Seamos sinceras, hablar abiertamente sobre sexo anal nunca ha sido fácil por los prejuicios y mitos en torno al tema. Pero aún hay muchos misterios sobre practicar sexo por la puerta de atrás que hay que resolver. Como, por ejemplo, saber lo que hay que hacer después para asegurarse que ello no afecte tu salud.
LOS 5 MITOS MÁS COMUNES
Es doloroso
¡No tiene por qué! Lubrica bien la zona, tómatelo con calma y relájate. Son los ingredientes secretos para que el sexo anal no duela y no acabes sufriendo de hemorroides. Y es que esta práctica tiene que ser divertida y sin dolor. Si el problema han sido las malas experiencias del pasado, quizás fue porque no preparaste bien la zona.
Como las mujeres no tienen próstata, no sienten lo mismo
Falso. El placer del sexo anal reside, entre otras cosas, en la cantidad de vasos sanguíneos y nervios que hace que sea una zona sensible. De hecho, un estudio publicado por The Journal of Sexual Medicine asegura que el 94% de las mujeres que practicaron sexo anal aseguran haber tenido un orgasmo.
No se necesita condón
El hecho de no poder quedarte embarazada con el sexo anal hace que sea más placentero. Pero no te olvides de que sin protección, hay un elevado riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Pero el uso de preservativo no sólo es necesario por una cuestión de salud sino que, además, puede ayudar a tener una entrada suave. Recuerda cambiarlo si sigues con el sexo vaginal.
Pueden aparecer heces fecales
El miedo de las heces durante el sexo anal siempre está ahí. Pero es tan fácil como lavarse bien el ano antes de tener relaciones (usa un enema si hace falta), procura ir al baño durante el día y evita alimentos picantes o que provoquen gases. Además, es poco probable que el pene llegue hasta el punto en el que está la mayoría de residuos. Tranquilízate.
A los hombres heterosexuales no les gusta la estimulación anal
Falso. A muchos hombres les gusta la estimulación anal porque la glándula de la próstata se sitúa en esta zona, entre el ano, los testículos y los controles de eyaculación y esto puede hacer que precisamente, con la estimulación, la eyaculación sea más intensa y agradable. Ve despacio y no olvides el lubricante, será tu mejor aliado.
5 COSAS QUE SIEMPRE DEBES HACER DESPUÉS
“Hay varios vasos capilares en el área del recto, y las capas de tejido son relativamente finas”, explica Afriye Amerson, doctora especializada en Ginecología y Obstetrícia de Nueva Jersey (Estados Unidos), quien añade: “Mientras que la vagina está protegida por su pH y las bacterias, la única protección de la región anorrectal es su abertura cerrada”.
Debido a que los hábitos de higiene y salud post sexo anal no son tan conocidos como los de la vagina, algunos expertos explican todo lo que tienes que saber para no cometer errores después del sexo anal.
No utilices el mismo preservativo
Si planeas una noche loca en la que practiques tanto sexo anal como vaginal. Tómate tu tiempo para cambiar de condón antes de la penetración y lavarte las manos. Sí, corres el riesgo de cortar el rollo y que entre un bajón pero es mejor hacerlo porque se reduce el riesgo de enfermedades de transmisión sexual y te protege de bacterias como la E.Coli, que puede causar infecciones urinarias.
Limpia a conciencia
Los lubricantes de silicona son los más recomendados para el sexo anal, ya que duran y duran y duran... Sin embargo, estos lubricantes también son más difíciles de limpiar que los fabricados a base de agua. Por ello, es posible que tengas que tomar medidas adicionales a la hora de la puesta a punto de tu recto tras practicar sexo anal. La terapeuta sexual Vanessa Marin, de San Francisco (Estados Unidos), propone utilizar toallitas (sí, como las de los bebés) o directamente darte una ducha. Y la regla de oro: Nunca limpies de atrás hacia delante.
Presta atención cuando vayas al baño
Debido a que tu recto no está construido para la penetración, las fibras musculares pueden dañarse fácilmente, igual que los vasos sanguíneos y capas de tejido. En este sentido, no te asustes si te percatas de un poco de sangrado ya que puede ser normal después del sexo anal. Pero si el sangrado se prolonga o notas llamas alrededor del ano o dificultades para ir al baño, consulta con tu médica para asegurarte de que todo anda bien.
No te asustes por las flatulencias
Después del sexo anal puede que te sientas en las nubes por lo mucho que te ha gustado. Pero...es probable que sientas (y oigas) más flatulencias de lo habitual, así que no te asustes porque es normal y tiene una explicación. Después del sexo por detrás, es posible que los músculos del esfínter estén un poco sueltos y no puedas controlar las “ráfagas de viento”.
Técnicamente, no estás hinchada, simplemente es la forma que tu cuerpo expulsa el aire acumulado durante la penetración. Así que, tómatelo con calma y deja que tus gases sean libres.
Ejercicios de Kegel para fortalecer
Practicar sexo anal de forma asidua puede provocar el debilitamiento del esfínter anal, aumentando el riesgo de incontinencia fecal. Pero no sufras, no tienes que renunciar a hacerlo, simplemente, ponte manos a la obra con los ejercicios de Kegel. Estos están diseñados para fortalecer los músculos del suelo pélvico y también los que hay alrededor del esfínter anal.
Recuerda que el sexo debe ser siempre consentido y la idea es que tú y tu pareja disfruten. No te obligues a experimentar cosas que no quieres simplemente por satisfacer al otro.
Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
viernes, 28 de abril de 2017
jueves, 27 de abril de 2017
LOVE & SEX Me encantan las mujeres complicadas
Estaría yo en cuarto grado, cuando comprendí que lo que a mí me pasaba no era corriente. Me había fijado en dos de mis compañeras de clase. Julia Valdez era pálida, pecosa, muy dulce. Todos los días me traía diferentes regalitos: canicas, dinosaurios de plástico… Gilda Alfonso jamás me dirigía la palabra. Llevaba el pelo como Morticia Addams, leía las escalofriantes historias de Edgar Allan Poe y nunca sonreía. Una tarde seguí a Gilda hasta su casa; cuando estábamos a punto de llegar a su portal, se volvió y me miró furiosa entrecerrando los ojos castaños de forma amenazadora. “Deja de seguirme, imbécil”, gritó. Luego, para asegurarse de que la idea se me quedaba bien clara, levantó una piedra del suelo y me la tiró a la cabeza… Y yo me enamoré locamente de ella.
Me encantan las mujeres complicadas. No como Glenn Glose en Atracción fatal ni Jennifer Jason Leigh en Mujer blanca soltera. En esos casos se trata de sicópatas, y yo estoy hablando de chicas misteriosas, bonitas, pero con ciertas… peculiaridades. ¿Será porque yo soy difícil y complicado? Pues no, soy exactamente lo contrario. Me gustan los deportes, mi madre, la música de Luis Miguel. Mi vida es muy sencilla. Puede que ésa sea precisamente la razón por la que me atraen las mujeres fatales y con algo de misterio. Su sentido trágico de la vida, sus dudas existenciales, me excitan.
Me asombra cómo es posible que yo pueda ver a un bebé y sonreír, mientras Mónica (mi ex novia) puede alzarlo en sus brazos y exclamar: “Oh qué pena: se hará y acabará muriéndose como todos nosotros”. También me gusta el reto, el sacrificio y duro trabajo que implica la conquista de las mujeres complicadas. Hay algo muy sugerente en una mujer que te dice: “No te necesito, amor. Estoy muy ocupada contemplando el abismo”. Esa actitud hace que me entren unas ganas incontenibles de subirme las mangas y ponerme a trabajar. Las inundo con ramos de flores, las invito a restaurantes de cinco estrellas como para decirles: “¿No crees que la vida merece la pena? Si te quedas esta noche conmigo, te haré olvidar a los existencialistas y lograré que te gusten los boleros”. Y, aunque debo decir que no ha sido frecuente, recuerdo las veces en que he podido hacer reír a una de esas mujeres complicadas como algunos de los momentos más memorables de mi vida. Ahora, vayamos a la cuestión del sexo. Yo he hecho el amor con chicas encantadoras y lo he pasado muy bien, pero enseguida echaba algo de menos. Generalmente, las mujeres complicadas, como están tan exquisitamente aburridas, son quienes se expresan con más elocuencia en el sexo. Te pueden decir, de repente: “Quiero atarte al sofá y lamerte el pecho cubierto de mermelada” o “Puedes hacerme lo que quieras, nada me va a sorprender”.
Ese tipo de cosas me llena de emoción, y casi siempre son las mujeres complicadas y misteriosas quienes las sugieren.
Desde luego, no soy el único que tiene esa obsesión. Tomemos, por ejemplo, a mi amigo Carlos. No hay una persona más sencilla y natural que él; sin embargo, sólo le gustan las mujeres que no lo comprenden. Supo que se había enamorado de su última novia, Sonia, cuando fueron a cenar y ella se pasó todo el tiempo hablando de anormalidad sicológicas (su especialidad), pero cuando ya quedó totalmente fascinado, fue cuando ella lo llevó a su apartamento. “No tenía ni un solo mueble –me contó Carlo-. El apartamento era precioso, pero estaba completamente vacío. Aunque llevaba seis meses viviendo en él, me explicó que estaba pasando por un “periodo minimalista” y lo prefería sin nada. Esa era la mujer que yo estaba buscando”. La historia se acabó pronto, pero Carlos se divirtió de lo lindo mientras duró.
Luego está mi otro amigo Pedrito. Hace poco, estuvo saliendo con una productora de televisión, que bebe demasiado y tiene un novio celoso. Y Marcos, que está enamorado de una actriz algo mayor, que fuma como una chimenea. ¿Por qué lo hacen? “Yo no me tiro en paracaídas ni vivo aventuras en la selva”, dice Marcos, “pero me gusta el peligro de una relación que puede estallar en cualquier momento. Me mantiene muy despierto”. Pero, ¿puede un tipo común casarse con una mujer “rara” y llevar una vida aceptable? Me temo que no. En lo más profundo de nuestras almas, nosotros, los buscadores de emociones sabemos que esto es sólo una etapa. Estoy seguro de que uno no se casa con una mujer “rara”. Eso sólo significaría una vida complicada, llena de peleas, reconciliaciones y, finalmente, el divorcio. No estoy para pasar esos trabajos.
Cuando esté listo, me olvidaré de todas esas misteriosas y excéntricas poetas, de las mujeres que deben demasiado o que no tienen muebles en su casa, y buscaré a alguien cariñosa, y en quien pueda confiar. Puede ser incluso Julia Valdez, la chica que daba regalos en el cuarto grado de primaria.
Me encantan las mujeres complicadas. No como Glenn Glose en Atracción fatal ni Jennifer Jason Leigh en Mujer blanca soltera. En esos casos se trata de sicópatas, y yo estoy hablando de chicas misteriosas, bonitas, pero con ciertas… peculiaridades. ¿Será porque yo soy difícil y complicado? Pues no, soy exactamente lo contrario. Me gustan los deportes, mi madre, la música de Luis Miguel. Mi vida es muy sencilla. Puede que ésa sea precisamente la razón por la que me atraen las mujeres fatales y con algo de misterio. Su sentido trágico de la vida, sus dudas existenciales, me excitan.
Me asombra cómo es posible que yo pueda ver a un bebé y sonreír, mientras Mónica (mi ex novia) puede alzarlo en sus brazos y exclamar: “Oh qué pena: se hará y acabará muriéndose como todos nosotros”. También me gusta el reto, el sacrificio y duro trabajo que implica la conquista de las mujeres complicadas. Hay algo muy sugerente en una mujer que te dice: “No te necesito, amor. Estoy muy ocupada contemplando el abismo”. Esa actitud hace que me entren unas ganas incontenibles de subirme las mangas y ponerme a trabajar. Las inundo con ramos de flores, las invito a restaurantes de cinco estrellas como para decirles: “¿No crees que la vida merece la pena? Si te quedas esta noche conmigo, te haré olvidar a los existencialistas y lograré que te gusten los boleros”. Y, aunque debo decir que no ha sido frecuente, recuerdo las veces en que he podido hacer reír a una de esas mujeres complicadas como algunos de los momentos más memorables de mi vida. Ahora, vayamos a la cuestión del sexo. Yo he hecho el amor con chicas encantadoras y lo he pasado muy bien, pero enseguida echaba algo de menos. Generalmente, las mujeres complicadas, como están tan exquisitamente aburridas, son quienes se expresan con más elocuencia en el sexo. Te pueden decir, de repente: “Quiero atarte al sofá y lamerte el pecho cubierto de mermelada” o “Puedes hacerme lo que quieras, nada me va a sorprender”.
Ese tipo de cosas me llena de emoción, y casi siempre son las mujeres complicadas y misteriosas quienes las sugieren.
Desde luego, no soy el único que tiene esa obsesión. Tomemos, por ejemplo, a mi amigo Carlos. No hay una persona más sencilla y natural que él; sin embargo, sólo le gustan las mujeres que no lo comprenden. Supo que se había enamorado de su última novia, Sonia, cuando fueron a cenar y ella se pasó todo el tiempo hablando de anormalidad sicológicas (su especialidad), pero cuando ya quedó totalmente fascinado, fue cuando ella lo llevó a su apartamento. “No tenía ni un solo mueble –me contó Carlo-. El apartamento era precioso, pero estaba completamente vacío. Aunque llevaba seis meses viviendo en él, me explicó que estaba pasando por un “periodo minimalista” y lo prefería sin nada. Esa era la mujer que yo estaba buscando”. La historia se acabó pronto, pero Carlos se divirtió de lo lindo mientras duró.
Luego está mi otro amigo Pedrito. Hace poco, estuvo saliendo con una productora de televisión, que bebe demasiado y tiene un novio celoso. Y Marcos, que está enamorado de una actriz algo mayor, que fuma como una chimenea. ¿Por qué lo hacen? “Yo no me tiro en paracaídas ni vivo aventuras en la selva”, dice Marcos, “pero me gusta el peligro de una relación que puede estallar en cualquier momento. Me mantiene muy despierto”. Pero, ¿puede un tipo común casarse con una mujer “rara” y llevar una vida aceptable? Me temo que no. En lo más profundo de nuestras almas, nosotros, los buscadores de emociones sabemos que esto es sólo una etapa. Estoy seguro de que uno no se casa con una mujer “rara”. Eso sólo significaría una vida complicada, llena de peleas, reconciliaciones y, finalmente, el divorcio. No estoy para pasar esos trabajos.
Cuando esté listo, me olvidaré de todas esas misteriosas y excéntricas poetas, de las mujeres que deben demasiado o que no tienen muebles en su casa, y buscaré a alguien cariñosa, y en quien pueda confiar. Puede ser incluso Julia Valdez, la chica que daba regalos en el cuarto grado de primaria.
martes, 25 de abril de 2017
Cómo identificar a los hombres tóxicos para huir de ellos cuanto antes
¿Quién es completamente honesto en las primeras citas? Resulta comprensible que al conocer a alguien que nos interesa tendamos a sublimar nuestras virtudes y disimular nuestros defectos. Sin embargo, ese juego de seducción a veces se convierte en un perfecto ejercicio de camuflaje que, con el tiempo, quizá cuando ya es demasiado tarde para nuestros sentimientos, va revelando una personalidad nociva de la que, finalmente, solo obtienes decepción y frustraciones.
Lillian Glass, experta en comunicación y lenguaje corporal, publicó el libro 'Hombres tóxicos' con el propósito de enseñar a las mujeres a descubrir cuanto antes lo que puede ocultarse tras un discurso cautivador. Glass ofrece los cinco perfiles más peligrosos:
•El autodestructivo. Los demás o la mala suerte son los causantes de sus fracasos. Su pareja se convierte así en una madre que, en unos casos, debe consolarle y, en otros, debe facilitarle lo que él no puede conseguir por sí mismo.
•El controlador. Nada puede ocurrir con su pareja sin que él lo sepa y de su consentimiento. Si no lo acepta, la intimida con amenazas veladas o con una actitud agresiva.
•El manipulador. No admite un no por respuesta, retorcerá los hechos y las palabras para lograr su propósito y, llegado el caso, hará sentir culpable a su pareja de cualquier conflicto o desavenencia.
•El narcisista. Todo empieza y acaba en él. La mujer que esté a su lado debe permanecer en un segundo plano y mostrarse agradecida por tener la suerte de compartir su vida con alguien tan especial.
•El huidizo. Se presenta como un espíritu libre que no puede atarse a nada. Es su manera de huir del compromiso y de justificar sus ausencias o sus debilidades.
El 'test' definitivo
Sin embargo, las expectativas con frecuencia son un velo tupido que distorsiona la realidad. Por eso, Glass propone reflexionar sobre lo que ese proyecto de relaciónnos aporta respondiendo a 10 sencillas preguntas:
•¿Te sientes optimista y llena de energía después de estar con él?
•¿Hay siempre respeto mutuo?
•¿Te hace sentir valorada, inteligente y atractiva?
•¿Notas su falta cuando no está?
•¿Te sientes segura junto a él?
•¿Habla bien de ti a otras personas?
•¿Al pensar en él ríes o sonríes?
•¿Te apoya siempre?
•¿Saca lo mejor de ti?
•¿Te sientes animada y motivada a su lado?
Guía para identificarlos
Y por último, ofrece una guía para identificar a los mentirosos habituales. Cuantas más de estas señales veas, más probabilidades hay de que no diga la verdad:
•Se encoge de hombros al relatar un suceso.
•Tiende a humedecerse los labios y se los muerde.
•Traga saliva.
•No mueve las manos al hablar.
•Rompe el contacto visual y parpadea mucho.
•Mira fijamente sin expresividad (máscara emocional).
•Se le ve inquieto.
•Tiene los hombros hundidos y la cabeza gacha.
•Mueve los pies nervioso.
•Se pasa la mano por el cuello y se rasca.
•Suda.
Lillian Glass, experta en comunicación y lenguaje corporal, publicó el libro 'Hombres tóxicos' con el propósito de enseñar a las mujeres a descubrir cuanto antes lo que puede ocultarse tras un discurso cautivador. Glass ofrece los cinco perfiles más peligrosos:
•El autodestructivo. Los demás o la mala suerte son los causantes de sus fracasos. Su pareja se convierte así en una madre que, en unos casos, debe consolarle y, en otros, debe facilitarle lo que él no puede conseguir por sí mismo.
•El controlador. Nada puede ocurrir con su pareja sin que él lo sepa y de su consentimiento. Si no lo acepta, la intimida con amenazas veladas o con una actitud agresiva.
•El manipulador. No admite un no por respuesta, retorcerá los hechos y las palabras para lograr su propósito y, llegado el caso, hará sentir culpable a su pareja de cualquier conflicto o desavenencia.
•El narcisista. Todo empieza y acaba en él. La mujer que esté a su lado debe permanecer en un segundo plano y mostrarse agradecida por tener la suerte de compartir su vida con alguien tan especial.
•El huidizo. Se presenta como un espíritu libre que no puede atarse a nada. Es su manera de huir del compromiso y de justificar sus ausencias o sus debilidades.
El 'test' definitivo
Sin embargo, las expectativas con frecuencia son un velo tupido que distorsiona la realidad. Por eso, Glass propone reflexionar sobre lo que ese proyecto de relaciónnos aporta respondiendo a 10 sencillas preguntas:
•¿Te sientes optimista y llena de energía después de estar con él?
•¿Hay siempre respeto mutuo?
•¿Te hace sentir valorada, inteligente y atractiva?
•¿Notas su falta cuando no está?
•¿Te sientes segura junto a él?
•¿Habla bien de ti a otras personas?
•¿Al pensar en él ríes o sonríes?
•¿Te apoya siempre?
•¿Saca lo mejor de ti?
•¿Te sientes animada y motivada a su lado?
Guía para identificarlos
Y por último, ofrece una guía para identificar a los mentirosos habituales. Cuantas más de estas señales veas, más probabilidades hay de que no diga la verdad:
•Se encoge de hombros al relatar un suceso.
•Tiende a humedecerse los labios y se los muerde.
•Traga saliva.
•No mueve las manos al hablar.
•Rompe el contacto visual y parpadea mucho.
•Mira fijamente sin expresividad (máscara emocional).
•Se le ve inquieto.
•Tiene los hombros hundidos y la cabeza gacha.
•Mueve los pies nervioso.
•Se pasa la mano por el cuello y se rasca.
•Suda.
domingo, 23 de abril de 2017
Un pene pequeño ¿Qué dicen ellos?
"Es muy difícil señalar un momento concreto en el que comencé a preocuparme. Era un chico muy tímido y nunca me sentí cómodo en los vestuarios de la escuela",
le contó Smith, un ciudadano británico a BBC Mundo, asegurando que no relacionó la "ansiedad sobre su imagen corporal" con el tamaño de su miembro viril hasta el final de su adolescencia. Fue entonces cuando un amigo le hizo un comentario jocoso sobre lo poco abultado que era, y las preguntas comenzaron a rondar en su cabeza: "¿Tengo el pene pequeño? ¿Qué significa ´pequeño´?" Interrogantes que lo persiguieron durante mucho tiempo.
Hasta que finalmente logró afrontar la situación y hasta reírse del asunto.
Smith dice que el hecho de ser consciente de que tenía un pene pequeño dificultó sus relaciones amorosas "y convirtió el sexo en todo un desafío". "Me sentía constantemente avergonzado, así que casi nunca iba al gimnasio y raramente utilizaba los urinarios públicos", admite. "Y, cuando lo hacía, veía cómo otros hombres se burlaban de mí. No a menudo, pero es el tipo de cosas que se te quedan grabadas en la cabeza".
Según la Revista Británica de Urología (BJU, por sus siglas en inglés), para que un pene se considere "pequeño" debe medir menos de 9,16 centímetros en reposo. De acuerdo con David Veale, doctor del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Londres, y autor de un estudio sobre las longitudes del pene, publicado en 2015, el tamaño promedio a nivel mundial de un pene flácido es de 13,12 centímetros, sin tener en cuenta diferencias raciales.
Según Veale, un 2,28 por ciento de la población masculina tiene micropene (menos de cinco centímetros sin erección), lo cual puede ser "devastador para el sentido de masculinidad de la persona", le contó el experto a BBC Mundo.
Sin embargo, el argentino Enrique Fabián Bonaño, de la Asociación Española de Andrología (ASESA), sostiene que "no hay una medida estándar".
Según él, en el caso del micropene, "existen técnicas quirúrgicas que, en manos hábiles, pueden ayudar", aunque admite que no es "muy partidario" de este tipo de procedimientos, "al no tener constancia de resultados realmente satisfactorios".
Por otra parte, Velae dice que "son muchos los hombres que acuden a la consulta de urólogos y sexólogos preocupados por el tamaño de su pene, a pesar de tener un tamaño normal".
"Este trastorno se conoce como el síndrome del pene pequeño (SPS, por sus siglas en inglés), y los hombres afectados pueden ser también diagnosticados con dismorfia corporal (BDD), en este caso por una preocupación excesiva y angustia sobre el tamaño de su pene". El experto asegura que la ayuda psicológica para quienes sufren esta ansiedad es "muy necesaria".
EXPRESAR LOS COMPLEJOS
La primera persona con la que Smith habló abiertamente sobre el tema fue su mujer, con quien lleva 18 años casado. "Cuando tienes un secreto, hay momentos en los que continúas una conversación dentro de tu cabeza y tú mismo te menosprecias", explica.
"Pero cuando compartes ese secreto con alguien, ya no sucede de la misma forma". Smith cuenta que cuando lo habló con otras personas no se sintió verdaderamente comprendido. Al menos, hasta que comenzaron a entender que se trataba de "una cuestión delicada". "No tuvieron que vivir con esa preocupación durante toda su vida; pensaban que no podía ser un problema tan importante".
Pero Smith descubrió que, cuanto más hablaba sobre ello, más se percataba de que, en realidad, era "una cuestión menos relevante para los demás de lo que pensaba". "La mayoría de la gente bromea sobre penes pequeños porque les parece divertido, no porque quieran humillar o hacer sentir mal a quienes están a su alrededor", explica. (...)
Aunque admite que existen "presiones sociales" y una "imagen idealizada del tamaño del pene” difundida por los medios de comunicación" –lo que distorsiona la visión “lo que es normal"–
la manera de afrontarlo, aconseja, es con "honestidad y franqueza".
Sin tabús
En marzo del 2016 Smith organizó un evento en Londres: la primera "Gran fiesta del pene pequeño".
El objetivo era permitir a los hombres hablar francamen-te sobre su cuerpo y sobre el tamaño de su pene sin sentirse acomplejados.
Más de 100 personas (tanto hombres como mujeres), dice Smith, compartieron una noche de poesía, comedia y música en torno al tema que los convocó: penes pequeños.
le contó Smith, un ciudadano británico a BBC Mundo, asegurando que no relacionó la "ansiedad sobre su imagen corporal" con el tamaño de su miembro viril hasta el final de su adolescencia. Fue entonces cuando un amigo le hizo un comentario jocoso sobre lo poco abultado que era, y las preguntas comenzaron a rondar en su cabeza: "¿Tengo el pene pequeño? ¿Qué significa ´pequeño´?" Interrogantes que lo persiguieron durante mucho tiempo.
Hasta que finalmente logró afrontar la situación y hasta reírse del asunto.
Smith dice que el hecho de ser consciente de que tenía un pene pequeño dificultó sus relaciones amorosas "y convirtió el sexo en todo un desafío". "Me sentía constantemente avergonzado, así que casi nunca iba al gimnasio y raramente utilizaba los urinarios públicos", admite. "Y, cuando lo hacía, veía cómo otros hombres se burlaban de mí. No a menudo, pero es el tipo de cosas que se te quedan grabadas en la cabeza".
Según la Revista Británica de Urología (BJU, por sus siglas en inglés), para que un pene se considere "pequeño" debe medir menos de 9,16 centímetros en reposo. De acuerdo con David Veale, doctor del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Londres, y autor de un estudio sobre las longitudes del pene, publicado en 2015, el tamaño promedio a nivel mundial de un pene flácido es de 13,12 centímetros, sin tener en cuenta diferencias raciales.
Según Veale, un 2,28 por ciento de la población masculina tiene micropene (menos de cinco centímetros sin erección), lo cual puede ser "devastador para el sentido de masculinidad de la persona", le contó el experto a BBC Mundo.
Sin embargo, el argentino Enrique Fabián Bonaño, de la Asociación Española de Andrología (ASESA), sostiene que "no hay una medida estándar".
Según él, en el caso del micropene, "existen técnicas quirúrgicas que, en manos hábiles, pueden ayudar", aunque admite que no es "muy partidario" de este tipo de procedimientos, "al no tener constancia de resultados realmente satisfactorios".
Por otra parte, Velae dice que "son muchos los hombres que acuden a la consulta de urólogos y sexólogos preocupados por el tamaño de su pene, a pesar de tener un tamaño normal".
"Este trastorno se conoce como el síndrome del pene pequeño (SPS, por sus siglas en inglés), y los hombres afectados pueden ser también diagnosticados con dismorfia corporal (BDD), en este caso por una preocupación excesiva y angustia sobre el tamaño de su pene". El experto asegura que la ayuda psicológica para quienes sufren esta ansiedad es "muy necesaria".
EXPRESAR LOS COMPLEJOS
La primera persona con la que Smith habló abiertamente sobre el tema fue su mujer, con quien lleva 18 años casado. "Cuando tienes un secreto, hay momentos en los que continúas una conversación dentro de tu cabeza y tú mismo te menosprecias", explica.
"Pero cuando compartes ese secreto con alguien, ya no sucede de la misma forma". Smith cuenta que cuando lo habló con otras personas no se sintió verdaderamente comprendido. Al menos, hasta que comenzaron a entender que se trataba de "una cuestión delicada". "No tuvieron que vivir con esa preocupación durante toda su vida; pensaban que no podía ser un problema tan importante".
Pero Smith descubrió que, cuanto más hablaba sobre ello, más se percataba de que, en realidad, era "una cuestión menos relevante para los demás de lo que pensaba". "La mayoría de la gente bromea sobre penes pequeños porque les parece divertido, no porque quieran humillar o hacer sentir mal a quienes están a su alrededor", explica. (...)
Aunque admite que existen "presiones sociales" y una "imagen idealizada del tamaño del pene” difundida por los medios de comunicación" –lo que distorsiona la visión “lo que es normal"–
la manera de afrontarlo, aconseja, es con "honestidad y franqueza".
Sin tabús
En marzo del 2016 Smith organizó un evento en Londres: la primera "Gran fiesta del pene pequeño".
El objetivo era permitir a los hombres hablar francamen-te sobre su cuerpo y sobre el tamaño de su pene sin sentirse acomplejados.
Más de 100 personas (tanto hombres como mujeres), dice Smith, compartieron una noche de poesía, comedia y música en torno al tema que los convocó: penes pequeños.
La manera de dormir delata el estado de la relación
Cada miembro de la pareja duerme en uno de los lados de la cama; la mayoría mira hacia la pared. Uno de los dos suele dormirse justo en el borde de la cama con al menos una parte del cuerpo colgando. A continuación, algunos ejemplos.
1. El cangrejo. Esta postura tienen muchas versiones, pero ninguna implica contacto físico. Las personas que se acuestan de esta forma necesitan más espacio y libertad. Sus parejas, sin embargo, prefieren los mimos.
2. El techo. Ambos compañeros se acuestan sobre la espalda y ella se acurruca sobre la zona de la axila de él. Con frecuencia, esto solo sucede mientras se quedan dormidos. Es una clara indicación de predominio masculino y entrega femenina.
3. Charla de almohadas. La pareja se acuesta cara a cara sin tener contacto físico. Esto suele suceder en las primeras etapas de la relación. Estas parejas tienen mucho que decirse y les gusta mirarse a los ojos.
4. El nudo del amor. Ambos se acuestan mirándose de frente, mientras que sus piernas forman un nudo. Una vez que han alcanzado el sueño profundo, el nudo tiende a deshacerse. Esta postura revela una relación amorosa entre iguales y que existe un latente deseo erótico.
1. El cangrejo. Esta postura tienen muchas versiones, pero ninguna implica contacto físico. Las personas que se acuestan de esta forma necesitan más espacio y libertad. Sus parejas, sin embargo, prefieren los mimos.
2. El techo. Ambos compañeros se acuestan sobre la espalda y ella se acurruca sobre la zona de la axila de él. Con frecuencia, esto solo sucede mientras se quedan dormidos. Es una clara indicación de predominio masculino y entrega femenina.
3. Charla de almohadas. La pareja se acuesta cara a cara sin tener contacto físico. Esto suele suceder en las primeras etapas de la relación. Estas parejas tienen mucho que decirse y les gusta mirarse a los ojos.
4. El nudo del amor. Ambos se acuestan mirándose de frente, mientras que sus piernas forman un nudo. Una vez que han alcanzado el sueño profundo, el nudo tiende a deshacerse. Esta postura revela una relación amorosa entre iguales y que existe un latente deseo erótico.
Mujeres tienen menos orgasmos que hombres
Cada vez más estudios están aportando evidencia sobre cómo el orgasmo de los hombres durante el sexo es más frecuente que el de las mujeres. De acuerdo al artículo “¿Quiénes tienen más orgasmos, quiénes menos y por qué? en CNN, el 40 por ciento de las mujeres experimenta disfunción sexual, asociada con una dificultad crónica para alcanzar el orgasmo.
Los expertos están ofreciendo algunas respuestas. El profesor asistente de psicología en la Universidad Chapman, David Frederick, señala que "todos los grupos de hombres – gay, bisexual, heterosexual – llegan al orgasmo en más ocasiones que todos los grupos de mujeres".
David Frederick dice que las mujeres lesbianas experimentan orgasmos más a menudo que las mujeres heterosexuales, pero menos a menudo que los hombres. Señala que el orgasmo de las mujeres es el foco de la especulación bastante intensa. Cada mes, docenas de revistas y artículos en línea resaltan las diferentes maneras de ayudar a las mujeres a alcanzar el orgasmo con más facilidad.
El experto dijo que "las mujeres tienen mayor insatisfacción corporal que los hombres y esto puede afectar la satisfacción sexual y la capacidad de experimentar orgasmos si la gente se está enfocando más en estas preocupaciones que en la experiencia.
Agregó que hay más estigma contra las mujeres que inician el sexo y expresan lo que quieren sexualmente. Además, una cosa que sabemos es que en muchas parejas hay una discrepancia de deseo: una pareja quiere sexo más a menudo que la otra. En los heterosexuales, esa persona suele ser el hombre.
Por lo tanto, una mujer puede tener relaciones sexuales con su pareja cuando no está necesariamente de ánimo, y entonces puede ser menos probable que alcance un orgasmo.
También existe la idea de que el orgasmo masculino ayuda a facilitar la reproducción, ya que es invariablemente requerido para la eyaculación. Para las mujeres, sin embargo, no hay un vínculo claro entre el orgasmo y la reproducción, dijo Frederick. "Pero hace millones de años, quizás estaban relacionados".
Recordó que "una teoría es que en los antepasados de los seres humanos el orgasmo se producía más fácilmente porque su función era causar la ovulación. Esto ocurre en muchos animales". Una vez que el ciclo menstrual comenzó a regular la ovulación, el orgasmo ya no estaba asociado con la reproducción de las mujeres, lo que permitió que la capacidad y la facilidad del orgasmo se volvieran más variables en las mujeres durante millones de años y es por eso que la frecuencia del orgasmo es mucho más variable en mujeres que en hombres.
Algunas mujeres pueden estar anatómicamente predispuestas a orgasmos regulares, dijo Elisabeth Lloyd, profesora de biología y filosofía en la Universidad de Indiana-Bloomington, que fue coautora de un estudio sobre la anatomía genital y el placer en las relaciones sexuales. Una distancia más corta entre el clítoris y la abertura urinaria, donde se libera la orina, puede aumentar la probabilidad de que una mujer experimente satisfacción, según el estudio publicado en la revista Hormonas y Comportamiento en 2011.
Lloyd analizó datos de dos estudios sobre la relación entre la anatomía y el orgasmo en mujeres con ayuda de su coautor Kim Wallen, profesor de psicología y neuroendocrinología conductual en la Universidad de Emory. "Encontramos que la distancia entre el clítoris y la abertura urinaria, que se llama CUMD, indica si una mujer está o no inclinada a tener un orgasmo con una relación sexual o no, y si es inferior a dos centímetros, entonces probablemente va a tener un orgasmo con el coito".
Aclaró que si está tres centímetros por encima, entonces es probable que no vaya a tener un orgasmo con las relaciones sexuales. "Esas fueron nuestras conclusiones, que han sido confirmadas a través de otras pruebas, lo que significa que si una mujer no tiene un orgasmo de relaciones sexuales, no es su culpa. Tiene que ver con su anatomía".
Los expertos están ofreciendo algunas respuestas. El profesor asistente de psicología en la Universidad Chapman, David Frederick, señala que "todos los grupos de hombres – gay, bisexual, heterosexual – llegan al orgasmo en más ocasiones que todos los grupos de mujeres".
David Frederick dice que las mujeres lesbianas experimentan orgasmos más a menudo que las mujeres heterosexuales, pero menos a menudo que los hombres. Señala que el orgasmo de las mujeres es el foco de la especulación bastante intensa. Cada mes, docenas de revistas y artículos en línea resaltan las diferentes maneras de ayudar a las mujeres a alcanzar el orgasmo con más facilidad.
El experto dijo que "las mujeres tienen mayor insatisfacción corporal que los hombres y esto puede afectar la satisfacción sexual y la capacidad de experimentar orgasmos si la gente se está enfocando más en estas preocupaciones que en la experiencia.
Agregó que hay más estigma contra las mujeres que inician el sexo y expresan lo que quieren sexualmente. Además, una cosa que sabemos es que en muchas parejas hay una discrepancia de deseo: una pareja quiere sexo más a menudo que la otra. En los heterosexuales, esa persona suele ser el hombre.
Por lo tanto, una mujer puede tener relaciones sexuales con su pareja cuando no está necesariamente de ánimo, y entonces puede ser menos probable que alcance un orgasmo.
También existe la idea de que el orgasmo masculino ayuda a facilitar la reproducción, ya que es invariablemente requerido para la eyaculación. Para las mujeres, sin embargo, no hay un vínculo claro entre el orgasmo y la reproducción, dijo Frederick. "Pero hace millones de años, quizás estaban relacionados".
Recordó que "una teoría es que en los antepasados de los seres humanos el orgasmo se producía más fácilmente porque su función era causar la ovulación. Esto ocurre en muchos animales". Una vez que el ciclo menstrual comenzó a regular la ovulación, el orgasmo ya no estaba asociado con la reproducción de las mujeres, lo que permitió que la capacidad y la facilidad del orgasmo se volvieran más variables en las mujeres durante millones de años y es por eso que la frecuencia del orgasmo es mucho más variable en mujeres que en hombres.
Algunas mujeres pueden estar anatómicamente predispuestas a orgasmos regulares, dijo Elisabeth Lloyd, profesora de biología y filosofía en la Universidad de Indiana-Bloomington, que fue coautora de un estudio sobre la anatomía genital y el placer en las relaciones sexuales. Una distancia más corta entre el clítoris y la abertura urinaria, donde se libera la orina, puede aumentar la probabilidad de que una mujer experimente satisfacción, según el estudio publicado en la revista Hormonas y Comportamiento en 2011.
Lloyd analizó datos de dos estudios sobre la relación entre la anatomía y el orgasmo en mujeres con ayuda de su coautor Kim Wallen, profesor de psicología y neuroendocrinología conductual en la Universidad de Emory. "Encontramos que la distancia entre el clítoris y la abertura urinaria, que se llama CUMD, indica si una mujer está o no inclinada a tener un orgasmo con una relación sexual o no, y si es inferior a dos centímetros, entonces probablemente va a tener un orgasmo con el coito".
Aclaró que si está tres centímetros por encima, entonces es probable que no vaya a tener un orgasmo con las relaciones sexuales. "Esas fueron nuestras conclusiones, que han sido confirmadas a través de otras pruebas, lo que significa que si una mujer no tiene un orgasmo de relaciones sexuales, no es su culpa. Tiene que ver con su anatomía".
jueves, 20 de abril de 2017
La diferencia de edad se acorta con madurez
40 y 20 es el amor lo que importa y no lo que diga la gente’, cuenta la canción del mexicano José José y con la misma premisa la psicóloga Lizette Gallegos y el psicólogo Roberto Peña, ambos terapeutas familiares, exponen que las relaciones intergeneracionales —es decir entre personas con marcadas diferencias de edad— pueden ser exitosas y llenas de felicidad, pero para ello lo primero es “destronar los prejuicios”.
“Deben borrarse las ideas de ‘el o la joven casafortunas’ y la del ‘viejo rabo verde’ o ‘la asaltacunas’ porque así la sociedad ejerce prejuicios sobre amores con diferencias generacionales, lo que además puede llevar a una pareja a contaminarse con esos criterios, resultando la crónica de un fracaso rotundo”, advierte Peña.
La sociedad suele etiquetar estas relaciones como casuales o de interés económico o posición social. “Lo importante es tener en claro en qué se basa la unión para fortalecer los puntos de encuentro y saber manejar los desencuentros así como la opinión de la gente, que es ajena a la relación”, dice Gallegos.
Entonces, cuando dos adultos apuestan por ser pareja, deben estar seguros de que la otra persona corresponde el sentimiento y debe conocer qué intenciones y proyecciones de vida tiene. Para Peña, si hay dudas sobre el otro la relación ya comienza mal y como se sabe, “lo que mal comienza mal acaba”.
Un desafío para quienes se enamoran de alguien mucho mayor o mucho menor es lograr que no exista conflicto de intereses. “Muchas veces la edad es la que determina los gustos, por ejemplo. Las personas más jóvenes tienden a salir y a las fiestas, y las mayores, al reposo. Aquí puede haber un problema, pero todo se resuelve cuando hay voluntad de ambas partes y se cede”, dice el terapeuta de pareja.
Por su parte, Peña indica que la edad no determina los intereses. “La personalidad no se marca únicamente por la edad o generación. Hay jóvenes que prefieren una vida sana, más reposada y personas mayores que están más desatadas. Una mujer de 30 años y un hombre de 50 pueden tener gustos similares sin importar las décadas que los separan. Por ejemplo, ambos pueden disfrutar del cine, de un paseo o de fiestas y de una vida social activa”. Pero, si las personalidades son diferentes se pueden hallar puntos de encuentro. Ambos especialistas coinciden en que si hay un sentimiento fuerte cualquier dificultad se resuelve. “Todo es voluntad, si hay una construcción sólida como pareja habrá la confianza para que cada quien realice sus actividades y así nadie se frustre ni se sienta en la obligación de participar en lo que no le agrada”, comenta Peña.
Espere…
Lo que no se debe postergar o dejar de lado es compartir, principalmente en lo que les gusta a ambos, en aquello que es común, así se alimenta la relación.Entre las ventajas de este tipo de relaciones, Gallegos señala los complementos. “La persona mayor puede encontrar en la relación con alguien más joven aventura, energía, sueños, esperanzas; la alegría propia de la juventud y fortalecer su autoestima. Para la más joven puede significar la apertura a horizontes intelectuales, culturales, sociales, laborales nuevos en su vida”. Lo que sí es cierto es que para el éxito de estas relaciones se necesita madurez, compromiso y flexibilidad, una mente abierta.
Los más común en estos vínculos —según la experiencia de Peña en las terapias de parejas de este tipo— es que pese a los estilos de vida y preferencias similares, la generación marca la percepción sobre el mundo de cada uno. “Va más allá de lo que gusta o no, es lo que lleva una generación porque cada uno responde a un tiempo y una época. Si uno de los integrantes se crió en un ambiente conservador actuará así, mientras si la otra parte creció con menos presión será más resuelta. Esto se aplica a la religión, afinidad política e interacción con otros”.
Otro aspecto a considerar es lo fisiológico, ya que el tiempo no pasa en vano y el envejecimiento es inevitable. “La sexualidad está ligada a lo fisiológico y al desempeño sexual y la reproducción, si se quiere tener hijos, se verán afectadas”.
Quede claro que con voluntad y amor todo se puede, así sea 40 y 20 o 30 y 50 o más o menos, el amor no tiene edad ni tampoco la madurez para asumir una relación.
Sexo ¿Por placer o por amor?
Ay el sexo! Algunos consideran que se puede sentir placer al momento del encuentro íntimo con otra persona, sin que exista algún sentimiento. Otros dirían que ambos van de la mano: el sexo siempre tiene que ser con amor.
¿QUIÉN TENDRÁ LA RAZÓN?
En honor a la verdad, ambos. Nos hemos acostumbrado a justificar el sexo cuando hay amor de por medio, pero la realidad refleja que existen relaciones sexuales sin este sentimiento, es decir, por puro placer.
La práctica sexual no necesariamente tiene que estar relacionada con el amor. Hay que recordar que este sentimiento no nace a primera vista, ni se experimentará solo por el hecho de tener un encuentro sexual, no hay que idealizar. Pero es necesario que cada persona decida por sí misma mantener o no dicha relación sexual y además tenga bien claro los motivos de su decisión.
Por otro lado, sabemos que el enamoramiento involucra varios elementos: se comparte tiempo, ilusiones con la persona amada y se hacen planes juntos, discuten pero también se desean. En las relaciones sexuales pueden confluir pensamientos, sentimientos y sensaciones que se convierten en la base de una excelente manera de comunicarse o expresar su interioridad.
El sexo es parte de la vida de pareja, y también, una manera de expresar cariño, ternura y afecto al ser amado. Complementa la relación amorosa.
En realidad, cada persona decide si acepta dichas relaciones, si involucran amor o no, en su vida. Aunque, en ambos casos debe ser consciente y responsable.
La situación sentimental de cada persona interfiere directamente en el disfrute de una relación sexual. No quiere decir que si estamos solteras no vamos a disfrutar plenamente de un encuentro, o que si estamos comprometidas en cuerpo y alma con un amor, entonces vamos a tener sexo placentero garantizado hasta la muerte. Todo puede variar en cualquiera de las dos situaciones; lo importante es entender cuál es nuestra necesidad en cada etapa de la vida y qué tipo de relación nos beneficia más.
Sexo con amor
“Cuando la relación sexual está basada en el amor, el sentimiento puede potenciar algunas sensaciones eróticas; te preocupa más la satisfacción de tu pareja y disfrutas tanto el antes, como durante y el después”, dice el sexólogo Ezequiel López Peralta. Esa es una de las diferencias sustanciales entre el sexo por placer y el sexo con amor.
En una relación donde priman el amor, el cariño y la confidencialidad, los actores pueden ser más generosos entre ellos. “Es notable la diferencia en el posorgasmo de una relación no amorosa, te dan ganas de salir volando, todo lo contrario a una donde prevalece el amor”. En el sexo donde hay cariño mutuo prima el bienestar del otro, muchas veces, incluso, por encima del propio, lo que puede resultar contraproducente, pues se puede llegar a ocultar la insatisfacción de alguno de los dos sólo por no lastimar a la pareja.
Muchos de los problemas que aparecen en este tipo de encuentros están relacionados con la monotonía, cosa que no sucede cuando se tiene sexo por placer. “Lo que disminuye la fogosidad en la actividad coital tiene que ver más con la rutina o las situaciones y procesos externos a la relación”, afirma la sexóloga María de la Paz Serpa.
SEXO POR PLACER
“El placer es una de las dimensiones esenciales del sexo, así que su búsqueda es algo natural en hombres y mujeres, es parte de un instinto que siguen quienes se lo permiten.
Desafortunadamente, si esta búsqueda proviene de una mujer, muchas veces está mal visto, debido a factores estrictamente culturales. El hombre machista, inseguro por definición, no permite la expresión sexual de la mujer, porque le genera miedo y siente que pierde el control”, no miente el sexólogo Ezequiel López Peralta, al referirse al tema.
Una sociedad machista como la que padecemos censura en ocasiones a la mujer que refleja una necesidad de tener encuentros simplemente porque quiere recibir momentos de placer. Y aunque esta tendencia se está transformando (afortunadamente), aceptarlo a viva voz puede generar juicios de valor e incluso puede disminuir la búsqueda de este objetivo por temor.
El sexo visto solamente desde la perspectiva del placer, despojándolo de cualquier sentimiento de culpa o vergüenza (como debería ser), genera mayor autoestima y mejor estado de ánimo. Mejora la actividad circulatoria, el sistema inmunológico, el sueño, el manejo del estrés, entre otros miles de beneficios. La experta María de la Paz Serpa confirma la idea: “Si se trata de personas maduras, que saben lo que quieren y cómo lo quieren, no hay manera de que las cosas salgan mal, todo lo contrario”.
Vivir la sexualidad desde la premisa del goce no tiene contraindicaciones si se aterrizan las expectativas. Los problemas aparecen cuando alguno de los dos involucrados espera situaciones que no van a suceder y que no han sido contempladas por el otro. Las reglas deben estar sobre la mesa cuando se trata de sexo de carácter placentero, así nadie saldrá lastimado y el disfrute será completo.
¿QUIÉN TENDRÁ LA RAZÓN?
En honor a la verdad, ambos. Nos hemos acostumbrado a justificar el sexo cuando hay amor de por medio, pero la realidad refleja que existen relaciones sexuales sin este sentimiento, es decir, por puro placer.
La práctica sexual no necesariamente tiene que estar relacionada con el amor. Hay que recordar que este sentimiento no nace a primera vista, ni se experimentará solo por el hecho de tener un encuentro sexual, no hay que idealizar. Pero es necesario que cada persona decida por sí misma mantener o no dicha relación sexual y además tenga bien claro los motivos de su decisión.
Por otro lado, sabemos que el enamoramiento involucra varios elementos: se comparte tiempo, ilusiones con la persona amada y se hacen planes juntos, discuten pero también se desean. En las relaciones sexuales pueden confluir pensamientos, sentimientos y sensaciones que se convierten en la base de una excelente manera de comunicarse o expresar su interioridad.
El sexo es parte de la vida de pareja, y también, una manera de expresar cariño, ternura y afecto al ser amado. Complementa la relación amorosa.
En realidad, cada persona decide si acepta dichas relaciones, si involucran amor o no, en su vida. Aunque, en ambos casos debe ser consciente y responsable.
La situación sentimental de cada persona interfiere directamente en el disfrute de una relación sexual. No quiere decir que si estamos solteras no vamos a disfrutar plenamente de un encuentro, o que si estamos comprometidas en cuerpo y alma con un amor, entonces vamos a tener sexo placentero garantizado hasta la muerte. Todo puede variar en cualquiera de las dos situaciones; lo importante es entender cuál es nuestra necesidad en cada etapa de la vida y qué tipo de relación nos beneficia más.
Sexo con amor
“Cuando la relación sexual está basada en el amor, el sentimiento puede potenciar algunas sensaciones eróticas; te preocupa más la satisfacción de tu pareja y disfrutas tanto el antes, como durante y el después”, dice el sexólogo Ezequiel López Peralta. Esa es una de las diferencias sustanciales entre el sexo por placer y el sexo con amor.
En una relación donde priman el amor, el cariño y la confidencialidad, los actores pueden ser más generosos entre ellos. “Es notable la diferencia en el posorgasmo de una relación no amorosa, te dan ganas de salir volando, todo lo contrario a una donde prevalece el amor”. En el sexo donde hay cariño mutuo prima el bienestar del otro, muchas veces, incluso, por encima del propio, lo que puede resultar contraproducente, pues se puede llegar a ocultar la insatisfacción de alguno de los dos sólo por no lastimar a la pareja.
Muchos de los problemas que aparecen en este tipo de encuentros están relacionados con la monotonía, cosa que no sucede cuando se tiene sexo por placer. “Lo que disminuye la fogosidad en la actividad coital tiene que ver más con la rutina o las situaciones y procesos externos a la relación”, afirma la sexóloga María de la Paz Serpa.
SEXO POR PLACER
“El placer es una de las dimensiones esenciales del sexo, así que su búsqueda es algo natural en hombres y mujeres, es parte de un instinto que siguen quienes se lo permiten.
Desafortunadamente, si esta búsqueda proviene de una mujer, muchas veces está mal visto, debido a factores estrictamente culturales. El hombre machista, inseguro por definición, no permite la expresión sexual de la mujer, porque le genera miedo y siente que pierde el control”, no miente el sexólogo Ezequiel López Peralta, al referirse al tema.
Una sociedad machista como la que padecemos censura en ocasiones a la mujer que refleja una necesidad de tener encuentros simplemente porque quiere recibir momentos de placer. Y aunque esta tendencia se está transformando (afortunadamente), aceptarlo a viva voz puede generar juicios de valor e incluso puede disminuir la búsqueda de este objetivo por temor.
El sexo visto solamente desde la perspectiva del placer, despojándolo de cualquier sentimiento de culpa o vergüenza (como debería ser), genera mayor autoestima y mejor estado de ánimo. Mejora la actividad circulatoria, el sistema inmunológico, el sueño, el manejo del estrés, entre otros miles de beneficios. La experta María de la Paz Serpa confirma la idea: “Si se trata de personas maduras, que saben lo que quieren y cómo lo quieren, no hay manera de que las cosas salgan mal, todo lo contrario”.
Vivir la sexualidad desde la premisa del goce no tiene contraindicaciones si se aterrizan las expectativas. Los problemas aparecen cuando alguno de los dos involucrados espera situaciones que no van a suceder y que no han sido contempladas por el otro. Las reglas deben estar sobre la mesa cuando se trata de sexo de carácter placentero, así nadie saldrá lastimado y el disfrute será completo.
martes, 18 de abril de 2017
Mitos comunes sobre la impotencia sexual
Quizás lo que la mayoría de los médicos les dicen a sus pacientes cuando les hablan de su incapacidad para tener y mantener una erección es que no hay nada de qué avergonzarse y que, de hecho, el plantearlo puede llevar a detectar un problema incluso más grave, menciona la BBC. Se trata de un trastorno muy común y que millones de hombres han experimentado al menos en algún momento de sus vidas. Los especialistas dieron su criterio sobre algunas creencias comunes acerca de la impotencia.
1. Es un problema de los viejos. No, aunque es un problema muy común, particularmente en hombres mayores, los jóvenes también pueden sufrir de disfunción eréctil. Según el Servicio de Salud del Reino Unido (National Health System, NHS), se calcula que la mitad de todos los hombres de entre 40 y 70 años lo sufren en algún grado
La terapeuta psicosexual Angela Gregory, quien atiende casos de disfunción eréctil referidos por el NHS, contó que en los últimos cinco años hubo un aumento de la cantidad de hombres jóvenes con problemas de disfunción eréctil. "Estos hombres jóvenes no tienen ninguna enfermedad orgánica, ya que han sido examinados por sus médicos de cabecera y todo está bien"
Sus hábitos de masturbación y consumo de pornografía pueden ser la causa de sus problemas a la hora de mantener una erección con su pareja.
2. La impotencia es un problema eminentemente psicológico. Es un mito que se ha mantenido con los años. Según la primera encuesta global sobre las percepciones de los hombres sobre la disfunción sexual, realizada en 1998 y cuyos hallazgos se presentaron en la cumbre de la Sociedad Internacional para la Investigación de la Impotencia en Ámsterdam, muchos hombres dijeron que la impotencia sexual "está en la mente".
Si bien es cierto que entre las posibles razones de la disfunción eréctil están el estrés, los problemas de pareja, la ansiedad y la depresión, las causas fisiológicas juegan un papel clave. Como explica el NHS, hay que estar atentos a las circunstancias en que se produce la disfunción
La publicación especializada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, indica que las enfermedades cardiovasculares son una causa común de la disfunción eréctil. Hasta en 30 por ciento de los hombres que han visitado al doctor por este problema, esa misma condición se ha convertido en la primera pista de que tienen una enfermedad cardiovascular.
3. Es suficiente con tomar los remedios que venden en la farmacia para la impotencia. No. La NHS explica que los fármacos como el citrato de sildenafilo, también conocido como Viagra, pueden ser usados en al menos 66 por ciento de los casos. Sin embargo, es recomendable pedir que un médico analice su estado de salud antes de tomar cualquier medicina
En casos de problemas cardíacos y otros cuadros clínicos, las medicinas contra la impotencia pueden tener efectos adversos en el paciente. Además, las pastillas no son el único tratamiento disponible. Las bombas de erección al vacío que estimulan el flujo sanguíneo hacia el pene y que provocan una erección también son exitosas en 90 por ciento de los casos.
4. El ejercicio físico puede ayudar a reducir los problemas de impotencia. Sí. Hay hombres que, como señala la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, han visto una mejoría "simplemente con perder peso y hacer más ejercicio". Un suelo pélvico fuerte mejora la rigidez durante la erección. Y al hablar de actividad física no solo se refiere a desempeñar actividades moderadas como caminar, nadar o trotar, por citar tres ejemplos, sino también a los ejercicios del suelo pélvico
Se ha comprobado que al trabajar el suelo pélvico también se logra tener un mayor control de la vejiga y se podía disfrutar más de las relaciones sexuales. Sin importar el género.
1. Es un problema de los viejos. No, aunque es un problema muy común, particularmente en hombres mayores, los jóvenes también pueden sufrir de disfunción eréctil. Según el Servicio de Salud del Reino Unido (National Health System, NHS), se calcula que la mitad de todos los hombres de entre 40 y 70 años lo sufren en algún grado
La terapeuta psicosexual Angela Gregory, quien atiende casos de disfunción eréctil referidos por el NHS, contó que en los últimos cinco años hubo un aumento de la cantidad de hombres jóvenes con problemas de disfunción eréctil. "Estos hombres jóvenes no tienen ninguna enfermedad orgánica, ya que han sido examinados por sus médicos de cabecera y todo está bien"
Sus hábitos de masturbación y consumo de pornografía pueden ser la causa de sus problemas a la hora de mantener una erección con su pareja.
2. La impotencia es un problema eminentemente psicológico. Es un mito que se ha mantenido con los años. Según la primera encuesta global sobre las percepciones de los hombres sobre la disfunción sexual, realizada en 1998 y cuyos hallazgos se presentaron en la cumbre de la Sociedad Internacional para la Investigación de la Impotencia en Ámsterdam, muchos hombres dijeron que la impotencia sexual "está en la mente".
Si bien es cierto que entre las posibles razones de la disfunción eréctil están el estrés, los problemas de pareja, la ansiedad y la depresión, las causas fisiológicas juegan un papel clave. Como explica el NHS, hay que estar atentos a las circunstancias en que se produce la disfunción
La publicación especializada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, indica que las enfermedades cardiovasculares son una causa común de la disfunción eréctil. Hasta en 30 por ciento de los hombres que han visitado al doctor por este problema, esa misma condición se ha convertido en la primera pista de que tienen una enfermedad cardiovascular.
3. Es suficiente con tomar los remedios que venden en la farmacia para la impotencia. No. La NHS explica que los fármacos como el citrato de sildenafilo, también conocido como Viagra, pueden ser usados en al menos 66 por ciento de los casos. Sin embargo, es recomendable pedir que un médico analice su estado de salud antes de tomar cualquier medicina
En casos de problemas cardíacos y otros cuadros clínicos, las medicinas contra la impotencia pueden tener efectos adversos en el paciente. Además, las pastillas no son el único tratamiento disponible. Las bombas de erección al vacío que estimulan el flujo sanguíneo hacia el pene y que provocan una erección también son exitosas en 90 por ciento de los casos.
4. El ejercicio físico puede ayudar a reducir los problemas de impotencia. Sí. Hay hombres que, como señala la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, han visto una mejoría "simplemente con perder peso y hacer más ejercicio". Un suelo pélvico fuerte mejora la rigidez durante la erección. Y al hablar de actividad física no solo se refiere a desempeñar actividades moderadas como caminar, nadar o trotar, por citar tres ejemplos, sino también a los ejercicios del suelo pélvico
Se ha comprobado que al trabajar el suelo pélvico también se logra tener un mayor control de la vejiga y se podía disfrutar más de las relaciones sexuales. Sin importar el género.
¿Cómo hacer para que tu relación dure más?
No falla, cuanto más enamorados estamos, más miedo tenemos de que acabe. Es un sentimiento normal y le pasa a casi todo el mundo. Y es que nadie quiere que termine lo bueno, ¿verdad? Si estás con esa persona especial y crees que puede ser la defini- tiva, ya sabes lo que dicen: el amor, como las plantas, hay que regarlo cada día. Por eso, para que tu relación vaya siempre adelante, lee estos cinco consejos para conservar el amor.
ACEPTAR SU HUMANIDAD
Cuando estamos en el periodo de enamoramiento, vemos a la otra persona perfecta, como la mujer o el hombre ideal que hemos estado buscando. Pero, poco a poco, nos vamos dando cuenta de que esto no es así, y que por muy maravillosa que sea la otra persona, todos tenemos, además de nuestras virtudes, nuestros defectos, porque somos humanos y hay que aceptarlos y quererse así, pues si aceptamos nuestra propia humanidad, aceptaremos la del otro.
NO INTENTES CAMBIARLO
Las relaciones se establecen desde la parte más genuina de nosotros
y cuando nos sentimos aceptados, nos sentimos también queridos. Sin embargo, cuando alguien ve como intentan cambiarle, puede sentir que no es del todo amado. La consecuencia que esto produce es que las relaciones se distancien. Intentar cambiar al otro es imposible y una pérdida de tiempo y energía. Un cambio, solo puede iniciarse cuando uno realmente está decidido a hacerlo, y no porque se lo digan o lo deseen otras personas.
NUNCA OBLIGAR A ELEGIR
Obligar a una persona a que se aleje de alguien o se prive de algo que le
encanta o quiere, es casi firmar la sentencia de muerte en una relación. Cuando no soportamos eso que a él o a ella tanto le gusta, hasta el punto de no poder vivir con ello, mejor será que nos marchemos. Si ponemos a esa persona a elegir, pueden pasar dos cosas, que escoja lo que no queremos y se vaya, o que se prive de eso que le apasiona y recuerde siempre cómo se le puso entre la espada y la pared para dejarlo, lo que se convertirá en reproches, tristeza y emociones.
ESCUCHA, CALLA Y RESPETA
Una forma muy sencilla de evitar los conflictos es no opinar sobre la familia o amigos de los demás. No debemos nunca hacerlo aunque nos lo pidan. Nos podemos ver en la tesitura de un conflicto entre nuestra pareja y otra persona, con quién este tenga algún vínculo emocional. En muchísimas ocasiones, ante esto, nosotros tenemos que escuchar y callar. Porque los sentimientos que tenga con esa persona, con su familia o con sus amigos, solo los entenderá él, o ella misma y puede resultar difícil de comprender para los demás desde fuera.
Por este motivo, él o ella puede perdonar, pasar por alto, algo que tú crees que nunca harías. Esta situación hay que respetarla, y nuestra opinión en contra, no va a tener ningún efecto positivo en la relación.
PONTE EN EL LUGAR
Cuántas discusiones se evitarían, si aprendiéramos a ponernos en el lugar de la otra persona, a entender por qué alguien dice lo que dice, por qué actúa de determinada manera y respetarlo. Las personas siempre pueden llegar a un entendimiento, aunque parezca imposible, si hacemos un esfuerzo por intentar comprender su punto de vista.
ACEPTAR SU HUMANIDAD
Cuando estamos en el periodo de enamoramiento, vemos a la otra persona perfecta, como la mujer o el hombre ideal que hemos estado buscando. Pero, poco a poco, nos vamos dando cuenta de que esto no es así, y que por muy maravillosa que sea la otra persona, todos tenemos, además de nuestras virtudes, nuestros defectos, porque somos humanos y hay que aceptarlos y quererse así, pues si aceptamos nuestra propia humanidad, aceptaremos la del otro.
NO INTENTES CAMBIARLO
Las relaciones se establecen desde la parte más genuina de nosotros
y cuando nos sentimos aceptados, nos sentimos también queridos. Sin embargo, cuando alguien ve como intentan cambiarle, puede sentir que no es del todo amado. La consecuencia que esto produce es que las relaciones se distancien. Intentar cambiar al otro es imposible y una pérdida de tiempo y energía. Un cambio, solo puede iniciarse cuando uno realmente está decidido a hacerlo, y no porque se lo digan o lo deseen otras personas.
NUNCA OBLIGAR A ELEGIR
Obligar a una persona a que se aleje de alguien o se prive de algo que le
encanta o quiere, es casi firmar la sentencia de muerte en una relación. Cuando no soportamos eso que a él o a ella tanto le gusta, hasta el punto de no poder vivir con ello, mejor será que nos marchemos. Si ponemos a esa persona a elegir, pueden pasar dos cosas, que escoja lo que no queremos y se vaya, o que se prive de eso que le apasiona y recuerde siempre cómo se le puso entre la espada y la pared para dejarlo, lo que se convertirá en reproches, tristeza y emociones.
ESCUCHA, CALLA Y RESPETA
Una forma muy sencilla de evitar los conflictos es no opinar sobre la familia o amigos de los demás. No debemos nunca hacerlo aunque nos lo pidan. Nos podemos ver en la tesitura de un conflicto entre nuestra pareja y otra persona, con quién este tenga algún vínculo emocional. En muchísimas ocasiones, ante esto, nosotros tenemos que escuchar y callar. Porque los sentimientos que tenga con esa persona, con su familia o con sus amigos, solo los entenderá él, o ella misma y puede resultar difícil de comprender para los demás desde fuera.
Por este motivo, él o ella puede perdonar, pasar por alto, algo que tú crees que nunca harías. Esta situación hay que respetarla, y nuestra opinión en contra, no va a tener ningún efecto positivo en la relación.
PONTE EN EL LUGAR
Cuántas discusiones se evitarían, si aprendiéramos a ponernos en el lugar de la otra persona, a entender por qué alguien dice lo que dice, por qué actúa de determinada manera y respetarlo. Las personas siempre pueden llegar a un entendimiento, aunque parezca imposible, si hacemos un esfuerzo por intentar comprender su punto de vista.
viernes, 14 de abril de 2017
Consejos para alcanzar el orgasmo
En algunas ediciones atrás tocamos el tema de la anorgasmia femenina que es la incapacidad de tener orgasmos junto con la falta de deseo, una de las disfunciones sexuales más frecuentes en la mujer. Y es que es mucho más común de lo que se cree. El gran “Ooooh”, resulta ser una gran interrogante para muchas mujeres pues simplemente, hay quienes nunca han alcanzado el clímax.
Si bien en la actualidad, la mujer se siente mucho más libre de explorar su sexualidad, ya sea por la liberación femenina, por la literatura erótica y hasta por cómo se concibe en la sociedad actual la sexualidad, igual para muchas mujeres no es nada fácil alcanzar el clímax.
¿Qué es el Orgasmo?
Desde el punto de vista científico, el orgasmo es la liberación física de la tensión sexual que se genera en el cuerpo durante la fase de excitación. La sexóloga Alesandra Rampollo en su portal Universo Alessandra publicó en “Secretos para alcanzar el Gran Oooh”, que podemos identificar esta etapa por varias evidencias físicas como que la vagina se lubrica, hinchazón de la vulva, agitación de la respiración y la aceleración del ritmo cardíaco. Todo esto genera una gran presión sanguínea al área. El orgasmo se produce justo en el momento en que el cuerpo reduce de golpe esta presión sanguínea. El espasmo de la sangre volviendo al cuerpo y la descarga de la presión muscular que le siguen, conducen al gran “Ooooh”, dice la experta.
El orgasmo llega después de un estado de máxima excitación y la sensación es tan intensa que solo quienes lo sienten pueden saber de qué se trata, así que no vale la pena que te des por vencida si hasta ahora no lo has conseguido.
¿Qué hago para lograr un orgasmo?
Para que puedas experimentar el más exultante y delicioso de los placeres que nuestro cuerpo puede brindar, la sexóloga Alessandra brinda 12 sugerencias y ejercicios que te ayudaran a alcanzar el clímax.
SECRETO 1: ¡Practica a solas!
Rampollo dice que masturbarte a solas abre las puertas a esta sensación única. Es importante que estés tranquila, sin temor a ser interrumpida. Piensa en algo que te excite y empieza a explorar tu cuerpo. Para algunas mujeres, la masturbación es algo tan natural, que la practican desde niñas. Si no es tu caso, déjate llevar por tus sensaciones y tus necesidades y no te sientas culpable.
SECRETO 2: Contrae tus músculos
Durante la excitación sexual, contrae deliberadamente los músculos de tus piernas, brazos, abdomen y pies. La tensión corporal a veces es una respuesta automática y el aumento voluntario de ella a menudo facilita el orgasmo.
Contrae también tus músculos vaginales. Este movimiento enaltece la excitación y te mantendrá enfocada en las sensaciones genitales.
SECRETO 3: Las mejores posturas
Una posición que favorezca la fricción puede ayudarte a alcanzar el orgasmo durante la penetración. Ponte arriba de él, por ejemplo, de manera que la parte superior de tu clítoris roce directamente con tu pareja. O ponte de espaldas, con un almohadón debajo de tus glúteos.
SECRETO 4: Controla el movimiento
Durante la penetración, es muy posible que tu pareja esté muy entusiasmada y se deje llevar por su propio ritmo, que tal vez, no sea el que tú necesitas ahorita.
Aquí, toma la iniciativa e impone el tuyo, durante un momento. Cierra los ojos, y como si estuvieses a solas masturbándote muévete de la manera que te dé más placer. A muchos hombres les encanta sentir que los transformamos en “instrumentos de nuestro propio placer” y los excita aún más saber que nos dejamos llevar por nuestras propias sensaciones!
SECRETO 5: Piérdete en una fantasía
Si estás sola, piensa en eso que te ha excitado muchísimo. Y si estás con él, también! No te enrolles pensando que deberías “estar pensando en él”. Dale rienda suelta a tu imaginación y libera tu orgasmo!
SECRETO 6: Juega con la respiración!
Intenta aguantar la respiración por un momentito; respira profundamente para que te ayude a relajarte y sentir tus sensaciones. Puedes usar tu respiración para canalizar tu energía sexual, incrementando el placer.
SECRETO 7: Practica tus Kegels
Así como ejercitas tus glúteos, piernas y abdominales para lucir espléndida, debes ejercitar tus músculos vaginales para un espléndido “Oooh”. Se trata simplemente de contraer y relajar los músculos pubocoxígeos. Para identificarlos, la próxima vez que vayas al baño a orinar, intenta detener el flujo de orina a mitad por unos segundos. Ese movimiento de contracción y relajación lo vas a repetir varias veces al día. Las contracciones pueden variar entre rapiditas y sostenidas. Comienza haciendo 100 repeticiones diarias, todos los días.
SECRETO 8: ¡Retrasa el placer!
¿Quieres un verdadero gran “Oooh” Entonces, cuando sientas que estás ahí a puntico de caramelo, relájate y déjalo pasar… Hazlo unas dos o tres veces… Y a la cuarta vez que sientas que llega, pues entonces prepárate a vivirlo en una mayor dimensión. Explosivo!!!
SECRETO 9: ¡Déjate ir!
“Actúa” tu orgasmo. Mueve la pelvis. Di palabras sexys en voz alta, para que tú misma te escuches.
SECRETO 10: Busca ayuda
Si no estás teniendo orgasmos, siempre es importante consultar a un médico lo antes posible. Si bien no es frecuente, puede haber causas físicas para tu problema, y es necesario que un profesional te haga un diagnóstico.
Además, algunos medicamentos como los anti-depresivos, pueden incidir en tu placer sexual. Si estás tomando alguna medicina nueva, y sientes que tus orgasmos ya no eran como antes o directamente, ya no puedes alcanzarlos, no dejes de ir a tu médico y plantearle lo que te está pasando.
SECRETO 11: Explora tus zonas erógenas
No te concentres únicamente en tu vulva. Explora diferentes zonas erógenas: senos, cuello, costados, muslos, vientre bajo, etc.
SECRETO 12: ¡Relájate!
Se ha comprobado que el estrés tiene una alta incidencia en el deseo sexual. Y obviamente, una baja en el deseo (en la libido) disminuye las oportunidades de alcanzar el orgasmo.
Así que cuando estés en la intimidad con tu pareja, deja del otro lado de la puerta a tus problemas cotidianos. Éste es tu momento y no hay nada más importante!
Consejos para que él te lleve al orgasmo
El hecho de que una mujer alance el clímax depende también de la habilidad del hombre, aunque para muchos el orgasmo femenino es casi un mito, pero si aprenden y se informan lo suficiente podrán conducirte al orgasmo.
Te brindamos algunas que podrías compartir con tu pareja para que te ayude a alcanzar el clímax.
CONSEJO 1: Domina el arte de los juegos previos. Las mujeres disfrutan de un jugo previo. Tienes que conseguir llevarla al punto hasta que te ruegue para que la penetres. Sin embargo, no lo hagas todavía. Tener relaciones sexuales antes disminuirá las posibilidades de darle un orgasmo sustancialmente fabuloso.
CONSEJO 2: Técnica de penetración parcial. Significa que una vez que está muy caliente y esté pidiéndote mendigando por sexo, empiezas a penetrarla lentamente, pero sólo parcialmente, y luego te detienes durante unos segundos. No hagas una “penetración completa o total” debes de hacer intervalos cortos hasta que ella te pida o clame por más...
CONSEJO 3: Indúcela a tocarse. Mientras tiene relaciones, toma su mano y suavemente llévala a su clítoris. La estimulación del clítoris aumentará sus posibilidades de alcanzar uno o varios orgasmos. Es ahora cuando haces la “penetración completa o total y lo haces más rápido.
CONSEJO 4: Llévala al siguiente nivel. Utiliza suavemente la “estimulación anal” para aumentar la intensidad de su orgasmo, incluso te pedirá que no pares por la tremenda sensación que esto le produce. Obviamente debes darte cuenta si esto le gusta o desagrada.
Amores virtuales y cibersexo ganan espacio en Tarija
Los amores virtuales, el cibersexo y las infidelidades por internet son las alternativas a las que recurren muchos jóvenes en Tarija, quienes viven intensas relaciones amorosas, tríos pasionales y hasta relaciones conflictivas de celos. Todo ello al frente del computador.
También en la edad adulta se recurre a las relaciones amorosas virtuales; sin embargo, generalizando algunos testimonios obtenidos, son las mujeres las que más recurren a este medio, en tanto que los varones se niegan a responder tal encuesta y si bien muchos crean amistades por internet, intimar demasiado les resulta inconcebible, ya que, según dicen, “es mucho mejor estar físicamente con una mujer y no sólo imaginarlo”.
Entretanto, los jóvenes sólo se inclinan a tener “charlas calientes” por internet. Según asegura la psicóloga Margot Zubieta, en Tarija muchos adolescentes se “inician” sexualmente mediante estas conversaciones con mujeres que no llegan a conocer en persona, mientras que para muchas mujeres éste es más bien un recurso para conocer galanes.
Así, usan las salas de chat para ser cortejadas, elogiadas y hasta valoradas en sus atributos físicos, alentando a sus pretendientes mediante las fotografías que suben y comparten con estas amistades virtuales.
Amores virtuales
De esta manera, la red de internet es usada por algunos jóvenes para iniciar enamoramientos. Es el caso de una joven tarijeña que asegura tener mucha práctica en este tipo de charlas que no siempre llegan al cibersexo. Lo que ella busca con frecuencia es conseguir la atención de una o más personas para conversar y pasar los ratos de ocio.
Ella está experimentada en relaciones afectivas por internet, asegura que es muy fácil identificar las potencialidades de algunos galanes, “es verdad que no los ves en persona y podrías estar conversando muy íntimamente con un jovencito de 13 años, pero en realidad no es tan difícil detectar la edad o al menos la madurez del que te escribe”, dice.
Empero, los indicios a los que ella se refiere están relacionados a que en la conversación, conozcan de algunos temas y sepan expresarse al estar escribiendo, ya que la buena ortografía y el conocimiento es un valorable indicio para darse cuenta de a qué personas se está conociendo por internet.
Los chats rooms o webs para encontrar a la pareja ideal ofrecen una opción sobre todo para las personas tímidas. “Tener una relación vía internet es una estrategia generalmente usada por personas tímidas e introvertidas, deseosas de llenar un vacío producido quizás por una mala experiencia amorosa o simplemente por su carácter”, explica la psicóloga.
Zubieta dice conocer de varios casos, donde la relación virtual trascendió fronteras, mencionó el caso de una joven de 23 años que conoció a un chileno de 33. “Al momento de encontrarse tuvieron muchos problemas porque ambos no se habían dicho toda la verdad, él tenía tres hijos y ella era maniaco-depresiva”, relata.
El amor en internet puede ser un escape a la realidad que se vive, más aún si se trata de relaciones lejanas. “Es un autosabotaje a la misma persona porque sabe que estando muy lejos de la otra, en realidad no se llegarán a conocer y así evitarán desamores”, sostiene.
Cibersexo
Pero muy aparte de todo esto, tener relaciones sexuales con alguien que se conoció en las redes sociales no es una situación que sorprenda, para muchos es una buena opción, sobre todo si la pareja se encuentra lejos por algún motivo, pero también es un recurso que usan muchas personas para tener conversaciones de autoestimulación entre personas que no se conocen o que llegan luego a conocer.
La psicóloga explica que las personas pueden tomar una elección de vida en cuanto a su sexualidad y si a ellas les gusta practicar el cibersexo no está mal, “no es que sea anormal o cosa del otro mundo”, sostiene; sin embargo, podría ser poco beneficioso ya que el sexo real implica mayor compromiso y beneficio.
“El cibersexo es poco beneficioso para el organismo porque al momento de hacer el amor el cuerpo libera endorfinas, sustancias químicas beneficiosas para la persona, en tanto el cibersexo sólo privilegia el proceso mental antes que el físico”, detalla.
Infidelidad virtual
¿Alguna vez fuiste infiel a tu pareja con un amor virtual?, la pregunta genera dudas, no obstante el dato resulta similar entre hombres y mujeres que admiten que al menos una vez tuvieron un amor virtual aun cuando éste representaba un amorío dentro de una relación estable de matrimonio.
El País eN realizó un sondeo a 50 personas, de entre 18 a 40 años, 30 de ellas aseguraron haber coqueteado con alguien por conversaciones de Internet, entretanto 10 de ellas afirmaron haber tenido una relación extra por medio de la red y las 10 restantes aseguraron sólo haber tenido amistades.
Claudia, una tarijeña de 40 años de edad, divorciada, comenta que en sus años de matrimonio tuvo serios problemas cuando su esposo descubrió que tenía un enamorado virtual. Su conyugue ingresó a su cuenta y descubrió cartas de amor apasionadas que ella se profesaba con su amante virtual.
Nunca pudo explicar esto, no había como justificarlo, no pasaron de mensajes y una que otra carta. Sin embargo, la relación se resquebrajó ante la indignación del esposo que nunca perdonó a su esposa lo intensamente apasionada que se mostraba con su pareja virtual.
El psicólogo, Daniel Arce Aquino, asegura que esta situación bien podría ser interpretada como una infidelidad, ya que pese a que no exista un contacto físico real, el tener una relación afectiva sin el consentimiento o conocimiento de la pareja formal implicaría, de igual forma, un potencial daño a la relación, debido a que se estarían vulnerando los sentimientos de la otra persona.
Otro caso similar es el de Eliana de 32 años, profesional tarijeña que recurrió a sus mensajes y notas de su amor virtual para provocar los celos y así motivar el interés de su marido, quien estaba pensando en terminar la relación.
Pensó en mostrarse deseada, para que su esposo entendiera que había otros hombres que la querían y de esta forma no piense en dejarla, el resultado no fue de los mejores, ya que esto más bien alentó la decisión de terminar con el matrimonio de cinco años.
“Existe infidelidad cuando una de las personas dedica tiempo o sentimientos a un tercero en la relación, sin importar el contacto real o carnal, esto es un poco peligroso en cuanto a la salud mental de quien frecuenta un chat porque empieza a dividir sus personalidades”, detalla el psicólogo.
Explica que este tipo de amoríos virtuales impiden el desarrollo de las personas porque ante una “cita real” hay inseguridades y se fortalece la autoconfianza, en tanto en una relación virtual la persona no siempre muestra su verdadera personalidad.
Amigos íntimos
Las redes sociales en muchos casos se convirtieron en un medio para conocer personas y desarrollar aptitudes sociales, dice por su parte la psicóloga, sin embargo relacionarse de esta forma puede resultar perjudicial, ya que se hacen adictivas. “En el mundo real y en las relaciones reales hay una lucha por la convicción de conquistar, hay autoestima y autovaloración. Todos estos conceptos se pierden cuando la relación sólo es por chat”, dice.
Según la explicación de ambos psicólogos, el beneficio del internet es mostrar una persona que pocas veces sale a la luz en casos normales, ya que con esta herramienta sólo se explora la mejor parte y la más positiva de una persona cuando en realidad una relación afectiva debe basarse en una serie de cualidades, positivas e incluso negativas que permitan valorar la calidad y calidez de una persona.
¿Quiénes son vulnerables a volverse adictos al cibersexo?
Según la psicóloga Claudia Fernández, son vulnerables aquellas personas que han sido reprimidas sexualmente y que de repente encuentran un universo infinito de oportunidades sexuales en el Internet, que no implican ni contacto físico ni el involucrarse emocionalmente.
Pero también están en riesgo las personas inseguras y con baja autoestima porque el hecho de ser anónimos los libera de la carga que implica estar satisfechos con su cuerpo o su forma de ser.
Los riesgos del cibersexo
Efectos sociales
El acceso tan sencillo al Internet hace que cada día crezcan los adictos al cibersexo en los Estados Unidos. Existen casos de personas que hasta han perdido su trabajo por estar teniendo relaciones sexuales virtuales durante horas de trabajo.
Imágenes sin control
Un riesgo latente tanto con el sexting como con el cibersexo es que las imágenes o video sean compartidas con personas ajenas a las que originalmente estaba destinado el mensaje.
La adicción
Un potencial riesgo, además de dañar sus relaciones de pareja estables es que estas personas se vuelvan adictas a este tipo de práctica y esto les genere trastornos mentales y de comportamiento.
jueves, 13 de abril de 2017
7 razones para darse 'picos' en el Día del Beso
San Valentín o el Día de la Primavera y el amor, eran reconocidos como los días más románticos del año. Hasta que una pareja, que se agarró a los besos durante 58 horas y 35 minutos en Tailandia el 2013, originó que se establezca el Día Internacional del Beso
Desde entonces, miles de personas en el mundo aprovechan este día (¿o esta excusa?) para darse besos y postearlo en las redes sociales.
Más allá del placer y de los tipos de besos que existen, te contamos cuáles son los beneficios que tienen para la salud, según especialistas consultados por CNN:
1. Reduce la presión arterial
Besar apasionadamente aumenta tus latidos de forma saludable y ayuda a disminuir la presión sanguínea. Dilata los vasos sanguíneos, la sangre fluye de una forma buena y firme, y llega a todos tus órganos vitales.
2. Elimina los calambres y dolores de cabeza
Besar es bueno para combatir el dolor de cabeza o los menstruales. La dilatación de los vasos sanguíneos que proporciona una buena sesión de besos pueden ayudar a aliviar el dolor.
3. Combate las caries
Una sesión de besos hace que las glándulas segreguen más saliva y, a través de ese mecanismo, elimina la placa en los dientes que ocasiona la caries.
4. Amplifica tus hormonas de la felicidad
Si te sientes estresado o deteriorado, besar es lo que necesitas para sentirte mejor. Al producir dopamina, serotonina y oxitocina, relaja y revitaliza.
5. Quema (unas cuantas) calorías
No es que se pueda comparar con 30 minutos de caminata, pero una sesión de besos vigorosa puede quemar de 8 a 16 calorías por beso.
6. Aumenta la autoestima
Sentirse lindo y querido ayuda a mejorar el autoestima, sentirse amado y conectado con la pareja. Un estudio alemán descubrió que los hombres que recibieron un buen beso de sus esposas antes de trabajar, tenían un mejor rendimiento.
7. Sirve para calcular la compatibilidad sexual
Es una excelente forma para comprobar la compatibilidad de un posible compañero sexual antes de involucrarte con él. Sin embargo, si el primer beso con una nueva pareja no te gusta, la especialista consultada por CNN recomienda que le des otra oportunidad."Algunas veces, durante el primer beso, la gente se siente incómoda, nerviosa o avergonzada", explica.
martes, 11 de abril de 2017
Tener sexo da un “resplandor” de 48 horas
La práctica sexual aporta beneficios para el ser humano. Un reciente estudio difundido por yahoo.com sugiere el término “resplandor” para referirse a los efectos positivos posteriores a las relaciones sexuales, los cuales tendrían una duración de 48 horas.
Los científicos de la Universidad Estatal de Florida trabajaron con los datos de dos estudios independientes de un total de 214 parejas recién casadas.Los cónyuges informaron de su actividad sexual diaria y su satisfacción sexual durante 14 días, así como de su felicidad marital en los seis meses siguientes.
Los resultados mostraron que la satisfacción sexual se mantuvo elevada aproximadamente 48 horas después del acto, y que las parejas presentaban mayores niveles de felicidad
conyugal.
La investigación determinó que el “resplandor” sexual es un mecanismo cognitivo a través del cual el sexo promueve la unión de parejas.
La investigadora Andrea Meltzer, y una de las autoras del estudio, señaló en un comunicado que los resultados presentados no diferían según el género o la edad de los participantes.
De hecho, mencionó que el “resplandor” se mantenía incluso después de considerar factores como la frecuencia de los encuentros sexuales, los rasgos de la personalidad o la duración de la relación, entre otros.
Los científicos de la Universidad Estatal de Florida trabajaron con los datos de dos estudios independientes de un total de 214 parejas recién casadas.Los cónyuges informaron de su actividad sexual diaria y su satisfacción sexual durante 14 días, así como de su felicidad marital en los seis meses siguientes.
Los resultados mostraron que la satisfacción sexual se mantuvo elevada aproximadamente 48 horas después del acto, y que las parejas presentaban mayores niveles de felicidad
conyugal.
La investigación determinó que el “resplandor” sexual es un mecanismo cognitivo a través del cual el sexo promueve la unión de parejas.
La investigadora Andrea Meltzer, y una de las autoras del estudio, señaló en un comunicado que los resultados presentados no diferían según el género o la edad de los participantes.
De hecho, mencionó que el “resplandor” se mantenía incluso después de considerar factores como la frecuencia de los encuentros sexuales, los rasgos de la personalidad o la duración de la relación, entre otros.
Consejos para mejorar los besos
Los besos, caricias y mimos hacen un gran papel en el desarrollo de una relación apasionada. Existen detalles importantes a tomar en cuenta al momento de besar a la pareja. Estos son:
1. Preparar los labios.
Se debe mantener los labios relajados. Hay que abrirlos un poco para que tu pareja sepa que estás listo o lista para el beso. Hay que procurar eliminar la resequedad con un protector labial o lamiendo tus labios ligeramente. Se puede utilizar un protector o bálsamo labial en lugar de brillo labial, ya que el brillo puede ser pegajoso, mientras que el protector labial puede hacer que los labios se pongan suaves y brillantes.
2. Mordisco.
Es recomendable morder tiernamente a la pareja para compartir un beso apasionado y placentero con ella. Además de los besos en los labios, se debe tener presente darlos en las mejillas y en el cuello.Ayudará a incrementar el estado de ánimo de su pareja.
3. Labio inferior.
No debe descuidarse el labio inferior de la pareja. Se los puede morder ligeramente. Esto le enseñará el deseo por ella.
3. Escenarios.
Las salas de cine o jardines vacíos pueden ser el lugar ideal para besar a su pareja.
1. Preparar los labios.
Se debe mantener los labios relajados. Hay que abrirlos un poco para que tu pareja sepa que estás listo o lista para el beso. Hay que procurar eliminar la resequedad con un protector labial o lamiendo tus labios ligeramente. Se puede utilizar un protector o bálsamo labial en lugar de brillo labial, ya que el brillo puede ser pegajoso, mientras que el protector labial puede hacer que los labios se pongan suaves y brillantes.
2. Mordisco.
Es recomendable morder tiernamente a la pareja para compartir un beso apasionado y placentero con ella. Además de los besos en los labios, se debe tener presente darlos en las mejillas y en el cuello.Ayudará a incrementar el estado de ánimo de su pareja.
3. Labio inferior.
No debe descuidarse el labio inferior de la pareja. Se los puede morder ligeramente. Esto le enseñará el deseo por ella.
3. Escenarios.
Las salas de cine o jardines vacíos pueden ser el lugar ideal para besar a su pareja.
Una historia de amor original
Como no podía ser diferente en el mundo actual que nos encontramos inmersos, donde las redes sociales son testigos y se convierten en “vitrinas” de actividades familiares e interpersonales, el video de un joven cochabambino que organizó un baile sorpresa a su novia para pedirle matrimonio, llamó tanto la atención, que en pocas horas se viralizó, llegando a casi 30 mil reproducciones.
Muchos de los que vieron los casi ocho minutos del video, se habrán emocionado y admirado por la forma tan original que eligió Eduardo Galetovic Schoengut para demostrar su amor por Allyson Encinas Pattzy.
El 31 de julio de 2016, esta joven pareja decidió que quería vivir junta el resto de sus vidas y comenzó a organizar su matrimonio.
Después de ocho meses, por fin, llegó el día. En una emotiva ceremonia civil, ambos intercambiaron sus votos, ante la mirada de sus familiares y amigos más cercanos, quienes compartieron ese día tan especial para Eduardo y Allyson, quienes muestran su amor y su felicidad, sin máscaras ni temor al qué dirán.
Jugada del destino
Sentados uno al lado del otro, intercambian miradas de rato en rato, como para calmar el nerviosismo mutuo que se refleja en las sonrisas cómplices de ambos.
Eduardo y Allyson aceptaron contar su historia de amor, sin complejos ni secretos.
“Eres una ‘wawa perdechi’ (en alusión a
que ella es tres años mayor que él)”, dice
a tiempo de recordar como el destino los puso en un mismo camino.
Ambos estudiaban en el colegio Kanata, Allyson conocía a Eduardo, porque era el hermano menor de su compañera Adriana, por lo que nunca “lo miró con otros ojos”.
Después de egresar en 2006, pasaron ocho años para que su promoción se reúna y festeje el reencuentro. La casa elegida: la de Adriana Galetovic, el asistente inesperado: Eduardo, quien no pudo ignorar la presencia de Allyson. Y como dice él:
“el destino quiso que esa noche estuviera ahí, una noche que cambió mi futuro, porque conocí a la mujer de mi vida”.
La amistad que nació entre ambos, se fue consolidando mes a mes, hasta que el 3 de agosto del 2015 decidieron darle una oportunidad al amor y comenzaron su relación de pareja.
Eduardo estaba seguro que quería casarse con Allyson y eligió la fecha de su primer aniversario como novios para pedirle matrimonio. “Quería que sea especial, algo inolvidable”, dice con una amplia sonrisa que ilumina su rostro, sin duda, está enamorado.
Se puso manos a la obra, buscó ideas en YouTube y lo que más le atrajo fue hacerlo bailando. Contrató a la productora Reflex, quien eligió el elenco de Henry Suárez para acompañar al novio. Eduardo pasó clases de baile para aprender la coreografía de la canción “Andas en mi cabeza”, que Allyson le había dedicado meses antes.
Esa mañana de domingo, las hermanas de Eduardo llevaron de paseo a la joven por la Plaza Principal y la condujeron al pasaje ubicado a lado de la Catedral. Todo estaba preparado, con la complicidad inesperada de las monjitas de las Paulinas que abrieron las rejas de ese pasaje que permanece cerrado ese día y ocultaron a los padres y amigos de Eduardo y Allyson en una habitación hasta que escuchen la señal pactada.
Todo ocurrió tan rápido, el baile, la pedida de mano... una mezcla de emociones y sentimientos de ambos y de todos los presentes, que no pudieron contener las lágrimas y las sonrisas.
Una vez comprometidos, comenzaron a preparar detalle a detalle el día de su boda, querían que sea inolvidable para todos. Y lo lograron, hace un poco más de un mes, ambos intercambiaron sus votos matrimoniales en un hermoso jardín en el centro de eventos Ensueño en Tiquipaya.
Disfrutaron al máximo la compañía de sus invitados y bailaron casi toda la noche.
“Fue un día inolvidable”, recuerda Allyson al comentar que Eduardo lloró de emoción gran parte de la ceremonia.
A pocos minutos de terminar la entrevista, la joven pareja se agarra de las manos y con mucha alegría dice: “Ahora ya no somos dos. Estamos muy emocionados”.
Muchos de los que vieron los casi ocho minutos del video, se habrán emocionado y admirado por la forma tan original que eligió Eduardo Galetovic Schoengut para demostrar su amor por Allyson Encinas Pattzy.
El 31 de julio de 2016, esta joven pareja decidió que quería vivir junta el resto de sus vidas y comenzó a organizar su matrimonio.
Después de ocho meses, por fin, llegó el día. En una emotiva ceremonia civil, ambos intercambiaron sus votos, ante la mirada de sus familiares y amigos más cercanos, quienes compartieron ese día tan especial para Eduardo y Allyson, quienes muestran su amor y su felicidad, sin máscaras ni temor al qué dirán.
Jugada del destino
Sentados uno al lado del otro, intercambian miradas de rato en rato, como para calmar el nerviosismo mutuo que se refleja en las sonrisas cómplices de ambos.
Eduardo y Allyson aceptaron contar su historia de amor, sin complejos ni secretos.
“Eres una ‘wawa perdechi’ (en alusión a
que ella es tres años mayor que él)”, dice
a tiempo de recordar como el destino los puso en un mismo camino.
Ambos estudiaban en el colegio Kanata, Allyson conocía a Eduardo, porque era el hermano menor de su compañera Adriana, por lo que nunca “lo miró con otros ojos”.
Después de egresar en 2006, pasaron ocho años para que su promoción se reúna y festeje el reencuentro. La casa elegida: la de Adriana Galetovic, el asistente inesperado: Eduardo, quien no pudo ignorar la presencia de Allyson. Y como dice él:
“el destino quiso que esa noche estuviera ahí, una noche que cambió mi futuro, porque conocí a la mujer de mi vida”.
La amistad que nació entre ambos, se fue consolidando mes a mes, hasta que el 3 de agosto del 2015 decidieron darle una oportunidad al amor y comenzaron su relación de pareja.
Eduardo estaba seguro que quería casarse con Allyson y eligió la fecha de su primer aniversario como novios para pedirle matrimonio. “Quería que sea especial, algo inolvidable”, dice con una amplia sonrisa que ilumina su rostro, sin duda, está enamorado.
Se puso manos a la obra, buscó ideas en YouTube y lo que más le atrajo fue hacerlo bailando. Contrató a la productora Reflex, quien eligió el elenco de Henry Suárez para acompañar al novio. Eduardo pasó clases de baile para aprender la coreografía de la canción “Andas en mi cabeza”, que Allyson le había dedicado meses antes.
Esa mañana de domingo, las hermanas de Eduardo llevaron de paseo a la joven por la Plaza Principal y la condujeron al pasaje ubicado a lado de la Catedral. Todo estaba preparado, con la complicidad inesperada de las monjitas de las Paulinas que abrieron las rejas de ese pasaje que permanece cerrado ese día y ocultaron a los padres y amigos de Eduardo y Allyson en una habitación hasta que escuchen la señal pactada.
Todo ocurrió tan rápido, el baile, la pedida de mano... una mezcla de emociones y sentimientos de ambos y de todos los presentes, que no pudieron contener las lágrimas y las sonrisas.
Una vez comprometidos, comenzaron a preparar detalle a detalle el día de su boda, querían que sea inolvidable para todos. Y lo lograron, hace un poco más de un mes, ambos intercambiaron sus votos matrimoniales en un hermoso jardín en el centro de eventos Ensueño en Tiquipaya.
Disfrutaron al máximo la compañía de sus invitados y bailaron casi toda la noche.
“Fue un día inolvidable”, recuerda Allyson al comentar que Eduardo lloró de emoción gran parte de la ceremonia.
A pocos minutos de terminar la entrevista, la joven pareja se agarra de las manos y con mucha alegría dice: “Ahora ya no somos dos. Estamos muy emocionados”.
Las parejas felices dicen: El “después” es tan o más importante
Cuando hay amor...
el sexo adquiere otra tónica
La importancia del placer físico entre dos personas que se aman es incuestionable.
Lo que realmente vale es aprender a diferenciar los breves intercambios de pasión entre dos cuerpos que se desean por el mero goce de la piel y la creación de puentes que fortalecen conexiones, mientras experimentan un estado de satisfacción permanente donde las mentes se empalman.
Las parejas que han logrado establecer esta diferencia y llevarla a la práctica con éxito tienen ciertos comportamientos que permiten afianzar aún más el amor luego del acto sexual.
Es interesante, ya que la mayoría de las parejas tiene en cuenta estos aspectos instintivamente: comparten caricias, se miran a los ojos y, en ocasiones, hablan, de temas que serían tabú si se tocaran en otro momento.
Estas señales, que nacen de hábitos silenciosamente adoptados, hacen la diferencia entre encuentros casuales y vínculos que cultivan el amor, lo que convierte al momento post-coital en uno de los preferidos por las parejas que se aman:
Ñ La piel dice más de lo que aparenta. En un ambiente donde predomina el amor y la confianza, el cómo somos tocados intensifica su cualidad positiva a partir del quién nos toca. Las parejas que se aman lo saben y por eso intercambian caricias y roces después del sexo, ya no con el objetivo de un nuevo encuentro sexual, sino con el fin de hacer que el otro sienta, piel con piel, la propia felicidad, gratitud y alegría.
Ñ El lenguaje de las miradas. Mirar directo a los ojos de quien amamos en una actitud franca y serena es, en cualquier contexto, una forma de navegar en sus sentimientos y manifestar los propios, a veces de manera tan inexplicablemente perfecta, que no hace falta pronunciar palabra alguna. Pero, hacerlo justo después de haber compartido el placer del cuerpo encierra cierta magia, pues la noción de desnudez parece trasladarse de la piel a la mirada y aquello resulta en un desnudo distinto, un desabrigo mental que no da frío.
Ñ Las conversaciones son mejores sobre sábanas. Para dos personas que se aman, las sábanas, lejos de perder importancia después del sexo, se convierten en el refugio perfecto para la confesión de secretos y emociones intensas que, a menudo, desbordan la capacidad de las palabras.
Más allá de los “Te amo” que suelen deslizarse por los bordes de la cama, el intercambio de ideas y pensamientos que se da justo después del encuentro sexual se desenvuelve sobre un hilo de emociones de tal magnitud que la pareja comúnmente se descubre develando sueños, miedos, angustias y esperanzas con una libertad absoluta. La plenitud que el sexo en soledad no alcanza, pero el amor sí conquista.
Si no le has sacado todo el provecho al “después de”, es hora de considerarlo seriamente. En el amor se valen tantas cosas como sea posible imaginar, siempre y cuando respetes tu integridad y la de tu pareja. La salud emocional abarca todos los aspectos de la relación afectiva y contempla a cada miembro de ella por separado y como una unión, sin lugar para exclusiones. Cuantas más herramientas tengas para vivir el amor a plenitud, menor será la distancia entre la felicidad y tú.
el sexo adquiere otra tónica
La importancia del placer físico entre dos personas que se aman es incuestionable.
Lo que realmente vale es aprender a diferenciar los breves intercambios de pasión entre dos cuerpos que se desean por el mero goce de la piel y la creación de puentes que fortalecen conexiones, mientras experimentan un estado de satisfacción permanente donde las mentes se empalman.
Las parejas que han logrado establecer esta diferencia y llevarla a la práctica con éxito tienen ciertos comportamientos que permiten afianzar aún más el amor luego del acto sexual.
Es interesante, ya que la mayoría de las parejas tiene en cuenta estos aspectos instintivamente: comparten caricias, se miran a los ojos y, en ocasiones, hablan, de temas que serían tabú si se tocaran en otro momento.
Estas señales, que nacen de hábitos silenciosamente adoptados, hacen la diferencia entre encuentros casuales y vínculos que cultivan el amor, lo que convierte al momento post-coital en uno de los preferidos por las parejas que se aman:
Ñ La piel dice más de lo que aparenta. En un ambiente donde predomina el amor y la confianza, el cómo somos tocados intensifica su cualidad positiva a partir del quién nos toca. Las parejas que se aman lo saben y por eso intercambian caricias y roces después del sexo, ya no con el objetivo de un nuevo encuentro sexual, sino con el fin de hacer que el otro sienta, piel con piel, la propia felicidad, gratitud y alegría.
Ñ El lenguaje de las miradas. Mirar directo a los ojos de quien amamos en una actitud franca y serena es, en cualquier contexto, una forma de navegar en sus sentimientos y manifestar los propios, a veces de manera tan inexplicablemente perfecta, que no hace falta pronunciar palabra alguna. Pero, hacerlo justo después de haber compartido el placer del cuerpo encierra cierta magia, pues la noción de desnudez parece trasladarse de la piel a la mirada y aquello resulta en un desnudo distinto, un desabrigo mental que no da frío.
Ñ Las conversaciones son mejores sobre sábanas. Para dos personas que se aman, las sábanas, lejos de perder importancia después del sexo, se convierten en el refugio perfecto para la confesión de secretos y emociones intensas que, a menudo, desbordan la capacidad de las palabras.
Más allá de los “Te amo” que suelen deslizarse por los bordes de la cama, el intercambio de ideas y pensamientos que se da justo después del encuentro sexual se desenvuelve sobre un hilo de emociones de tal magnitud que la pareja comúnmente se descubre develando sueños, miedos, angustias y esperanzas con una libertad absoluta. La plenitud que el sexo en soledad no alcanza, pero el amor sí conquista.
Si no le has sacado todo el provecho al “después de”, es hora de considerarlo seriamente. En el amor se valen tantas cosas como sea posible imaginar, siempre y cuando respetes tu integridad y la de tu pareja. La salud emocional abarca todos los aspectos de la relación afectiva y contempla a cada miembro de ella por separado y como una unión, sin lugar para exclusiones. Cuantas más herramientas tengas para vivir el amor a plenitud, menor será la distancia entre la felicidad y tú.
La falta de sexo produce estrés
Consecuencias del estrés mejorar la vida conyugal
Ampliamente se han demostrado los estragos que genera el estrés. No hay arista del cuerpo o de la mente que no se haya desfigurado con su toque y su presencia.
No es novedad que el agobio cotidiano y la vorágine en la que se sobrevive diariamente domina el apetito sexual.
Una reciente investigación alemana le agrega malestar a la trama ya que se asegura que la falta de sexo genera estrés.
Psicólogos de la Universidad germana de Gotinga han entrevistado a 31.868 hombres y mujeres.
El 36 por ciento de los varones y el 35 por ciento de las mujeres que mantienen relaciones íntimas se concentran en el campo laboral y en otras actividades para olvidar frustraciones y para ocupar sus vidas.
Más de la mitad de los encuestados afirmó que mantienen relaciones solamente una vez a la semana.
La realidad se convierte en un círculo vicioso del cual es complejo librarse ya que no tener sexo provoca estrés, pero no se tiene sexo a raíz de la tensión diaria.
“A menor cantidad de sexo, más ocupaciones. Más se llenan las agendas con actividades que imposibilitan el encuentro. Hombres y mujeres agotan sus energías en otras actividades y cuando llegan a sus hogares lo único que quieren es acostarse, sí, pero a dormir”, razona el sexólogo chileno Jaime Navarro Vargas.
“El síndrome del deseo sexual inhibido es un mal que se extiende en todo el mundo, porque se relaciona directa y casi únicamente con el estilo de vida que se lleva, que es inhumano y mortal. Dejando de lado los posibles problemas físicos que una persona pueda llegar a tener para no querer o no poder hacer el amor es inimaginable y lamentable lo que está pasando con personas absolutamente sanas que se abstienen de tener sexo por tener que cumplir con obligaciones que exigen toda la concentración”, continúa explicando el profesional.
De las ocho mil parejas encuestadas, de edades que oscilan entre los 21 y 45 años que fueron encuestadas, el 48 por ciento de las mujeres aseguraron que no mantienen relaciones sexuales ya que cuando llegan a sus hogares están cansadas, deben atender los quehaceres domésticos y lo único que pretenden es dormir.
Las cifras masculinas también resultaron sorprendentes, ya que el 43 por ciento de los interrogados manifestó que el deseo sexual solamente se mantiene alto en períodos de descanso, como las vacaciones y que durante el año están tan ocupados con las obligaciones, que no pueden ni quieren comprometerse afectivamente con nadie. Esta falta de interés resulta dañina y peligrosa, pero diseña y explica una tendencia mundial.
Algunas ventajas
Los especialistas coinciden en que cargarse de tensiones es malo para la salud, a corto y largo plazo.
“La gente no ve las ventajas del sexo, más allá de ser una manifestación carnal de amor, el sexo es terapéutico. Las personas descansan mejor después de haber tenido relaciones íntimas, se levantan con muy buen humor y encaran un día con la mente clara y el cuerpo despliega una luz y energía que se advierte a vista de cualquiera, pero lo más importante es que las personas que practican el sexo no se preocupan tanto por llenarse de obligaciones y no se someten al grado de estrés que manejan aquellos que tienen las agendas repletas de actividades que enferman”, explica el especialista.
“El contacto sexual, el tomarse de la mano o prodigarse un abrazo provoca que se genere menos riesgo de contraer enfermedades físicas y mentales”, dijo Navarro Vargas.
El entrevistado asegura que renunciar al costado más animal del ser humano es atentar contra la salud y dejar que se diluya la pasión y el estímulo en la pareja suelen ser negligencias caras de pagar.
Entonces, el primer paso para que esto no ocurra es aprender a liberar tensiones en la alcoba.
Ampliamente se han demostrado los estragos que genera el estrés. No hay arista del cuerpo o de la mente que no se haya desfigurado con su toque y su presencia.
No es novedad que el agobio cotidiano y la vorágine en la que se sobrevive diariamente domina el apetito sexual.
Una reciente investigación alemana le agrega malestar a la trama ya que se asegura que la falta de sexo genera estrés.
Psicólogos de la Universidad germana de Gotinga han entrevistado a 31.868 hombres y mujeres.
El 36 por ciento de los varones y el 35 por ciento de las mujeres que mantienen relaciones íntimas se concentran en el campo laboral y en otras actividades para olvidar frustraciones y para ocupar sus vidas.
Más de la mitad de los encuestados afirmó que mantienen relaciones solamente una vez a la semana.
La realidad se convierte en un círculo vicioso del cual es complejo librarse ya que no tener sexo provoca estrés, pero no se tiene sexo a raíz de la tensión diaria.
“A menor cantidad de sexo, más ocupaciones. Más se llenan las agendas con actividades que imposibilitan el encuentro. Hombres y mujeres agotan sus energías en otras actividades y cuando llegan a sus hogares lo único que quieren es acostarse, sí, pero a dormir”, razona el sexólogo chileno Jaime Navarro Vargas.
“El síndrome del deseo sexual inhibido es un mal que se extiende en todo el mundo, porque se relaciona directa y casi únicamente con el estilo de vida que se lleva, que es inhumano y mortal. Dejando de lado los posibles problemas físicos que una persona pueda llegar a tener para no querer o no poder hacer el amor es inimaginable y lamentable lo que está pasando con personas absolutamente sanas que se abstienen de tener sexo por tener que cumplir con obligaciones que exigen toda la concentración”, continúa explicando el profesional.
De las ocho mil parejas encuestadas, de edades que oscilan entre los 21 y 45 años que fueron encuestadas, el 48 por ciento de las mujeres aseguraron que no mantienen relaciones sexuales ya que cuando llegan a sus hogares están cansadas, deben atender los quehaceres domésticos y lo único que pretenden es dormir.
Las cifras masculinas también resultaron sorprendentes, ya que el 43 por ciento de los interrogados manifestó que el deseo sexual solamente se mantiene alto en períodos de descanso, como las vacaciones y que durante el año están tan ocupados con las obligaciones, que no pueden ni quieren comprometerse afectivamente con nadie. Esta falta de interés resulta dañina y peligrosa, pero diseña y explica una tendencia mundial.
Algunas ventajas
Los especialistas coinciden en que cargarse de tensiones es malo para la salud, a corto y largo plazo.
“La gente no ve las ventajas del sexo, más allá de ser una manifestación carnal de amor, el sexo es terapéutico. Las personas descansan mejor después de haber tenido relaciones íntimas, se levantan con muy buen humor y encaran un día con la mente clara y el cuerpo despliega una luz y energía que se advierte a vista de cualquiera, pero lo más importante es que las personas que practican el sexo no se preocupan tanto por llenarse de obligaciones y no se someten al grado de estrés que manejan aquellos que tienen las agendas repletas de actividades que enferman”, explica el especialista.
“El contacto sexual, el tomarse de la mano o prodigarse un abrazo provoca que se genere menos riesgo de contraer enfermedades físicas y mentales”, dijo Navarro Vargas.
El entrevistado asegura que renunciar al costado más animal del ser humano es atentar contra la salud y dejar que se diluya la pasión y el estímulo en la pareja suelen ser negligencias caras de pagar.
Entonces, el primer paso para que esto no ocurra es aprender a liberar tensiones en la alcoba.
Ghosting: esfumarse, en vez de terminar la relación
MODOS DE ACTUAR SENTIMIENTOS DESVALORIZADOS
¿Un día no te llamó más? ¿Hace varios días no responde tus mensajes? Podrías ser víctima del ´ghosting´, una forma de terminar con la pareja.
Julia no lo puede creer. Tuvo una relación de casi un año con un hombre que parecía ser el gran amor de su vida. De repente, todo comenzó a cambiar, dice ella que “de un día para otro”. Lo cierto es que ese hombre en el que tenía puestas todas sus expectativas de pareja desapareció sin decir “esta boca es mía”.
Ella todavía no sabe si esto fue una manera de terminar la relación, o simplemente de tomar distancia temporalmente. La situación es confusa para ella. Lo llamó y le escribió varios mensajes, pero él no respondió. No sabe si intentarlo de nuevo. A veces piensa que puede estar pasando por algún problema y por eso no aparece.
En otras ocasiones cree que sencillamente no tuvo el valor para terminar con ella cara a cara y por eso desapareció y ahora la evade.
¿Te suena familiar esa situación? Julia es un personaje ficticio, pero, de seguro, todos hemos conocido alguna Julia o hemos sido ella misma en alguna ocasión. Y es que desaparecer de la relación, en lugar de terminarla directamente, se convirtió en una práctica frecuente. Tan común es que ya le pusieron un nombre: “Ghosting”, o convertirse en fantasma de la noche a la mañana. ¿Por qué ocurre esto?
Desaparecer, ¿una forma de terminar o de perpetuar?
Se supone que entre dos adultos esto no debería pasar. Cuando comienza una relación de pareja, ambos asumen que esta continúa hasta que alguno de los dos quiera terminar. Lo razonable es que en ese momento quede marcado en el tiempo mediante una comunicación abierta, para que el otro entienda que el vínculo acabó y que ya cada uno es libre para gestionar su vida sentimental con total independencia.
Todos sabemos que terminar una relación rara vez es fácil. Ambos suelen salir lastimados, pero un poco más, generalmente, el que no toma la decisión o no la manifiesta, “el dejado” o “la dejada”. Sin embargo, por desagradable que sea ese momento se entiende que lo mínimo que se puede hacer es comunicarle al otro que el vínculo se ha roto.
Esto, que parece tan obvio, no es claro para muchos adultos. Estos se alejan y con su alejamiento pretenden que el otro entienda que es una forma de ponerle punto final a la relación. Además para ellos es muy cómodo, ya que evita las explicaciones, las escenas y los malos ratos.
El problema está en que esta situación, por sí misma, encierra una paradoja. Al no terminar directamente, sino elegir desaparecer, este “desaparecido” también perpetúa, de una manera u otra, el vínculo con su ex.
Y lo perpetúa porque el afectado tendrá algún grado de incertidumbre, que durante algún tiempo no le permitirá cerrar el tema. El “desaparecido” finge que no lo sabe, pero vaya que sí lo sabe. Sin embargo, lo suyo es cerrar una puerta y abrir una ventana: manipular para manejar más fácilmente su propio duelo.
No terminar las relaciones complica el duelo
Por duro que sea, siempre es más sano terminar una relación directamente que dejarla en suspenso y así abrir paso a todo tipo de interpretaciones y conjeturas. Cuando sabes que perdiste a alguien, quieras o no, comienza el proceso para asumirlo. Eso implica sufrir la pérdida, llorarla y buscar una manera de reorganizar el mundo emocional.
Si la relación ha sido intrascendente, desaparecer puede ser una conclusión obvia y digerible. Pero si en la pareja han existido sentimientos intensos, planes conjuntos, expectativas formadas, la situación se torna mucho más complicada. En estos casos, desaparecer equivale a abandonar en el sentido estricto del término. Y para quien es abandonado, implica un duelo impreciso, que no estará exento de esperanzas fallidas y rabia por haber sido ignorado como parte activa de la relación.
Las personas “desaparecen” porque no tienen la claridad o la fortaleza psicológica para terminar y saben que están haciendo daño. Pero no les importa. Resuelven el tema causándole una gran herida al otro, pues esto les otorga cierto poder sobre la situación.
Los protege a ellos mismos de sufrir su duelo, porque más bien deciden ignorarlo y seguir adelante. Aparentemente. En el fondo, también se causan daño a sí mismos.
El “Ghosting” es una práctica propia de personas egoístas e inmaduras, que se sienten inferiores a las circunstancias. No confían en sus propios recursos y probablemente también han sido abandonadas en el pasado, por eso no quieren darle la cara a un duelo. Sin embargo, al pasar por encima de los sentimientos del otro faltan sobre todo a la honestidad consigo mismos. Y esto, más temprano que tarde, minará también sus relaciones posteriores.
¿Un día no te llamó más? ¿Hace varios días no responde tus mensajes? Podrías ser víctima del ´ghosting´, una forma de terminar con la pareja.
Julia no lo puede creer. Tuvo una relación de casi un año con un hombre que parecía ser el gran amor de su vida. De repente, todo comenzó a cambiar, dice ella que “de un día para otro”. Lo cierto es que ese hombre en el que tenía puestas todas sus expectativas de pareja desapareció sin decir “esta boca es mía”.
Ella todavía no sabe si esto fue una manera de terminar la relación, o simplemente de tomar distancia temporalmente. La situación es confusa para ella. Lo llamó y le escribió varios mensajes, pero él no respondió. No sabe si intentarlo de nuevo. A veces piensa que puede estar pasando por algún problema y por eso no aparece.
En otras ocasiones cree que sencillamente no tuvo el valor para terminar con ella cara a cara y por eso desapareció y ahora la evade.
¿Te suena familiar esa situación? Julia es un personaje ficticio, pero, de seguro, todos hemos conocido alguna Julia o hemos sido ella misma en alguna ocasión. Y es que desaparecer de la relación, en lugar de terminarla directamente, se convirtió en una práctica frecuente. Tan común es que ya le pusieron un nombre: “Ghosting”, o convertirse en fantasma de la noche a la mañana. ¿Por qué ocurre esto?
Desaparecer, ¿una forma de terminar o de perpetuar?
Se supone que entre dos adultos esto no debería pasar. Cuando comienza una relación de pareja, ambos asumen que esta continúa hasta que alguno de los dos quiera terminar. Lo razonable es que en ese momento quede marcado en el tiempo mediante una comunicación abierta, para que el otro entienda que el vínculo acabó y que ya cada uno es libre para gestionar su vida sentimental con total independencia.
Todos sabemos que terminar una relación rara vez es fácil. Ambos suelen salir lastimados, pero un poco más, generalmente, el que no toma la decisión o no la manifiesta, “el dejado” o “la dejada”. Sin embargo, por desagradable que sea ese momento se entiende que lo mínimo que se puede hacer es comunicarle al otro que el vínculo se ha roto.
Esto, que parece tan obvio, no es claro para muchos adultos. Estos se alejan y con su alejamiento pretenden que el otro entienda que es una forma de ponerle punto final a la relación. Además para ellos es muy cómodo, ya que evita las explicaciones, las escenas y los malos ratos.
El problema está en que esta situación, por sí misma, encierra una paradoja. Al no terminar directamente, sino elegir desaparecer, este “desaparecido” también perpetúa, de una manera u otra, el vínculo con su ex.
Y lo perpetúa porque el afectado tendrá algún grado de incertidumbre, que durante algún tiempo no le permitirá cerrar el tema. El “desaparecido” finge que no lo sabe, pero vaya que sí lo sabe. Sin embargo, lo suyo es cerrar una puerta y abrir una ventana: manipular para manejar más fácilmente su propio duelo.
No terminar las relaciones complica el duelo
Por duro que sea, siempre es más sano terminar una relación directamente que dejarla en suspenso y así abrir paso a todo tipo de interpretaciones y conjeturas. Cuando sabes que perdiste a alguien, quieras o no, comienza el proceso para asumirlo. Eso implica sufrir la pérdida, llorarla y buscar una manera de reorganizar el mundo emocional.
Si la relación ha sido intrascendente, desaparecer puede ser una conclusión obvia y digerible. Pero si en la pareja han existido sentimientos intensos, planes conjuntos, expectativas formadas, la situación se torna mucho más complicada. En estos casos, desaparecer equivale a abandonar en el sentido estricto del término. Y para quien es abandonado, implica un duelo impreciso, que no estará exento de esperanzas fallidas y rabia por haber sido ignorado como parte activa de la relación.
Las personas “desaparecen” porque no tienen la claridad o la fortaleza psicológica para terminar y saben que están haciendo daño. Pero no les importa. Resuelven el tema causándole una gran herida al otro, pues esto les otorga cierto poder sobre la situación.
Los protege a ellos mismos de sufrir su duelo, porque más bien deciden ignorarlo y seguir adelante. Aparentemente. En el fondo, también se causan daño a sí mismos.
El “Ghosting” es una práctica propia de personas egoístas e inmaduras, que se sienten inferiores a las circunstancias. No confían en sus propios recursos y probablemente también han sido abandonadas en el pasado, por eso no quieren darle la cara a un duelo. Sin embargo, al pasar por encima de los sentimientos del otro faltan sobre todo a la honestidad consigo mismos. Y esto, más temprano que tarde, minará también sus relaciones posteriores.
viernes, 7 de abril de 2017
El éxito de las relaciones a distancia
En la situación actual de desplazamientos de trabajo o estudios, nos vemos obligados cada vez más a recurrir a una relación de pareja a distancia, al menos de manera temporal.
La buena noticia es que en un mundo en mayor medida globalizado y con importantes avances en el campo de la tecnología, los transportes y las comunicaciones, es más fácil llevar una relación a distancia.
El roaming y las vídeollamadas por Skype y otras plataformas de Internet, aunque, evidentemente, no suplen muchas necesidades de afecto, son una buena alternativa para no perder el contacto y la complicidad.
No todo el mundo está preparado
La distancia es un factor muy importante, pero no siempre tiene que ver con el fracaso: “Hay parejas que saben llevar bien esa distancia y sacar lo necesario para mantener una convivencia, aunque no tan estrecha como antes”, afirma Sergio García, profesional del Colegio de Psicólogos de Madrid.
Es el caso de Alba, que a sus 26 años ya ha vivido dos relaciones a distancia. La primera, entre Madrid y California, duró cuatro años; una experiencia que, afirma, le parece ahora una locura: “No todo el mundo está preparado para ello, hay que tener unos objetivos claros, un plan y ser fuerte”, explica Alba, que ahora mantiene una nueva relación Madrid-Soria.
A su juicio, sin la tecnología actual sería imposible conservar el vínculo: “La tecnología llega hasta cierto punto y durante un tiempo determinado, pero no es algo que se pueda mantener de manera permanente. Esa falta de contacto se suple durante un periodo determinado, pero sabes que esa situación va a tener un fin”, destaca Alba.
Max también ha vivido una historia de amor entre Madrid y Murcia. Para él, lo más importante es saber a dónde va ese proyecto en común, no agobiarse por el futuro y disfrutar el presente: “No tiene por qué ser la relación de tu vida”, afirma.
Rocío vive en Madrid y su pareja en Málaga. Para ella, es muy importante el interés mutuo: “En el momento en el que notas que das más que la otra persona, ahí empiezan los problemas”, señala.
Los tres coinciden en que no todos somos iguales y, por ello, no todos estamos preparados para tener una relación de pareja a distancia.
Aspectos positivos
Este tipo de relaciones se perciben socialmente como una sentencia para la pareja, que está condenada al fracaso. Esto provoca miedo y frustración, pero, aunque a priori parezca lo contrario, también puede resultar beneficioso para la convivencia.
“Cada uno va a tener su espacio individual, no se va a sentir colapsado o invadido por el otro y este es uno de los factores que en ocasiones destruye las relaciones porque sienten que, de alguna manera, han perdido su individualidad y ya no pueden hacer lo mismo que hacían antes”, explica Sergio García.
Con una llamada diaria y visitas cada cierto tiempo, las dos personas mantienen su complicidad, al tiempo que llevan una vida totalmente independiente, por lo que siempre tendrán algo nuevo que contarse.
De acuerdo con este experto en Psicología, la pareja se esfuerza más en cuidar la comunicación porque “es como si nos hubiesen puesto un muro que hay que romper y eso hay que trabajarlo día a día”, expresa.
Alba también destaca algunos aspectos positivos, como “demostrar que eres capaz de mantener esa relación con la persona que quieres y por la que estás luchando”, aunque opina que tiene más puntos negativos que positivos.
Para Max y Rocío, la pareja a distancia es una oportunidad ideal para dedicar tiempo a uno mismo.
“También es importante aceptar que cuando la pareja se establece finalmente en una misma ciudad, puede que la convivencia después no funcione”, advierte Max.
La distancia tiene que ver con el afecto
“Nos han enseñado que hay un periodo de noviazgo en el cual cada uno vive separado y que el fin es unirse y tener una convivencia. Cuando de repente esto salta por los aires porque hay una relación a distancia, tenemos que olvidarnos de todo lo aprendido”, sostiene el psicólogo.
La comunicación debe ser lo prioritario y para ello recomienda no perder ese “feeling” con el compañero o compañera sentimental para poder seguir dentro de ese proyecto en común, compartiendo ciertas aficiones que hacen que la relación sea factible.
La distancia también puede ser un buen pretexto social para terminar una relación porque todas las personas de alrededor van a entender esa ruptura, incluso algunas la veían venir.
“No es la distancia en kilómetros -aunque también puede ser una cuestión a tener en cuenta- es la distancia afectiva, cuando la otra persona ya no me entiende y de repente tiene unas aficiones o un proyecto común diferente al mío”, declara Sergio García.
Algunas pautas para lograrlo
Según un estudio de 2013 publicado en el Journal of Communication, la gente que mantiene relaciones a larga distancia son más propensos a compartir pensamientos y sentimientos significativos con sus parejas que aquellos que no lo son. Aparentemente, esas personas tienden a idealizar los comportamientos de sus parejas, lo que conduce a un mayor sentido de intimidad. Pero lo cierto es que estar separado definitivamente es difícil, incluso para las parejas con un vínculo fuerte. Por tanto si es tu caso, podrías seguir algunos de los consejos que personas familiarizadas con las relaciones de larga distancia han compartido con Huffington Post en su artículo “Lo que toda persona en una relación de larga distancia”. A continuación algunas de las pautas.
Establezcan algunas reglas básicas sobre cuándo se verán. Es importante tener algunas fechas fijas que saben que podrán verse. Esto los mantendrá motivados mientras están separados.
Establezcan reglas básicas de la relación misma. Para no tener sorpresas o sufrir decepciones, lo mejor es dejar bien claro cuáles son las normas y reglas, y qué está permitido y qué no. Hay algunas parejas más abiertas que acceden a tener otras citas, pero para otras es devastador. Deben estar de acuerdo en cómo llevar la relación.
Llamen o escriban durante el día. En otras palabras, no esperes a hacerlo todo en una llamada telefónica al final del día cuando estás cansado. Haz a tu pareja parte de tu vida diaria.”
No olviden programar las llamadas por Skype. Para mantener una relación fuerte, necesitas hablar por teléfono, pero preferiblemente algo como Skype, y tan a menudo como puedas, ya que el contacto visual es fundamental porque el físico es imposible por la distancia.
No te preocupes si los reencuentros no son perfectos. Si alguno de los encuentros, no todo sale como esperabas, no te desanimes, pero eso sí intenten verse nuevamente lo antes posible.
lunes, 3 de abril de 2017
La infidelidad es natural
En los últimos años el matrimonio ha sufrido cambios nunca antes imaginados. Hoy se desposan parejas del mismo sexo, hay divorcios, matrimonios sin hijos, e incluso la gente puede casarse tarde o nunca hacerlo, sin que nadie se queje por ello. Pero la infidelidad sigue siendo una zona prohibida y la sociedad vilipendia a quienes osan llegar allá.
Según una encuesta del Pew Research Center en 40 países, este comportamiento produjo más rechazo que cualquier otro en el mundo en ambos sexos y en todas las edades. Pero la sexóloga Esther Perel está tratando de despojar el concepto de su ropaje moral, para que dañe menos a la pareja.
Esta psicoterapeuta belga de 58 años, residente en Nueva York, ha cobrado notoriedad por su libro Mating in Captivity pero sobre todo por sus charlas TED, vistas más de 15 millones de veces, sobre los retos de las relaciones largas para mantener viva la pasión y alejarse de las tentaciones de la infidelidad. Pese a que la brecha entre hombres y mujeres infieles se ha ido acortando, el tema aún es espinoso. "Sigue siendo tabú y universalmente condenado, pero también es universalmente practicado".
Sobra decir que la sociedad es hipócrita. En Estados Unidos, donde no hay tolerancia frente a la infidelidad, no son menos infieles. "Simplemente sienten más culpa que los franceses", dice. Perel recomienda no verlo como una patología o un problema moral, sino como un comportamiento propio de la naturaleza humana. "La infidelidad siempre ha sido dolorosa, pero hoy es traumática", dice. Esas quejas que se escuchan entre sus víctimas ("mi vida es una mentira", "ya no sé qué creer") son para ella una construcción reciente.
Perel considera que la mayoría de las personas que caen en la infidelidad no lo hacen porque estén insatisfechas con su pareja. Explica además que a veces no es por el sexo, sino por "recapturar esa sensación de estar vivos con otra persona". En otras palabras es vivir con otro el juego, la curiosidad y la picardía que el tiempo y la convivencia le roban a la relación. Por eso considera que la mayoría de veces los infieles no están buscando a otra persona, sino a su "otro yo" que se diluyó en esa larga relación.
Asimismo, pocos han entendido que el amor y el deseo no son lo mismo y no siempre van sincronizados. La antropóloga Helen Fisher en su libro Why We Love encontró que el cerebro tiene circuitos diferentes para el amor profundo, el amor romántico y la pasión por lo cual es perfectamente posible querer a alguien y desear a otro. Aún más, es posible querer a dos personas al mismo tiempo.
Perel considera que no hay víctimas en un affaire, y en lugar de castigar al infiel por su falta de control ella pregunta qué estaba buscando. "El engaño viene en muchas presentaciones. Es el caso de aquel que rechaza a su pareja por décadas y luego ella la engaña con otra persona. ¿Quién es la víctima? No siempre es el infiel", señala la experta.
Y aunque Perel no busca promover la infidelidad, piensa que no siempre una aventura es sinónimo de que algo anda mal en la relación. Las parejas sencillamente deben tener en cuenta cuando se casan que solo porque le han jurado por siempre fidelidad al otro no estarán protegidas del tema. Cuando dan el sí "el deseo no se desaparece de su sistema", dice Perel.
Según una encuesta del Pew Research Center en 40 países, este comportamiento produjo más rechazo que cualquier otro en el mundo en ambos sexos y en todas las edades. Pero la sexóloga Esther Perel está tratando de despojar el concepto de su ropaje moral, para que dañe menos a la pareja.
Esta psicoterapeuta belga de 58 años, residente en Nueva York, ha cobrado notoriedad por su libro Mating in Captivity pero sobre todo por sus charlas TED, vistas más de 15 millones de veces, sobre los retos de las relaciones largas para mantener viva la pasión y alejarse de las tentaciones de la infidelidad. Pese a que la brecha entre hombres y mujeres infieles se ha ido acortando, el tema aún es espinoso. "Sigue siendo tabú y universalmente condenado, pero también es universalmente practicado".
Sobra decir que la sociedad es hipócrita. En Estados Unidos, donde no hay tolerancia frente a la infidelidad, no son menos infieles. "Simplemente sienten más culpa que los franceses", dice. Perel recomienda no verlo como una patología o un problema moral, sino como un comportamiento propio de la naturaleza humana. "La infidelidad siempre ha sido dolorosa, pero hoy es traumática", dice. Esas quejas que se escuchan entre sus víctimas ("mi vida es una mentira", "ya no sé qué creer") son para ella una construcción reciente.
Perel considera que la mayoría de las personas que caen en la infidelidad no lo hacen porque estén insatisfechas con su pareja. Explica además que a veces no es por el sexo, sino por "recapturar esa sensación de estar vivos con otra persona". En otras palabras es vivir con otro el juego, la curiosidad y la picardía que el tiempo y la convivencia le roban a la relación. Por eso considera que la mayoría de veces los infieles no están buscando a otra persona, sino a su "otro yo" que se diluyó en esa larga relación.
Asimismo, pocos han entendido que el amor y el deseo no son lo mismo y no siempre van sincronizados. La antropóloga Helen Fisher en su libro Why We Love encontró que el cerebro tiene circuitos diferentes para el amor profundo, el amor romántico y la pasión por lo cual es perfectamente posible querer a alguien y desear a otro. Aún más, es posible querer a dos personas al mismo tiempo.
Perel considera que no hay víctimas en un affaire, y en lugar de castigar al infiel por su falta de control ella pregunta qué estaba buscando. "El engaño viene en muchas presentaciones. Es el caso de aquel que rechaza a su pareja por décadas y luego ella la engaña con otra persona. ¿Quién es la víctima? No siempre es el infiel", señala la experta.
Y aunque Perel no busca promover la infidelidad, piensa que no siempre una aventura es sinónimo de que algo anda mal en la relación. Las parejas sencillamente deben tener en cuenta cuando se casan que solo porque le han jurado por siempre fidelidad al otro no estarán protegidas del tema. Cuando dan el sí "el deseo no se desaparece de su sistema", dice Perel.
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