sábado, 20 de enero de 2018

¿Mienten igual hombres y mujeres en una relación?

La confianza es básica en toda relación; sin embargo, hay veces en las que tanto hombres como mujeres caemos en las mentiras. La pregunta es ¿lo hacemos por las mismas razones?

GetSafe hizo un estudio y para ello, encuestó a mil americanos sobre tener secretos en una relación.

El 83,2% de los participantes, aseguraron que está bien mentir en algún momento de la vida, mientras que tres de cada cuatro encuestados (74,4%) estuvieron de acuerdo en que "algunas veces es apropiado" decir una mentira piadosa.

Lo que más ocultan los hombres y mujeres a sus parejas son temas relacionados a la infidelidad, sexo, dinero, coches o drogas.

Además, el estudio develó que existe una gran diferencia entre las razones que llevan a un hombre y a una mujer a mentir.

Los hombres tienden a mentir porque les beneficia a ellos, principalmente. Mientras tanto, las mujeres son más propensas a guardar un secreto para salvaguardar la integridad de alguien más.

Así pues, las mentiras de los hombres tienden a estar centradas en ellos mismos, por ejemplo, cuando tu novio te dice que saldrá con sus amigos, justo el día que tenían planeada una cena con personas que no le agradan del todo.

Las mujeres, en cambio, suelen mentir en beneficio de una tercera persona. Por ejemplo, las novias que NO se atreven a decirle a sus novios lo mal que les queda esa camisa para NO hacerlo sentir mal.

“No puedo dejar de Stalkearlo”

En los tiempos que corre la información que tenemos del otro cada vez es mayor, vivimos permanentemente comunicados y enterados acerca de lo que hacen nuestros amigos, nuestros familiares, compañeros de trabajo, etc. Todos sabemos de todos, como una especie de pacto implícito entre quienes aceptamos participar en las redes sociales. Hasta acá, no dijimos ninguna novedad, pero es cierto que el tema empieza a tomar profundidad cuando la vida virtual comienza a repercutir en la vida real.

Esto sucede muchas veces cuando estamos en pareja, porque con tantas herramientas de comunicación a nuestra disposición, no es nada raro que resulte más que tentador seguir el minuto a minuto de la persona que amamos, y si bien no hay nada de malo en que ambos nos tengamos en las redes sociales, el problema está cuando permanentemente necesitamos saber lo que hace el otro, cuando nos convertimos en espías de su mundo virtual , cuando pasamos a hacer el “stalker” oficial de todas sus cuentas online.

¿QUÉ ES STALKEAR?

El famoso término “stalkear”, que tanto auge va teniendo en la actualidad con la gran cantidad de aplicaciones virtuales que van surgiendo, proviene del inglés, más precisamente del verbo “to stalk” y significa espiar, perseguir o acosar. Por lo tanto, se dice que “stalkeamos” a alguien cuando constantemente le hacemos un seguimiento de toda su actividad en las redes sociales. Si esto se desarrolla dentro de una pareja, los conflictos no tardan en llegar, dado que el control absoluto sobre el otro, genera una tensión que deja sin aire a cualquier tipo de vínculo. Va más allá de los celos, porque hasta cosas simples como verlo “online” y que no nos salude puede desatar la tercera guerra mundial dentro de nuestra relación.

Vivir pendiente de la vida online de la persona que amamos, llega a transformarse en un obstáculo que impide que la relación se abra paso naturalmente, no porque se convierta precisamente en una obsesión, que sin duda lo puede llegar a ser, sino porque nadie puede encontrarse cómodo dentro de un vínculo en que más que amado se siente vigilado. No poder parar de stalkear a nuestra pareja, nos convierte en un “panóptico humano” en una especie de “ojo de gran hermano” que para funcionar bien necesita saber cada paso virtual que hace el otro.

Para no caer en esta situación es fundamental no alimentar la creencia de que cuanto más sepamos de la otra persona, más a salvo va a estar nuestra relación. Por lo tanto, es importante tener en cuanta:

-La sobreinformación no garantiza más amor. Saber todo sobre el otro no significa que nuestro amor crezca o que nuestra relación esté más segura, al contrario, no existe nada más nocivo para un vínculo que quienes lo integran no puedan sentirse libres.

-No dejar que nuestra pareja se contamine del universo “online”. Cuando constantemente entramos en discusiones por lo que espiamos virtualmente del otro, ya sea porque no nos respondió cuando queríamos, porque no estamos de acuerdo con quienes agrego a sus contactos o porque no nos likeo algo que subimos, etc ; vamos de a poco llevando a la pareja al conflicto permanente, desgastando no sólo a nuestra relación, sino también a nosotros mismos.

-Poner un foco excesivo en lo virtual provoca que descuidemos lo real. Nuestra pareja va más allá de las redes, nuestro amor no es virtual, pero si nuestra mirada no puede concentrarse en eso, empezamos gradualmente a descuidar aspectos esenciales de la relación, como son la confianza mutua y el respeto por la libertad del otro.

-La necesidad de control genera estrés permanente. Nadie puede ser feliz si necesita constantemente estar pendiente de los pasos que hace el otro, se genera un grado de dependencia que nada tiene que ver con el amor. Debemos ser conscientes de esto para saber que ninguna relación es sana cuando hay una invasión extrema de la privacidad de quienes la conforman.

Stalkear a la persona que amamos no va a generar que el vínculo se vuelva más fuerte o que nos sintamos más seguros, al contrario, nada genera más conflictos que la sobreinformación indiscriminada que nos abruma desde lo virtual, y mucho más cuando nos volvemos dependientes de la misma. Por eso, es importante tener presente que si constantemente espiamos a nuestra pareja en sus redes sociales para tener un control sobre lo que hace o deja de hacer, vamos a atentar contra la confianza necesaria que debe existir entre los dos, porque como se suele decir, amar no es lograr tener todo el control sobre la relación, sino que es no necesitar tenerlo.

Video Perdida del Apetito SExual

domingo, 7 de enero de 2018

Los celos en las relaciones nunca son buenos pero menos aún cuando los celos son hacia familiares de tu pareja

Cuando uno se enamora es normal que los sentimientos que tenga hacia esa persona sean más intensos que los que suele tener con el resto de familiares, amigos o conocidos. Por eso, es probable que muchos sentimientos se vean a veces exaltados y que la persona enamorada pueda llegar a sufrir celos o a tener envidias de gente que quizás no debería tenerlos o que los motivos no son lo suficientemente infundados como para que esta envidia sea justificada.

Sea como sea, probablemente tu novio o marido tenga a muchas personas en su vida a quienes también quiere, pero de un modo diferente a ti. Así pues, hay muchas posibilidades de que tu marido o pareja tenga una buena relación con la mujer o la novia de su hermano o de tu hermano, como también podría ser posible, al igual que es probable que tú también tengas una buena relación con tus cuñados, suegros o el resto de la familia política.

Por lo tanto, deberás saber que algunos comportamientos cordiales o el tener una buena relación con los cuñados o las cuñadas y el resto de familia política es beneficioso para vuestro matrimonio o para vuestra unión, por lo que deberás discernir entre aquellos celos que son infundados y reales, entre la envidia que puedas llegar a tener de tu cuñada, que probablemente pueda llegar a dañar la relación sentimental que puedas llegar a tener con tu pareja o bien, incluso, a la relación que tengas con tus cuñadas y tus cuñados.

Descubre qué puedes hacer si tienes envidia o celos de tu cuñada, para poder dejar de sentirte de esta manera y poder disfrutar de tu relación o matrimonio, lejos de estos malos sentimientos y puedas vivir también más feliz.



MI PAREJA LE PRESTA MUCHA ATENCIÓN A SU HERMANA

En el caso de que tu cuñada sea la hermana de tu pareja, deberás comprender que la relación que tienen es muy diferente a la que tu novio o marido puede tener contigo. Si tienes buena relación con tus hermanos podrás comprender que el vínculo que existe entre ambos es muy especial, por lo que es normal que tengan bromas compartidas y que a veces puedan comunicarse con tan solo mirarse.

Por eso, no deberás intentar entrometerte en esta relación ni sentir envidia de tu cuñada. Piensa que tu marido o pareja quiere a su hermana de una manera muy diferente de la que te quiere a ti, pero sabe que su hermana estará allí siempre, por lo que no sería conveniente que le hicieses escoger entre vosotros dos, ya que la familia es, para muchos, lo más importante.

Una buena manera de dejar de tener envidia de tu cuñada, además de ser consciente de que tu pareja te ama a ti y el aprecio que tiene por su hermana es muy distinto, será intentar conocer a tu cuñada un poco mejor. Así podrás saber por qué tú marido o novio la tiene en tan gran estima y probablemente tú también llegues a sentir un gran aprecio por ella, lo que te ayudará a eliminar todo aquel sentimiento de envidia o celos que puedas llegar a sufrir.

Extraño la soltería

Este no es un tema simple de analizar, principalmente porque tiene muchas aristas. Por un lado, es verdad que hay veces que la vida en pareja se transforma en una rutina monótona, en la cual todo nos empieza a parecer que siempre es lo mismo.

Hasta acá no dijimos ninguna novedad, pero es importante aclararlo para poder diferenciar que no todas las parejas reaccionan igual frente a esta situación, dado que hay relaciones que rápidamente se ocupan de no caer en el aburrimiento, mientras que hay otras que dejan que llegue a su punto máximo. Por otro lado, si ante la rutina empezamos a añorar la libertad de la soltería, es importante también analizar qué es lo que realmente extrañamos de la misma, porque no es lo mismo querer ser libre de horarios y no rendirle cuentas a nadie, a extrañar la posibilidad de estar con otras personas.

A todo esto nos referíamos cuando mencionábamos la gran cantidad de aristas que tiene este tema, por lo cual se hace sumamente difícil igualar todas las situaciones, pero lo que si es cierto y es fundamental resaltar que cuando empezamos a extrañar nuestra vida de solteros, es una señal clave de que la dinámica que estamos llevando adelante como pareja ya no nos está llenando.

SI EXTRAÑAS LA SOLTERÍA

Puede pasarnos de vez en cuando extrañar aspectos de nuestra soltería, pero el conflicto aparece cuando empezamos a percibir a la vida de pareja como una rutina difícil de sobrellevar. Si consideramos que seriamos más felices estando solos que en pareja, y no hacemos nada al respecto, se empieza a crear una tensión, que tarde o temprano, va atentar contra la relación que intentamos sostener. Por lo tanto, si bien sabemos que se trata de un tema de pareja, también es sumamente personal, porque nadie más que nosotras se puede ocupar de saber lo que nos hace felices. Cuando nos genera un esfuerzo mantener una relación de pareja va en contra de su sentido esencial, porque elegir estar al lado de alguien nunca debe ser un sacrificio, sino una elección en pos de nuestro bienestar.

Cuando el peso de extrañar la soltería empieza a repercutir en nuestro vínculo con el otro, es importante:

- No ignorar lo que nos pasa. Trabajar lo que sentimos, para saber qué es lo que realmente queremos. Esto va a ser un disparador para poder elaborar y tomar decisiones. Si la idea de estar solteros nos hace más felices que estar en pareja, todo tipo de rutina de a dos va a ser difícil de llevar adelante. Intentar sostener lo insostenible, genera más estrés que elaborar cambios.

- Distinguir qué cambiaríamos en nuestra dinámica de pareja para sentirnos a gusto. Si ambos estamos enamorados, y sentimos que lo que a veces nos ahoga es la rutina, juntos debemos pensar con qué recursos contamos para poder reactivarla. A veces no es la soltería en si lo que extrañamos, sino la sensación de hacer algo distinto.

- Reflexionar si queremos apostar a la relación de pareja que tenemos. Poder pensar si extrañamos la soltería, no porque se nos hace difícil la vida de a dos, sino porque la persona que tenemos al lado ya no es con la que queremos compartir todo lo que implica esa elección.

- Hacer hincapié en nuestra idea de libertad. Estar en pareja no nos debe hacer sentir menos libres, al contrario es importante sentir que tenemos toda la libertad del mundo para elegirnos mutuamente todas las veces que sea necesario. Un vínculo que no nos haga sentir libres nunca nos va lograr unir, sino que simplemente nos va a atar.

¿ESTAR EN PAREJA O ESTAR SOLTERA?

Estar en pareja es elegir construir un proyecto de a dos, si esa decisión se convierte en un peso, la tensión que se empieza a gestar se transforma en un conflicto latente. Si lo que extrañamos de la soltería son aspectos que podemos modificar en nuestra relación de pareja, juntos debemos elaborarlos para crear una nueva dinámica que nos salve de la rutina, pero cuando lo que añoramos es estar solos para poder estar con otras personas, es en vano prolongar una situación que ya no nos hace sentir plenos. Tener en claro esto es fundamental para poder ser felices con nuestras decisiones y lograr estar en concordancia con las emociones que tenemos.

Cuando se trata de lo que deseamos para nuestra vida, la respuesta no puede venir nunca desde afuera, sino de lo que nosotros sentimos, porque como se suele decir: si nuestra propia felicidad no la encontramos en nosotros mismos, difícilmente la hallemos en otro lugar.