viernes, 20 de enero de 2017

Barack y Michelle ¡qué envidia de amor!



El amor de los Obama, ¿quién no lo envidia? Esta pareja respira admiración y pasión en su matrimonio. A lo largo de sus ochos años en la Casa Blanca, Barack y Michelle Obama han dejado claro que se quieren, que se aman, ni las vicisitudes políticas han podido con ellos.

No son pocas las muestras de amor que se han prodigado en público y también en privado, aunque esos momentos, quizá más íntimos, han sido notorios gracias a sus perfiles sociales, unos instantes que reflejan un amor enrocado.

Pero como en otras bonitas historias de amor, los celos también están presentes e incluso juegan malas pasadas. Y eso fue lo que le ocurrió a

Michelle Obama durante el funeral de Nelson Mandela en Johannesburg (Sudáfrica), cuando su esposo se hacía un selfie con la primera ministra de Dinamarca, Thorning Schmidt.

Una situación que no gustó a la primera dama de Estados Unidos, y que zanjó rápidamente pidiendo a su marido que le cambiara el sitio, ella, con un gesto serio, que no se molestó en ocultar, se sentó en medio.



El amor de los Obama

Precisamente fue el carácter de Michelle lo que enamoró Barack. La historia de amor de los Obama se remonta a junio de 1989. El aún presidente de Estados Unidos acababa de ser contratado como asociado de verano en una firma de abogados en Chicago.

Michelle Robinson fue asignada durante unos meses como su consejera en ese bufete. “Esto no es una cita”, le dijo la joven Robinson a su colega de trabajo Obama cuando fue a recogerla en su destartalado coche para asistir a una reunión comunitaria.

Aunque en un principio ella se negó a salir con Barack Obama, a finales del verano de ese año comenzaron su noviazgo. Lo que no iba a ser una cita terminó convirtiéndose en una historia de amor conocida internacionalmente.

Más durante estos últimos ocho años, en los que la pareja, a pesar de su exposición mediática, han vivido su amor con naturalidad, a veces, ajenos al protocolo.

Desde que llegaron a la Casa Blanca siempre se han mostrado como una pareja estable y feliz, en la que las muestras de cariño, respeto y admiración del uno hacia el otro han sido constantes.

Tanto Barack Obama como Michelle Robinson han aprovechado cada aniversario para recordar públicamente lo mucho que se quieren, que su historia de amor se ha fortalecido. Las redes sociales han sido la plataforma para enviarse románticos mensajes.

“Uno al lado del otro por 24 años. Que sean mucho más. #felizaniversario”, escribió Obama, quien acompañó estas palabras con una imagen de él dándole un beso en la mejilla a Michelle.

“55 años joven y esta sonrisa me cautiva cada día. Feliz cumpleaños, Barack. Te quiero”, escribió Michelle Obama, quien firmó con sus iniciales, ‘mo’.

Hasta ahora, los Obama no han tenido problema en compartir sus momentos como pareja, son muchas las imágenes que reflejan su bonita historia de amor, forjada día a día.

Una de las imágenes más tiernas de ambos fue captada justo el día en que el matrimonio bailó acaramelado cumpliendo las funciones de Presidente de Estados Unidos y primera dama.

Otra instantánea, justo después de acabar la gala, un momento en el que, a pesar de estar rodeado de asesores y personal de seguridad, la pareja, ella abrigada con la americana del él, se miran tiernamente a los ojos.

También aparecen imágenes en la que Michelle Obama coloca perfectamente la pajarita de su marido o bien le retira una mota del rostro o le coge de la barbilla para que sonría.

Una demostración más de afecto entre ellos, fue en el último San Valentín en la Casa Blanca, durante el programa de Ellen DeGeneres, el presidente dijo: “Michelle, he tomado muchas excelentes decisiones como presidente. La mejor decisión de mi vida fue haberte escogido. Gracias por soportarme. Te amo”.

Y el amor a su mujer, Michelle, también estuvo en la despedida de Barack Obama hace unos días, quien en la parte final de su discurso y entre lágrimas dijo “eres mi mejor amiga”.

En sus últimas palabras también añadió que Michelle asumió un papel como primera dama “que no había pedido” con “gracia, estilo y buen humor”, y que ha hecho de la Casa Blanca “un lugar que pertenece a todos”.

Mientras Obama pronunciaba su último discurso antes de dejar la Casa Blanca, su esposa, que lucía un vestido de encaje azul marino, recogía estas palabras con gran emoción. Al término, se fundieron en un cálido y entrañable abrazo, uno más.



LO DIJO:

“Michelle, he tomado muchas excelentes decisiones como presidente. La mejor decisión de mi vida fue haberte escogido. Gracias por soportarme. Te amo”.

Barack Obama


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