se contenta con nada, y prefiero que me diga nomás lo que él quiere, pero siempre está el extra touch cuando le pones cinco centavos en la pensada y lo eliges tú”, sentencia Adela. “Pero yo seré feliz cuando llegue a casa con un conjunto de Victoria’s Secret y que cuando me pregunte por su regalo, le diga que vestida con él, ¡yo seré su regalo!”.
Tecnología
A no ser que sea una conocedora absoluta de la tecnología y de tus gustos, es mejor que no se meta con tus juguetes tecnológicos. “A muchos hombres les enorgullece haberse comprado un equipo caro con su propio dinero, es símbolo de estatus”, recomienda la psicóloga.
Personalidad
Si bien le gusta verte vestido de una manera en específico, recuerda que también suele decir que tu polera favorita es un trapo sucio. Por eso, si no le vas a decir lo que quieres, dile sin tapujos lo que no quieres: ropa, productos para tu cuidado personal, libros, música... cosas personales.
Antes que nada, reconoce también que alguna vez pensaste en regalarle a ella una plancha o una licuadora, e incluso —sería imperdonable— lo hiciste. “Los hombres y las mujeres tenemos formas muy diferentes de obsequiar. Ellos ven la manera más rápida de deshacerse del problema del regalo, van a un solo lugar, no averiguan precios y tratan de comprar algo suficientemente caro como para asegurarse de que a la mujer le guste”, explica la psicóloga Carola Arias. “En cambio, las mujeres adoran buscar en varios sitios, comparar costos y tratan de que los regalos sean siempre útiles y de buena calidad”. Y obviamente, a ninguno le gusta que le hagan caras de disconformidad.
¿Qué nos dijeron nuestras amigas por Facebook?
“Prefiero regalarle lo que yo elijo porque siento que siempre es mejor una sorpresa. Claro, la idea es ir tanteando qué podría ser y no pienso en cosas muy personales como ropa o colonias”, cuenta María Antonieta.
“A mi esposo le regalo calzoncillos. Si no lo hago yo, ¿quién lo hará?”, especifica Martina.
“Cuando va a ser harta plata, prefiero que él me diga y vamos los dos, pero en general le compro cosas que le van a quedar bien”, presume Maya.
Lo cierto es que la mayoría de ellas prefiere adivinar lo que él quiere, pero necesitan pautas. “¿Qué hago? a) veo qué es lo que necesita, b) veo mi bolsillo c) tanteo qué ha estado buscando o tal vez le diga en la calle: ‘mira esa cosa, está bonita’ y si él me dice: ‘ah, sí, me gusta’, entonces ya tengo una idea”, revela Pía.
“Sobre todo busco cosas que creo que no van a lastimar ni su ego ni su posición política. Por ejemplo, pensé en una opción de Nike, pero recorde que él odia Nike políticamente, entonces no lo hice”, agrega Miriam.
“Él es difícil y no se contenta con nada, y prefiero que me diga nomás lo que él quiere, pero siempre está el extra touch cuando le pones cinco centavos en la pensada y lo eliges tú”, sentencia Adela. “Pero yo seré feliz cuando llegue a casa con un conjunto de Victoria’s Secret y que cuando me pregunte por su regalo, le diga que vestida con él, ¡yo seré su regalo!”.
Tecnología
A no ser que sea una conocedora absoluta de la tecnología y de tus gustos, es mejor que no se meta con tus juguetes tecnológicos. “A muchos hombres les enorgullece haberse comprado un equipo caro con su propio dinero, es símbolo de estatus”, recomienda la psicóloga.
Personalidad
Si bien le gusta verte vestido de una manera en específico, recuerda que también suele decir que tu polera favorita es un trapo sucio. Por eso, si no le vas a decir lo que quieres, dile sin tapujos lo que no quieres: ropa, productos para tu cuidado personal, libros, música... cosas personales.
Cómo habla un papá de sexualidad con su hija
Los padres que hablan con sus hijas sobre sexualidad de manera natural y tranquila hacen que esto influya en el momento en que ellas tengan que tomar una decisión. “Lo mejor es decir las cosas claras, sencillas y no complicarse al dar mensajes”, recomienda el sexólogo Erland Roca Chaar.
Para que tu hija tome la sexualidad como algo natural debes empezar a hablarle desde pequeña sobre cómo funciona. “Dependiendo de la edad y de su madurez, puedes ir alimentando sus conocimientos, siempre llamando las cosas por su nombre”, continúa el experto.
Muchos padres de familia piensan que hablar de sexo con sus hijos es responsabilidad de la escuela o que la madre debe ser quien toque este tema con las mujeres y el padre con los hijos varones, porque consideran que las cosas serán más sencillas, ya que cada uno conoce más sobre su propio sexo.
“No es una norma, incluso ambos progenitores pueden hablar con sus hijos, independientemente de ser hombres o mujeres. Si se le habla al niño o niña desde pequeña, será más fácil explicarle lo más complicado a una determinada edad”, agrega.
En el caso de que tenga que ser el papá el que tome la iniciativa o responder a ciertas interrogantes de su hija, lo mejor es hablarle con claridad sin esconder nada y por supuesto llamarle a las cosas por su nombre, aconseja Roca.
“El papá hablará sobre la sexualidad del hombre desde su propia experiencia. Seguramente le dirá: ‘Los varones te pedirán la prueba del amor llegado el momento, porque el hombre busca siempre tener sexo con la chica que frecuenta’”, ejemplifica el sexólogo.
Para enfrentar esa situación, aconseja utilizar frases como “No es algo malo, pero debes estar segura de querer hacerlo”, “es mejor esperar a que tengas madurez”, o “lo mejor es que tu primera experiencia sea con alguien verdaderamente especial, que te valore mucho” y otras frases más que hagan sentir a tu hija única y especial. Si ella no te pregunta todo sobre sexualidad, es porque siente vergüenza, pero en realidad quiere saberlo todo y le importa mucho conocer qué es lo que piensas y cómo crees que debería actuar.
La visión del padre es diferente a la visión de la madre en algunos aspectos, por eso es importante que tu hija conozca qué piensan los dos. “Cuando el papá habla de sexo, no es necesario que vaya a fondo. Puedes comunicarle mensajes de manera sencilla compartiendo lo que ella piensa, puedes decirle por ejemplo “qué hermoso cuando la mujer espera el momento apropiado”.
Eso es lo que las hijas quieren oír. Hay que usar un lenguaje sencillo y hacer preguntas muy abiertas que no busquen un sí o un no, se lee en www.fathersforgood.org.
Si el padre no se siente cómodo preguntándole a su hija sobre qué piensa del sexo, debería preguntarle qué piensan o qué hacen sus amigos al respecto. Eso le dará una idea de lo que tiene pensado la hija.
Las adolescentes apegadas al padre tienen menos probabilidades de iniciarse en la sexualidad, destaca la página. Además que para fortalecer la relación con una hija y ayudarla a convertirse en una mujer sana y madura, el padre debe intercambiar ideas constantemente con ella.La lectura agrega que los padres tienen un poder tremendo sobre las hijas. Esto no es sólo el ideal; es la realidad. El padre, de hecho, es el primer amor de su hija, es el hombre más importante de su vida.
Sus interacciones con ella la preparan para relacionarse con todos los demás hombres. “Si ella aprende a querer al papá y puede confiar en él, le será mucho más fácil confiar en su esposo”, dice la pediatra Meg Meeker en su libro Strong Fathers, Strong Daughters, (Padres fuertes, hijas fuertes), publicado en la mencionada página.
Para la psicóloga Mónica Soliz, es necesario que la hija mujer conozca el punto de vista sobre la sexualidad de su padre. “La mamá puede decirle: ‘cuida mucho tu cuerpo, que es algo muy sagrado’, ‘no dejes que cualquier chico quiera tocarte’ o cosas así, pero el padre le dirá lo que realmente piensa en ese momento un varón. Esta vez tendrá que tener mucho tino para no lastimarla y tampoco asustarla”, manifiesta Soliz.
El papá debe encontrar el lenguaje adecuado para hacer llegar el mensaje y conseguir que su hija tome la sexualidad como algo muy natural, pero con el cuidado que merece.
Cuidados necesarios
Es importante que le hables sobre la reproducción, los peligros de transmisión sexual, sobre la prevención, conducta sexual, etc. La curiosidad debe pasar a segundo plano para que cuando llegue el momento, ella esté segura de lo que hará.
Eres un líder para ella
Por lo general las hijas ven a su padre como el líder, protector, proveedor, el sabio y, por tanto, lo admiran. Toma en cuenta que lo que tú le digas será la base de las decisiones que ella pueda tomar a futuro. Busca las palabras adecuadas y dale el mensaje correcto.Buena relación
La buena relación entre padre e hija es un factor importante en el aspecto físico, social y el desarrollo mental. Meeker asegura que las adolescentes apegadas al padre tienen menos probabilidades de iniciarse en la sexualidad de forma temprana por que ya tienen el cariño de un hombre.
Para que tu hija tome la sexualidad como algo natural debes empezar a hablarle desde pequeña sobre cómo funciona. “Dependiendo de la edad y de su madurez, puedes ir alimentando sus conocimientos, siempre llamando las cosas por su nombre”, continúa el experto.
Muchos padres de familia piensan que hablar de sexo con sus hijos es responsabilidad de la escuela o que la madre debe ser quien toque este tema con las mujeres y el padre con los hijos varones, porque consideran que las cosas serán más sencillas, ya que cada uno conoce más sobre su propio sexo.
“No es una norma, incluso ambos progenitores pueden hablar con sus hijos, independientemente de ser hombres o mujeres. Si se le habla al niño o niña desde pequeña, será más fácil explicarle lo más complicado a una determinada edad”, agrega.
En el caso de que tenga que ser el papá el que tome la iniciativa o responder a ciertas interrogantes de su hija, lo mejor es hablarle con claridad sin esconder nada y por supuesto llamarle a las cosas por su nombre, aconseja Roca.
“El papá hablará sobre la sexualidad del hombre desde su propia experiencia. Seguramente le dirá: ‘Los varones te pedirán la prueba del amor llegado el momento, porque el hombre busca siempre tener sexo con la chica que frecuenta’”, ejemplifica el sexólogo.
Para enfrentar esa situación, aconseja utilizar frases como “No es algo malo, pero debes estar segura de querer hacerlo”, “es mejor esperar a que tengas madurez”, o “lo mejor es que tu primera experiencia sea con alguien verdaderamente especial, que te valore mucho” y otras frases más que hagan sentir a tu hija única y especial. Si ella no te pregunta todo sobre sexualidad, es porque siente vergüenza, pero en realidad quiere saberlo todo y le importa mucho conocer qué es lo que piensas y cómo crees que debería actuar.
La visión del padre es diferente a la visión de la madre en algunos aspectos, por eso es importante que tu hija conozca qué piensan los dos. “Cuando el papá habla de sexo, no es necesario que vaya a fondo. Puedes comunicarle mensajes de manera sencilla compartiendo lo que ella piensa, puedes decirle por ejemplo “qué hermoso cuando la mujer espera el momento apropiado”.
Eso es lo que las hijas quieren oír. Hay que usar un lenguaje sencillo y hacer preguntas muy abiertas que no busquen un sí o un no, se lee en www.fathersforgood.org.
Si el padre no se siente cómodo preguntándole a su hija sobre qué piensa del sexo, debería preguntarle qué piensan o qué hacen sus amigos al respecto. Eso le dará una idea de lo que tiene pensado la hija.
Las adolescentes apegadas al padre tienen menos probabilidades de iniciarse en la sexualidad, destaca la página. Además que para fortalecer la relación con una hija y ayudarla a convertirse en una mujer sana y madura, el padre debe intercambiar ideas constantemente con ella.La lectura agrega que los padres tienen un poder tremendo sobre las hijas. Esto no es sólo el ideal; es la realidad. El padre, de hecho, es el primer amor de su hija, es el hombre más importante de su vida.
Sus interacciones con ella la preparan para relacionarse con todos los demás hombres. “Si ella aprende a querer al papá y puede confiar en él, le será mucho más fácil confiar en su esposo”, dice la pediatra Meg Meeker en su libro Strong Fathers, Strong Daughters, (Padres fuertes, hijas fuertes), publicado en la mencionada página.
Para la psicóloga Mónica Soliz, es necesario que la hija mujer conozca el punto de vista sobre la sexualidad de su padre. “La mamá puede decirle: ‘cuida mucho tu cuerpo, que es algo muy sagrado’, ‘no dejes que cualquier chico quiera tocarte’ o cosas así, pero el padre le dirá lo que realmente piensa en ese momento un varón. Esta vez tendrá que tener mucho tino para no lastimarla y tampoco asustarla”, manifiesta Soliz.
El papá debe encontrar el lenguaje adecuado para hacer llegar el mensaje y conseguir que su hija tome la sexualidad como algo muy natural, pero con el cuidado que merece.
Cuidados necesarios
Es importante que le hables sobre la reproducción, los peligros de transmisión sexual, sobre la prevención, conducta sexual, etc. La curiosidad debe pasar a segundo plano para que cuando llegue el momento, ella esté segura de lo que hará.
Eres un líder para ella
Por lo general las hijas ven a su padre como el líder, protector, proveedor, el sabio y, por tanto, lo admiran. Toma en cuenta que lo que tú le digas será la base de las decisiones que ella pueda tomar a futuro. Busca las palabras adecuadas y dale el mensaje correcto.Buena relación
La buena relación entre padre e hija es un factor importante en el aspecto físico, social y el desarrollo mental. Meeker asegura que las adolescentes apegadas al padre tienen menos probabilidades de iniciarse en la sexualidad de forma temprana por que ya tienen el cariño de un hombre.
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